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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Jewel - por Ratopin Johnson

Jewel es una ciudad nacida de la nada. Creció en mitad del desierto alrededor de la industria del petróleo. “La joya del desierto”, la llamaron. Pocos años después la corrupción campa a sus anchas. Contratos y nombramientos a dedo, sobresueldos, ayuntamiento y policía untados y mirando para otro lado. Si alguien intenta ser serio y decente, envían a tipos como nosotros desde la capital.

Allí nos dirigimos en tren. Yo soy el que está pegado a la ventanilla medio dormido. Grosso, el más alto. A mi izquierda, molestando a una chica de unos veinte años sentada enfrente, está el pequeño Leech. Ese no es su nombre, aunque lo lleva con orgullo: significa sanguijuela. Es siciliano como yo.

Aunque somos diferentes. El es bajo, yo soy alto. Además, no me gusta Leech porque le gustan los líos y yo no le gusto a él porque no me gustan. Discreción no es su apellido, desde luego. Y sin embargo, nos han encargado hacer juntos este trabajo.

El no lo sabe, pero no hay trabajo. El trabajo es que tengo que matarle.

La chica lleva sobre las rodillas un bulto envuelto con un trapo que parece a todas luces una jaula. Leech le pregunta y ella de mala gana contesta. Efectivamente, es una jaula.

-¿Sin pájaro?
-Sí, sin pájaro – contesta ella. – Es un regalo
-Una jaula sin pájaro – dice él estupefacto.

El sí es un buen pájaro. Y un traidor y un soplón de mierda.

El tren traquetea hacia su destino y Leech ha conseguido que la chica se cambie de sitio. En una hora llegaremos.

Tengo un mal presentimiento desde esta mañana. Fui a recoger a Leech a un motel cerca de la estación. Subí a su habitación y me acomodé en una silla. Encendí un cigarrillo y esperé a que terminara de afeitarse. Puntualidad tampoco es uno de sus apellidos. ¿Qué me perturbó? Si eres italiano y algo supersticioso, ver un sombrero encima de la cama puede alterarte ligeramente. Yo reconozco que soy bastante supersticioso.

Leech salió del baño secándose la cara con una toalla, vio la mía blanca como la harina mirando al sombrero sobre la cama. Dirigió su mirada a su vez al sombrero, su sombrero, la volvió de nuevo hacia mí y soltó una enorme carcajada. Dijo sonriendo con desprecio:

-Malditas supersticiones italianas…Anda, vámonos. No te da vergüenza con lo grande que eres. Ten cuidado, he visto un gato negro por el motel.

Es vox populi que Leech trabaja con los irlandeses. Y lo es, porque él no se ha preocupado de que el rumor no se propagara.

Probablemente él empezó el rumor. Así que anda pidiéndolo a gritos.

Tiene un tío importante y se cree protegido, pero hasta él le ha dado la espalda. La gota que ha colmado el vaso fue algo que ocurrió hará dos meses.

Estamos en época de prohibición, “La ley seca”. Un importante cargamento de whisky procedente de Canadá fue interceptado por un grupo de irlandeses en la frontera. ¿Cómo se enteraron? Leech dio el chivatazo. Y después encima se jactó de ello. Los Grandes Jefes perdieron mucho dinero con aquello. Y la paciencia.

Luego, como siempre, un día recibí una llamada de teléfono y aquí estamos.

Recuerdo de pronto que Frankie Lucca me espera en la estación de Jewel. El es un buen profesional y no habrá ningún problema. Eso me tranquiliza. Allí acabaremos con Leech.

Su orgullo de macho se vio un poco herido cuando la chica se cambió de asiento. Ahora ojea una revista. Me la muestra.

-Mira, Grosso. París, Francia…allí les llaman “los locos años 20”- se ríe. ¿Y cómo cojones llamamos a esta puta locura que tenemos aquí?

Un poco después llegamos. La chica ya hace rato que se marchó y el tren, no solo nuestro vagón, parece vacío. Antes de descender, nos miramos, como intentando que el otro baje antes. O me lo parece a mí. Finalmente, sonríe y lo hace él primero.

No se ve un alma, aunque enseguida aparece un grupo de hombres. Caras irlandesas me rodean y me lanzan un bulto grande, que choca con mi cuerpo y cae al andén. Es Frankie Lucca. Está muerto.

