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Un cuento con teléfono, jaula y sombrero - por beba

UN CUENTO CON TELÉFONO, JAULA Y SOMBRERO
I- Estaba atardeciendo, y había refrescado bastante. En el pueblo empezó a soplar el vientito y a arrastrar hojas secas y polvo. Pero él seguía caminando por la vereda de la plaza, dando vueltas, mirando al piso para no tropezar. Vestía con un aire de antigua elegancia.
– Por cierto que estoy viejo, pero no quiero estar en esa jaula. No soy un niño que debe ser obediente. Y menos un bulto molesto tirado en esa casa tan pequeña.
Siguió caminando con su paso lento, una mano en el sombrero, y la otra cerrando las solapas del abrigo.
-Pobre Darío-suspiró. No sé cómo se ha casado con ella… Una gitana rezongona y ociosa… Buen chico, inteligente… Cuando fuimos esa vez a ver basquet…
Memoria de viejo… El enojo se le escapó, de golpe, entre las hojas. Y se encontró canturreando, lleno de recuerdos de su época de basquetbolista y consumado bailarín.
Desde la Iglesia, se oyó el Ángelus. Entonces se sacó el sombrero, inclinó la cabeza y rezó el Ave María.
-Dios la perdone y los guíe- murmuró.
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II- Fabiola tenía poco qué hacer y no se preocupaba demasiado por ponerle remedio. Pero no estaba para cuidar viejos; no, señor.
Hacía dos semanas que su marido le había dicho: -No voy a dejar a mi padre en un asilo, que bien bueno ha sido siempre conmigo. No puede estar solo, a los 75, después de una neumonía.
– No quiero estar en la boca de todos como la bruja sin corazón. La comida, bueno; pero a ver cómo te ocupas del resto: remedios, que se bañe, que pasee…
Ella lo ignoraba; y él no daba demasiado trabajo, realmente.
Ahora estaba sentada en la salita, tecleando en su smart-phone,“el teléfono”, como decía su suegro. Encerrada en su jaula. ¿Pispeando facebook o jugando con zanahorias y dragones?
Entonces oyó la campana: -Pero… ¿No ve que se hace de noche y está frío? ¡Cómo no viene Darío y lo trae de un ala! Faltaría que se nos enferme de nuevo y haya que aguantarlo otra semana.
—————————————————————–

III- El hombre flaco y desaliñado se levantó de su banco, cuando vio pasar al viejo ensimismado y tembloroso.
-Es ese; el suegro de la Fabiola- tartajeó, borracho.
Lo alcanzó y lo tomó del brazo, como si fuera su amigo.
-Vamos, viejo. A casita que está oscuro. ¡Calladito! ¡Sigue caminando! ¿Entiendes? -le susurró al oído, mientras le ponía una navaja en la cintura.
Con un “síiii” agarrotado en el fondo de la garganta, don Pedro volvió a arrastrar los pies, estremecido de angustia, pero alerta.
– Hoy me la paga esa mala mujer. Y el Darío también. Traidores. Como gitano, que me vengaré de ellos.
La cabeza de Don Pedro era un remolino de soluciones descabelladas. ¿Qué hacer para evitar que el hombre agrediera a su familia? Darío y esa haragana gruñona de Fabiola… Su familia…
-Llegamos. Llama como si nada, te digo. La navaja está lista.
Desde la vereda Don Pedro vio a Fabiola, de espaldas a la calle, llamando por teléfono. Seguro que a Darío; era su hora de volver. Pensó que “no tenía señal”, porque había abierto la ventana.
-Toca el timbre; cuando abra, entra sin apuro; que no se cierre pronto la puerta. No te pases de vivo- dijo mientras que se agazapaba detrás de un rosal.
Y como en un relámpago Don Pedro entrevió una posibilidad: Llamarla como nunca, no como siempre.
-No le toco el timbre; la pone histérica.
-Vale. Andando.
Tenso, avanzó gritando hacia el umbral: – Fabiolita, querida, ya llegué; ¿preparaste la cena que te pedí?
Casi con alegría volvió a gritar:-Vamos, Fabiolita; la cena…
-Darío; tu padre llegó recién; pero está loco como una cabra.. . No pienso abrirle. Pronto: llama al 112.
Ya Don Pedro no sentía amenazadas sus costillas; entonces hizo un buen pase de básquet con su sombrero, mientras se tiraba al suelo y clamaba por auxilio.
Sorprendido, con el sombrero en la cara, tambaleante por la posición, medio borracho, el gitano se enredó en el rosal y perdió su navaja entre las ramas.
Fabiola gritaba desde la ventana. Se acercaron los vecinos.
Frenó un auto y Darío saltó sobre el gitano que intentaba escapar. Al mismo tiempo sonó la alarma policial.
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IV- Fabiola curaba los magullones de Don Pedro mientras sollozaba, nerviosa y agradecida. Darío los acariciaba a los dos. Y Don Pedro le daba gracias a la Virgen, que lo había escuchado.

