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Retazos de memoria - por Paola

Web: http://papan3.blogspot.es.com

Retazos de memoria

Todo era rojo a mí alrededor, las ventanas cerradas y el aire pesado, agobiante. Me costaba respirar y la cabeza me daba vueltas. En mi mente se agolpaban imágenes absurdas que se enlazaban unas con otras y no me dejaban pensar libremente.

—Tiene mucha fiebre —dijo el médico.
Un hombre muy serio que me había introducido un palo en la garganta y me había girado el cuello de un lado para otro provocándome más dolor del que ya tenía, miraba ahora mi interior a través de los ojos que me mantenía abiertos de forma desmesurada.
— Lo demás, todo bien, las manchas rojas indican claramente que es sarampión —argumentó con voz autoritaria.
Mamá, muy preocupada se frotaba las manos nerviosa —pondremos cortinas rojas, doctor.
—Bien—continuó el hombre—, que beba mucha agua y esté siempre bien tapada.
Por fin se fue, no me gustaban los médicos.
— ¿Vendrá el torturador, mamá?
—No, hija, esta vez no.
No me gustaba don Alonso, me atormentaba con agujas quemadas con alcohol en una odiosa cajita metálica, los practicantes de mis amigas, si se portaban bien y no gritaban, les daban una piruleta, el mío nunca me dio una y eso que decía que era una niña muy valiente.
Llamaron a la puerta y mamá corrió a abrir. Estaba esperando a doña Elena con sus dos hijas, cual más antipática, con aquellas trenzas perfectas y la cara llena de pecas. Se creían especiales porque sus padres tenían dinero y su madre adornaba el patio con macetas de rosas, la mía tenía geranios, la flor de los pobres: “Mira, hija”, me explicaba mamá, “se coge un esqueje, ves, se deja unos días en agua y al ponerlo en tierra se convierte en una planta hermosa, y este color no lo tenemos”. Doña Elena podía permitirse comprar rosales.
— ¡Mira, María! Mira que tela más bonita ha traído doña Elena —me decía mamá una vez terminada la visita—, quiere dos vestidos para sus hijas, acabo de tomar las medidas, a ver cómo me las ingenio para sacar un retal para tu muñeca. Ya sabes que la mujer me controla la tela sobrante pero estoy pensando que si corto las faldas al bies quedarán cuatro triángulos pequeños que no van a servir…
—Gracias, mamá.
Colocó las telas rojas que le había prestado una vecina sobre las cortinas de mi ventana.
—Me voy que empieza la novela…
— ¡Yo también quiero oírla! Por favor ponla alta y deja la puerta abierta.
—Está bien, pero intenta descansar, has oído lo que ha dicho el doctor.
A través de las ondas se oyeron por fin las palabras esperadas: —con todos ustedes, AMA ROSA.
Una voz entrecortada de mujer sometida a una pena profunda llenó la alcoba: —Todos sabemos que voy a morir, doctor, de nada sirven las mentiras piadosas, ¡ayúdeme! Por favor, ayúdeme a que mi hijo no vaya a la inclusa…
No volaba una mosca, la calle estaba vacía, todo se paralizaba a las cinco de la tarde cada día de la semana, expectante, íbamos por el capítulo ochenta.
Mamá tenía los ojos rojos cuando entró nuevamente en mi cuarto, la acompañaba papá, que acababa de llegar del trabajo.
— ¡María! ¡Pequeña! ¡Pero qué te están haciendo!
—Pedro, por favor…lo ha dicho también el médico.
Papá arrancó las cortinas rojas y abrió la ventana, el aire fresco entró en el cuarto llenándome de vida, vi los geranios que brillaban al sol y me sentí mucho mejor.
— ¡Cuanta tontería, Dios mío! ¡Solo faltaría hacerle un exorcismo! No quiero ver trapos rojos en este cuarto, que entre la luz del sol y ¡Alegría, mucha alegría, comida, agua y buen humor!
Mi papá siempre había sido un reaccionario, decía que ya no estábamos en la época medieval y que los médicos eran todos unos “matasanos”.
—Y tú, harías bien en dejar de oír tanta tontería en la radio, no llenarle la cabeza de pájaros a la niña y recibir a tu marido con una sonrisa y no con los ojos llenos de lágrimas por algo que no ha sucedido.
Se acercó a mí, me dio un beso en la frente y me dijo:
— ¡Mi niña! No te dejes embaucar, se libre y piensa, que nadie te diga nunca lo que tienes que hacer con tu vida.

