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Peligro en las estrellas - por Darkos

Aquella nave espacial se deslizaba a una increíble velocidad a través de la vastedad interestelar. Su forma, similar a la de un antiguo sombrero hyti, identificaba su propósito científico a cualquiera que la avistara.

En uno de los centenares de laboratorios internos el día de trabajo estaba por empezar. Bardor, el afamado biólogo, llegaba a su puesto de trabajo con más ansiedad de lo acostumbrado. Iba a dar inicio a una de las investigaciones más interesantes de los últimos tiempos.

El científico activó los sistemas de luz y se dirigió a la jaula número tres. Al llegar a esta comenzó a sentir un gélido pánico que le recorrió todo el cuerpo. El ente que tenía encerrado no estaba allí.

—¡Pero si estaba sedado!, ¿cómo es esto posible? —dijo para sí.

El creciente miedo que se apoderaba de su mente se mezclaba con el asombro que le producía saber que aquella criatura tuvo el nivel de inteligencia suficiente como para escapar de una celda de energía. Era algo totalmente inesperado.

Corrió hacia el comunicador e informó al grupo de seguridad lo grave de la situación. Sólo les tomó cuatro dinpes a los encargados llegar hasta el laboratorio. Se emitieron las órdenes y empezó el proceso para capturar al espécimen fugitivo. Se explicó en detalle el altísimo riesgo que corría la tripulación.

Al cabo de un momento Forstak, líder de investigaciones, llegó para averiguar lo que estaba ocurriendo.

—Bardor, ¿qué es todo este alboroto?

—El organismo de la jaula tres ha escapado y no sabemos en dónde está.

Forstak se quedo viendo a su subordinado midiendo lo crítico de la situación por el pavor que crecía dentro de sí al escuchar las palabras del biólogo.

—¿Entiende usted lo delicado de la situación? —preguntó Forstak visiblemente alterado.

—Sí.

—Yo entendía que esta “cosa” iba a estar sedada todo el tiempo y que luego del estudio lo regresaríamos a su hábitat.

—Ese era el plan —indicaba Bardor—. Adicionalmente, las investigaciones preliminares no daban cuenta de una capacidad craneana como para comprender el mecanismo de una jaula de nivel tres.

—Entendido, pero usted era el responsable de esta entidad. Toda la tripulación va a estar temerosa cuando lo sepan. Tenemos suelto en la nave a un ser que está entre lo más peligroso conocido. Que es capaz de asesinar a todo ser viviente en su planeta e incluso a los de su propia especie y a veces lo hace sólo por placer. Esto es realmente serio pero en lugar de discutir debemos apoyar la búsqueda con toda la cautela posible. Acompáñeme.

Luego de salir del laboratorio se encontraron con Guntag, el piloto de la nave. Recio y seco como siempre, les irrumpió el paso diciendo:

—He tenido que dar la orden de alto total porque ustedes tienen un elemento extraviado. Esto es inadmisible. Yo sé que todos sus proyectos son secretos pero deben decirme, ¿qué fue lo que se les perdió?

Forstak dudó un instante pero entendió que debía aclarar el asunto lo antes posible:

—Hemos traído a un humano de la Tierra y se nos ha escapado de la jaula. No conocemos su ubicación actual.

En el momento en que Guntag abría ampliamente sus ojos poseído por la ira ante el descuido de los científicos, se escuchó un ruido proveniente del fondo del pasillo. Los tres giraron simultáneamente sus cabezas en el momento en que la criatura aparecía ante ellos.

Aquel ser de sólo cuatro extremidades los veía con una expresión de terror absoluto. Cuando los divisó intentó caminar hacia atrás pero le era difícil. Al parecer se había quemado la pierna derecha al huir de su alienígena presidio.

Inmediatamente Bardor tomó un instrumento que al pobre hombre se le pareció a un teléfono celular y le apuntó con este.

A la mañana siguiente Antonio despertó a la misma hora que todos los días. Miró a su esposa que se había levantado unos pocos segundos antes y le dijo que había tenido un sueño espeluznante. Unos seres horripilantes lo habían raptado y él intentaba escapar. Había sido tan vívido que aún sentía miedo y estaba agitado. Luego rieron un poco al respecto dándole poca importancia al tema.

Durante el baño matutino Antonio se descubrió una pequeña y extraña quemadura en su pierna derecha. Lo pensó y simplemente decidió que podía haber sido ocasionada por cualquier cosa.

