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Prisionero de la luna - por Galilea
El autor/a de este texto es menor de edad
Esa noche las cadenas pesaban más de lo habitual. Miraba la cicatriz con rencor y temblaba, sabía lo que venía después.
Dolor, la carne recuperó su posición, el bello se escondió de nuevo y las uñas se volvieron a incrustar en la piel. Un último aullido se oyó en la noche y todo volvió a la normalidad. Todo menos él.
Comentarios (5):
Luis Ponce
26/02/2015 a las 17:17
Bien!!!
Un hombre lobo convincente, con pocas palabras.
Me gusta.
Te estaré leyendo.
Brenda
27/02/2015 a las 05:04
Eso es lo que una buena persona haría si fuese un hombre lobo! Impedirse hacer daño, encadenándose (al menos yo me imaginé que se encadenaba a sí mismo porque sabía lo que pasaría)
Muy bueno, felicidades!
Adella Brac
27/02/2015 a las 08:39
Buena idea, pero ese “bello” me ha matado.
¡Un saludo!
Zelfus
05/03/2015 a las 06:22
Cómo compartieron los compañeros: buena idea, pero hay que cuidar la ortografía. Te invito a dejar tus comentados en el #56!
Piloska
21/03/2015 a las 19:58
Muy bien. Ese hombre-lobo me ha gustado, pero, ¿ por qué él no vuelve a la normalidad?
Saludos