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27 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Me gustaría aclarar, visto el resultado de los comentarios, que hasta hace poco tiempo se creía que rodear a los enfermos de sarampión con telas y luces rojas mejoraba la enfermedad.
    Me ha sorprendido mucho que la gente más joven que yo no lo supiera.
    Cosa que por otra parte me alegra mucho:los tiempos cambian!

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 17:34
  2. 2. Luis Ponce dice:

    Los tiempos cambian Paola, por eso hay que aprender a escribir para los más jóvenes o resignarse a que sólo los viejos te lean. A mi me ha parecido perfecto, todos los detalles con los que has ambientado el relato no hacen otra cosa que humanizarlo y ponerlo del color que necesitas para entenderlo, es más para revivirlo.
    ¿Saquemos los trapos rojos y escribamos con el lenguaje de los nuevos?
    El Quijote se sigue leyendo en el lenguaje original.
    ¿Como dejas huellas si no te apegas a la realidad del tiempo que te toca vivir o que quieres representar?
    Me ha gustado mucho, especialmente por el clima creado.
    Nos leemos.

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 18:46
  3. 3. Paola dice:

    Vaya, Luis, que comentario más bonito!Casi poético.

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 19:13
  4. 4. marazul dice:

    Hola Paola tu relato me ha encantado, tal y como está. Yo no cambiaría nada. Lo bien escrito es para todos y atemporal, igual que la buena música y que un buen cuadro. Los personajes de tu historia están muy bien representados. La figura del padre nos aporta frescura y libertad. Un recuerdo de infancia real, tierno y muy bien escrito.¡ Enhorabuena!. Saludos

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 19:38
  5. 5. Cesar A. Martin dice:

    Hola Paola.
    La ambientación es magnífica, pequeños detalles que hacen grande al relato. El doctor girándole la cabeza, los geranios, las visitas, la madre costurera, los remedios caseros para las enfermedades, incluso Ama Rosa. Nos sumerges en la época de manera muy vivida. Enhorabuena

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 20:34
  6. 6. Aldo Brov dice:

    Me gusto tu historia, me gusta como la relatas, muy buenos los dialogos y me gusta como incluyes el dialogo indirecto, esta muy bien usado.

    Coincido con Cesar sobre la ambientacion y los detalles que agregas. Aunque solo se trate de una escena, y no haya una climax y un desenlace clasico, no hay duda que la escena asi como esta genero un cambio en el personaje principal, seguramente esa niña a partir de ese dia seria una niña diferente.
    Saludos

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 21:27
  7. 7. David Rubio dice:

    Me encantó la ambientación, los personajes y sus acciones son verosímimles. El ambiente de esa época se percibe sin que nos feches el tiempo del relato. Esas audiciones de las novelas radiofónicas. Esa madre muy representativa de una manera de pensar rancia, resignada. Muy bien.
    El padre como referente de los nuevos tiempos me gustó. Es una aparición muy tajante que con más espacio sabrás desarrollarla con más profundidad. Pero la idea y el objetivo se ha conseguido.
    Un abrazo

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 21:28
  8. Me parece genial tu relato, Paola. Bien narrado, con un buen uso de vocabulario y la ambientación: espectacular. También me pareció interesante la descripción de los personajes, de su forma de ser. Por cierto, cómica me pareció la entrada del padre de la nina y el consejo fue excelente.
    Felicitaciones y saludos.
    P.D.:Gracias por leer y comentar mi relato.

