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Con las ondas de una radio. - por D.I.M.T. El gato azul de la montaña azul.

Las memorias tardías de las ondas de una radio.

Salpicaduras del mar, sonidos que se pierden, sollozos y lamentos que se mezclan en las profundidades de los abismos, el sutil sonido que solo llega, mientras el “PI” “PI” “PI” de algo lejano martillea como un recuerdo constante, siempre constante, acompañado de la lejana melodía que proviene de alguna parte que no logro identificar.
Imágenes fugaces que se incorporan ante mí, entre la oscuridad y las luces que se mezclan. Ojos que se abren, sensaciones que regresan, melodías dulces para un amanecer que se tarda en regresar. Ansiedad por volver a ser lo que está perdido en el pasado. Confusión. Ojos que inconscientes, se cierran nuevamente.
Río a carcajadas entre los sonidos que se mezclan en un intento por alejar la soledad y el miedo. Olor a alcohol y desinfectantes. Algo que me libera y me atrapa al mismo tiempo.
La emisora de una radio suena lejana pero sus ondas me atraviesan en el alma y me atrapan en la misma melodía punzante, remarcando un deseo por continuar escuchando el sonido del murmullo de una vida distante y lejana. Algo que me ata. Sensación nefasta. Vacío incorpóreo, vacío irritante.
El deseo de volar, una canción, melodía para el corazón. La cabeza me da vueltas. Deseos de despertar, de seguir soñando. Más confusión y el sonido de un piano que me arrulla para volver a dormir en un tranquilo sueño.
Voces y conversaciones que logro entender, pero que olvido con facilidad. En realidad no me importan. Miradas pasajeras a un entorno que desconozco, afecto y esperanza que se inyecta vía intravenosa.
“PI” “PI” “PI” continúa sonando, constante, el mismo ritmo, al son de la música que siempre me acompaña. Las preguntas se aglomeran en mi mente, me golpean. Sé que alguien está ahí, pero no logro identificarle. ¿De dónde viene aquella dulce melodía?
Silencio inmediato invade la habitación. No hay melodía, no hay más “PI” “PI” “PI”… mis sentidos se agudizan, incontrolables, insoportables. Sensación a medicina que puedo sentir en todo mí ser. Estoy despierto, eso lo sé. Busco con la mirada el origen de las melodías que aún flotan vagas en mis recuerdos. Alguien llega e interrumpe mi meditación. Sus pasos agudos y fríos penetran hasta mis tímpanos. Insoportable ser que invade mi tranquilidad para torturarme de nuevo. Ángel diabólico que se viste de blanco sin descanso. Se aleja y regresa para repetir su acto una y otra vez.
Las ondas de una radio llegan para calmar mis nervios, mi ansiedad. La misma melodía entra por la puerta a la habitación mientras alguien a mi lado tararea con calma la misma melodía. El eco se hace lejano, las voces resuenan con fuerza y nitidez mientras las ondas, como las olas del mar, se hacen más claras y distantes… una tras otra, hasta perderse en el vacío del silencio. El recuerdo de un piano que a lo lejos resuena.
Nuevamente confusión. La blancura de un mural, flores blancas y olor a humedad. Todo se aferra a mí ser en un intento por escapar de la soledad. Estoy tarareando la misma canción ahora desde los ventanales de mi habitación, mientras una ligera llovizna cae sobre las calles. Tratando de olvidar las sensaciones grabadas años atrás, en un intento por respirar el nuevo aire que me rodea con el aroma dulce de los rosales que llegan a mí como la sutil caricia de un corazón tranquilo y alegre. Recuerdos lejanos de momentos confusos e irritantes, mientras en alguna parte de la calle suenan las memorias tardías de las ondas de una radio, melodía olvidada de un pasado muy lejano que no quisiera recordar.

D.I.M.T. El gato azul de la montaña del sur.

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4 comentarios

  1. 1. marazul dice:

    Un estilo muy original el tuyo D.I.M.T. He entrado por casualidad..atraída por el título de tu relato: “el gato azul de la montaña del sur”. Hummm…..un bonito juego de palabras para una enamorada del color azul. Texto rápido y de estilo rapero…..No es una historia, es un estado, unos recuerdos, unos pensamientos mientras que en alguna parte de la calle suena una radio….Me resulta original e inquietante tu relato. Está bien escrito. Un saludo. Marazul

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 23:15
  2. 2. Quique Crespo dice:

    Raro, rompe los esquemas. Me descoloca. Lindas formas de jugar con las palabras. Texto con cierta música, como las melodías que escucha el protagonista. El lenguaje poético, por abstracto y sugerido me impide entender el relato completamente. Igual, suena lindo.

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 06:41
  3. 3. Leonardo Ossa dice:

    Hola. Según entiendo es la historia de alguien que va recordando sucesos, mientras permanece en un estado posiblemente de “coma” en un hospital en donde lo acompaña no solamente el sonido de un radio, sino, el “PI” “PI” “PI”… de algún monitor médico. Puedo estar equivocado. En todo caso me parece bien escrito. Espero que otros te puedan leer y dejar algún comentario.
    Saludos.

    Escrito el 10 abril 2015 a las 20:02
  4. 4. beba dice:

    Hola:
    Como relato, poco. No hay una historia, en el sentido literal de la palabra.En cambio, hay una descripción magnífica, sobre todo con imágenes auditivas. Me impactó tu manejo del vocabulario y la creatividad expresiva. Creaste una atmósfera onírica, surrealista. Le diste espacio a la radio.
    Felicitaciones.

    Escrito el 16 abril 2015 a las 02:55

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