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Noticia para Radio Box - por Julieta Blanco
Sandra tenía 34 años y era una aventurera. Soltera y sin hijos, su familia era la Radio Box, para la que trabajaba como reportera hacía ya casi 10 años.
En Chile, entre Cautín y Valdivia, existe un volcán conocido como Volcán Villarrica, que hasta hace pocas horas había tenido movilizados a los sismólogos, debido a su intensa actividad luego de 15 años.
Pero la actividad había cesado, así que el volcán sería la próxima aventura de Sandra.
Salió de Neuquén, la ciudad donde vivía (y cuyo nombre es un palíndromo, como “Anita lava la tina”) a eso de las 2 de la tarde, bajo un sol abrazador. Claro que antes incluso de arrancar el coche, encendió la radio; no podía vivir sin tener contacto con la Box.
>> ¿Están preparados, amigos de Radio Box? Soy Freddy y voy a estar acompañándolos por las próximas dos horitas, como todas las tardes. Tenemos un programa ¡¡lleno de música!! En un ratito nomás vamos a estar entrevistando a los chicos de Miranda, en Viva la Radio, acá, en Radio Box. Pero ahora para arrancar, los dejo con un tema de Gustavo Cerati que le dedicamos a una amiga de acá de la radio, nuestra querida Sandra, que mañana tiene un pro-gra-món en vivo desde Chile, ya les vamos a contar. Viva la Radio, siempre música.
Y empezó a sonar el tema. Sandra se sonrió, porque era su favorito. Y además, se lo dedicaba Freddy que (entre nosotros) también era su favorito.
Y no sólo sonrió en ese momento, sino en todo el viaje. Sandra adoraba viajar con los vidrios del coche bajos, como saboreando en el viento la libertad y la adrenalina. Adoraba su trabajo. Y adoraba conducir.
Cerca del límite internacional perdió la señal de la radio. Llegó a Chile cuando ya hacía rato que había oscurecido y, lejos de buscar un hotel, se fue derecho hacia la base del volcán, por un camino secundario que obviamente sería más excitante que a ruta.
Mientras avanzaba, notó a lo lejos un resplandor azul intenso.
“Algún accidente”, pensó Sandra.
Mientras conducía buscaba señal de alguna radio local, pero no encontraba ninguna, así que se concentró en el camino. Entrecerraba la vista, para ver en la oscuridad y… sí. Allí, imponente, cada vez más cerca… el Volcán Villarrica.
Sandra estacionó frente a la casita del parque, pero no había nadie en ella. Le dio mala espina que no hubiese un guardaparques. Se acordó por un momento del resplandor azul, y tuvo un mal presentimiento.
Sacó el móvil del bolsillo de sus jeans, y se encontró con 9 llamadas perdidas del número de Freddy. Llamó a la radio.
— ¡Hola! Estás al aire en Radio Box. ¿Con quién tenemos el gusto?
—Freddy —susurró Sandra. —Soy Sandra.
Se hizo una pausa.
—Sandra, Sandra, ¿nuestra Sandra? —la voz de Freddy denotaba urgencia.
—Sí, sí soy yo. Estoy en la…
Pero Freddy la interrumpió. Pareció olvidar que estaban al aire.
— ¡Sandra! ¡Te llamé toda la tarde! ¡Salí de ahí Sandra! ¡No sabía ya cómo avisarte…!
Pero Sandra ya no lo escuchaba; su atención estaba clavada en la ceniza que comenzaba a salir del volcán.
De repente, el suelo comenzó a temblar.
Olvidándose por completo del coche, Sandra empezó a correr. Corrió más rápido que lo que jamás había corrido. Echándole un rápido vistazo al móvil se percató de que había perdido la señal.
Y en eso lo sintió: la explosión.
No pudo evitarlo; se volvió para ver la catastrófica y a la vez maravillosa imagen de la lava hirviendo brotar desde lo más recóndito de la tierra. Ardiente, brillante. Peligrosa.
