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Juegos de poder - por Margarita Graña
-Pero macho, si estas en el paraíso, si dejás el laburo sos un pelele.
-Me extraña, Gastón, ¿dónde está el que se iba a ganar a las jefas?.
Mis amigos creen que soy un idiota porque quiero dejar mi trabajo. Ellos que se las saben todas, pero puestos ahí no aguantarían ni dos horas. Claro que antes no era así, cuando empecé a trabajar en la oficina me iba al bar a fanfarronear de mi buena suerte, y disfrutaba provocando la envidia de todos.
Soy el recepcionista de una pequeña agencia de publicidad ubicada en el centro de Buenos Aires. Claro que así descrito el empleo no parece que fuera digno de ser envidiado, pero tiene sus particularidades, se los aseguro.
La primera causa de tanta tribulación llega puntual y decidida cada mañana. Desde la fachada vidriada de la oficina la veo descender del taxi y subir cada peldaño de la breve escalera hasta la puerta con su paso de lince. Se llama Sara, es la ejecutiva de cuentas de la empresa, y es, por todos los infiernos, la mujer mas hermosa que he visto en mi vida. Se viste elegantemente, pero dejando entrever una piel firme y elástica con la que soñar el resto del día. Supongo que es descendiente de libaneses o turcos o algo así, porque tiene esos ojos verdes rasgados que me dejan sin respiración unos segundos cuando me clava la mirada.
-Buenos días Giménez. ¿Hay algo para mi?
-Buenos días señora. Si, un par de sobres.
– Gracias – me dice mientras se acerca demasiado para tomar los papeles y luego gira bruscamente, golpeando mi cara con su pelo. Tan cerca y tan prohibida. El latigazo me obliga a cerrar los ojos e inspirar hondo y me provoca la primer erección del día. Antes de entrar a su oficina se dirige a la radio de música funcional y sintoniza una emisora de blues. Ni siquiera me mira.
La segunda razón de admiración de mis amigos de la barra del bar entra cuarenta minutos tarde con su desfachatada simpatía. Se llama Eliana y es la creativa de la empresa.
-Bom dia, garoto.
-Buenos días, señora Eliana.
-¿Voce nao tem nada para mim hoje?- ella sabe lo que provoca en los hombres y lo disfruta mucho.
Podría contestarle tantas cosas, pero prefiero, en el dudoso honor de mantener el puesto, que no hay nada hoy para ella.
Entonces, con su paso sinuoso, se acerca hacia la radio, se inclina apuntando hacia mí sus encantos que merecen el título de Miss Bum Bum Carioca, y ocurre lo que me temía, la brasileña cambia el dial y pone música de su tierra natal.
-Estou com saudade, eu preciso essa música para inspirar- me dice canturreando y se mete en su oficina.
-Giménez, ¿usted cambió la música?- la voz de hielo de Sara no se hace esperar.
-No señora.
-Hágame el favor de sacar ese canyengue ahora mismo.
-Pero…si señora, en seguida.
-¿Gastón?- escucho la voz ronroneante en el interruptor- ¿o qué aconteceu com o samba? ¿você me faça o favor, cariño, de mudar la radio?
-La señora Sara me ha pedido que saque esa música, que no es apropiada.
-Mas apenas por um tempo, por favor- cuando pone esa voz melosa es imposible decirle que no.
-Bueno, sólo un rato.
Suspiro, y el resto del día se transforma en un partido de tenis, donde yo juego de pelota.
-¡Giménez! saque esa locura.
-¿Garotinho?
Y esto es así todos los santos días. Si no es la música, es el aire acondicionado, la posición de los muebles, o lo que sea. Y todo matizado con escotes o sonrisitas insinuantes que me hacen sudar la gota gorda.
