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Lullaby (o El bloqueo creativo) - por Pikadili
– “The spiderman is having you for dinner tonight…"
Las gotas de lluvia chocan con fuerza contra la carrocería del coche, un viejo Seat que atraviesa en nocturna soledad la autovía. El conductor del mismo, un joven escritor de treinta y pocos, mantiene la mirada fija en la carretera sin observarla realmente, conduciendo como un autómata. Mientras, la voz de Robert Smith sigue susurrándole desde la radio que el hombre araña viene a por él, sobre una tranquila melodía que evoca a las canciones de cuna con las que, cuando era niño, conciliaba el sueño. El joven conduce al ritmo de la canción: Lullaby. No tiene prisa; en realidad, ni siquiera sabe a dónde va. A su al rededor, el vehículo está vacío, su única compañía es el manuscrito que descansa sobre el asiento del copiloto, que de vez en cuando mira de reojo. De repente, el tema acaba entre susurros, y la programación de la radio cambia por completo.
El programa musical que escuchaba da paso a uno de entrevistas culturales, ese tipo de espacio intelectual que solo ponen de madrugada. Hoy, dice el presentador, entrevistaran a un gran novelista, aunque no dicen su nombre. La voz del locutor le resulta increíblemente familiar; tanto, que se siente ridículo al no recordar porqué. Entonces, el presentador lanza su primera pregunta al aire: “¿Como lo ha hecho para acabar con ese bloqueo literario que llevaba años persiguiéndole?”. La voz que contesta hace que el mundo del escritor se ponga patas arriba: es la suya.
– Bueno, supongo que de igual forma que las musas desaparecen, al final, siempre acaban volviendo. Es parte del proceso creativo – Responde el impostor. La respuesta es tan cobarde como manida.
“¿Que demonios ha sido eso?”, se pregunta desconcertado el conductor del Seat. “Debe tratarse de una coincidencia, tengo una voz muy común…”, concluye para sí. Pero el programa continúa:
– Usted ha cultivado, sobretodo, la novela negra, consiguiendo un gran éxito a nivel internacional. Esto lo ha logrado, mayormente, con su último trabajo, que tiene una gran fuerza emocional – Prosigue el presentador – Dígame, señor Castillo ¿Es posible que hayan influido sus circunstancias personales en esta última obra?
El pie del conductor pisa a fondo el acelerador. Ya no cabe duda, el hombre que habla desde la radio es él mismo: Ricardo Castillo. Sin duda, aquello debía ser una broma pesada, no había otra explicación. Algún perturbado le había grabado y construido aquel montaje.
– ¿¡Quien demonios anda ahí!? ¡No tiene gracia! – Grita mirando en cada esquina de su viejo automóvil; deben estar observándole – ¿¡Qué circunstancias!? ¿A qué te refieres?
– A la muerte de su mejor amigo, claro, el también escritor y dramaturgo Roberto Vallés – Contesta el presentador desde la radio.
Los ojos de Ricardo se abren como platos, sus músculos se tensan y la expresión de su rostro hace evidente una sensación de completo horror. Castillo clava el pie derecho aún más en la palanca, el coche ya supera con creces cualquier límite de velocidad. “Es imposible que alguien sepa de la muerte de Roberto”, aquello había ocurrido hacía apenas unas horas, solo él lo sabía. Solo él y Roberto…
– ¿Quien eres y porqué haces esto? – Alterado, habla directamente a la radio, aceptando el macabro juego – ¡Habla!
– ¿Hacerte que? – La respuesta del presentador suena desafiante, como un reto – No te estoy haciendo ni la mitad de lo que tú me has hecho a mí. No todavía, al menos…
– Eres tú… – De repente, se siente idiota por no haberse dado cuenta. Era tan evidente… como una mala historia de terror – Lo he hecho por mi carrera, Roberto. Yo… llevo años sin escribir ni una puta palabra. Y ese trabajo tuyo, es tan bueno… parecía perfecto para mí, me relanzaría. Perdóname, amigo mío – Las lágrimas del conductor corren por sus mejillas como las gotas de lluvia por la luna de su coche, pero algo en él sabe que llegan demasiado tarde.
