Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

ONDAS DE LA RADIO - por MARA

“Solo me queda decirte, amiga mía, que tu vida tiene que dar un giro. Perdona que me entrometa pero fuiste tú la que me lo contó todo. Tu rosario de preocupaciones,sufrimientos y dolor irreparable. Ese miedo que te acompaña cada noche mientras
esperas que él llegue, eso no es normal. Sé que me escuchas cada vez que hablo, sé que conoces mis horarios nocturnos, y me sigues. También sé que a veces te cuesta conectar conmigo, incluso yo diría que te avergüenzas, sin embargo, sigo pensando que tienes que tomar una decisión, eso no es vida, querida amiga. Son muchas las noches que pasamos unidas por las palabras, que a veces confortan y otras duelen,no siempre escuchamos lo que queremos, incluso con la facilidad de desconectar la radio, no eres capaz de hacerlo. Hay algo en ti que te obliga a tener una esperanza.Debes dejarlo, es la primera vez que digo esto públicamente, quizás no debería decirlo y me estoy excediendo de mi cometido, pero te siento cercana, sin conocerte. Déjalo mujer antes de que te mate, porque ya no le queda más que eso, ya has sufrido el desprecio, los insultos, las palizas, la miseria…, y tantas otras vejaciones que ni alcanzo a imaginar. Yo desearía que desaparecieran las mujeres asesinadas por cometer el pecado de nacer mujer. No sigas con él, no soy nadie para dar consejo
desde mi cómodo sillón, desde la lejanía de un micrófono, pero es la certeza de que quizás quién me escucha al otro lado será la próxima víctima, lo que me motiva a deciresto.”

Antón le hizo un gesto y Cristina se quitó los auriculares, se arregló el pelo y usando un espejo de mano miró si llevaba bien colocado el pañuelo del cuello. El trabajo de noche había acabado. Se levantó y salió de la “pecera”.
– ¿Qué tal Antón?, ¿ha habido muchas llamadas?
– Sí, varias, algunas ya son conocidas y otras nuevas, la mayoría se trataban de mujeres, recojo los datos para la tertulia de mañana, ¿te marchas ya?
-Sí- dijo Cristina ajustándose con sumo cuidado el pañuelo en el cuello, se miró de reojo en el reflejo del cristal y le dijo;
-Me voy compañero, estoy cansada, hasta mañana-
– Haces un buen trabajo ¿lo sabes?, creo que ayudas a muchas mujeres con tu fortaleza, les demuestras cada noche, que otras son felices con sus parejas sin sufrir violencia, tú eres el ejemplo. Nos vemos mañana.

A Cristina no le daba miedo volver a casa caminando, eran casi las dos de la madrugada pero el miedo que sentía no era a la calle.
Al día siguiente:

-Antón, llama a Cristina, se retrasa y esta noche abrimos el programa con la tertulia, venga quiero testimonios de mujeres que han denunciado, también hay que hacer que la experta en violencia de género explique muy bien todo el entramado que se genera después de la denuncia, pero ¿dónde está Cristina?,
¡localízamela¡
– Ya la he llamado, le he mandado whatsapp, y no me contesta vendrá de camino, no te preocupes ella nunca falla, ama su trabajo.
Antón se acercó un momento al bar de enfrente a tomarse un café, mientras se apoyaba distraídamente en la barra del bar miraba las noticias sin apenas escucharlas, de repente algo le llamó la atención,
-¡Vaya¡- pensó-, otra víctima de violencia de género, y es en el barrio de Cristina, quizás esto explique su retraso-.
Cuando llegó a la redacción su jefe había cambiado la cara de enfado por la de preocupación,
-¿Qué ocurre jefe?-,
-Es Cristina-, se giró y miró a la pared forrada de madera que tenía a su espalda,-La ha matado, su novio, ese tan serio que nunca me gustó-,
-Pero eso no puede ser, ella animaba a las mujeres a denunciar, a cambiar de vida, ¿cómo le ha pasado esto?-,
– Al parecer vivía con un maltratador y no era capaz de enfrentarse a él, nadie sabía nada.
-Esto es irreal no puede ser-, dijo Antón algo lloroso.

Ese día el programa de radio comenzaba así: “Cristina encontraba el miedo cada día en su casa. Llevaba años viviendo con un maltratador y no sabía cómo romper esa relación, cada día temblaba más cuando lo escuchaba al llegar, a veces la esperaba levantado. Esa gran profesional de las ondas, nos ha dejado como muchas otras sufriendo en silencio la violencia de género. Esta noche el programa estará dedicado a ella. Buenas noches.”

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

8 comentarios

  1. 1. beba dice:

    Hola:
    Muy bueno tu relato; ilustra un realidad cotidiana vergonzosa y trágica.Excelente manejo del lenguaje; tal vez cambiaría algunas comas por punto y comas. Pero, eso sí, hubiera suprimido todo el cotilleo entre Cristina y los compañeros de la radio. Creo que sería más fuerte cortar en este párrafo:”A Cristina no le daba miedo volver a casa caminando, eran casi las dos de la madrugada pero el miedo que sentía no era a la calle”.Y saltar a su reseña fúnebre. Es una opinión, por supuesto.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 00:36
  2. 2. ome tecpatl dice:

    La violencia de género es un tema muy socorrido. No obstante, te vales del elemento sugerido -la radio- para darle una forma original. Quiero pensar que intentaste explorar con una redacción que ofrezca al lector un aura de misterio, y siento que lo encaminaste muy bien. Quizá si no hubieras sugerido, para mi gusto prematuramente, que había sucumbido a la ira de su pareja, habrías logrado algo realmente magistral. Te invito a trabajar un poco más este texto y verás los resultados. Felicidades Mara!

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 01:40
  3. 3. Pikadili dice:

    Está genial! Gran tema, profundo, y muy bien tratado con el elemento del taller. Muy bien. Quizás le falta fuerza al giro, demasiadas pistas. Igualmente, muy bueno. Felicidades!

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 14:37
  4. 4. Silvyt dice:

    Me paso rápidamente porque soy una de tus comentaritas, suscribo a pikadili y me reitero en la contradicción de que defienda la denuncia, pero no la curse.

    Enhorabuena igualmente

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 19:27
  5. 5. grace05 dice:

    Espectacular tu relato!!! como dicen los compañeros, tan real y cotidiano. El miedo envuelve todo y paraliza: la denuncia, el abandono.Aunque suceda, muchas veces la patología del agresor entre la violencia y el arrepentimiento la denuncia y el abandono quedan a un lado.
    ¡Excelente trabajo!!!
    Te invito a comentar 114

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 20:14
  6. 6. Silvia L dice:

    En principio creía que la locutora me estaba hablando…¡a mí! por la cercanía en la expresión.

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 22:26
  7. 7. Mara dice:

    Gracias por vuestros comentarios. Tomo buena nota para seguir mejorando. La escritura es una cuestión de práctica y todos los consejos son bienvenidos. Gracias.

    Escrito el 1 abril 2015 a las 09:33
  8. 8. Ángel Gabriel dice:

    A mi me gusto, aunque el final lo veía venir porque distes muchas pistas para ellos, el uso del pañuelo en el cuello, y la expresión que no temía a la calle, solo hasta llegar a casa, por lo que el final ya no fue una sorpresa, pero el relato en su conjunto esta bien entrelazado, muy bien la trama, tiene presentación, nudo, intriga, desenlace, hay estructura en todo el relato, y no se hace pesada la lectura del mismo. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELICITACIONES!!!!!!!

    Escrito el 4 abril 2015 a las 22:21

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.