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Lorelei - por Sergio Mesa

Web: http://miesquinadelring.com/

Me la encontré en el metro unas semanas antes de lo de los túneles.
Me preguntó la hora y luego seguimos hablando de no sé qué. Me dijo que era extranjera, que había llegado con su familia hacía poco, se llamaba Lorelei. Me pareció un nombre precioso. Vivían en la parte baja de la ciudad. Yo le conté que la empresa donde trabaja había sido absorbida por una multinacional y que las oficinas se habían convertido en una jaula de grillos. No entendió la expresión y yo me reí por la cara que puso, arrugando de golpe los labios, la nariz y el entrecejo. Se hizo la ofendida. Le expliqué qué era lo de los grillos y reímos juntos.
No recuerdo el resto de la conversación, sólo a ella. Era una chica menuda, con los rasgos finos y pequeños, más bien pálida. Recuerdo pensar que las orejas debía tenerlas de soplillo, porque le asomaban un poco entre el pelo lacio y negro. Tenía los ojos negros.
Sonó el aviso de mi parada. Ella seguía hasta la siguiente. Me levanté y en un arranque de valentía le pedí su número de teléfono. Respondió que no tenía, pero que seguro que nos encontraríamos otra noche. No me pareció bien replicarle así que sólo sonreí, nos despedimos y caminé a casa pensando en sus adorables orejitas.
No volvimos a coincidir.
A medida que pasaban los días me iba mortificando más y más por no haber insistido. Volvía a casa siempre en el último viaje del metro, aunque tuviera que esperar. Empecé a quedarme en su parada. Me sentía a la deriva.
Hasta que una noche la oí. Me llamaba. Di un respingo y los otros viajeros me echaron una mirada recelosa. Lorelei no estaba allí, pero la había oído. Empezaba a preguntarme si aquello se me estaba escapando de las manos cuando volví a oír su voz. Me bajé en su parada.
El metro siguió su camino y me quedé sólo en la estación. Estaba a punto de irme cuando la enorme boca del túnel por donde había desaparecido el metro empezó a sonar. El eco chirriante de metal sobre metal fue cambiando. Creció mezclándose con el viento que entraba por el acceso a la calle. Sonaba como una caracola gigante. Y entre los murmullos de las olas surgió la voz de Lorelei. Me llamaba.
Bajé a las vías y me zambullí en la negrura de aquel eco de un mar imposible. No sé el tiempo que estuve caminando, pero al final apareció una luz. Parecía otra estación, pero estaba destrozada. Olía a desperdicios y el suelo estaba cubierto de objetos amontonados sin sentido. Como restos de un naufragio.
Allí estaba ella, esperándome. Llevaba el torso desnudo. Debajo de aquella cara con la que había soñado durante semanas había un cuello delicado y unos hombros finos. Más abajo unos pechos pequeños y firmes y debajo de ellos otro par y otro par más y otro… hasta llegar a la cascada de pelo que nacía en su ombligo y se extendía por el cuerpo abultado y cuadrúpedo que tenía más allá de la cintura. Rematado en una cola larga, prensil y sin pelo.
Creo que intenté gritar pero se acercó, me echó los brazos por los hombros y me dio un largo beso, que disolvió mi voluntad. Al apartarse vi que nos rodeaba su familia. Eran decenas.
Esta es la parte más confusa.
Me miraban con ojos negros, ávidos. Algunas tenían la boca deformada por unas enormes paletas curvas que se proyectaban hacia delante. Otras llevaban prendas como al azar; un sombrero, un anorak, varios pares de gafas. Rescatadas de naufragios anteriores. Me acuerdo del arrullo, de cómo me hacía sentir. Confiado, alegre, ansioso de abrazar a mi nueva familia. Hasta que sonó el tren.
El chirrido metálico resonó en el túnel y durante unos segundos el hechizo desapareció. Las vi tal como eran, en medio de aquella inmundicia y actué por puro instinto. Me lancé a las vías.
Desperté semanas después, en el hospital. El tren que pasaba iba al desguace. Por eso iba más despacio de lo habitual y transitaba a esas horas. Parece que salté contra el costado de la cabina y caí de nuevo al andén. Estuve a punto de morir. Nadie vio nada raro y yo no conté nada. En cuanto pude me fui de la ciudad.
Pero aún sueño con aquel beso y lo que más miedo me da es que no puedo dejar de añorarlo.

