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No es lo que parece - por E.Carreras

Si no me gustaba no tendría que volver a hacerlo. Sin compromiso dijo; sin rencor dije yo.
La verdad es que no me apetecía entablar nada más allá del compañerismo. No quería un "follamigo" aunque las estadísticas dijesen que mejoraba la relación a niveles muy profundos. Prefería no ahondar más en nuestra amistad a pesar de los beneficios que pudieran revertir en nuestra relación laboral.
Me vestí de manera informal, quería que fuera algo entre amigos, una velada agradable sin la necesidad de aparentar lo que no era. No quería impresionarlo. Solo deseaba pasar un buen rato en el que disfrutar de una conversación amena.
Llegue a su casa a eso de la ocho. Toqué el timbre. Su voz sonó seductora por el telefonillo.
– Sube, lo tengo todo casi listo. – me dijo exaltado.
Entré en el ascensor. No quise mirarme al espejo para no caer en la tentación de reorganizar mi pelo. Había llegado a un acuerdo conmigo misma, no habría nada entre nosotros, nos despediríamos con un beso en la mejilla como buenos amigos después de una encantadora cena.
La puerta estaba entreabierta. Un post it pendía de la última esquina pegada a la puerta de entrada, “estoy en la terraza". Un delicioso aroma a comida Italiana salía del interior. Aquel olor pronto se hizo notar en mi boca y en mi estómago. Pase con la nota en la mano y cerré la puerta. Eché un vistazo hasta donde me alcanzaba la vista; no estaba mal, pocos detalles pero la casa tenía personalidad, parecía que había algo más detrás de aquella cara bonita.
A lo lejos sonaba una radio que consiguió sacarme unos pequeños pasos de baile mientras cruzaba hacia la escalera. Me paré enfrente del espejo. Estaba perfecta.
Subí la escalera y entré en un precioso espacio colmado de plantas, velas aromáticas y en la esquina, una mesa pequeña decorada con un gusto exquisito.
Él, sí se había arreglado.
– ¡Hola!, me siento fatal pero… tengo que decirte que…irremediablemente tengo que irme.- Le dije muy seria.
– ¿Cómo?
– Me dijiste que si no me gustaba podría marcharme.
Siento ser desagradable pero… no me gusta la comida italiana,…odio las plantas y soy alérgica a las velas, creo que son razones suficientes para no aceptar tu invitación, ¿no crees?
-Pero…
-Sin rencor, ¿recuerdas?
Se quedó mirándome con una expresión abstracta.
Estuve a punto de echarme atrás pero me armé de valor y seguí hacia delante, logré decirle adiós con la mano. Cerré la puerta tras de mí. Me hubiera encantado poder observarlo a través de una mirilla. Solo dejé pasar unos segundos. No tuve corazón para aguantar mucho más antes de abrir la puerta de nuevo. Asomé la cabeza tímidamente. Seguía allí, igual que lo había dejado.
Me miró sonriendo.
– ¿Es una broma?- dijo un poco incrédulo.
– Lo siento, no he podido evitarlo, te pido disculpas. Ha sido una broma de mal gusto.
– Nada, no pasa nada.
– De veras que lo siento, ahora me siento avergonzada.
– No te preocupes, ha estado bien. Diferente, eso sí.
– No sé porque he reaccionado así, te juro que no lo traía preparado. Ha sido algo espontáneo. Tengo que confesarte que no he podido contener la risa detrás de la puerta.
– Sí…, no lo dudo. La verdad es que me has dejado perplejo.
– ¿Siempre te había funcionado?- le pregunté sin darle mayor importancia.
– Si, la verdad es que es la primera vez que…. – se puso colorado al ver que había metido la pata.
– Entonces debo suponer que…
– Mejor lo dejamos ya.
– Vale, vale.- cambié de tema radicalmente. -Me encanta como lo has preparado todo.
Toma. Te he traído un pequeño obsequio.
– ¡Emilio moro!, todo un acierto.- comentó mientras se acercaba para cogerme de la cintura.
Me encanta tu regalo, pero lo que realmente me gustaría más, es que te quedaras a desayunar.
– Eso va a depender de cómo transcurra la noche, aunque te advierto que no es mi intención.

