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Toda una vida.. - por Conxita Casamitjana
Web: http://enrededandoconlasletras.blogspot.com.es/
De repente Malena deja la escoba, cansada y un poco temblorosa, se toca la melena. Sus manos parecen querer calmar los cabellos que se escapan de la diadema, quizá un poco electrizados por la humedad o una rebeldía a esa cinta estrecha y rígida que los encorseta. Un gesto repetitivo, sin mucho sentido. Se siente extremadamente frágil, conmovida y no sabe el por qué. Sus ojos se humedecen y siente las lágrimas bailotear en sus pestañas. ¿Qué le pasa?
A su alrededor todo parece igual. La ventana con sus flores, quizá ahora un poco mustias. ¡Toca regarlas! A su lado, el sillón algo raído y vacío. ¡Vacío! Una pequeña mesita con un vaso solitario. Un poco más alejada, la vitrina con todas sus fotos. Sus hijas, sus nietos, su tesoro. El silencio. ¡Cuánto silencio!
Oye los ruidos del vecindario, gritos de niños, coches que pasan, alguna moto estrepitosa, charlas en la calle.
Silencio en su casa.
De repente se da cuenta, es eso…todo parece igual, pero nada lo es. En cada esquina hay una muestra de que nada es ya igual.
Escucha a lo lejos una emisora de radio, el locutor habla con voz suave presentando una canción y de repente, la música lo invade todo.
“Toda una vida me estaría contigo, no me importa en qué forma, ni cómo ni dónde pero junto a ti…”
Cierra los ojos. La emoción la inunda. Sonríe. Siente como conforta su corazón. Malena se deja llevar, danza por el salón de la casa lenta y cansina. Una inmensa soledad y dolor. Llora sin darse cuenta y las lágrimas van dejando un rastro húmedo en su cara redonda. Sigue cantando mientras se desliza por la casa, arriba y abajo. A ratos oye mejor la música y otros solo se oye ella tarareando la canción.
“No me cansaría de decirte siempre, pero siempre, siempre que eres en mi vida, ansiedad, angustia y desesperación"
Sonríe mientras mira al cielo. Se ahoga y deja de bailar. Las toses entorpecen su canto. A duras penas se dirige al sillón vacío y con un suspiro que le sale del alma se deja caer, bebe un trago de agua, mientras sigue musitando la letra de la canción. No puede dejar de cantar. No quiere dejar de cantar.
“No me importa en qué forma, ni cómo, ni dónde, pero junto a ti”.
La mujer sonríe mientras canta, cierra los ojos agotada. A lo lejos, la música. Malena ya no la oye, parece dormida.
El estruendo de un timbre telefónico rompe la quietud. Sobresalta a Malena que abre los ojos. Sabe sin descolgarlo que es una de sus hijas, están preocupadas por ella. Insisten en que, al menos por un tiempo, vaya a vivir con alguna de ellas.
“Mamá, hasta que la soledad sea menos dura”.
Ella se niega. Allí en la casa, en su casa, se siente más cerca de Manuel. ¿Cómo explicarles que esa soledad no dejará nunca de ser dura? ¿Cómo se resume una vida juntos? ¿Cómo explicar ese pedacito de alma que se te ha ido? No habrá cambio por más tiempo que transcurra o quizá el único posible es irse consumiendo hasta que lo acompañe. ¿Cómo explicar a sus hijas que ya no quiere nada? ¿Cómo contarles que ya ha hecho su camino? ¿Cómo dejarlas sin ser egoísta?¿qué hace ella aquí cuándo él ya se ha ido? No puede hablar, no quiere entristecerlas. No hay ni un solo instante en su vida en que no hayan estado juntos. No hay nada ni nadie que pueda hacer más llevadera esa falta. Se siente desvalida y perdida. No sabe qué hacer sin él.
"Toda una vida te estaría mimando, te estaría cuidando, cómo cuido mi vida que la vivo por ti."
Un nuevo ataque de tos la deja desfallecida y sin fuerzas. Ya no puede ni tan solo alcanzar el vaso de agua.
El teléfono vuelve a sonar. Malena se siente mal, sabe que está preocupando a sus hijas, pero no puede moverse. Imagina su angustia, intenta moverse pero no puede. La tos, la deja medio inconsciente.
El teléfono sigue sonando. Malena apenas se mueve. Quiere descolgar, dejar de preocuparlas. No lo consigue.
En su cabeza sigue sonando la música, su música. A Manuel le encantaba Machín y con frecuencia le cantaba esa canción mientras danzaban por la casa.
"Toda una vida…"
Malena ya no escucha el teléfono, ya no sufre, ya no duele. Ahora él la llama…
Hola, soy una de tus comentaristas, la que te aconseja eliminar tantas preguntas…
Muchas gracias Paola,
es la primera vez que participo y no sabía muy bien el funcionamiento. Me han parecido muy buenos vuestros comentarios y voy a rehacer un poco el texto antes de ponerlo en mi blog.