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21 comentarios

  1. 1. Sergio Mesa dice:

    wenas gente!
    este relato lo escribí a tres horas escasas del final del plazo… cierto que llevaba unos días dándole vueltas, pero no pasó por betalectores ni fue casi revisado. así que me disculpo por adelantado si encontráis alguna barbaridad 😛
    lo que si está ya en manos de mis betalectores es la versión ampliada, que tuve que dejar fuera muchas cosas y al final le di unos cuantos hachazos.
    además, tal como decía uno de mis comentaristas, me parece que debería buscar un título más sugerente.
    en cualquier caso, gracias por pasaros 😉
    un saludo, nos leemos!
    Sergio Mesa / forvetor
    http://miesquinadelring.com/

    Escrito el 28 enero 2015 a las 22:27
  2. 2. Ryan Infield Ralkins dice:

    Bueno, para ser un relato escrito tres horas antes esta demasiado bien. Es en serio.
    Cierto que la Lorelei me recordaba a una elfa por su descripción pero esa transformación fue impactante. Ese giro fue magistral e inesperado.
    Esta excelente el relato.
    Saludos.

    Escrito el 28 enero 2015 a las 23:17
  3. Ojiplatica me has dejado con ese giro de la historia… me tenias enganchada, y de repente… zas! Pechos y más pechos… jajaja pero me ha gustado. Felicidades!
    Un saludo.

    Escrito el 28 enero 2015 a las 23:28
  4. Bueno Sergio. ¿Qué puedo decirte que no sepas? Vamos, que cuando se escribe una historia ex el ente uno lo sabe, y tú debes saberlo. Las historias de miedo suelen dejarme un poco igual, pero en ésta ne he sumergido y algo de escalofríos he sentido. En cuanto a tu narrativa impecable, no sé cómo será la versión extendida; pero no me imagino que sea mejor que esta.

    Si te apetece, mi historia está por aquí https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-22/2552

    Un saludo.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 01:40
  5. 5. Aurora Losa dice:

    Creo que ya te lo dije alguna vez, pero es que a ti eso del “last minute” te pone ¿no? ;P Y menos mal, a mi este relato me ha arrancado sonrisas, “ojiplatado” los ojos e inspirado terror y ternura a partes iguales.
    Si te puedo destacar algo, me encanta la descripción que haces de Lorelei, es puro enamoramiento a primera vista. Y cómo el tunel le llama como una caracola al final. Chapeau.
    La pega: la “verdad” sobre su amada queda abrupta, rápida, demasiado confusa, hasta para tu estilo.
    Besos.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 11:38
  6. 6. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola Sergio:
    Confieso que mi lado romántico se esperaba una bonita historia de amor entre una chica exótica y el protagonista, por lo que ese giro en el relato me ha sorprendido un poco. A pesar de todo, realizas un cambio que no deja de ser paulatino, lo que se agradece a la hora de no salirse de la lectura.

    Escrito el 29 enero 2015 a las 13:26
  7. 7. lunaclara dice:

    Hola: A mí me gusta ese título. Es sugerente, la obsesión del protagonista.
    Vaya giro, colega. Se me han puesto los pelos como escarpias, jajaja, sobre todo al saber la pinta gore animal de la prota 2 y su family.
    Creo que falta algo de aclaración sobre esa familia tan peculiar. Por lo demás, me gusta tu estilo este romántico, sin pretenderlo, claro.
    Felicidades!!

    Escrito el 29 enero 2015 a las 15:18
  8. 8. Adella Brac dice:

    Me gustan las imágenes que creas. He pensado en sirenas; una caracola, murmullos de olas, me zambullí en la negrura… Pero luego no sé muy bien con qué me he encontrado, ¿¿qué tipo de bicho es ese?? xD
    Necesito saber más, iré en busca de la versión ampliada 🙂
    ¡Buen trabajo! 😉

    Escrito el 29 enero 2015 a las 15:32
  9. Pero bueeenooo!!! Jajaja, me tenías enamoradita perdida de Lorelei hasta que… me la conviertes en un ser mutante???? Yo pensaba que tratabas de retratar la historia de un suicidio. Cómo no puede encontrarla, se obsesiona y decide vagar por las vías del metro (cosa no recomendable, niños, no lo hagais nunca!!!) hasta que le hacen puré. Sin embargo, el prota sigue flipándolo y encuentra no sólo a su amada sino a toda la parentela y encima, termina tirándose a la vía y salvándose!!! (yo le hubiese matado, Sergio)
    Muy bueno para ser hecho con prisas. A mí me gusta más lo espontáneo que lo trabajado, muchas veces. Es tu pura esencia lo que sale de tí. Un abrazo, amigo!

    Escrito el 29 enero 2015 a las 17:33
  10. 10. José Torma dice:

    Amigo, yo me rendi a tu cuento desde el nombre de la “chica” a la fecha Lorelei Gilmore es mi amor frustrado.

    Creo que nunca deberias escribir con tiempo. Siempre espera a esas ultimas horas porque ya ves que buena la armas.

    Felicidades, bizarro como uno espera del maestro Mesa.

    Saludos

    Escrito el 30 enero 2015 a las 00:58
  11. 11. Pato Menudencio dice:

    Nunca esperé ese desenlace, XD

    Imaginé a Loreleil y hasta podría dibujarla.