– No puedes decirme eso mientras llevas mi cadáver en el maletero, “amigo”. Las cosas no funcionan así.
Como las lágrimas, el frenazo también llega demasiado tarde. Lleva rato sin mirar a la carretera. Sus ojos no podían apartarse de la radio, y ven la pronunciada curva cuando ya no puede hacer nada. El coche sale despedido de la carretera y vuela. Al día siguiente, el mundo amanece con la muerte de dos escritores en un trágico accidente.
Espectacular. Perfectamente escrito, alguna frase incluso digna de ser releida para disfrutarla dos veces. Pero lo mejor es la idea y como la desarrollas, un crescendo adictivo hasta un desenlace digno del señor roberto por lo menos.
Bien narrado. Una historia digna de “La dimensión desconocida”. Es atrapante y el final está a la altura. Quizás mantendría un poco más la duda sobre el destino mortal de Roberto. Se descubre parejo a la sorpresa de escucharse en la radio. Quizás un retardo hubiera agigantado la sorpresa final.
¡Ah! Tras el guion largo, si lo que viene es un verbo de decir va en minúscula. Por ejemplo “… -responde el escritor”. Cuando sea una acción entonces si en mayúscula.
Un gusto volver a leerte Pikadili
Hola, Picadili
Me parece muy bueno tu relato, original y sorprendente.Solo un pequeño apunte a dos cosas que no me sonaron bien:
“El conductor del mismo” yo diría simplemente el conductor y
“A su alrededor, el vehículo está vacío” yo quitaría a su alrededor.
Por lo demás…chapó
Perfecto Pikadili, muy bien planteado y mejor escrito. La conciencia es peor que una radio encendida, es una radio que no puedes apagar.
Quizá alargar en algo el destino final de Roberto. Pero igual fantástico. De acuerdo con Paola en los dos puntos.
Te felicito.
Nos leemos.
Muy buena la historia pikadili, ademas, algo que tenga referencias a The Cure ya tiene un punto mas…
Me ha gustad mucho el rlato pesadillesco que haces del remordimiento…
Muy bueno, aunque yo tb coincido con paola en sus observaciones…
Nos leemos!
Estupendo relato. La combinación de la voz de la conciencia con la voz del radio, le imprime a tu historia el suspenso necesario para, más que leerlas, devorar las palabras en la búsqueda del final.
¡Excelente tu trabajo!! ¡ Te felicito!!!
Te invito a comentar 114
Castigado por ladrón. Vaya, un relato que diría tiene una dosis de tensión y algo de horror para pelos. Fue ingenioso combinar la conciencia con el radio aunque en un punto creí que Roberto estaba vivo y le hablaba desde el maletero.
Felicitaciones por este excelente relato, Pikadili.
Saludos y gracias por tu comentario en mi relato.
Hola Pikadili, menudo relato, me ha tenido enganchado de principio a fin. Tenía la sensación de ir montado en ese coche viviendo la tensión del protagonista. Trágico y perfecto final. Enhorabuena.
Muy bueno, me encanta la intriga que creas. Al principio da la sensación de que alguien le está suplantando, luego, de que está oyendo un programa que aún no se ha emitido y que se emitirá en el futuro… y el final es muchísimo mejor que lo que se iba insinuando.
Un par de faltas de ortografía que he detectado: “alrededor” se escribe junto, “sobre todo” se escribe separado (“sobretodo”, escrito junto, es un abrigo).
