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Infinitus de Escher - por Doctus pocus

Infinitus de Escher

No puedes ver nada. El eco de la puerta que cerraste a tus espaldas se escabulle por el piso y no alcanza siquiera a levantar el polvo. Palpitaciones. Escuchas como rompen el silencio que sepulta las sombras frente a ti. Presionas el oído insistentemente contra la puerta. Sientes en tu cara el frio de la madera mientras buscas en el pasillo el susurro de la amenaza que dejaste al otro lado. Nada. Tu mano temblorosa sobre el pecho y dejas escapar una respiración ahogada. Tenue, casi sin aire, no sea que entre las sombras despiertes algo peor de lo que huiste. Despacio, lentamente, das la vuelta para enfrentarte a la jaula en la que, sin saberlo, te acabas de aprisionar para dejar el peligro atrás.
Das unos pasos que rompen el tapete de escarcha gris acumulado sobre el piso. Tus ojos se van habituando a la penumbra. Al fondo una cortina sin color se interpone con lo que parece ser un ventanal. Cubriendo las paredes a ambos lados, sombras que se elevan hasta el techo. Al mirarlas con detenimiento caes en la cuenta de que son libros. En el centro un sillón de respaldo alto, con una pequeña mesa a su lado. En ella un viejo teléfono, una lámpara sin luz y un único libro. Al parecer estás en una biblioteca.
Te acercas a la primera estantería y comienzas a inspeccionar los libros. Las polvosas letras doradas de los títulos apenas son visibles en la penumbra. Tomas uno. De pronto a tus espaldas, estalla un ruido que rompe el silencio. Un escalofrío deja caer el ejemplar que sostenías en las manos. El teléfono taladra tus oídos. Te dices que no debes responder. Caminas hacia él. Insistente, sigue sonando. Con cada alarido la tensión recorre tu espalda, el pánico te invade paralizando tus piernas y el terror se delata con el temblor que recorre tu cuerpo. Deja de sonar. Te sientas en el sillón y descubres que aún está tibio. Y sin embargo a tu alrededor no encuentras quien lo pudo haber ocupado.
Sobre la mesa descansa un libro de piel gastada. Al tomarlo notas las esquinas desgastadas por las manos del lector previo que se aferraron a él con fuerza. A diferencia del resto de la habitación, carece de la capa de polvo cubriéndolo. Por todo título se lee: Infinitus de Escher. Abres la primera hoja y comienzas a leer. Hay algo familiar en el personaje que sube los peldaños de una casa abandonada y se refugia de pasos que la persiguen en un cuarto que abrió con la llave que posee. "No puedes ver nada. El eco de la puerta que cerraste a tus espaldas se escabulle por el piso." Dejas de leer mientras tus dedos entumecidos por el terror rozan el borde de la llave que guardas en tu bolsa. Tu pecho se mueve con la respiración que exhalas cada vez más rápido. Dejas el libro sobre la mesa. Dejas la llave. Quieres limpiar de tus manos todo rastro de esa coincidencia diabólica. Sin pensarlo sales de aquel cuarto hacia el pasillo.
Corres hacia la puerta de salida de la casa, huyendo, pero antes de llegar escuchas pasos subiendo los peldaños de la entrada. Escondida entre las sombras la saliva se atora en tu garganta al reconocer en la cabeza de la persona que te da la espalda, el mismo sombrero que tocan tus manos buscando sobre tu cabeza. Corres hacia ella, pero escucha tus pasos persiguiéndola y huye. El corredor está vacío, solo está la puerta tras la que sabes te escondiste.
Y entonces el teléfono suena. Lo encuentras sobre una mesa a la entrada de la casa. Con el sudor recorriendo tu frente, levantas esta vez el auricular. Tu voz te llega lejana pidiendo informes sobre esta casa en venta cuyas llaves te ha prestado la agencia inmobiliaria y quisieras visitar. Cuelgas. Recuerdas que también lo hicieron del otro lado de la línea cuando llamaste aquella mañana. Tus manos se vuelven hielo y este frío corre hasta tus pies.
Te acercas paso a paso hacia la puerta en el pasillo, retrasando el momento sin tiempo en el que estas sumergida. Extiendes tu mano y tratas de dar vuelta a la manija, decidida a desmentir el embrujo que revuelve tus pensamientos. Cerrada. Buscas en tu bolsa la llave que la abre y entonces caes en la cuenta de que, junto con esta sobre la mesa, te has dejado encerrada a ti misma del otro lado de la puerta.

Erika Gayón Lombardo

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15 comentarios

  1. 1. Margarita Graña dice:

    Imposible no fascinarse y perderse en el mundo de Escher que has creado con literatura, en lugar de dibujos. Muy bueno. Felicitaciones.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 03:42
  2. 2. ILLARGUIA dice:

    El clima de terror está muy bien logrado. Sorprendente.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 10:55
  3. 3. Adella Brac dice:

    He conectado rápidamente con el estado de ánimo de la protagonista. Coincido en que el ambiente está muy bien creado.
    ¡Buen relato! 🙂

    Escrito el 29 enero 2015 a las 12:50
  4. 4. DreamxAlchemist dice:

