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Treinta años - por Pupú

Web: http://es.hakunomatato.wordpress.com/

La noche en que todo ocurrió Vanesa tenía una resaca de muerte. Se despertó en mitad del salón. Estaba tumbada sobre una enorme mancha pegajosa que cubría el suelo y arropada con los restos de la fiesta celebrada por su cumpleaños; el de los treinta. El ruido de un móvil la trajo a la realidad, y de no ser así, habría dormido un día, o varios, más. Pero ¿cuántos días llevaba en el suelo? Por cómo se sentía, pensó que una eternidad. Se levantó para buscar el teléfono que, según la canción que le taladraba los oídos, no era el suyo. Aquella horrible musiquita repiqueteaba en sus sesos. <<¿Dónde está?>>. La casa estaba desierta. Se abría camino tambaleándose entre montañas de vidrio y plástico, patatas y gusanitos. Las botellas, vacías, de ginebra y ron rodaban a su paso y los vasos blancos con nombres borrosos a rotulador crujían bajo sus pies descalzos. No volveré a beber jamás pensó. Eso es lo que siempre dices pensó inmediatamente después. <<¿Dónde está ese maldito trasto? ¡Me voy a volver loca!>>. Quien fuera el que llamó, colgó. Pero volvió a llamar. Escuchó la canción completa. No lo encontró. Tenía que encontrarlo pues intuía que no pararían de llamar hasta que lo cogiera. Y tenía dos opciones: encontrarlo y descansar o huir de la casa para no escucharlo. En su estado no podría ni salir del apartamento. <<Me mataría bajando las escaleras>>. Al cabo de escuchar la melodía cinco o seis veces seguidas no le pareció tan mala. A la octava vez lo encontró. No podía creer dónde estaba. ¡Al lado de Pupú! Su loro. ¿Quién había sido el gracioso que había metido el móvil en la jaula de su Pupú? Quizá el mismo que ahora llamaba. Pobre Pupú. Parecía también tener resaca. Su mirada estaba perdida. ¡Oh Dios mío! Vanesa acercó su nariz al bebedor de su lorito. Olía a gyn tonic. ¿O a ron cola? Una arcada le vino de pronto y a punto estuvo de bañar a Pupú con más alcohol de su estómago. Vació el bebedor en el suelo y abrió la jaula. Entonces el móvil volvió a sonar.

—¿Quién narices es? —dijo Vanesa.
—Soy yo, Ramón. ¿Estás bien?
—¡Oh no!
—¿Qué pasa?

Olvidó cerrar la jaula y Pupú cayó al suelo. Estaba totalmente alcoholizado. Le metió en la jaula y la cerró.

—Ramón —dijo Vanesa.
—¿Qué te ha pasado? Llevo llamándote dos días y nada…
—¿Dos días?
—Sí.
—¿Qué día es hoy?
—¿Hoy? Hoy es martes.
—Martes…
—Sí, martes. ¿Es que no has ido a trabajar?
—Pues… no recuerdo nada desde el sábado.
—¿Desde la fiesta?
—Ajá.
—Pero ¿te encuentras bien, no?
—Sí, sí. Eso creo… Solo muerta.
—Sí… Fue una gran fiesta, el fiestón del año. Yo también sigo hecho polvo y…
—Oye, ¿has sido tú el que metió el móvil en la jaula de mi loro?
—¿Qué? ¿En la jaula…? ¡No, por Dios! Algún idiota lo haría… había muchos idiotas ¿sabes?
—Imagino. Y borrachos.
—Por desgracia, yo también. Pero aparte del móvil te llamaba por otra cosa que he olvidado.
—¿El qué?
—Un sombrero. Más bien, mi sombrero. Lo necesito urgentemente.
—Pues… tengo un pequeño lío en la casa…
—Por favor, búscalo, me urge…
—¿Por qué tanta prisa?
—Bueno… ya te explicaré. ¿Puedes buscarlo ahora? Lo necesito para hoy.
—Lo intentaré.

Colgó. <<A ver dónde está ese dichoso sombrero>>. Mientras revolvía basura de los sillones entró su compañero de piso.

—Vanesa —dijo Tony—. ¿Tú te has visto?

Vanesa negó con la cabeza.

—Mírate en el espejo, anda.

Tenía dibujada una perilla en el rostro y dos figuras fálicas en los carrillos que apuntaban a sus ojos.

—¡Qué hijos de…!

En el reflejo del cristal encontró el sombrero. Estaba en su cabeza.

—No debí irme hasta que acabara la fiesta —dijo Tony—. Seguro que es obra de ese Ramón y sus amigotes.
—¿Tú crees?
—Si hasta le vi poniendo ron a Pupú… ¿Tú qué crees?
—Con que Ramón, eh —dijo para sí.

Llamó a Ramón y le dijo que lo había encontrado.

—Lo tendrás fuera de casa muy pronto.
—Estupendo… —dijo Ramón.

Metió el móvil, último modelo, dentro del sombrero, hizo un bola y lo lanzó por la ventana. Un sexto piso.

—¡¿Qué haces Vanesa?!

Devolvérselo a su dueño.

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6 comentarios

  1. 1. Chiripa dice:

    Hola Pupú!
    Tu relato me ha hecho reír hasta las lágrimas, con descripciones que nos ubican exactamente en el ambiente post celebración. Pobre loro, víctima inocente de la bacanales de los treinta. jajajaja
    Pienso que has hecho un buen balance entre descripciones que nos recrean la “zona de guerra” y diálogos que dan dinamismo la lectura.

    Enhorabuela, Pupú. Me gustará seguir leyéndote.
    Te invito a pasar mi relato “Aquel día” (#28) y comentar lo que pienses pueda mejorar.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 18:37
  2. 2. Jose M Quintero dice:

    Hola.
    Me gusto mucho tu relato, tiene muy buenas descripciones que permiten imaginarse el apartamento hecho un desastre y a la chica, despeinada y con esos dibujos en el rostro.
    Me reí mucho con la escena final.
    Gran relato, felicitaciones.
    Mi relato es el 31, la soledad del mago, por si quieres darte una vuelta por alla.

    Escrito el 31 enero 2015 a las 23:38
  3. 3. Adella Brac dice:

    Me ha hecho gracia eso de que si no encontraba el móvil tendría que huir de casa 🙂
    ¡Un saludo!

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 19:40
  4. Concuerdo con los compañeros. Es un relato bien narrado, con un vocabulario muy bien usado y podría decir que hasta es una mini película pues se puede visualizar la escena perfectamente. Me recordó un poco a la película the Hangover.
    Lo único que no me gustó mucho (aunque para nada le quita méritos a relato, que conste) es el super ultra mega hyper terra giga primer párrafo.
    En fin, es un excelente relato. Te felicito.
    P.D. Me dio risa el loro borracho, ja ja. Me lo puedo imaginar a la perfección. Si me lee alguien que pertenezca a PETA me chavo…
    Saludos.

    Escrito el 4 febrero 2015 a las 19:43
  5. 5. Luis dice:

    La ventaja de la literatura es que ningún loro sale lastimado, bueno a no ser que encuentres uno que sepa leer. El lenguaje apropiado, muy agilmente escrito, buen manejo de los diálogos, pero da la impresión de que lo escribiste en dos épocas diferentes: en una el primer párrafo y en otra el resto,
    Me gustó.

    Escrito el 13 febrero 2015 a las 00:36
  6. 6. beba dice:

    Muy buen cuento. Nada más que felicitarte por él;un aplauso.

    Escrito el 13 febrero 2015 a las 02:55

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