Creo que estoy perdiendo un poco la razón, desde hace tiempo que pienso que ambas mujeres están confabuladas. Incluso me parece percibir miradas cómplices entre ellas y alguna risita mientras mis nervios quedan destrozados tratando de complacer sus caprichos opuestos. ¿Puede ser posible que esas gatas sádicas me hayan tomado por su juguetito? Seguro me están mareando como a una presa para el zarpazo final. Ya hace días que no consigo dormir sin pastillas, ni encarar el laburo sin tomarme un calmante. Tengo ataques de pánico día por medio. Y encima los idiotas del bar que se burlan de mi, pero hoy me van a conocer, se van a arrepentir cuando saque la pistola. Seguro no se van a reír más del pelele de Gastón.
Quiero agradecer a los comentaristas del cuento. Especialmente a los que han sido duros y muy críticos. Es la primera vez que recibo opiniones muy variadas y la verdad es que me han enriquecido mucho. Las observaciones a mejorar son acertadas y bienvenidas. Gracias
Les digo que es un cuento que no salió a mi gusto. Quise hacer algo cómico y el personaje se reveló, al final le molestó tanto su situación que perdió un poco la razón y el sentido del humor. Fue muy raro esa sensación de que él me imponía ese final.
Otro desafío fue ponerme en la piel de un hombre, ya que soy mujer, cuando es seducido y acosado un poco.
Hola
Al final creo que cambias el rumbo de la historia, y en vez de sorprenderme me hizo sentir una especie de falta de sintonia en la trama, pues venia leyendo una historia que me hizo recordar a una de esas peliculas tipo comedia romantica, en la que dos mujeres se aprovechan del pobre protagonista, usas el tono jocoso y queda evidencia cuando el personaje dice “Podría contestarle tantas cosas, pero…”, al final la historia nos muestra a un maniatico que esta pensando en matar a todos los que se rien de el con su revolver. No me quedo muy claro si era a sus amigos o a las jefas, ya que antes dice que ellas “se rien de el en una especie de complicidad”
A mi, personalmente, el narrador en primera persona hablando al publico me genera idea de fan fiction: “Hola soy Nick Hammon, tengo 25 años, y esta es la historia que quiero contarles…”, y eso, aunque parezca prejuicioso, me hace pensar en una historia superficial, sin valor agregado.
Tambien me sorprendio la parte de la “Primer ereccion” me vino a la cabeza las 50 sombras de Grey, en version masculina. No me esperaba esa frase, tambien me parecio que su funcion era buscar el mismo impacto que las historias tipo fan fiction.
Respecto a la forma de escribir, creo que manejas muy bien las palabras y la formacion de oraciones y parrafos.
Hablando en idioma futbolistico, para hacer referencia a tu cuento anterior, te diria que tenes buen dominio del balon, pero deberias trabajar mejor sobre aquellas cosas que el jugador hace en la cancha, cuando no tiene el balon en sus pies y que el publico no suele ver, y que es lo que diferencia a un habilidoso que se come todos los goles, de un jugador completo que ayuda a que se ganen los partidos.
Saludos
Gracias Aldo, estuve a punto de no mandarlo porque pensé que no funcionaba. También suponía por qué no funcionaba pero no estaba muy segura. Finalmente decidí mandarlo igual para que me sirva de aprendizaje, y valió la pena. Gracias por tus observaciones.
El título y la historia están muy bien Margarita. Es una idea muy buena si hubiera seguido siendo cómica. Me atrevo a proponerte que lo revises, cambies el final y lo conviertas en un relato divertido. Te podría quedar una buena historia de humor, teniendo en cuenta lo bien que escribes. Pero es mi modesta opinión. Un saludo. Pilar
Me parece que debo resaltar el hecho de que la autora es una dama, y a mi juicio, redacta muy bien un texto en donde el personaje es un hombre. Realmente es todo un reto, que me hace pensar en un ejercicio que se podría llevar a cabo un día de estos, en el cual, los participantes del taller escribiríamos un relato en el que el protagonista sea por ejemplo: de otra raza, otra nacionalidad u otro sexo. Todo esto tendría un grado interesante de dificultad.
