Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El Gran Ambrossi - por M. H. Heels

Web: http://mhheels.wordpress.com

Se hacía llamar «El Gran Ambrossi» aunque no era italiano, ni grande, ni siquiera era un hombre.

Había dejado El Paso cuando tenía 15 años en busca del sueño americano. A menos de cien metros de la frontera había enterrado su pasado, su vestido y hasta su larga melena rubia.

—Es el precio a pagar —había dicho en voz alta mientras tapaba con las manos aquel agujero al borde del camino. «Es un precio justo» pensó al tiempo.

Con el viejo sombrero de su abuelo encima de un mal corte de pelo y un nombre nuevo en la bolsa de mano, cruzó hacia una vida mejor. O eso esperaba.

Esa noche era su noche. Era para lo que llevaba preparándose toda la vida. No pudo evitar recordar cuando practicaba en el jardín trasero de su casa, escondiéndose de su padre. Don Antonio siempre había sido demasiado estricto. «Lo que tienes que hacer es aprender a cocinar y dejarte de tonterías. Así nunca encontrarás un buen marido.» Pero ella nunca había querido un marido. Ni bueno, ni malo.

Nunca comprendió la postura de su padre, aunque lo que realmente le dolía era la postura de su madre. Pensaba que otra mujer debería entender que tuviera más aspiraciones que casarse y tener hijos, pero no era así. «Eres una mujer y te tienes que comportar como tal. Eso son cosas de hombres. De hombres a los que ni siquiera deberías acercarte.» Lo único que ella había sacado en claro de aquellas palabras era que, siendo mujer, nunca la tomarían en serio.

Era la hora. Tenía que salir ya para ultimar pequeños detalles en el teatro. Ya se estaba poniendo el sombrero de su abuelo cuando llamaron a su puerta.

—Señor Ambrossi, tiene una llamada —dijo la casera sin esperar a saber si había alguien en la casa.

Bajó a la entrada principal del edificio y descolgó el auricular del teléfono. De la casera ya no había ni rastro. En los dos años que llevaba viviendo allí, nunca había llegado a verla. Era una mujer de lo más extraño.

—Diga.
—Conozco tu secreto —dijo una voz de mujer al otro lado.
— ¿Quién es?
—Disfruta de tu noche. Mañana todo el mundo sabrá quién es María Vargas.

La llamada se cortó a la vez que su digestión. Hacía demasiado tiempo que no escuchaba su nombre. El reloj de pared sonó a su espalda y fue como si todo volviera a la normalidad. Miró la hora y salió corriendo hacia el teatro para llegar a tiempo. Los nervios de tenerlo todo listo para el estreno hicieron que su mente desechara lo que acababa de ocurrir, como un sueño que se olvida nada más abrir los ojos.

El estreno estaba siendo un éxito. Era realmente buena con los juegos de manos y el público estaba respondiendo mejor de lo que esperaba. Acababa de hacer un par de trucos clásicos, cortar a su ayudante en dos y la paloma que aparecía de la nada, que preparaban al público para el gran final.

—Ahora necesito un voluntario del público. A poder ser, un hombre fuerte.

Varios hombres levantaron la mano. Ella señaló a su gancho, que estaba sentado en la tercera fila.

—Tiene usted que atar mis muñecas lo más fuerte posible ¿Puede confirmar si nos conocemos?
—No nos conocemos de nada —respondió el gancho.

Mientras le ataban las manos con lo que parecía un nudo imposible, los ayudantes acercaron la jaula al centro del escenario. Entró y se colocó justo encima de la marca. La trampilla se abrió cuando la tela cubría la parte frontal y cayó de pie en el suelo bajo el escenario. Los demás utilizaban un colchón para la caída, ella había perfeccionado la técnica al caer, lo que le daba unos segundos de ventaja para volver a subir y reaparecer en el patio de butacas. Eso la diferenciaría.

Pero no llegó a subir. Un golpe seco detrás de la cabeza la había hecho caer al instante, como un muñeco.