Y cuidado con los guiones: al no dejar los espacios adecuados, despista un poco lo que está diciendo en alto de las acotaciones. Sobre todo, en este párrafo (te lo pongo tal y como debería ir):
“-Eres tú… –De repente, se siente idiota por no haberse dado cuenta. Era tan evidente… como una mala historia de terror–. Lo he hecho por mi carrera, Roberto. Yo… llevo años sin escribir ni una puta palabra. Y ese trabajo tuyo, es tan bueno… parecía perfecto para mí, me relanzaría. Perdóname, amigo mío. –Las lágrimas del conductor corren por sus mejillas como las gotas de lluvia por la luna de su coche, pero algo en él sabe que llegan demasiado tarde.”
Son solo detalles, porque es un relato estupendo, enhorabuena.
Hola Pikadili, gran relato. Me gusta como vas filtrando la tensión hasta que lo inunda todo. Consigues que intentemos leer más rápido de lo que somos capaces.
Enhorabuena y un saludo.
Gran relato, me ha encantado. He de decirte que lo he leído con la canción de The Cure de fondo, leyendo al mismo ritmo, incluso, como dice Cesar intentando leer más rápido de lo que somos capaces para hacernos con el final. Difícil tratar con la conciencia. Perfecto. Te felicito.
Pikadili, saludos. Gran historia, siempre me ha gustado los juegos de la mente y la conciencia en la vida de las personas, sobre todo en el ambito literario en donde se puede jugar con muchos elementos.
Coincido con todos sobre la riqueza del trabajo, lo has hecho muy bien.
Esos detalles de mejora, toma atención para pulir tu relato. La explicación que ha detallado Maureen me parece acertada en la puntuación. Te simplifico:
—Pikadili, ¿Nos vamos? -tomó su bolso para colgarlo al hombro-. Apresurate o llegamos tarde.
Inicia guión largo, la narrativa va entre guiones cortos, los puntos se colocan fuera de esos guiones. No se dejan espacios, solo los obligatorios después del punto.
Me ha agradado mucho no solo el hecho de hacer referencia a una canción (completamente desconocida para mi), sino que también la has identificado y “traducido”, esto me ha complacido mucho. No deberíamos asumir que todo mundo conoce el tema por más famoso que sea, y si has empleado el idioma original, que no es español, al traducirlo nos indicas una razón si tiene o no importancia dentro del relato, sobre todo por el hecho que no todo el mundo conoce ese idioma en partícular.
Si me permites sugerirte, cambiar la palabra “Las lagrimas” del último párrafo, porque las tienes en la frase previa, a “arrepentimiento” o similar, asi no habría reabundancia.
Felicidades, es una gran escena. ¡Nos leemos en abril!
La progresión es terriblemente interesante. El desarrollo es muy bueno pero el desenlace me deja el sabor de boca que hubo falta de espacio. ¿Me equivoco?
Una cosa por señalar: “Sus ojos no podían apartarse de la radio, y ven la pronunciada curva cuando ya no puede hacer nada”. Para mí, sería mejor dejar de hablar sobre sus ojos para hablar de él antes.
Buen trabajo.
Sólo hacerme eco de los comentarios anteriores. Aplausos para un muy buen relato.
Has conseguido sorprenderme. Muy bien escrito, con un clima de tensión y con ganas de saber cómo continúa. El final es genial. No me importaría leer más textos tuyos. Merecen la pena. ¡Saludos!
Muy bueno, Pikadilli. Interesante desarrollo y buen desenlace.
¡Enhorabuena!
Un relato muy interesante, Pikadili. Contiene tensión, lo que te obliga a seguir leyendo, una excelente forma de narrar y el final está a la altura de un gran relato.
Un saludo y espero seguir leyendo más relatos tuyos.
Buenísimo!
Gran idea que has desarrollado magistralmente.
Me sumo a las pequeñas correcciones que te han sugerido los compañeros.
Me ha gustado muchísimo. Te buscaré el mes que viene.
Un saludo.
¡Maravilloso!
Una historia genial con un tono y un ritmo perfectos 🙂
¡Buen trabajo!
Qué manera de cargarse la profesión. Pikadili, no todos somos así, por un bloqueo de nada eliminas a dos escritores.
Un abrazo, nos vemos en la próxima curva.