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DONATA - por PABLO YEBES

Hace ahora un siglo que Donata, siendo niña, vino a servir a Madrid. Dócil y trabajadora, su señora le tomó cariño y le enseñó a leer con libros piadosos. A los veinte años en una carta a sus padres les informaba de que quería hacerse monja, que los señores se encargarían de todo. Su padre como respuesta le buscó un marido entre los mozos del pueblo.
Tiburcio con el dinero de su suegro puso una taberna y a Donata de cocinera, sierva y madre. Pero nunca dejó de leer.
Gracias por el ejemplo, abuela. Tus nietos nunca te olvidamos.

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5 comentarios

  1. 1. Luis Ponce dice:

    Me has impactado Pablo.
    Espero que sea de la vida real, porque si es así tu abuela debió haber sido una mujer feliz.
    Te felicito.
    Me ha gustado mucho.
    Sigue escribiendo, yo te leeré.

    Escrito el 25 febrero 2015 a las 23:53
  2. 2. Adella Brac dice:

    Un bonito homenaje.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 26 febrero 2015 a las 07:47
  3. 3. Brenda dice:

    Qué lindo!! Buen micro, felicidades!

    Escrito el 27 febrero 2015 a las 18:34
  4. 4. mondregas dice:

    No sé qué es peor monja o esclava en un bar a las órdenes de un gañan. Por lo menos su descendencia pudo coger amor a los libros. Me gusta

    Escrito el 27 febrero 2015 a las 18:39
  5. 5. KMarce dice:

    Si es un homenaje, que detalle más hermoso. Rápidamente nos sentimos encariñados con Donata, que fue una gran luchadora toda su vida.
    Seamos sinceros, hace cien años y digamos que unos años atrás, muchas mujeres no tenían una independencia, siempre había alguien que les decía que hacer y cómo. Pero muchas personas, mas sencillas que nosotros, convivian con ese estilo de vida y buscaban felicidad en la sencillez de las cosas.

    Mi abuela fue igual, ¡Que mujeres las de antes! Por ello los caballeros se quitaban el sombrero… Honor a quien honor merece.

    Me ha gustado, nos leemos.

    Escrito el 18 marzo 2015 a las 03:38

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