Cuando despertó, el sol de media mañana calentaba sus mejillas. Se acurrucó en su cama. Seguía teniendo aquel olor de cuando era niña. «Espera, aquí hay algo raro» dijo su subconsciente. Abrió los ojos. Estaba en su cama, en la casa de sus padres. En la mesilla había un periódico abierto por un artículo que tenía una foto suya. «Mañana te casas» estaba escrito al lado con la letra de su madre. Su madre había matado al Gran Ambrossi el día del estreno.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

18 comentarios

  1. 1. Vero dice:

    Otro de los relatos que han caído en mis manos!!

    Muy muy bueno!!! Genial!!! Cada vez que lo leo me gusta más!!

    Escrito el 28 enero 2015 a las 22:21
  2. 2. M. H. Heels dice:

    Este mes ha sido de experimentos: cambio de temática y cambio de estilo (para hacer algo totalmente diferente)
    Y, de paso, escribí un micro por Twitter para el taller:
    “Clark Kent se quitó el sombrero y entró en la cabina de teléfono. Nunca pensó que sería su jaula.”
    Ahora a ver que tal el resultado…

    Escrito el 28 enero 2015 a las 22:51
  3. Hola, querida amiga. Como siempre, nos regalas un relato fantástico. Me ha sorprendido muchísimo el comienzo, pues nada tiene que ver con tus historial habituales. Me ha encantado, no está dentro de mis favoritos de tus relatos, pero el riesgo bien vale puntos extra. Felicidades.
    Yo también he intentado ariezgar con algo diferente este mes. Si te apetece leerlo aquí lo tienes.
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-22/2552

    Escrito el 29 enero 2015 a las 00:18
  4. Me ha gustado mucho, me encantan las historias de mujeres valientes y rebeldes y sin duda esta es una. Muy bien narrado.
    Felicidades. Un saludo!

    Escrito el 29 enero 2015 a las 08:11
  5. Has logrado que odie a la familia de Maria Vargas!!!
    Lo mas que me impacto es que es la madre la que insiste al final, no el padre. Tener a esa mujer como suegra debe ser malisimo.
    Pero el relato me gusto mucho. Se lee tan fácil y uno se mete tanto en la piel de la protagonista que es como una película. Se visualizan las escenas fácilmente.
    Saludos y felicidades por este buen relato.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 14:58
  6. 6. Wolfdux dice:

    Muy buen relato, vas mostrando poco a poco su esencia. Felicidades por el relato, y felices no deseadas nupcias para María, jeje.

    Un abrazo.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 15:48
  7. 7. Roger/NHICAP dice:

    Hola M.H.,
    Fabuloso relato en un género desconocido en tus relatos anteriores. Muy buena narración, desarrollas la trama con mucha inteligencia y una estupenda calidad. Muy bien utilizadas las frases entrecomilladas con palabras que decìan sus padres.
    Me ha gustado porque engancha muy bien. Pensé que era el padre el del garrotazo y ¡sorpresa!, era la madre. Las mujeres son más resolutivas, sin duda.
    Enhorabuena y un abrazo

    Escrito el 29 enero 2015 a las 17:54
  8. 8. Cesar A. Martin dice:

    Celebro tu experimentación, has conseguido un gran relato. Solo con el primer párrafo ya te metes al lector en el bolsillo, y, por supuesto, después mantienes la calidad. Manejas muy bien los saltos en el tiempo y con pocas pinceladas desarrollas unos personajes creíbles, lo que es una virtud para relatos de esta extensión. Lo que no acabo de ver es el papel de la casera, no se si quieres decirnos algo con ella, si no es así creo que distrae de la trama, igual es que no soy capaz de captarlo y estoy quedando fatal.
    Enhorabuena y espero tus nuevos experimentos.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 16:51
  9. Muy buen relato. Que hija de la gran %$&&/ la madre de la protagonista.

    Me gustaría leer una segunda parte para ver si se salva del matrimonio.

    Saludos.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 22:43
  10. 10. Paola dice:

    Fui comentarista de tu relato El Origen y me encantó. No me has decepcionado con este. Es brillante y al final te deja mal cuerpo.
    Lo que no entiendo, y a lo mejor me pierdo algo importante, es lo de la casera que no ha visto nunca en dos años que lleva viviendo ahí.
    El relato es magnífico. Enhorabuena Saludos

    Escrito el 31 enero 2015 a las 11:14
  11. 11. M. H. Heels dice:

    Muchas gracias a todos!!
    Reconozco que, releyéndolo con otro punto de vista, la casera sobra del todo. Tenéis toda la razón!