-Todavía me quedan amigos – dice Leech.

Recibo el primer puñetazo en la boca del estómago. Después vienen… ¿cuántos?, no se, patadas, un cabezazo, tengo la boca llena de sangre que intento escupir. Oigo mis huesos romperse y no puedo dejar de pensar en el maldito sombrero sobre la cama.

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17 comentarios

  1. 1. KMarce dice:

    Hola Ratopin. Me he saltado todos los relatos, si me apego a mi costumbre de leerlos en orden, te comentaría el tuyo en tres meses.
    Creo que el relato tiene una buena dínamica, aunque me gustan mucho los párrafos largos, no sentí tanto “el salto” en tu relato, porque me lo leí de corrido… me carcomía la intriga.
    Una sugerencia chica: el guión de narrativa siempre va pegado a la primera palabra que le sigue, así como a la última palabra, la puntuación va después del guión narrativo, luego dejas espacio:
    —Sí, sin pájaro -contesta ella-. Es un regalo.
    😉
    También el uso de primera persona me pareció apropiado para este relato, y las “palabras” obligadas bien colocadas.
    También la costumbre de los italianos y sus supersticiones es algo real, lo que me dio sentido de credibilidad, pena que no colocaras que el día era un 17, porque es su número de mala suerte. 🙂
    En el relato, en general, la puntuación y la forma de extructurar tu historia, me pareció muy adecuada.
    ¡Y ese sombrero! En fín, que me dio mala espina desde que estaba en escena.
    Creo que lo único que faltó, fue la razón del porqué le pasó a Grosso esto, ya que Leech no fue especificó, por lo que me tocará “asumir” que supo de sus planes iniciales contra él.
    Pero, me ha gustado tu historia, el “twist” y como él siguió relatándolo en primera persona…

    Escrito el 30 enero 2015 a las 05:30
  2. 2. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Ratopin!!!
    Un buen relato, interesante, aunque la verdad me dio la sensacion de que sabia lo que iba a pasar cuando hablas de los irlandeses jejejeje…
    Por otra parte, es una buena adaptacion de una pelicula, “Escondidos en Brujas” la viste? Tiene muchos puntos en comun la verdad..
    Un saludo!

    Escrito el 30 enero 2015 a las 13:15
  3. 3. Ratopin Johnson dice:

    KMarce, gracias por tus comentarios y por la corrección ortográfica. Suelo ponerlo al revés, es cierto.
    Sobre lo que dices de la primera persona, eso lo tenía claro desde el principio, y tenía que ser en presente (excepto las cosas que recuerda, claro). Y en cierto modo me siento más cómodo así, pero a la vez en el conjunto, otros párrafos me da la impresión de que se quedan colgados. Alguno sobra, daría igual si lo quitara. Creo que no he conseguido lo que pretendía. También hay otra cosa que no me gusta, he repetido “boca” dos veces muy seguidas en el último párrafo. Me dí cuenta al poco de mandarlo.
    En cuanto a las palabras “obligadas”, jaula es la que está un poco así cogida por los pelos. Tenía otra versión en que la “jaula” era la cárcel, muy usada en este taller de enero por lo que he visto. Y hubiera sido fácil emplearla así en este también, pero al final así se quedó.
    Lo del sombrero sobre la cama, lo ví en una película, Drugstore Cowboy, debe ser de finales de los 80, casi los 90. Gran película, por cierto.
    Lo que preguntas de por qué le pasó esto a Grosso, es decir, que Leech lo descubriera, bueno, eso sería para el capítulo tercero o así :). Pero imagínate, bandas rivales, unos aquí y allá, dinero, chivatos, favores; vamos, la vida misma 🙂

    Escrito el 30 enero 2015 a las 19:51
  4. 4. Ratopin Johnson dice:

    Hola Diego,

    gracias por pasarte por aquí, leer y comentar. Como le decía a KMarce, no estoy contento del todo. Mi comentarista tercero, luego hablaré de ellos, tenía razón.
    He visto Escondidos en Brujas, sí, pero si te digo la verdad ni se me pasó por la cabeza. Tengo referentes cinematográficos más clásicos, creo yo, aunque no sabría decirte exactamente alguna inspiración directa. Pero haberlas haylas seguro. Drugstore Cowboy sí, por el asunto del sombrero.
    Yo tenía esta historia metida en la cabeza, para algo más largo, desde hace tiempo. Era el principio. Lo del sombrero me vino al pelo para meterlo en una historia con mafiosos italianos (de ese párrafo estoy particularmente contento)

