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Nunca subas al desván si escuchas ruidos extraños - por Annie

Tras varios años sin atreverme siquiera a pisar un escalón de la hilera de escaleras que llevaba al desván, hoy por fin me estoy atreviendo, escucho ruidos extraños, música, a veces personas hablando, el teléfono sonando durante horas y otras veces un silencio que parece esconder algo malvado. Pero necesitaba vencer mi miedo y sacar fuerza de voluntad.

Los escalones crujían bajo mis pies descalzos como si se trataran de pequeños huesos, aquello hacía que me recorrieran unos largos escalofríos por todo mi cuerpo. Con una mano me agarraba a la barandilla pues como estaba temblando veía que tarde o temprano perdería el equilibrio y me caería. Pero a pesar de todo continué, subí con decisión, porque quería demostrarme a mí misma que podría llegar hasta mi meta y sentirme por fin fuerte y no una simple niña que no se atreve ni a subir al desván de su propia casa.

Alcé la vista para observar cuanto me quedaba, pero entonces me quedé helada. Una sombra con forma de persona, sostenía en la mano un sombrero que lanzó contra mí. Lo sostuve en mis manos. Se me saltaron las lágrimas era el sombrero que solía llevar mi abuelo, aquel que apenas unos años le regalé yo y que fue el último regalo que alguien le hizo. Sentí entonces que no podía seguir avanzando, las piernas me pesaban y apenas podía levantar los pies del suelo. Miré el sombrero, mi abuelo querría que yo fuera fuerte. Lo tiré y lo dejé atrás, vencí el pasado.

Aunque avanzara las escaleras parecían ser interminables. Pero por fin estaba ante la puerta del desván, agarré el picaporte y lo giré, y abrí la puerta tras la que se escondían los más oscuros secretos. De repente un ambiente hostil me rodeó y me sentí como en una jaula, atrapada, como un pequeño pajarito que anhela volar los cielos pero unos barrotes le impide conseguir su sueño. Yo también quería volar, quería sentir que soy libre, que puedo hacer lo que yo quiera pero tengo que atravesar esa jaula que yo misma me impongo. Y sabía que tenía que acumular toda esa confianza que me ha faltado a lo largo de mi vida. Me dije a mí misma que yo era capaz. Y lo repetí una y otra vez, y aquella presión que recaía sobre mí se desvaneció, y me sentí más fuerte que nunca. Vencí el futuro y la incertidumbre.

El desván era enorme, lo único que había al final de habitación era un gran espejo en el que mi reflejo estaba deformado, no se parecía a mí en absoluto. En la parte superior del espejo estaba escrito “así es como crees que te ven los demás”, acto seguido se rompió en mil pedazos y tras el marco del espejo había otro un poco más pequeño. En el que mi reflejo se veía exactamente como era yo y me gustaba lo que veía. Arriba estaba escrito, “esta eres tú, no intentes ser otra persona” vencí mi presente y me sentí realizada. Sabía que tras aquel camino hacia mi interior, la vida me iría tal y como yo quería que fuera.

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5 comentarios

  1. 1. Darkristal dice:

    Vaya, en realidad es un relato lindo y motivador, me ha gustado mucho
    sigue asi n,n

    Escrito el 29 enero 2015 a las 19:42
  2. 2. Annie dice:

    Ohhhh muchísimas gracias. No sabes cómo me anima tu comentario a seguir escribiendo. 😀

    Escrito el 29 enero 2015 a las 20:35
  3. 3. Carlos R dice:

    El título me había despistado, creía aue iba a ser una historia de terror que acabaría mal, pero gratamente he comprobado que es una historia de superación personal

    Escrito el 30 enero 2015 a las 17:22
  4. 4. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola Annie:
    ¡Sorprendente relato! Te felicito por dos cosas principalmente: la primera, el argumento, bien escogido y muy original. La segunda, el que a pesar de tratar un tema existencial hagas tu historia interesante.
    Por otro lado, se nota que le has puesto mucho cariño a tu propuesta de este mes.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 00:16
  5. 5. Fabián dice:

    Muy buenas Annie

    Te comentare como lo hacemos en el formulario, primero forma y luego contenido.

    Me gusta la idea de superación que hay detrás de tu relato, pero creo que puede ganar mas fuerza haciendo revisiones.

    •Forma•

    Ni me he fijado en la puntuación, eso significa que no me quede sin aire al leer, ni me tropecé con comas y puntos mal puestos. Ahí ya hay un 10.

    Donde si me tropecé fue nada mas empezar: “hilera de escaleras” me trajo una imagen rara a la mente: mas de una escalera, una al lado de la otra, que suben al desván. Ojo no hay que descartar que pueda ser yo, que a veces me trabo en lo mas tonto.

    Una observación:
    “…levantar los pies del suelo“
    Se encuentra en la escalera aún, no en el suelo.

    •Contenido•

    Soy consiente que con el limite de 750 palabras a veces tenemos que ir muy a saco. Pero cuando estaba leyendo el tercer párrafo y llegue a la última linea pensé: “oh, que rápido superó ese momento”. Fíjate, es un párrafo de seis lineas construyendo tensión en el personaje, para luego derribar ese muro con una simple acción, tira el sombrero como si nada y “vencí el pasado”, no era para tanto entonces ¿no?.
    Podría trabajarse un poquito mas

    Lo mismo digo de los siguientes obstáculos que le salen al paso. Construyes todo un momento de tensión y luego la protagonista se arma de valor ella sola, sin incentivos para que el lector entienda, que fue lo que la ayudo a armarse de valor, de donde salieron esas fuerzas,etc.

    Me da mucha sensación de:”Apareció un monstruo enorme, feisimo, con tentáculos por todas partes, una voz que sonaba como un trueno, y lo mate.”

    Podrías trabajar en el origen de la inseguridad de la protagonista, en palabras de apoyo de su abuelo que le viniesen a la mente, por ejemplo, algo que estimule ese valor que tanto busca y que no logra sacar. El recuerdo del regalo del sombrero está bien, pero tampoco tiene la fuerza necesaria para crear ese impacto, y que el lector se crea el valor de la protagonista. Intenta introducir algún recuerdo de su infancia con su abuelo, algún momento traumático de donde su abuelo la ayudo a salir.

    Escrito el 7 febrero 2015 a las 16:58

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