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Secretos - por Everett

Entré al taller, el sol se filtraba por las rendijas entre las tablas. El desorden habitual estaba perturbándome por solo un factor estresante: él no estaba. La radio sonaba encendida, algo extraño él no la escucha nunca, se lo he prohibido.
Caminé hacia el banco de trabajo intentando no tocar nada. Quería saber en qué había estado haciendo. El cree que una chica como yo solo sabe de asuntos femeninos pero se equivoca. Sé que lo que está haciendo nos hará ricos en algún momento. Sé que lo que está haciendo es imposible para los ineptos del sistema. Por eso mismo sé que es un peligro hacerlo público antes de tiempo. Pero por ahora solo me preocupa una cosa: tenerlo bajo control.
Aspire profundamente y el aire vacío de su presencia llenó mis pulmones. Circuitos húmedos, gasolina, aceite. ¿Dónde estaba él? Sus huellas están aquí.
Bueno quizá él no sea el problema. La insípida voz en mi interior me jugaba bromas de este tipo muy a menudo. ¿Que quieres decir con eso? me dije a mi misma – es decir a esa voz en mi interior.
La muy sínica no respondió.
Agudicé mis sentidos, tratando de detectar su ruta de escape, pero no había tal cosa. Miré su cuaderno de apuntes, solo símbolos y cálculos incomprensibles desfilando como jeroglíficos sobre el papel. Mi sexto sentido me decía que se había ido pero no pudo haber ido a ningún lado.
Me di la vuelta. Algo chasqueo a mis espaldas. Un ruido extraño estaba distorsionando la música en el radio. Una centella se hizo entre dos terminales eléctricas que pronto chispearon con intensidad. Me lancé al suelo en un intento de protegerme de lo que fuera aquello. El radio estalló en pedacitos esparciendo sus partes por todo el taller mientras me cubría la cabeza y la cara con los brazos. Permanecí en esa posición durante unos instantes, había humo pero no parecía haber fuego.
Asomé la mirada entre mis brazos. Lo vi emerger entre el humo al disiparse este silenciosamente. Sus cabellos erizados, electrificados derrochando electrones.
– Pero qué demonios te pasa idiota! – le grité al tiempo que me ponía en pie – ¡me diste un terrible susto!
– Lo siento – contesto apenado – no fue mi intención.
– ¿Dónde te habías metido? – me acerque instintivamente para revisar que estuviera bien.
– No… no lo sé.
– ¿Qué?
– Yo solo estaba haciendo unas pruebas con estos magnetrones y el dispositivo especial que armé el año pasado con una configuración diferente y de pronto… ¡paf! apareciste tú de la nada y la radio estalló.
– Eso no es verdad, yo estuve aquí hace quince minutos y tú no estabas… qué rayos pasó aquí ¿quieres explicarme?
– Por el momento no tengo respuestas… ya sabes que la experimentación supera todas las teorías a sí que…
– No, no, no, yo no te estoy pidiendo eso. Yo quiero que me expliques qué carajos pasó a donde fuiste todo este tiempo y porque carajo exploto esa cochinada.
– Te digo que no lo sé.
– ¿Y qué carajo esperas para averiguarlo!
– ¡Que me dejes tranquilo un minuto para poder pensar!
Lo cierto es que ese día no creí ninguna de sus explicaciones. Yo sabía que él estaba ocultándome algo. Lo tenía que averiguar por mi cuenta. Ya que de algún modo conozco a mi hermano y sé que no es bueno mintiendo.
Esperé a que se durmiera, revisé su bitácora y quedé sorprendida al leer:
“Lo he logrado, después de todo este tiempo experimentando, he conseguido la fórmula que estuve buscando en secreto: ahora puedo teletransportarme a cualquier parte del universo en un solo instante”.
Eso y otros ajustes que tenía que hacer nos separaban de aquello que había estado esperando. Bueno en realidad yo le había pedido energía libre, sé que eso es caro, pero me dio a cambio algo mejor. El cree que escapará de mí. Yo lo dudo mucho.

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6 comentarios

  1. 1. Evetrtt dice:

    Hola. Solo queria agradecer a los creadores y participantes por la maravillosa experiencia que me han permitido vivir.

    Me doy cuenta de lo que me hace falta ahora. Y lo mejorare. Me pasa que no hice bien la editada y deje pasar por alto los errores de sintaxis a la hora de reducir al máximo. Pero fue genial.

    Gracias.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 06:24
  2. 2. everrtt dice:

    Y gracias otra vez. ..

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 06:25
  3. 3. grace05 dice:

    ¡Buena historia!!!! Dos pequeños errores. en el segundo párrafo “…
    en qué había estado haciendo..” El “haciendo” por “trabajando” y “…
    el humo al disiparse este…” eliminaría , “este”. Creo que solo fueron errores de “apuro”. En cuanto al contenido la idea es muy buena y esta claramente narrada. Me gustó mucho el final, me mantuviste en suspenso durante toda la lectura. ¡Buen trabajo!!!!
    Te invito a comentar 114

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 21:06
  4. 4. Everett dice:

    Gracias, mil gracias… había dejado un comentario desde mi celular al despertar esta mañana pero no se por qué no quedo registrado.

    En mi comentario agradezco a todos ustedes por hacer posible esta hermosa experiencia.

    Sí, por supuesto, mis errores fueron de sintaxis y de ortografía. Estaba apurado y tenía miedo de que quedara mal. El tiempo a veces me traiciona y no deje enfriar el texto lo suficiente. En realidad es parte de una historia más grande y tuve que acortarlo, tal vez termine de escribir por completo la historia un día de estos jaja.

    Gracias Grace05

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 05:01
  5. 5. Anoide dice:

    Pues creo que podrías terminar de escribir la historia. Tiene mucho jugo 🙂 Hay muchos detalles que puedes contar, desde qué tipo de relación tienen los hermanos para que ella tenga semejante control sobre él y por qué el chico se “rebela” no contando sus descubrimientos, hasta qué ocurrirá ahora que ella lo sabe. Como te digo, si te lo planteas bien, puedes sacar algo bueno de aquí.

    Aparte de lo que ya te ha apuntado Grace, te señalo algún error más que me ha llamado la atención: cínico se escribe con “c”, y también te has olvidado algún signo de apertura de exclamación y alguna que otra tilde. Pero veo que eres consciente de los fallos que tienes, así que no me pondré pesada 😛

    Por lo demás, me parece que lo has estructurado bastante bien. Has creado un ambiente de misterio que te hace preguntarte durante toda la lectura qué está ocurriendo, por qué ha desaparecido el chico y por qué es importante que aparezca…

    Me ha gustado, en definitiva. Un placer leerte 🙂

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 10:03
  6. 6. Leonardo Ossa dice:

    Everett la historia nos va cautivando por la expectativa que produce la desaparición, luego el estallido, el reencuentro, la explicación de los efectos del invento, y en fin, el ritmo mismo del cuento. Interesante saber en que para todo.
    Un saludo.

    Escrito el 3 abril 2015 a las 23:56

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