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 21:39
  9. 9. Wolfdux dice:

    Hola Paola,

    coincido con lo que ya se ha dicho del relato. Esta muy bien ambientado, consigues transportarnos en el tiempo, desconocía lo de las cortinas rojas, pero tampoco me ha parecido una cosa que tuviera que descolocar al lector como me ha parecido apreciar por tu primer comentario. Un abrazo y felicidades.

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 22:19
  10. 10. Leonardo Ossa dice:

    Paola no conocía el remedio de la luz y las cortinas rojas, pero cuando lo leí comprendí de inmediato que se trataba de un remedio casero. Me ha entretenido tu cuento.
    Saludos.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 03:55
  11. 11. Silvyt dice:

    Hola!

    La verdad que yo he agradecido la explicación del comentario, pero tampoco era necesaria del todo. Se fecha muy bien en una época determinada.
    Como ya han señalado los compañeros, muy fresco el personaje del padre.
    ¡Enhorabuena!
    Nos leemos.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 19:07
  12. 12. Diego Manresa Bilbao dice:

    Yo tampoco lo sabia Paola, y eso que lo pase hace 20 anios!!!!
    Buen relato, me ha gustado!!!
    Nos leemos!

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 20:42
  13. Me ha gustado mucho tu relato Paola, la manera como vas contando y como el lector se siente dentro de la historia, contada de forma amena y el soplo de aire fresco del padre que no cree en todo eso. Fantástico.
    Gracias por la aclaración de los telas y luces rojas, no tenía ni idea.
    Saludos

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 22:03
  14. 14. Pikadili dice:

    Muy bueno! Esta muy bien narrado, y creas un gran personaje. La descripcion es muy efectiva. Buen trabajo y felicidades por tu relato.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 23:33
  15. 15. KMarce dice:

    Saludos Paola, gracias por tu comentario en mi relato.
    Te digo que no me conocía esas recetas caseras para aliviar esa enfermedad, y razón tendrá el padre de no confiar en los médicos con remedios tan pueblerinos.
    Has cuidado mucho tu ortografía, te felicito por ello. La puntuación me parece muy adecuada también.
    Enhorabuena, nos leemos.

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 03:38
  16. 16. saloco dice:

    Hola, me gustó tu relato. Con respecto a lo de las cortinas rojas, si lo conocía, pero mi referencia era que se ponían en las casas para anunciar enfermedades contagiosas.
    Me gusta el giro que da en cuanto a que parece una época de la posguerra civil o anterior y la mentalidad del padre, actual.

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 10:03
  17. 17. José Torma dice:

    Paola, creo que ya te lo han dicho todo. Yo me uno a los que nos gusto mucho, con todo y trapos rojos jaja.

    Felicidades.

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 00:07
  18. 18. Marta dice:

    Hola, Paola, en primer lugar gracias por comentar mi relato. He leído el tuyo y me encantó. Creas una escena muy visual, transmite la situación de los personajes. Te seguiré leyendo, así aprendo y disfruto. Un abrazo.

    Escrito el 1 abril 2015 a las 10:47
  19. 19. Iracunda Smith dice:

    ¡Hola Paola!
    Yo tampoco tenía ni idea de los de las telas rojas, nunca te acostarás sin saber una cosa más!!
    Me ha parecido un relato precioso que refleja en pocas palabras una época y un estilo de vida.
    La moraleja que aporta el padre es la guinda de la historia.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 1 abril 2015 a las 14:00
  20. 20. Chiripa dice:

    Hola Paola
    Pobre niña, encerrada entre rojos y oyendo novelas radiofónicas trágicas. jajaja
    He disfrutado mucho el relato y más que todo, la liberación representada por el padre “reaccionario”
    Me ha gustado tu narración. La descripción del ambiente y de los personajes me parece excelente. Y no se me escapa esa diferencia de “estratos sociales” que nos enseñas con Elena, las pecosas y las rosas y que a María le molesta.

