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Carnicero - por L. Capitanache
Por un brevísimo instante, tan diminuto y tan efímero, que a penas y puede decirse que realmente ocurrió, el carnicero pensó en su hijo de cinco años, cuya silla vacía estaba frente a él. Sintió un ápice de tristeza y de soledad, tal vez de arrepentimiento; pero cualquier atisbo de sensibilidad que pudiera nacer de su mente se vio sobrepasado por el delicioso olor y sabor de la carne que trituraba con sus dientes. Y el carnicero nunca más pensó en su desaparecido hijo de sólo cinco años, pese a que en ese preciso instante lo estaba devorando.
Muy buenas L. Capitanache
Está muy bien estructurado, como vas desarrollando poco a poco hasta dar la sorpresa final.
Ojo con “a parte” y la frase que empieza por:”pero cualquier atisbo…”, que quedó un pelin larga sin comas ni nada.
Buen trabajo.
Es un relato muy bueno, con un giro final muy bien creado, inmerso dentro del cuento negro. ¡¡¡¡¡¡¡FELICIDADES!!!!!!!!!!
L. Capitanache hola! Me dejaste bien muerto, como al pobre chico. Excelente la manera sorpresiva en que haces honor al género del microrrelato. Buen trabajo!
De acuerdo con Fabián en la puntuación, solo cambiaría “devorando”, por “saboreando”, suena gourmet.
Te felicito.
WTF?? :O jajaja Qué increíble!! Muy bueno, felicidades!!
¡Qué macabro! Pero me gusta mucho 🙂
¡Un saludo!
SORPRESIVO