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Cambiando - por estcat6

Web: http://nubesenlamente.blogspot.com.es

Era una tarde fría para la época a la que ella estaba acostumbrada. Finales de Junio, calzaba botas y una cazadora fina cortaba aquella fresca brisa que entraba por la ventana. Aquel pañuelo amarillo, alrededor del cuello, representaba más de lo que era. Se lo regalaron varios meses antes, cuando el cambio era evidente pero ella aún no terminaba de ser consciente de ello. Aquel cambio drástico de su vida, aquel cuarto de siglo que no esperaba vivir de esa manera y ese darse cuenta que la vida, mejor vivirla que planearla. Encendió la radio, tenía el volumen bajo como a ella le gustaba, le hacía compañía. Cada vez pillaba más palabras sueltas en aquel idioma que aún le era algo extraño, aunque atractivo al mismo tiempo. Era viernes, uno ocioso de tantos que había vivido, pero no podía quedarse en casa. Adoraba el frío, aunque amenazase lluvia, le daba igual. “Es sólo agua. Vaya manía le tiene la gente. Si llueve, pues te mojas…” Compró ese paraguas meses antes, en una ciudad en la que apenas llueve. “Nunca había comprado un paraguas antes”, pensó. Es curioso, más de 20 años en el mundo y la de cosas que estaba haciendo por primera vez.

Cruzó el umbral de aquella puerta comprobando que llevaba la llave, no quería tener que ir pidiendo favores por volver a olvidársela dentro, ¡qué estúpida se sentía a veces! Bueno, “errores como estos son los que nos definen”, se auto-convenció y cerró la puerta. Su cabeza estaba a muchas cosas, si se olvidara la llave tampoco sería tan grave, una excusa más para charlar, un detalle más que contar… La de veces que había anhelado esas horas delante del ordenador, viéndole sonreír a través de la pantalla, miles de kilómetros les separaban, pero oírle y verle, esa era la mejor parte del día, cuando la casa estaba en silencio, ella disfrutaba de esa lejana compañía. O, al menos, eso creía. Cada vez pensaba menos en esos momentos, e incluso a veces, procuraba estar ocupada para no tener más momentos como esos. “¿Las cosas terminan de esta manera? ¿Es desinterés? ¿Las relaciones evolucionan, cambian, se acaban?”. Pegó un saltito y dos pasos rápidos hacia delante. ¡Dios, adoraba esa canción! Se aseguró de estar sola, quizá alguien la había visto por la ventana. “Bueno, sólo era una chica dejándose llevar por una buena canción.”, decidió no darle más importancia. Cruzó la calle y se adentró en la estación, oía como el tren llegaba, justo a tiempo. Le encantaba cuando pasaba eso. Aún no tenía muy claro adónde iba.

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1 comentario

  1. 1. Diego Manresa Bilbao dice:

    Muy Bueno est!!!!!
    Me gusta esa sensacion de rutina dentro del cambio, de aceptacion del destino, de felicidad…
    Un relato muy positivo, con un mensaje aun mas!!!
    Muy bueno!

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 20:26

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