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6 comentarios

  1. 1. Leonardo Ossa dice:

    E.Carreras, tu texto esta lleno de expectativa. Muy seguramente tendremos en el futuro otros escritos tuyos, y lo mejor de todo, es que tales escritos no “van a depender de cómo transcurra la noche” porque seguramente tu intención será la de seguir compartiendo tus relatos con todos nosotros. Gracias por permitir leerte.
    Saludos.

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 00:34
  2. 2. Josefa Montero dice:

    E.Carreras eres genial, que vuelta le has dado a una típica cita para cenar. ¡Me encanta!

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 12:12
  3. 3. Elena M. dice:

    Es increible como, con pocas palabras consigues dejar con ganas de más.
    En cada reencuentro me asombras más, nuevas aventruas…. nuevos proyectos…. Siempre retando a la rutina!
    No tengo que decir más, simplemente me encanta. Es muy tú… como definirlo. Simple, pero completo. Pequeña pero matona. Te veo reflejada en varios puntos de la historia…. en la simpleza de la decoración, en la rotura brusca del mítico guión.
    Como ya he dicho, muy tú. Siemplemente espectacular.

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 13:20
  4. 4. Sibila dice:

    Muy buena idea para romper una noche de conquista bien preparada.
    Solo restructuraría el primer párrafo. Da la impresión de que esa cita no era la primera y embrolla un poco el texto.
    Por lo demás la historia me ha gustado. Espero seguir leyéndote.

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 16:29
  5. 5. Fabián dice:

    Muy buenas E. Carreras.

    Tu relato me hizo recordar a varios conocidos míos que a pesar de recibir por vigésima vez un “no” ellos lo siguen intentando jajaja.

    Bueno como he hecho con todos hasta ahora, te comentaré primero la forma y luego el contenido.

    •Forma

    Es una lectura muy fluida y amena, usas un vocabulario natural que les da credibilidad a los personajes; los diálogos están conseguidos y suenan a dos personas reales teniendo una conversación normal.

    Poquitas cosas tengo para señalarte, por ejemplo las frases de “dijo” y “dije” nada mas empezar yo las pondría entre comillas, ya que las palabras de él son una reproducción y lo que dijo ella lo dijo en el pasado, en otras palabras está citando dichas frases.

    Otro apunte sería el poner la hora en plural “las ocho (horas)”, y en esa misma frase me gustaría señalar otra cosa:
    “Llegue a su casa a eso de la ocho. Toqué el timbre. Su voz sonó seductora por el telefonillo “
    Yo esperaría a que él hablase por el telefonillo para decir que su voz sonó seductora, ya que primero tiene que oírla.

    •Contenido

    Con respecto al contenido lo único que me distrajo fue que ella le entrega un regalo que nunca se mencionó que llevase consigo, como ves es un detalle muy menor y sin importancia, pero ahí está para tener en cuenta este tipo de detalles en el futuro.

    Me gusta que la trama no haya dado un giro y ella acabase queriendo algo mas que amistad, entrando en clichés; no siempre se es correspondido y no es algo que vaya a cambiar con una cena romántica, si no surge no surge.

    Buen trabajo compañera.

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 16:44
  6. 6. KMarce dice:

    Saludos E, desde ayer he estado tratando de escribirte, pero ya me he enterado que cuando escribes muchos comentarios, el sistema cree que eres “spam” y luego no te deja postear nada. Y me pasó así con el tuyo; pero quería pasar a decirte lo que opino.

    Coincido con Fabián, con la falta de las comillas en las partes que son recuerdo, también debes siempre pegar la primera palabra en mayúscula al guion largo o de diálogo y los cortos o narrativos iran pegados a esa explicación, la puntuación siempre ira fuera, algo así:

    —Vale, vale -cambié de tema radicalmente-. Me encanta como lo has preparado todo.

    Asumo que te pasó lo mismo que a mí y a muchos en el taller con ese guión corto que inicia los diálogos, no sé si un error al pasarlo de copy/paste al formulario. Ya para el mes de abril, me fijo bien, porque en serio que sí me molesta ver ese guión corto.

    También estoy de acuerdo con el orden de los acontecimientos, es por ello que es tan importante “imaginarte” o “hacer la escena” en tu mente, llevar un buen orden crea realismo, autentica la escena.

    Sigue los consejitos que te han dado, son un pulido a una buena escena para que reluzca. 🙂
    Saludos y nos leemos.

    Escrito el 4 abril 2015 a las 20:50

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