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9 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Me ha gustado, Darkos, muy original, al principio piensas que son humanos los que tienen extraterrestres en jaulas, el giro que le das es magnífico.
    Saludos

    Escrito el 29 enero 2015 a las 13:04
  2. 2. Denise dice:

    Siempre es un placer para mí leer ciencia ficción. El tema de invertir el punto de vista para mostrar al humano como el Otro, es conocido (podría citar un par de títulos), pero le das un giro interesante al final. Me gusta.

    Lo que sí, hay un par de frases sueltas por ahí que no me suenan bien; te dejo un par de ejemplos para que me des tu opinión:

    “…aquella criatura había tenido el nivel de inteligencia suficiente…”
    “…informó al grupo de seguridad la gravedad de la situación.”; o directamente: “…informó la situación al grupo de seguridad.”

    Escrito el 30 enero 2015 a las 23:31
  3. 3. Denise dice:

    Cometí un error; no terminé XD

    “Forstak miraba a su subordinado mientras medía…” o mejor: “…se quedó mirando a su subordinado mientras media…”

    “…presidio alienígena…”

    El final, además, no termina de cerrarme por el tema de la quemadura. En el sueño, Antonio no puede retroceder, o lo hace con dificultad a causa de la herida, pero en la vigilia es tan insignificante como para descartarla sin más. Si no te molesta, me gustaría que me lo explicaras, porque es evidente que se trata de la misma.

    Espero que mis sugerencias te sirvan de algo, pero si decidís no tenerlas en cuenta, estás en todo tu derecho.

    Saludos!

    Escrito el 30 enero 2015 a las 23:38
  4. 4. Darkos dice:

    Hola. Muchas gracias a ambas por los comentarios. De verdad me alegra que el relato les causara una buena impresión. A veces parece que la ciencia ficción pierde adeptos por estos días.
    Denise: Muchísimas gracias por tomarte el tiempo de revisar las frases, el sentido, ritmo y el orden gramatical. Que detalle tan especial. Eso es de amigos. Claro que me sirven tus sugerencias y las tendré muy en cuenta. Más cuando vienen de alguien con un talento tan hermoso como el tuyo. Finalmente te explico el tema de la quemadura: En un relato tan corto creo que debo dejar ciertas cosas a la imaginación del lector. En este caso, uno podría pensar, por ejemplo, que los alienígenas le curaron la herida antes de entregarlo en su cama. Habría otras muchas explicaciones pero, como te mencioné, preferí dejarlas al lector. Un abrazo para ambas.

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 05:14
  5. Me parece que hemos escogido temas parecidos en nuestros relatos. Ya sabes, las grandes mentes piensan igual!!
    Llegué a pensar que la mujer de Antonio se quitaría una máscara y aparecería Guntag, pero casi mejor, pobre Antonio…
    Sigue así, ¡nos leemos!

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 16:27
  6. 6. Adella Brac dice:

    Al igual que a Denise, me gusta esa visión del ser humano como alienígena. ¡Buen trabajo! 🙂

    Escrito el 3 febrero 2015 a las 13:38
  7. 7. Dan dice:

    Hola Darkos, pues tenías razón, nuestros relatos tienen un cierto parecido. He leído el tuyo con gusto y te iba a comentar un par de cosas que he visto, pero Denise se me ha adelantado. Por lo demás muy entretenido, me gusta la ciencia ficción (como ya te habrás imaginado) y me ha parecido un buen relato breve. Seguiré pendiente de lo que escribes 😉 ¡Un saludo!

    Escrito el 4 febrero 2015 a las 16:59
  8. Desde el principio me imagine que el ser enjaulado era un humano. Me pareció genial la historia y la idea de que fuera así. Ya era hora de que un humano fuera investigado de esa manera, je je.
    Lo único que como que molesta es la frase alienigena presidio. Creo que deberías retocar eso.
    Excelente relato.
    Saludos.

    Escrito el 5 febrero 2015 a las 14:23
  9. 9. Diana dice:

    gracias por tu comentario, me estimula, al leer tu publicación más.No caben dudas tienes muy claro ” como escribir “. Yo opto mucho por “el sugerir”. Según el tema que tratemos los estados anímicos, los sentimientos fluyen. La espititualidad manda sus mensajes, yo vivo mis relatos, no puedo de otra forma.gracias tendré en cuenta tus sugerencias. Muy buena tu ficción, felicitciones.

    Escrito el 6 febrero 2015 a las 21:28

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