    Escrito el 30 enero 2015 a las 19:59
  5. 5. Ratopin Johnson dice:

    Y ahora vamos con mis comentaristas:
    – Comentarista número 1: muchas gracias por tus halagos, aunque creo que no está redondo, está cojo, como me decía comentarista número 3.
    Tus preguntas:
    Dices: “Me quedó una duda respecto al contenido, porque Grosso insiste tanto en subrayar que él es más alto que Leech, desconozco la razón del/a autor/a, y sólo puedo suponer que se trata de él remarcando su transparencia profesional, por encima de la de Leech”
    Esto es simplemente para marcar una diferencia inicial entre los dos, la física. Y también porque parece más fácil asociar a alguien más pequeño, como más movido e inquieto, más “latoso” podríamos decir, respecto a alguien más grande, que yo relacionaría con una persona más tranquila. Lo que lleva tambien a su profesionalidad. Pero bueno, esto no deja de ser un tópico. Yo no soy muy alto y creo que tranquilo.
    También dices:
    “¿es Grosso un mero matón por encargo, o uno de esos policías entrenados para atar cabos sueltos?”
    Es un matón, un asesino de una banda de mafiosos italianos. Recibe una llamada, y obedece. Al principio él dice: “Si alguien intenta ser serio y decente, envían a tipos como nosotros desde la capital.” Como él y Leech. Son iguales. Lo único, que los jefes han decidido eliminar al segundo.

    Comentarista número 2: A pesar de que, como ya he dicho, no está como yo quería, creo que no lo has leído con calma. Pienso que no lo has entendido, por eso, por las prisas.
    Dices (copio literal): “Nos mueves de un narrador a otro y de un tiempo a otro. Hay presente pasado futuro hay que aprender a manejarlo corretamente a la hora de escribir una historia.”
    Esto es importante, no he cambiado de narrador en ningún momento. Es siempre el mismo. Grosso. Habla en presente – acción continua-, excepto cuando está contando cosas que ya han ocurrido, cosas que recuerda. Esa es la idea. Es el caso del episodio del sombrero, o del cargamento de whisky.

    Y comentarista número 3: Gracias por las sugerencias. Tienes bastante razón en lo que dices, y yo algo notaba. Y que la cosa iba perdiendo fuerza, sí, aunque yo pensaba que remontaba al final.
    El párrafo del cargamento de whisky por ejemplo, si lo quito no pasa nada, y corta un poco el ritmo. Como dices, a veces por explicar demasiado, rompes el ritmo. Probablemente, con decir que era un soplón y que trabajaba con los irlandeses, ya era suficiente (para acabar con él :)).
    Valoro esto que dices: “Haces una estructura muy buena esa de comenzar en presente y volver al pasado para volver al tiempo actual y seguir narrando. Los tiempo bien organizado.”. Sobre todo teniendo en cuenta lo que me decía el comentarista número 2.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 20:22
  6. Hola Ratopin!
    Acabo de leerme tu relato. La verdad es que me estoy encontrando con historia muy originales a partir de las palabras propuestas para este mes en el taller.
    Me ha gustado mucho como fluye la acción y ese toque italiano que le das a la historia. Me parece un buen planteamiento y una idea bastante bien desarrollada. No obstante cuando te refieres al sombrero, lo mencionas mucho muy seguido y eso lo convierte en redundante en un relato tan corto (aunque quizá lo hayas hecho a propósito para dar énfasis y remarcarlo como elemento de mal fario a mí me resulta repetitivo)
    Por lo demás me parece un buen trabajo. Los nombres de los personajes me gustan y el título con el nombre de la ciudad muy sugerente. Enhorabuena.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 22:54
  7. 7. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola Ratopin:
    Has creado un relato muy bueno, con una atmósfera perfectamente detallada que contribuye a que la persona que lo lee no pierda interés desde la primera letra hasta la última. Los detalles de superstición hablan mucho del carácter del protagonista y se palpa una tensión en el desarrollo de la historia que engancha.
    Mi más sincera enhorabuena.

    Escrito el 31 enero 2015 a las 23:46
  8. 8. Ratopin Johnson dice:

    Gracias Emmeline, gracias Virginia. La verdad es que este mes vuestros relatos están muy muy bien. Me han gustado mucho.

