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Carnicero - por L. Capitanache
Por un brevísimo instante, tan diminuto y tan efímero, que a penas y puede decirse que realmente ocurrió, el carnicero pensó en su hijo de cinco años, cuya silla vacía estaba frente a él. Sintió un ápice de tristeza y de soledad, tal vez de arrepentimiento; pero cualquier atisbo de sensibilidad que pudiera nacer de su mente se vio sobrepasado por el delicioso olor y sabor de la carne que trituraba con sus dientes. Y el carnicero nunca más pensó en su desaparecido hijo de sólo cinco años, pese a que en ese preciso instante lo estaba devorando.
Comentarios (7):
Fabián
24/02/2015 a las 18:48
Muy buenas L. Capitanache
Está muy bien estructurado, como vas desarrollando poco a poco hasta dar la sorpresa final.
Ojo con “a parte” y la frase que empieza por:”pero cualquier atisbo…”, que quedó un pelin larga sin comas ni nada.
Buen trabajo.
Ángel Gabriel
25/02/2015 a las 01:32
Es un relato muy bueno, con un giro final muy bien creado, inmerso dentro del cuento negro. ¡¡¡¡¡¡¡FELICIDADES!!!!!!!!!!
Marcelo Kisi
25/02/2015 a las 16:28
L. Capitanache hola! Me dejaste bien muerto, como al pobre chico. Excelente la manera sorpresiva en que haces honor al género del microrrelato. Buen trabajo!
Luis Ponce
26/02/2015 a las 20:49
De acuerdo con Fabián en la puntuación, solo cambiaría “devorando”, por “saboreando”, suena gourmet.
Te felicito.
Brenda
27/02/2015 a las 04:10
WTF?? :O jajaja Qué increíble!! Muy bueno, felicidades!!
Adella Brac
27/02/2015 a las 09:28
¡Qué macabro! Pero me gusta mucho 🙂
¡Un saludo!
Mirando al sur
07/03/2015 a las 19:19
SORPRESIVO