Muchisimas gracias de nuevo
Hola Paola,
Muchas gracias por tu extenso comentario y por tus sugerencias. Me han parecido muy adecuadas y revisaré el texto para incorporar las sugerencias que me habéis hecho y publicar el relato en mi blog http://enrededandoconlasletras.blogspot.com.es/
Es la primera vez que participo en este taller, pero me ha parecido una excelente manera de aprender. Muchas gracias de nuevo por tus comentarios que me han parecido muy adecuados.
Gracias
Sobrecogedora la narración, muy apegada a la realidad y con detalles bien contados. Estoy de acuerdo con Paola, en esas circunstancias psicológicas es difícil imaginar que existan preguntas, cuando estás en la edad en que sabes las respuestas. Bienvenida al taller y espero que lo disfrutes, ami me sirve para aprender porque el grupo es interesante y todos remamos par el mismo lado, el mejorar nuestra forma de escribir.
Te estaré leyendo.
Hola:
Me gustó tu cuento. Buen desarrollo de la historia, Buen uso del lenguaje. Adelante.
Muchas gracias Luis y Beba,
El taller ha sido un descubrimiento fascinante porque justo necesitas que otros te digan aquello que tu no ves.
Espero seguir participando y aprendiendo.
Gracias por vuestras palabras
Sencillo, prolijo, claro e insinuante.Fácil lectura muy emotivo.Felicitaciones, juntos aprenderemos.
Gracias por lo que dices. También creo en que juntos aprendemos,
Muy buenas Conxita
Te has expresado muy bien a lo largo de todo el relato, yo creo que así como está poca cosa hay que modificar.
•Forma
Solo tengo dos observaciones en este apartado, la primera es la pregunta que hace el narrador: “¿Que le pasa?”. Seguro que el famoso “Cuenta, no enseñes” lo habrás oído mil veces, y este es uno de esos casos en los que hay que aplicarlo.
Como lector yo ya me había hecho esa pregunta a medida que iba leyendo la actitud de la protagonista, no hace falta que el narrador me diga lo que debo preguntarme; ya habías conseguido meter esa cuestión dentro de mi cabeza con la narración en sí.
La otra observación es la cantidad de frases cortas y comas muy juntas, alguna se podría extender un poquito mas para no crear esa sensación de lectura con tropezones con tanta pausa.
Por lo demás genial, muy buen vocabulario, las palabras muy bien escogidas y empleadas para transmitir las imágenes y sensaciones que necesitaba tu relato.
•Contenido
Aquí no puedo hacer mas que repetirme un poco. Muy bien narrado, cargado de emociones y sin dejar nada suelto.
A mi las preguntas no me molestaron, me parecieron muy bien puestas ya que no son dudas existenciales suyas, sino que son dudas que le vienen a la hora expresar sus preocupaciones y su tristeza a sus hijas, ¿vale la pena hacerlo? Tienen que pasar por esto para entenderme, etc. No se, no lo encontré mal.
Muy buen trabajo compañera
Me ha emocionado,lleno de sentimientos bien contados.
Me sumo a las opiniones de los compañeros: demasiadas preguntas.
Muchas gracias Fabián por tu extenso comentario.
Totalmente de acuerdo con lo que me dices, he de “controlar” a ese narrador que todo lo quiere aplanar y explicar, ha de dejar que sean los lectores los que hagan sus propias preguntas y averigüen o imaginen.
Muchisimas gracias por la aportación que voy a aplicar o al menos lo voy a intentar en mi próximo relato.
Gracias Troya,
Me alegra haber podido contagiarte un poquito de la emoción en mi historia.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que me habéis comentado, he abusado de las preguntas y no dejo que sea el lector el que se haga las propias. Me aplico en el próximo a ver si lo mejoro,
Saludos
Conxita Casamitjana, recién leo tu historia y me agrada la forma en que va sonando la música radial desde el fondo, ella la canta y tararea mientras evoca intensamente, hasta que la evocación se condensa.
También me di una pasada por tu blog y es bonita la presentación. Estaré por allá leyendo tus textos en cuanto pueda.
Saludos.
Hola Conxita
Muy bonito, hay momentos en los que sientes su soledad. Me gusta el ritmo y el tono que le imprimes, muy adecuado.
Un saludo
Muchas gracias Leonardo por tu lectura del relato y por el paseo por mi blog. Me encantará leer tus comentarios a mis relatos, cada comentario ayuda a seguir creciendo.
Ese bolero me sugiere amores como el que cuenta el relato.
Saludos a ti
Muchas gracias Cesar, si he conseguido como me dices que sientas un poquito su soledad esa es la mejor recompensa.
Saludos
Una gran historia, te felicito.
Describes con claridad los pensamientos de la protagonista, la soledad tras la muerte de su esposo y el cariño que tiene hacia sus hijas, a las que no quiere preocupar.
Es bastante llevadera,tienes una forma clara de escribir y permites que el lector empatice enseguida con la protagonista y no esperaba ese final.
Espero leerte próximamente.
Gracias por tus palabras Kathleen.
He buscado tu relato para leerte pero no he sabido encontrarlo y devolverte la lectura,
Saludos