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El primer crimen recordado - por panda azul
Caín brincaba de alegría cuando escuchó de aquellos labios “te doy mi corazón, confió en ti”. El cielo despejado centró un haz de luz sobre aquellos hermanos y de éste descendió, ÉL.
— El corazón en tu mano no puede ser desperdiciado—comentó sollozando, mientras lo estaba tragando.
Comentarios (3):
Adella Brac
26/02/2015 a las 07:51
Me he perdido… ¿Quién se come el corazón de Abel, Caín o ÉL?
Brenda
27/02/2015 a las 18:32
No he logrado entenderlo… 😛
Saludos
Leonardo Ossa
28/02/2015 a las 04:40
Hola.
Yo entiendo que en este microrrelato Panda Azul nos muestra un sacrificio. Él, lo que hace, es sollozar porque ese corazón pertenecía a quien verdaderamente quería, pero, tampoco podía desperdiciarlo ya que se trataba de un sacrificio destinado a Él.
Realmente son pocas palabras para ilustrar una idea distinta de la que tenemos preconcebida desde pequeños a través de la narración bíblica. Precisamente la literatura nos permite variar las historias y experimentar con finales distintos a los que conocemos.
Hasta pronto.