    Me gustó la historia, felicitaciones.

    Pd: A lo mejor con su familia venían de Chernobyl (chiste cruel).

    Saludos.

    Escrito el 30 enero 2015 a las 18:52
  12. 12. David Rubio dice:

    Lo reconozco, yo sería incapaz de escribir algo decente en tres horas. Así que no veas la envidia sana que me produce ese hecho. Es un muy buen relato, con todos los elementos propios del género y con las lógicas limitaciones de espacio. Me gustó ese contrapunto romántico-terrorífico; un contrapunto en el que insistes, incluso, en la última frase.
    La versión ampliada debería ser muy ampliada. Estos seres ocultos, que viven en el mundo subterraneo, es difícil encajarlos en un relato corto. Debes explicar su origen, mostrar sus intenciones, su mundo,etc… y ello, creo, tira más a novela corta que a relato.
    Un abrazo

    Escrito el 30 enero 2015 a las 20:29
  13. 13. Denise dice:

    A la m***** con los giros inesperados! Me gustó el relato, la descripción de Lorelei es muy visual, bastante impresionante… bien por vos, si te sale eso en tres horas!! Personalmente, el cuento se entiende, creo que ahondar más en los bichos ésos le quitaría el misterio, pero eso no va a impedir que lea la versión revisada y ampliada XD

    Saludos!

    Escrito el 30 enero 2015 a las 22:30
  14. 14. Iracunda Smith dice:

    ¡Oye que tres horas más bien aprovechadas!
    ¿Lorelei es una sirena? Me da esa impresión por lo de los cantos de sirena que atraen a la muerte pero luego están los tropecientos pares de pechos 😛
    Sigue así Sergio, ¡qué ganas de leer más relatos tuyos!

    Escrito el 31 enero 2015 a las 16:36
  15. 15. marazul dice:

    Obsesión, intento de suicidio, accidente del metro, locura transitoria, enamoramiento, pesadilla…….Realmente tu relato, Sergio, puede simbolizar cualquiera de esos temas. No sé cual ha sido tu intención al escribirlo, pero a mi casi que no me importa. Me importa lo bien escrito que está y todo lo que me ha hecho pensar.
    Un saludo. Marazul

    Escrito el 31 enero 2015 a las 16:52
  16. 16. Roger/NHIICAP dice:

    Hola Sergio,
    ¡Qué cosas ocurren en el metro! Por el título pensé que encontraría una historia relacionada con el flamenco y ¡Vaya!
    Un relato bien construido y el brusco cambio del personaje femenino muy logrado. La pincelada de romanticismo con que iimpregnas al protagonista compensa la horrible imagen de la amada, que por cierto la muestras muy bien.
    Encaja en tu estilo. Me ha gustado.
    Un abrazo

    Escrito el 31 enero 2015 a las 21:52
  17. 17. Jose M Quintero dice:

    Hola Sergio.
    me ha gustado mucho tu relato, los giros que logras dar son increibles. Por un momento pense que lorelei había muerto por eso no la había visto mas y cuando leí que escucho su voz pense que era su fantasma.
    Al igual que David yo no podria escribir una historia como esta en tres horas y menos con el riesgo de quedar fuera del taller, asi que la felicitación es por partida doble.
    si te apetece puedes darte una vuelta por mi relato el 31, la soledad del mago.

    Escrito el 31 enero 2015 a las 22:03
  18. 18. Roger/NHICAP dice:

    Hola Sergio,
    Por el título pensé encontrarme con un tema ligado al flamenco y ¡vaya! Excelente cambio brusco de una historia romántica y popular a un mundo tenebroso, y algo mágico, con seres propios de la mitolgía. Me ha gustado.y la narración está muy bien.
    Un trabajo muy adecuado a tu estilo.
    Un abrazo

    Escrito el 31 enero 2015 a las 22:08
  19. 19. Wolfdux dice:

    Gran relato Sergio. Tras leer tu comentario entiendo un par de cosas que he visto en el texto y no suelen ser habituales en ti. Pero pese a ello es un buen texto. Me he imaginado a Lorelei como a una sirena, igual que ha mencionado Iracunda. Felicidades.

    Un abrazo.

    P.D.: Esperaré con ganas la versión que tienes entre manos.

    Escrito el 1 febrero 2015 a las 12:00
  20. 20. Luis Ponce dice:

    Parece que el tiempo que te quedaba para escribir era como que se te iba el tren. Lo has logrado, no todos podemos hacerlo de esa manera, pero resulta más espontáneo y ni tú sabes a donde te va a llevar.
    Saludos

    Escrito el 2 febrero 2015 a las 23:07
  21. 21. beba dice:

    Hola: Felicitaciones. Y me hago eco de todos los comentarios, ya que llegué tan tarde.EXCELENTE.

    Escrito el 11 febrero 2015 a las 02:42

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