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Señor Mala suerte - por カミロのアンドレス
El autor/a de este texto es menor de edad
Era 31 de Diciembre en San Gerundio, la pólvora retumbaba en los cielos, todos eran alegres y deseaban un año lleno de prosperidad acompañado de buena suerte, bueno, al menos la mayoría de los habitantes de aquella pequeña ciudad capital; habían pocas personas que se encerraban este maravilloso día como lo hacía el señor Oscar Dolfin más conocido como señor mala suerte.
Aquel apodo no le quedaba chico, ya que todas sus desventuras eran tan increíbles y abrumadora-mente graciosas que hasta el hombre más serio se reía de ellas. Señor mala surte angustiado por la situación tomo la decisión de suicidarse; así que fue a la tienda y se compró 50 salchichas, su plan era atragantarse y morir ahogado. Se las trago todas de un tajo; parecía que se iba a ahogar, cayó al suelo y se retorcía por unos segundos, pero pudo pasárselas. Increíblemente su plan se frustró ya que él seguía vivo.
Entonces pensó “no quiero colgarme, no quiero una muerte ahorcado, así que porque no envenenarme”. Encontró un veneno para ratas, se lo bebió hasta el fondo para esperar su muerte tranquilo, pero de repente sintió náuseas, vomito las salchichas que se había tragado junto con el veneno. Se estaba angustiando porque fallar en un intento no está mal, pero dos veces no es coincidencia; entonces salió a la calle, se le arrojó a una motocicleta esperando un accidente fatal pero solo se le rompió una pierna.
Pasada una semana el señor mala suerte, cansado por tres intentos fallidos estaba hartado, Enero era el mes que más odiaba después de Diciembre, entonces pensó “si no me puedo suicidar solo, aré que alguien me maté”; caminaba por el parque mirando quien podía ayudar a su muerte, vio a un hombre gigantesco que parecía de mala vida, de manera irritable fue a molestarlo; tumbándole el sombrero logro fastidiarlo, este hombre de un golpe certero lo noqueo.
A la media hora se despertó de aquel golpe, estaba adolorido de la mandíbula, estaba a la mitad del parque y todos creían que él estaba borracho, sabía que debía ir donde la gente no dudase en matarlo; entonces camino por horas pensando un nuevo plan. Entrando a un barrio de San Gerundio una idea que parecía buena el iba a intentar. Se metió a un peligroso barrio donde los maleantes asechaban, entró a un callejón que parecía una jaula, relucía su teléfono para que alguien intentase robarlo. Un maleante le apuñalo la espalda y se lo robo, pero cuando parecía que lo mataría la policía lo ayudo.
Furioso salió de la estación de policía; el señor mala suerte pensó “si con una motocicleta no funciono, intentare con un camión”. Se arrojó a un camión, el señor mala suerte se chocó con el vidrio del parabrisas que se estalló y le quito un ojo, aun así seguía vivo, parecía tener las nueve vidas del gato.
Cojo, mueco, jorobado y tuerto el señor mala suerte no lograba darle fin a su vida, fue a un peligroso bar de mafiosos para ahogar sus penas y esperar la oportunidad de matarse con alguien; al momento entraron 3 tipos que gritando decían “¡¿quién aquí es Pedro Aguilar?!”, entonces señor mala suerte se paró, sin vacilar dijo “yo soy” esperando que le mataran, los maleantes lo tomaron y le dijeron “salga señor Pedro Aguilar, sus hermanos Juan y Luis Aguilar nos dieron la orden, de matar a todos en este bar”
Buen relato Camilo, un placer leerte. Pobre Oscar… Un texto muy divertido.
Solo un apunte, me da la sensación de que todo sucede muy rápido, demasiado. Quizás se deba a que no hay puntos y aparte bien marcados, no lo sé.. De todas formas felicidades.
Un abrazo.
gracias por tu comentario y XD gracias por decir mi nombre
Fui uno de los comentaristas, el que menciono a Chuck Norris. Te digo lo mismo que te dije entonces: este relato me engancho y mucho que me hizo reír.
Saludos y felicidades.
Estoy de acuerdo con Wolfdux, el relato es divertido, pero la acción un poco vertiginosa; supongo que parte de la culpa la tiene el límite de palabras, pero la puntuación ayuda un poco en eso también. Te sugeriría que probaras cortar un poco las oraciones usando puntos seguidos y puntos y comas, para que el ritmo sea un poco más lento y deje al lector asimilar lo que pasa.
Pero fuera de eso, está bueno, me hizo pensar en un conocido que es el tipo con más mala suerte que conozco XD
Muy divertido, me ha echo reír de veras. Estoy de acuerdo con lo que han dicho arriba, quizás todo es muy rápido y vertiginoso, pero con la limitación de palabras es lo que hay. Es ameno y engancha, y la comedia te hace despuntar (no he visto muchos relatos de este tipo en el ejercicio). Felicidades.
Un saludo!
Muy buenas カミロのアンドレス
Me he reído mucho con tu relato, sobretodo con el final. No se por que me imaginaba a Leslie Nielsen con el papel del prota.
Bueno comentare por partes, primero la forma y luego el contenido.
Forma:
Es verdad que podría organizarse mejor el relato separando escenas con punto y aparte, para crear párrafos mas cortos y agilizar la lectura.
Presta atención a los cambios de sujeto, cada vez que se cambia de tema y se habla sobre otra cosa hay que hacerlo en un párrafo diferente.
Igualmente no es una lectura complicada, el vocabulario es cercano sin intentar meter a la fuerza palabras para lucirse ni nada por el estilo.
Una pequeña observación:
“Era 31 de Diciembre en San Gerundio, la pólvora retumbaba en los cielos”
Que yo sepa los fuegos artificiales no comienzan hasta las cero horas del primero de enero, al menos en los sitios donde he vivido era así
Coincido en que las escenas suceden muy rápido pero no sabría decirte si eso hay que revisarlo o dejarlo como está. Es un relato de humor y el deseo de morir es el protagonista absoluto, a mi me enganchó y me mantuvo intrigado por saber que tan disparatado iba a ser su próximo intento.
Creo que si añadieses descripciones de sitios, o transiciones de como llega a un lugar a otro, perdería ritmo haciendo que los momentos que realmente interesan, los intentos, queden muy separados entre sí. No sabría decirte si es mejor o no la verdad.
Igual algunas acotaciones mínimas sin entrar mucho en detalle, como por ejemplo aquí:
“Encontró un veneno para ratas “
Una acotación como: “Fue a una tienda a comprar veneno….” , para que no parezca que se lo encontró debajo de una piedra, y al ser una acotación corta tampoco entorpecería el ritmo del relato.
Otra observación:
“si no me puedo suicidar solo“
Cuidado con las redundancias, el suicidarse implica que uno mismo se quite la vida, ese “solo” sobra.
Contenido:
Vaya ideas se le ocurren al protagonista para suicidarse eh, me mató con las salchichas jajaja.
Pues no tengo nada que aportar con respecto al contenido ahora que lo pienso, que está muy bien y me hizo reír.