    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 1 abril 2015 a las 15:36
  21. 21. Marcelo Kisi dice:

    Paola excelente! Si tuviéramos que escribir sólo para un público que conoce todas las referencias que utilizamos, prácticamente no podríamos escribir sobre nada. Si los jóvenes no conocen el asunto de las medicinas caseras, que lo aprendan pues. Yo tampoco sabía lo del color rojo, y he disfrutado mucho enterándome. Gracias por un relato tierno y muy bien escrito!

    Escrito el 2 abril 2015 a las 21:25
  22. 22. Pato Menudencio dice:

    Muy bien ambientado el relato. Es como ver parte de la historia a través de la vida cotidiana.

    Escrito el 2 abril 2015 a las 22:19
  23. 23. Anoide dice:

    Se entiende por el contexto que se trata de un remedio casero. Y para quien no lo supiera (como yo), así lo aprende. Si nos limitamos a escribir acerca de lo que todo el mundo sabe, directamente no escribiríamos nada. Y es que una de las muchas cosas buenas que tiene la lectura, es que siempre se aprende algo nuevo.

    A mí me ha parecido muy bien ambientada la historia, y muy bien definidos los personajes. El contraste entre la madre y el padre también es remarcable; cómo una enmarca el saber popular y la tradición, y el otro la apertura a los nuevos tiempos. Me gusta 🙂

    ¡Un saludo!

    Escrito el 3 abril 2015 a las 20:31
  24. 24. Ratopin Johnson dice:

    Yo tampoco sabía lo de las telas rojas. Respecto al texto está muy bien escrito Paola, y me gusta por su sencillez. Los personajes está claro como son desde el principio y la historia se sigue perfectamente. Y el mensaje final, el mejor consejo que se le puede dar a una persona.

    Escrito el 4 abril 2015 a las 19:39
  25. 25. Jose M Quintero dice:

    Hola Paola.
    Luego de 24 comentarios ya hay poco que decir, solo que me gustó mucho, es agil asi que se lee facil, describes muy bien todo lo que pasa y todo lo que piensa ella.
    Yo tampoco sabía lo de las cortinas, pero creo que de eso se trata este taller de aprender cosas nuevas todos lo dias.
    Me gustó mucho el consejo del final, un perfecto cierre para una perfecta historia.
    Felicitaciones 🙂

    Escrito el 5 abril 2015 a las 05:43
  26. 26. Paola dice:

    He estado desconectada durante toda la semana y ahora me toca trabajar mucho!
    Gracias a todos por vuestros comentarios. Realmente esperaba críticas negativas por ser un relato un poco soso y, como de todo aprendes, he podido constar que al escribir algo con el corazón, por soso que sea, transmites tus emociones profundas y eso de alguna forma lo capta el lector.

    Escrito el 7 abril 2015 a las 11:23
  27. 27. Demetrio Vert dice:

    Nostálgico relato. Bien presentado y entretenido. Lleno de simbolismos. Y hablando de ello; aunque es verdad que las “radios”, la Tv,, los medios, los libros siempre han desmpeñado un papel de transmisión del poder dominante, también es verdad que son un mundo de fantasía, dónde uno puede viajar lugares inimaginarios, soñar. Es lo mismo que hacemos con nuestros relatos. Hubo una época, en que “la radio”, las radionovelas, fueron el único medio de comunicación con el exterior para muhas mujeres, y para muchos hombres. “el carrusel deportivo” de los domingos. Sin duda mediatizados, pero el único alivio para tantos. Yo no cargaría demasiado las tintas en ese aspecto “reaccionario”, aunque evidentemente lo fue. No hubo otra.

    ¡Muy bién!

    Si te pasas por el mío, agradeceré tus comentarios. Soy nuevo aquí.

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    Escrito el 7 abril 2015 a las 19:00

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