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Casual transmutación - por Julieta Ortiz

Web: http://plumadelmonoalado.blogspot.mx

Resulta curioso el acontecer de la espera en una habitación; Un hombre espera sentado mientras mira a un gato, dicho felino a su vez mira a un perico dentro de su jaula, que esta mirando un teléfono reflejado en su espejito colgante.

El tiempo avanza reptando en forma de sombras sobre la alfombra, por la ventana se inmiscuyen rayos de luz apenas perceptibles entre el humo de los cigarrillos consumidos. Aquellas sombras testigo de la vida en tranquilidad, de pronto es interrumpida por el foquito rojo del teléfono que anuncia un estridente timbrado. Dicha imagen viaja vertiginosamente a través del reflejo en el espejo; a los ojos del perico; a las alargadas pupilas del gato; hasta los verdes ojos del hombre sentado en el sofá. Cual, se levanta de un salto y con largos pasos intenta llegar hasta la mesilla junto de la ventana para contestar, justo entonces se atraviesa un fuerte viento que le hacer cerrar los ojos, obligando a tropezar con el cable del teléfono. En la inercia de su caída tira la mesilla y el aparato va a dar hasta el otro lado de la habitación. El hombre lo mira sonar en su camino al suelo y al tocar el piso, el parlante deja escuchar la dulce voz de una mujer.

—Hola…Raúl ¿Estás ahí?— mientras, Raúl estira el brazo para alcanzar el teléfono y el cable parece apretarse más, esta ceñido hasta la pared que lo reclama con abnegado despojo de caliche, se siente como atrapado entre algas. Vuelve a la mano izquierda para jalar el cable y entonces vuelve a hablar ella —Vaya… Llegué antes… es…— Tan pronto como cree estar cerca de su objetivo, el punzante tono de la ausencia corta la comunicación.
Los dedos de la mujer colgaron el teléfono al mismo tiempo que el hombre tomo la bocina y aunque solo escucha el tono de ocupado por impulso alcanza a decir —¿Margarita?

Después de varios intentos, Raúl se libera por completo y acomoda la mesilla junto con sus habitantes, distraídamente mira por la ventana y se encuentra con una figura que llama su atención —!Pero si es Margarita!— Va tan hermosa ella, caminando en la acera de enfrente. Sin pensarlo más, sale del apartamento azotando la puerta.

Tal estruendo corta la transmutación de miradas una vez más, ahora el perico se da cuenta de no ser mirado por el gato. Entra en preocupación y dando un vistazo a su alrededor, encuentra al osado felino subido en la mesilla, desde donde prepara un salto voraz que aterriza en la jaula, la cuál al ser derribada emite una aparatosa caída, armonizada por el sonido del espejo al romperse contra el suelo y el cacareo del plumífero suplicando por su vida.

La calida luz del sol que iluminaba la vida en esta habitación, ha cambiado por la blancura de la paz nocturna, reflejándose sobre las manecillas del reloj que resuenan presurosas. Clavándose en la sonoridad de los segundos, palpitando sobre los muebles, alargando los suspiros del gato que eriza su lomo de tanto en tanto, entonces cuando más hondo resuenan, es cuando vuelve Raúl. Entra sosteniendo el sombrero sobre el pecho, en acto de solemnidad y la cara colgada se le escurre en dolor por la muerte de Margarita Cortés. Quién de haber charlado con él, no hubiera cruzado la calle al momento en que la pareja de recién casados del 402, iba peleando a bordo de su Volvo a toda velocidad y atropelló a la pobre mujer.

Tras el golpe sordo de la puerta al cerrarse, a Raúl termina de rompérsele el corazón, pues encuentra la sala hecha un lío y rompe en llanto al caminar entre los restos de la jaula y plumas. Lleva sus manos a la cara y tras dos pasos se desmorona frente al sofá, que alberga a su querido mínimo placidamente echado y ostentando su figura como la de un rey, que tiene por presea el hocico rojo con una pluma aderezado y las largas pupilas resplandeciendo en la oscuridad clavadas fijamente en él.

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1 comentario

  1. 1. Julieta Ortiz dice:

    Hasta ahora me da tiempo de revisar la recopilación de textos, y me he encontrado con buenos escritos. Aprovecho para agradecer a los compañeros que les toco comentar mi texto ya que me ha servido de mucho su aportación. Y potenciado los cambios en mi texto. Gracias

    Escrito el 16 febrero 2015 a las 00:53

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