Viernes para recordar - por Ace

Era un viernes y la señora Wentz llegaba del trabajo, abría la puerta de su casa, se quitaba sus apretados zapatos y soltando un aire de alivio se dispuso a prender su querida radio, de repente empieza a sonar un blues. La mujer se sirvió un vaso de su ron favorito y se dejó llevar por la armoniosa voz de ese artista que tanto la hacía soñar en su época de juventud, empezó a bailar y a girar por toda la casa mientras recordaba todo aquello que le había ocurrido en la semana, las cosas buenas, las recordaba con una sonrisa, mientras que el alcohol se encargaba de las malas, en un momento, dejo de danzar, para dirigirse hacia un largo pasillo lleno de fotos.

-Julio querido ¿Como te estará yendo por allá tan lejos?- decía mientras observaba la foto de unjoven de no más de 25 años.

-Sé que, hagas lo que hagas, estas enorgulleciendo a tu padre y a mi- decia esto mientras acariciaba una foto de un joven de avanzada edad.

Las lágrimas empezaron a salir de sus ojos, pero rápidamente se las seco -No, no es momento para llorar – exclamaba mientras se servía otro trago.

Avanzando más empezó a observar fotos de una dulce niña con sus padres -Siempre los tengo presente- decia mientras seguía caminando.

Empezó a ver fotos de aquella niña pero cada vez más grande -oh!, nos veíamos tan adorables- entre las fotos ve una donde se encuentra con un joven -Alejandro, si tu copete y grandes lentes no hubiesen sido más importantes que yo, tal vez hubiera funcionado-.

Luego de terminar su recorrido, volvió a danzar de regreso al salón principal, la canción seguía sonando, como si no hubiese pasado ni un solo minuto.

Ya una muy tomada Señora Wentz se acuesta en un sofá y al suave ritmo en el que va terminando la canción, sus ojos se van cerrando para finalmente quedar dormida.

La radio se apaga al mismo tiempo en que ella cae dormida, como si ya conociera los hábitos de aquella mujer y ¿Como no?, si es su amiga y confidente cada viernes por la tarde cuando la señora Wentz se relaja.