    Escrito el 31 enero 2015 a las 13:01
  12. 12. Iracunda Smith dice:

    Pues yo que estaba pensando en que la casera era su madre que de alguna forma era dueña del edificio y que estaba esperando a que se cansase de la “tontería” de ser mago y volviese a casa para “comportarse como una mujer” y que cuando vio que nanai de la china dijo “hasta aquí señorita”.
    Que igual se me ha ido algo la pinza, ojo 😉
    El caso es que me ha gustado mucho.

    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 31 enero 2015 a las 16:00
  13. 13. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola M.H.:
    Me ha parecido un relato muy original, sobre todo por la procedencia de la protagonista. Está muy bien hilado y se lee con mucha facilidad. El final es perfecto a pesar de que sea agridulce. Felicidades por tu historia.

    Escrito el 31 enero 2015 a las 17:00
  14. 14. Aldo Brov dice:

    Supongo que debe haber compañeros que cuando ven un comentario de Aldo Brov deben decir, uhh este tipo va a criticar el cuento. Pero en tu caso, es el segundo mes consecutivo que no puedo darte mas que elogios.

    En este relato no puedo encontrar a simple vista errores, lo lei en segundos y comprendi todo, un estilo que fluye agilmente, con imagenes muy visuales y oraciones bien puestas, pero no solo en la forma que escribes, tambien en el contenido, la intriga que te atrapa, un final contundente. Las palabras obligatorias ni siquiera las note, eso significa que hiciste un gran trabajo.

    Creo que encontre a otra persona para sumar a mi top 3.

    Pense que el golpe en la nuca se lo habia dado un silvador!! jajaja, mentira, solo es broma.

    Saludos.

    Escrito el 31 enero 2015 a las 19:42
  15. 15. M. H. Heels dice:

    Aldo, por favor, nunca dejes de criticar. El relato de este mes ha sido fruto de tu crítica: he leído y estudiado el uso de los guiones y las comillas gracias a tu comentario (y era algo que me hacia mucha falta, lo reconozco) y estoy trabajando en el leísmo (me cuesta horrores porque es una mala costumbre en la forma de hablar de la zona donde vivo)
    El experimento de este mes de cambiar de estilo, de historia y de ubicación espacio-temporal también es por tu critica.
    Asi que eres bienvenido para criticar siempre que quieras porque a mi, personalmente, me has hecho mejorar 🙂

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 09:02
  16. 16. M. H. Heels dice:

    Iracunda, no vas desencaminada. La idea inicial de la casera era una “espía” de la madre (una amiga o simplemente alguien a quien había sobornado para vigilar). El caso es que me pase de las 750 palabras y, recortando, toda la explicación de ese personaje se quedo en la papelera.
    He de reconocer que debería haberlo quitado del todo, sin su explicación necesaria es un personaje que sobra.

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 09:07
  17. 17. Ratopin Johnson dice:

    Una pena el final, me ha dejado mal rollo, pero el resto me parece muy bueno. Espero que se escape. O que le toque un marido moderno y comprensivo.
    Sólo una tontada, en el último párrafo repites “madre” casi seguido.
    “…con la letra de su madre. Su madre había matado…” No se si poniendo “Ella” hubiera bastado ( se me ocurre que se podía poner “La muy perra había matado…” 🙂 pero, aunque lo fuera a lo mejor no pegaba en este relato) O simplemente dejar la última frase así . “Había matado al Gran Ambrossi el día del estreno”, sin decir el sujeto, que queda claro en la oración anterior.
    Ah y respecto al apellido Vargas, me he acordado de Chavela Vargas, otra gran mujer.

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 18:48
  18. 18. Aurora Losa dice:

    Pues a mi me gusta este cambio de género. Me parece que has imprimido mucho carácter a esta historia de lucha de roles de género impuestos, aunque el final sea tan devastador. Puede ser perfectamente la historia de muchas chicas que decidieron ser lo que querían y no lo que se esperaba de ellas.
    Enhorabuena.

    Escrito el 9 febrero 2015 a las 10:53

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.