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10 comentarios

  1. Cuando vi tu relato, sin leerlo obviamente, pensé: “va a ser un lío”. Me equivoque. Es fácil de leer y lo que mas me impresiono es que manejas con facilidad la historia usando tres personajes. El lenguaje me parece adecuado y el final, que tiene un toque de comedia muy bienvenido, hace descargar la tensión contenida durante el resto del relato.
    Excelente relato.
    Saludos y te felicito.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 02:32
  2. 2. tavi oyarce dice:

    Un formato interesnte pero por sobre todo bien urdido. Manejas muy bien los tiempos y el ritmo.
    felicitaiones.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 23:19
  3. 3. ILLARGUIA dice:

    Gracias por pasarte por mi relato, a mí también me tocó en suerte comentar el tuyo (qué gracia Iria, sistema doble cruzado mágico). Yo fui el que remarcaba la incongruencia del Ángelus a media tarde, y la dificultad de la escena de la pelea, acabada con un sombrerazo. Buen retrato costumbrista. Por cierto ya encontré “pispeando”, me recuerda al “dofarlún”.
    Un abrazo.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 16:40
  4. 4. NélidaSarduy Castellanos dice:

    Sin mucho tiempo, paso al menos diez minutos para devolver las visitas que hacen a mi texto, es lo mínimo. Cuando vi el título creí que no me gustaría, tal ve no sería mala idea que buscaras otro con más nivel de sugerencia. Pero está bien hecho, felicitaciones. Me gusta esa historia contada desde tres personajes con sus diferentes perspectivas y mundos internos (que es como mismo va la vida real en la familia y la sociedad) y luego confluir en una acción que cambiará, tal vez para siempre, la relación de estas personas. Interesante el tema y tu forma de contarlo.

    Escrito el 31 enero 2015 a las 08:27
  5. Hola Beba, no me odies, pero yo soy una de tus comentaristas anónimas. Yo me perdí un montón, no estoy acostumbrada a este tipo de textos y me pareció algo lioso.
    por lo demás me pareció muy bien escrito y el argumento también me gustó mucho.
    Un saludo y gracias por pasarte a conocer a Maribel!

    Escrito el 31 enero 2015 a las 09:58
  6. 6. Juana Medina dice:

    Muy bueno, beba! Muy bien manejados los tiempos y las alternancias de lo que cada uno piensa del otro desde cierta comodidad de lo habitual y cómo cambia todo cuando se pone en juego o en peligro la vida de los otros. Me encantó.

    Escrito el 31 enero 2015 a las 21:11
  7. 7. beba dice:

    Muchas gracias a toda la buena gente que ha leído y comentado mi cuento.
    A Bego: no puedo odiarte por perderte en la trama del cuento. De todos modos, te gustó, y a mí tu Maribel; de lo más original.
    A Juana Medina: me encantó la explicación que hallaste para el desenlace.Y el “me encantó” final.
    Nélida, tienes razón acerca del título; fue algo así como chancearme de la consigna; escribí otros cuentos más “chuscos”, ensayando, y se me quedó el título del primero.
    Ralkins: Bien por comprender el tono de fantasía del desenlace; los caminos del amor humano no siempre son racionales ni previsibles.
    Gracias Tarvi.
    Illarguia, te odié por no saber que era “pispear”, y decirme que el Ángelus es al medio día; me crié con el campanario de mi iglesia en el fondo del patio; ja, ja.
    Un abrazo a todos.

    Escrito el 3 febrero 2015 a las 01:10
  8. 8. Adella Brac dice:

    Coincido más o menos con lo que ya te han dicho. El título no es demasiado sugerente pero el relato está muy bien llevado.
    ¡Buen trabajo! 🙂

    Escrito el 4 febrero 2015 a las 08:34
  9. 9. Margarita Graña dice:

    Hola Beba,
    me gusta tu cuento, en la vida real siempre me parece tan increíble ver la misma historia y diferentes verdades, de acuerdo con quien la cuenta. Además como al final logras que las tres historias converjan en un punto de resolución. Muy bueno. Felicitaciones

    Escrito el 5 febrero 2015 a las 03:57
  10. 10. Marcelo Kisi dice:

    Beba

    El debate sobre lo “lioso” está bien. Los lectores de mi “comedia italiana” también se dividieron entre los que se perdieron con los muchos personajes y los que lo disfrutaron. Te agradezco tu lectura y comentario.

    A mí me pareció que también se le puede dar otra pulida, para aumentar un poquito la claridad, pero en general está bien. Lo de “pispear Facebook” a mí me gustó obviamente, porque somos “del palo”, me hizo reír.

    La historia en sí está muy buena, da para desarrollar esto del destino que corren los viejos, y de cómo las familias también la sufren. Tema complejo, sin buenos ni malos, y así queda reflejado en tu relato, que me pareció conmovedor y atrapante a la vez.

    Felicitaciones!!

    Escrito el 5 febrero 2015 a las 10:09

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