Y, un poco más al este, un segundo objeto que hizo correr el alivio por sus venas: un helicóptero de aspecto oficial que se le acercaba. La habían visto.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, del helicóptero bajaron una escalerilla para que pudiera subir. Y mientras subía, rezaba por que tuvieran allí arriba una cámara fotográfica. Porque la suya había quedado en el coche, pero ya tenía noticia para el programa de mañana.
Felicitaciones, me encanta el cuento. Muy buenas las descripciones del lugar y del fenómeno del volcán. También se disfruta mucho el inicio, aunque no creo que sea necesario definir palíndromo. Muy buena la situación recreada, parece una historia real.
Me encantó tu relato. Como dice Margarita buenísima la descripción del lugar y el fenómeno del volcán. Lo que más me impactó fue el peligro que corría Sandra y sin embargo pensaba en la cámara fotográfica, Una verdadera profesional.
¡ Te felicito!!!!
Te invito a comentar el 114
Hola! UF! Que mal lo he pasado corriendo con Sandra, jeje… Muy bien escrito. Felicidades!
El relato va cobrando mucha fuerza según se acerca al final.
Y, si, la lava te va pisando los pies…
¡¡ TE FELICITO!!
Buen desarrollo de la historia. Quizás es un tanto Deus ex machina porque los elementos son un tanto inconexos. Pero se visualiza muy bien y ese apunte final de ella buscando la cámara es todo un punto.
buen relato.
Saludos
Es realmente una vivencia de una periodista en situaciones extremas. Muy bueno. Tiene algunos descuidos en el lenguaje Por ejemplo:
abrazador es abrasador porque viene de brasa, no de abrazo. Y otras pequeñeces relacionadas seguramente más con el apuro. Pero me encantó el ritmo y el clima de peligro en medio de una jornada laboral “normal”.
Felicitaciones. ¿Querés ir al final de la lista? Estoy en el 196
Ufff!!! Menos mal que el final es ese y no otro. He estado en tensión durante todo el relato. Bien escrito, felicidades!
Hola a todos!! Tardé un poco en aparecer pero acá estoy (:
Les agradezco a todos por comentar, como siempre digo me sirve y mucho. Ya voy a ir pasando por cada uno de los textos… este mes son 198!!
MARGARITA: Gracias!! Me alegra que lo hayas disfrutado. Consideraré lo del palíndromo. (=
GRACE05: También, muchas gracias. A veces no soy muy buena con eso de las descripciones, así que me hace super feliz que te hayan gustado. Y sí, Sandra es toda una profesional (=
LUNACLARA: Gracias por comentar!! Es así… el trabajo de Sandra es agotador.
SIBILA: Muchas gracias!! No he leído nada tuyo aún, pero voy en camino (=
DAVID RUBIO: Gracias! En los comentarios anónimos me hablaron también de ciertos elementos inconexos, y reconozco que tal vez son demasiados elementos y no he podido establecer claramente la relación entre todos ellos, al menos de mi cabecita hacia afuera. Es algo obviamente a tener en cuenta =)
JUANA MEDINA: Gracias a vos también! Lo de “abrazador” fue un descuido, sinceramente. No suelo tener faltas de ortografía y siempre me estoy fijando en eso cuando leo cualquier cosa, así que claramente está muy bien que me las apunten a mi. Ya pasaré por tu texto!! =)
HELENA SAURAS: Gracias!! La idea era ir generando esa tensión y me alegra que se haya percibido, porque no siempre es fácil. =)
Tengo una curiosidad, si alguien me ayuda: en los comentarios anónimos que recibí, me sugirieron cambiar la palabra “jeans” por “tejanos”. No estuve muy de acuerdo porque en Argentina (de donde es Sandra) les decimos jeans… pero me intriga: ¿dónde se usa esa expresión? (tejanos). Porque nunca la había oído, al menos en referencia a unos jeans… jjajjaja sólo es curiosidad.
Una vez más, gracias a todos.
Prometo ir pasando por sus textos de a poco!!
Saluditos!!!
Me uno a las felicitaciones. Me parece un relato intenso, con un inicio algo tranquilo pero que va en crescendo hasta ese climax que da miedo y ansiedad (si a algo le temo es a morir en lava aunque en P.R. no hay volcanes… que raro).
