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¿Cobarde? - por Bego Asomadaalalocura
Web: http://www.asomadaalalocurarelatosyreflexiones.com
Le gustaba ponerse música mientras se dedicaba a los quehaceres de la casa, pensaba que la música curaba las heridas del alma y ciertamente ella tenía mucho que curar. Esa mañana había optado por ponerse la radio y así enterase de qué pasaba más allá de su ventana. No veía nunca la tele. Si paraba un rato quieta optaba por la lectura, disfrutaba viviendo vidas que no eran la suya, “los libros te dan alas” repetía siempre.
Rozaban las dos del mediodía, de un soleado lunes del mes de abril. Pasaba la bayeta por la encimera de la cocina al ritmo del “Paint in black” de los Rollings y sin darse cuenta empezó a contonear su cuerpo. Puso una sartén a fuego lento con un poco de aceite y se dispuso a trocear los calabacines, los pimientos y la cebolla cuando la emisora comenzó con las noticias.
<< Último caso de violencia de género, una mujer es apuñalada reiteradas veces por su pareja en una pequeña localidad de Valencia. Y ya van 12 en lo que va de año… >>
No se dio cuenta de que se había quedado quiera hasta que escuchó el cuchillo golpeando contra el suelo. Se agachó a recogerlo con urgencia, lo enjuagó bajo el grifo y lo secó con un trapo con cuidado de no cortarse. Mientras, las palabras del locutor iban haciendo mella en su interior. “Ya van 12 este año”. 12 se repetía.
Su cuerpo conectó el modo automático y siguió con su tarea de forma mecánica: corta, adereza, sofríe… pero su mente imaginó a aquella pobre chica. “Tenía dos niños pequeños”, seguían diciendo en la radio, gracias a dios que ella no había tenido hijos, se dijo para sus adentros. Y se apretó el vientre con su mano izquierda, al recordar que hubo un día en el que estuvo embarazada. Aborto espontáneo pusieron los médicos en el informe, obviando los moratones de su cuerpo. “Su marido era una persona muy influyente y no podían hacer nada…” le insinuaron.
<<…la víctima había denunciado varias veces, pero el desgraciado se saltó la orden de alejamiento para acabar con su vida…>>
Denunciar. ¿Y quien la haría caso a ella? Sonrió irónicamente ¿de qué le había servido a aquella pobre mujer tanta denuncia? Por lo menos ahora era libre y la envidió por un momento. Solo habían sido un par de veces, se consoló. ¿Un par? ¿A quién demonios quería engañar?
Escuchó el ruido de la cerradura en la puerta y apagó la radio con premura. Se quedó quiera, escuchando los pasos que se aproximaban a la cocina, con la vista fija en la puerta. Sujetaba su mandil con fuerza mientras se abrazaba inconscientemente cuando apareció su esposo. Su mirada era limpia y serena. Sin apartar la vista de ella lanzó las llaves sobre la mesa, se quitó la americana y la colocó en el respaldo de la silla. Al pasar a su lado la besó en la sien, ella aspiró su olor, no había a alcohol. “¿Qué te pasa? Parece que hubieras visto un fantasma” dijo él mientras se asomaba a la sartén. Ella sonrió sin ganas. “¿Le queda mucho a eso? me muero de hambre”. Miró de soslayo a la radio como si ésta la estuviera reprochando algo. “No, ya está” Contestó casi en un susurro y se dispuso a rellenar los platos, con la cabeza gacha intentando ignorar ese sentimiento de culpa que se había acunado bajo su pecho. “Cobarde” le reprochó su conciencia y supo que tenía razón…
Buen relato Bego. La radio suele acompañarnos en nuestras tareas y tiene ese punto de intimidad, de alguien contándonos cosas. Has utilizado muy bien la radio, que aporta la información básica del propio drama que vive la protagonista. Llevándonos de un inicio simpático a un final más que amargo.
Has sabido manejar bien una transición difícil.
Un abrazo
Hola Bego,
Una terrible historia contada de forma sobresaliente, enhorabuena por como has plasmado los duros sentimientos, la crueldad, la impotencia…
P.D. Gracias por tus comentarios 🙂
Un saludo
Frases claras que hacen muy ligera la lectura, bien estructurado, con el tema que escoges haces una denuncia más que necesaria y eso se agradece. Por otra parte, me recordó a la película “te doy mis ojos”, quizás porque la escena se desarrolla en la cocina cuando él viene de trabajar, desgraciadamente, es así como ocurre a menudo, no obstante, quizás haber elegido otro espacio u otra función que no fuese cocinar, le hubiera dado mayor originalidad. Aún así disfruté de su lectura porque está bien escrito. un saludo!
Excelente relato. Bien escrito, las ideas claras y bien diferenciadas las tres partes de la historia. Una historia que en el mundo actual se repite a diario. La violencia de género y las denuncias que no llegan a nada, no son ficción. ¡Te felicito!!! Me gustó mucho tu historia y me llegó profundamente. ¡Excelente!!!
Te invito a comentar el 114
Hola, ante todo gracias por tu comentario. Somos tantos que demoro muco en leer a todos, pero tu relato me ha parecido buenísimo en muchos sentidos. Recogiendo una terrible realidad social y al mismo tiempo hablando de las vivencias de cada una de las otras posibles víctimas que ya bien conocen los golpes. Para mí la ubicación en la cocina está muy bien en relación al final. Si hubiera terminado como la mujer teme, quizá habría sido mejor ubicarlo en otro ámbito para no hacerlo tan fácil, pero dado que al menos por estavez se trata de una falsa alarma, está muy bien allí. Es importante hablar de estos temas desde el sentimiento cotidiano de las posibles vícitimas.
Un abrazo
Que tal Bego, antes que nada gracias por pasarte por mi relato.
Aqui nos cuentas una historia que no por cotidiana es previsible. A mi me ha gustado bastante. No se si es el formato, pero las comillas « » te salen como <> en el teclado normal, las puedes poner con Alt 174 («) y Alt 175 (»)
Felicidades
Bego muy buena historia! Me gustó cómo manejás el paso del buen humor de una ama de casa que cocina, a la de mujer presa de una dinámica, que espera el próximo golpe como en una tortura china. El personaje pasa con ella por los dos estados de ánimo. Bravo!
No me hubiese esperado que la mujer que describes al principio fuese la misma del final, supongo que ahí está la cosa: no podemos saber quién es una victima.
¡Felicidades por el relato!
Hola bego. Muy buen relato. Sin sorpresas ni vueltas de tuerca. Pero sí mucho sentimiento. Tu estilo va genial con este tipo de relatos. En este caso lleno de impotencia y tristeza. Has conseguido tu objetivo.
Muchas felicidades.
Como te expliqué, no tuve tiempo de participar este mes. Pero si te apetece leer mi relato está en mi blog.
http://universosenblanco.com/2015/04/01/seguiremos-informando/
Nos leemos.
Este texto es uno de los que me tocó analizar. Me gustó mucho. Es una historia llena de dolor y represión.
Por si te apeteciera echarle un vistazo, mi texto es el 101.
Me gusta mucho como has llevado la escena, desde el comienzo desenfadado a ese final tan duro. Un texto redondo, ¡buen trabajo! 😉
Un saludo.