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 14:09
  9. 9. Peter Walley dice:

    Buenas Ratopin,

    Me ha parecido una propuesta muy original, no se me ocurriría una historia de mafiosos con estas tres palabras. La estructura introducción-flashback-desenlace me parece que te ha quedado muy bien.

    Me ha llamado la atención el detalle de la jaula sin pájaro, ¿era una metáfora de la traición que iba a sufrir el protagonista?

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 22:35
  10. 10. Chiripa dice:

    ¡Bien Ratopin, en estructura, narrativa, voz del personaje y originalidad del contenido.

    Me divirtió mucho la lectura del relato, los sobrenombres que escogiste, en italiano y en inglés y que lo hayas finalizado con la narración en primera persona.

    Enhorabuena y suerte con el micro-relato.

    Escrito el 2 febrero 2015 a las 06:11
  11. 11. Mj dice:

    Soy tu comentarista tercero, y me gustó mucho como manejas los tiempos.
    Un saludo

    Escrito el 2 febrero 2015 a las 20:48
  12. 12. Ratopin Johnson dice:

    Gracias Peter Walley,
    Lo de la jaula sin pájaro, en fin, la verdad es que no significa nada. Metí ahí la palabra jaula, un poco a la fuerza, y lo que quería mostrar una escena en la que se viera que Leech era bastante capullo en general,indiscreto etc. En contraposición con Grosso que no dice palabra, y mantiene las formas y las distancias.

    Gracias Chripa, no se yo que pasará con el microrrelato. Cien palabras es muy poco.

    Y gracias Mj, la verdad es que me ayudó todo lo que me dijiste, lo que te había gustado y lo que no.

    Escrito el 2 febrero 2015 a las 21:20
  13. Ratopin, tengo que hacerte una pregunta: lo continuaras? Es que, siendo sincero, Leech me cayo mal desde el principio. Si hay algo que yo odio es la deslealtad y cuando le dan la pela a Grosso, me hizo odiar a Leech aun mas. No puedo esperar para leer el momento en que Grosso sale como un Chuck Norris o un Terminator y le revienta hasta la ascendencia a esos infelices……
    Me fui por el techo. Tu relato me pareció excelente. Es cierto que el párrafo del whisky podrías quitarlo y si lo haces, pudieras usar esa historia en otro capitulo mas adelante o inclusive, narrarlo pero con Leech como protagonista.
    Excelente relato. Saludos y ten por seguro que te seguiré en los próximos talleres.

    Escrito el 3 febrero 2015 a las 15:14
  14. 14. Ratopin Johnson dice:

    Hola Ryan,
    pues no se si lo continuaré. Lo pensaré. Si no me dan tres palabras, parece que no se escribir nada jeje. Me alegro que te cayera mal Leech desde el principio, porque ese era el objetivo. Además al narrador, Grosso, tampoco le cae bien.
    En cuanto a este, lo siento, pero yo diría que acaba enterrado en el desierto junto a Joe Pesci. También es cierto que Leech tarde o temprano tiene que caer, lo está pidiendo.
    También te seguiré. Saludos y gracias

    Escrito el 3 febrero 2015 a las 20:54
  15. 15. Jose M Quintero dice:

    Hola Ratopin.
    Primero que todo debo decir que dude un poco en dejar mi comentario por la fecha, pero igual, mejor tarde que nunca, y no queria dejar de comentar tu relato.
    Me gusto mucho la trama con los personajes italianos y sus superticiones, no sabia ese detalle del sombrero en la cama.
    La estructura tambien esta muy buena, todos esos flashback durante el recorrido estuvieron geniales.
    Gran relato, felicitaciones.
    Mi relato es el 31 por si te quieres dar una vuelta por el.

    Escrito el 8 febrero 2015 a las 02:35
  16. 16. Ratopn Johnson dice:

    Hola Jose M Quintero,
    Gracias por comentar. Tarde o pronto, siempre se agradecen las palabras.

    Escrito el 8 febrero 2015 a las 19:31
  17. 17. Ratopin Johnson dice:

    Hola Jose M Quintero,
    Gracias por comentar. Ya sea tarde o pronto, siempre se agradecen las palabras.

    Escrito el 8 febrero 2015 a las 19:32

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