En cuanto a lo de tejanos, bueno, no tengo idea. Se que en Puerto Rico les decimos mahones. Un jean es un mahon. Se que le dicen tejanos pero no se donde…
Felicitaciones por tan excelente relato.
Saludos.
Saludos Julieta, muy interesante tu relato, con ese adrenalina propia de la ocasión y me ha recordado a la pelicula “Dante Pick” con esa lava ardiente por doquier.
Creo que cuando un relato atrapa, piensas más en la escena y no tanto en la actuación. Y pienso que el taller es para decir lo maravillo de cada uno y ayudarles a crecer, y me siento pésima por ser la primera… ¡Uff! Pero como respeto tu trabajo, por ello me atreveré a decirte esos puntos de mejora que todos tenemos.
Mi primer frenazo, los números en literatura siempre se escriben en letras, esos 34, 10, y 15 años me sacaron el primer chispazo, y no los había notado en otros relatos tuyos y quizá por ello los sentí más presente, porque siempre eres cuidadosa. Solo los números de fechas o años, díficiles de leer o extensos se escriben en árabigos.
Lo que va en ¡! se usa siempre solo una, en la jerga cotidiana se usa pero no es aceptada gramaticalmente, si vas a enfátizar algo sobre la propia “exclamación” deberás narrarlo.
También muchos de tus frases empiezas con la letra “Y”, la cual es innecesaria si la oración se entiende sin ella, adicional que al momento de ver a distancia el párrafo notas esas “eyes” al inicio, según leí hay que evitarlas para no confundiar al lector cuando las líneas inician con la misma letra, ya que el ojo por naturaleza tiende a volver al punto de partida, haciendo quizá volverse a su lectura inicial.
Como ves, con ligeras modificaciones, podrías pulir tu relato y dejarlo de lujo, porque la historia tiene su enganche, su encanto, su dósis de suspenso y acción.
A tu consulta, sobre la diferencia entre Jeans y Tejanos, me la pase casi ocho horas investigando lo mismo, para mi proyecto personal, a mi no me gusta la palabra “tejanos” y me inclinaba por la palabra Jeans que tambien es más difundida en mi pais, pero siempre pienso en un lector “mas global”. Jeans es un tipo de tela, es el tejido que se suele utilizar para los pantalones, también llamados “de mezclilla”. El termino Tejanos es el que se usa por costumbre, ya que los vaqueros del viejo oeste en EEUU utilizaba estos pantalones de mezclilla por ser un tejido más resistente. Tengo entendido que se dice tejanos en algunos lugares de España. Por no permitirse un “anglicismo” como es el término “jeans”. Tambien pueden llamarles pantalones vaqueros.
Los blue jeans solo pueden ser azules, el resto se le llamara solo jeans. Espero haberte ayudado.
Un abrazo, nos leemos.
Hola Juli!!
Gracias por tu comentario a mi relatito algo mórbido!! 😉
En cuanto al tuyo, espectacular el saber interpretar la psique de un periodista: todo periodista que se precie vive bajo el lema: “Si me anunciaran que se acaba el mundo, yo igual pensaría dónde colocar mi cámara”.
Como ya te dije una vez, lo que más me gusta de tu escritura es tu estilo fresco y vertiginoso. Y aquí era más relevante todavía. Un placer de principio a fin!
Julieta: Tu relato me ha mantenido en tensión hasta acabarlo, imposible dejarlo. Una buena periodista que quiere documentar su noticia. Buen final.
Aquí, en España utilizamos los términos “vaqueros”,algunas veces “tejanos” y menos frecuentemente “jeans” pero todos los conocemos.
¡Enhorabuena!.
Muy bien ambientado, uno recorre de la llanura de la pampa al altiplano con tu relato.
Me apunto a las rebajas: en España hubo una época en que a los tejanos (yo pensaba erróneamente que se lavaban a la teja), se les llamaba Levis, por la marca, ahora solo son vaqueros.
Un abrazo.