    El título te llama, y vaya que la historia no te deja ir ni por un momento. Rozando el terror si se lee creyendo que de verdad te pasa a ti, y te pones a pensar en lo aterrorizante que puede resultar algo infinito. Un único detalle, en el fragmento: “(…)retrasando el momento sin tiempo en el que estas sumergida (…)” Podrías cambiarlo a: “(…) retrasando el momento sin tiempo en el que te has sumergido (…)” sólo para mantener la ambivalencia de género a quién lo lee. Pero además de eso, magnífico relato, de veras me encantó.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 15:54
  5. 5. lndslv41 dice:

    Imponente relato. Quiero dar solo mi opinión: en el principio, la aclaración de que se hallaba en una biblioteca era innecesaria.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 08:31
  6. 6. Job Peró dice:

    Hola, Doctus. Aquí alguien que tuvo el placer de leer tu historia para comentarla. Felicidades de nuevo por tu relato. Asfixiante. Insisto, no lo muestres a un psicólogo no vaya a hacerte mil preguntas.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 14:14
  7. 7. Kenoa Gessle dice:

    Muy bueno. Me gusto mucho el tipo de narrador que usaste.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 14:40
  8. 8. Leosinprisa dice:

    Muy bien podría pertenecer a los mitos de Lovecraft. Me ha parecido igual de estresante que sus relatos angustiosos y ello me ha sentado fenomenal… Me encantan este tipo de relatos. Enhorabuena

    Escrito el 30 enero 2015 a las 14:54
  9. 9. KMarce dice:

    Saludos Doctus, me ha gustado mucho el relato que ha sido enganchador, una narrativa muy absorbente y cargada de detalles.
    Pero comentamos la forma de escritura para mejorar, ya te han dado dos puntitos que son leves, pero mejorían la historia. Queda sobreentendido que esta persona, está en una biblioteca, y el genero del protagonista es mejor dejárselo al lector se apropie de él, ya que habla en primera persona, un uso muy inteligente de tu parte.
    Me encantan los párrafos largos, pero con oraciones cortas. Lo has usado muy bien. Y coincido en Lovecraft, que ha sido catalogado como un maestro en los cuentos cortos, no le llamaría de terror propiamente, sino suspenso. Ya que nunca peligró la vida del protagonista, sino en donde se ve encerrado en un mundo “paralelo”.
    Un ligera observación, la puntuación en algunos oraciones, marcaría aún más el drama vivido. Pero, como mencioné, me ha gustado tu estilo, y mientras lo leía pensaba: Yo escribo así, ¡uphss! Me recuerda a Lovecraft, ¡Yo escribo así! Por lo que de alguna manera me sentí aun más en ese mundo paralelo, pensando cuando mi alter ego se hizo llamar: Doctus pocus.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 18:54
  10. 10. Peter Walley dice:

    Buenas Doctus,

    Me ha gustado mucho tu relato, tanto por el contenido (que me ha recordado a Borges y a Cortázar) como por lo bien que lo has desarrollado. Muy bien hecho, te seguiré en próximos talleres.

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 09:21
  11. 11. Ernesto Fuegos dice:

    Tambien me al unisono de los que les gesto este buen relato. Aunque ese estilo de narracion ya se ha visto bastante para lograr esos efectos en suspenso (me refiero a narrar en segunda parsona desde un punto de vista de primera persona), lo haces de manera magistral. Yo, sin embargo, no me iria tanto por una comparacion hacia Lovecraft.

    Tambien espero con ansias tu proximo relato.

    Escrito el 2 febrero 2015 a las 05:22
  12. 12. Doctus Pocus dice:

    Hola a todos, en verdad me sorprendió que comentara tanta gente y les agradezco mucho sus comentarios, los cuales tomaré mucho en cuenta. Un gusto compartir con ustedes y leer también sus historias. Saludos!

    Escrito el 3 febrero 2015 a las 00:14
  13. 13. beba dice:

    Sólo un cálido aplauso, ya que lo he leído muy tarde y ya está todo dicho. EXCELENTE.

    Escrito el 3 febrero 2015 a las 01:27
  14. 14. Cesar A. Martin dice:

    Buen relato, me gusta como manejas los tiempos, como a medida que avanzamos cobra sentido lo que dejamos atrás. Como la angustia recorre todo el relato y como cierras el círculo. Una gran elección la segunda persona del narrador.
    He de decirte que entre a leer tu relato por tu seudónimo, me pareció divertido, me alegro de haberlo hecho.
    Un saludo. Nos leemos

    Escrito el 5 febrero 2015 a las 11:10
  15. 15. julieta blanco dice:

    Hola Doctus! Sí que sabés mantener el suspenso. Tuve ganas de mirar por sobre mi hombro varias veces.
    Me gusta tu elección en la voz del narrador. Resulta interesante, por cuanto no puedo del todo perfilar al personaje que vos ideaste, porque parece que fuera yo en un juego de realidad virtual. Al menos al principio. Más avanzada la historia me es más fácil separarme del personaje, yo creo que porque describes más lo que siente.
    Te voy a dar un consejo. Introduces dos veces el libro sobre la mesa; yo en tu lugar diría que hay un libro, y después me referiría “al” libro, o que se percató de él, o le llamó más la atención.
    Espero leerte de nuevo en otra ocasión. Si tenés tiempo (y ganas) me gustaría que pases por mi relato. Es el 150 =)
    Saludos!!!

    Escrito el 6 febrero 2015 a las 02:07

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