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El gato montés - por M T Andrade

Me quité los lentes, me puse lentamente el poncho e instalé profundamente en mi cabeza el sombrero de ala ancha, tanto como pude, de forma que pudiera ver algo y salí con pocas ganas a la copiosa lluvia. Los perros no me acompañaron.
Hacía una semana que llovía de forma permanente, constante, no había aparecido un solo momento de claridad en esos días, La odiosa y continua penumbra, había transformado momentáneamente la naturaleza.
Los primeros días, había ido y venido hasta la ciudad, pero ahora hacía ya dos días que no me movía del campo, las cañada Cardozo y la de las Violetas completamente fuera de cauce no permitían el paso.
Desde la ventana había visto, esos días, las ovejas quietas, casi sin comer, sin guarecerse en los galpones, rígidas bajo la lluvia gris. La jaula que las limitaba era estrecha e invisible. Eran perennes gotas de agua las que la constituían.
Traté de recorrer el campo, la tierra greda, anegada, hizo que el barro se me amontonara en las botas de goma.
Me dirigí primero al monte de la marcela, observé la vaca que habían traído recientemente. Su ternero echado al costado. La ubre grande. No había comido el fardo de alfalfa que le habían llevado en la mañana. Parecía asustada. No se movió cuando me acerqué.
Ningún pájaro se dejaba ver. El monte ya no era un refugio contra la lluvia, cada gota que caía desplazaba otra, que caía también. Los animales estaban empapados, entumecidos, casi congelados, parecían distantes.
Sentía correr el agua por la cara, se habían comenzado a mojar las mangas de mi camisa.
Al continuar caminando por el monte, intuí, más que vi el breve movimiento de un animal. Quedé estático cuando me di cuenta de que era un gato montés, estaba muy cerca mío, más me sorprendí de que no me hubiera atacado, o de que hubiera huido. Lentamente tanteé el facón debajo del poncho y lo retiré de la vaina. Había oído hablar muchas veces acerca de avistamientos de estos gatos, incluso de personas atacadas, pero nunca había visto uno. No era muy grande, poco más que un gato común grande, parduzco con pequeñas manchas oscuras.
Me miraba de una manera rara, de una manera que, a veces se ve, en los perros a los que se ha castigado. El gato también tenía miedo. Algo era claro, no iba a atacar y no esperaba ser atacado, más bien estaba asustado, necesitaba ayuda como todos los otros animales. Lo miré por largo rato, luego retrocedí y ya a unos metros me di vuelta y continué recorriendo el monte, ahora con más atención.
Mi recorrido me llevó por los gallineros, las porquerizas y la quinta, siempre bajo la persistente lluvia.
Cuando entré nuevamente a la casa, me di cuenta de que, yo mismo, había incorporado una sensación de aplastamiento, de silencio, de irrealidad; quizá de miedo. ¿Por qué no? Aunque sabía de sobra que era un sentimiento ilógico
Vi a mi señora publicando una foto para las redes sociales.
Dos o tres días más tarde, ya olvidado el incidente del gato montés, había vuelto el sol. Mientras caminaba nuevamente por el campo, creí volver a verlo. Era real.
Al atardecer, su color era otro, volvió a mirarme, esta vez su mirada era diferente, desafiante. Casi inmediatamente retomó su camino sin prisa y se alejó.
Había sido un regalo de la naturaleza, había sido como el materializarse de un sueño aventurero.
Al otro día el peón me comentó que había aparecido un pavo muerto, mejor dicho estaban solo las plumas, suponía que había sido un zorro, ya que abundan en la zona. Aunque él, unos meses atrás, había comentado que había visto un gato montés por el monte de abajo, no creía que hubiera atacado un animal grande como el pavo, aunque quien sabe.
Vuelven a cazar luego de haber permanecido adormecidos, durante muchos días, pensé. ¡Vaya si había llovido!
Un rato después, el teléfono sonó, la voz de mi nieta me llegó lejana.
– ¿Hola abuelito, me contaron que viste un gato montés, tuviste miedo?
– Bueno, no, el que tenía miedo era el gato. Era lindo, como un gato grande y miraba como solo pueden mirar los seres libres.

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1 comentario

  1. 1. Pablo dice:

    Me pareció muy bueno el cuento, mientras lo leía me imaginé la situación con bastante claridad, creo que es un buen relato.
    a continuar escribiendo !!!

    Escrito el 11 febrero 2015 a las 12:45

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