Coincido con Aldo. La idea está bien pero falta un conflicto concreto que haga avanzar el relato. La situación inicial es que el personaje anda agobiado con esas dos mujeres. Habría que idear un disparador: qué ese día quiera hacer algo, rebelarse. Por ejemplo, que les mande una invitación para una cena, una cita en un hotel. ¿Cómo sería ese encuentro? También puedes tirarlo por lo tremendo. Que él piense que ellas de verdad lo quieren y decida secuestrarlas. Algo que no sea describir la situación inicial durante todo el relato.
Creo que la idea merece mucho la pena.
Saludos
Creo que el problema radica en que piensas que las mujeres saben como vamos a reaccionar los hombres y ese es un error conceptual. Sin llegar al sexismo creo que difícilmente un hombre iba a pensar en una pistola. Si ya le tienen comido el seso, una pistola no le va a servir sino para lanzarla contra la fachada vidriada. Tu personaje debería fijarse en los hilos que tiene sobre los hombros y con los que le manejan ambas mujeres. La única solución es esperarlas una mañana de éstas en paños menores para que terminen de reirse de él.
La violencia de género es mucho más sutil, pero más peligrosa cuando viene de ellas.
Me gusta el tema y está bien escrito. Nos leemos.
Me parece interesante la propuesta de Leonardo.
Margarita, gracias por tu comentario en mi relato. Y me he encontrado el tuyo. ¡Ja! Que vida más complicada la del recepcionista. Dicen que en la guerra y el amor todo se vale, así que viendo que amor no es lo que le tienen, más que renunciar si debería de vengarse. Piensa, piensa… Es una casa de Publicidad: Seguro hay un tremendo diseñador gráfico que sufre el mismo patrón de estas dos beldades, mandales tiquetes de un descuentazo del 70% y que se lleven el fiasco en la caja…
La idea me parece muy buena, fue llevada en sus buenos momentos graciosos y anecdotas casi de la vida real, y bien dices, a veces cuesta meterse en los pantalones o faldas de un personaje distinto a nosotros, pero lo has intentado y ese final es el que te ha quedado raro. No digo mal, sino raro.
No te olvides que siempre va en mayúscula lo que encierra las ¿?¡! Y ya que no domino el portugués, ya me tocaría estarme metiendo en el traductor, lo cual lo veo innecesario. Un acierto con el de “Garothino”, me encantó; pero que solo hablará en portugués… No sé,es un idioma no es tan popular. Así que solo a mi parecer, están estas observaciones por mi parte.
El final, se cambia. Me modifica, puedes volver a restructurarlo todo, el asunto es que tú te sientas contenta con lo que escribes, será que tengo un tremendo ego, pero aunque mis escritos sean “feos”, para mí serán bebés hermosos, aunque ya más adelante necesiten una buena cirugía plástica. 😀
Un abrazo,
Hola Margarita, me gustó tu relato, aunque si te soy sincera esperaba más, puesto que tu microrrelato me pareció de los mejores, y por eso te he buscado de las primeras en este recopilatorio. La historia está bien narrada y te mete en el papel, pero en mi opinión el último párrafo no me convence, sobre todo la última frase cuando se refiere a la pistola, parece que has querido darle una sorpesa final pero queda algo forzado, para mi gusto… Un saludo y nos leemos!
Gracias por sus comentarios. Son tan amables, porque con tanto respeto dan las opiniones que realmente se necesitan para seguir creciendo. Siento que he decepcionado a varios! Eso es en el fondo una buena noticia, quiere decir que podría ser mejor y eso me obliga a esforzarme más la próxima vez. Gracias
Este terrible cuento me deja un sinsabor, porque no logré lo que buscaba, como dice Herrigel en el “Zen en el arte del tiro con arco”: (..)el tiro de arco no se realiza tan solo para acertar el blanco; la espada no se blande para derrotar al adversario; el danzarín no baila únicamente con el fin de ejecutar movimientos rítmicos. Ante todo, se trata de armonizar lo consciente con lo inconsciente.
Se aprende mas de los porrazos.
Gracias
Hola, Margarita, veo que te han sugerido muchas cosas. Yo te diré que he disfrutado mucho leyéndolo. Me he reído un montón y veía a los protagonistas como si estuviesen delante de mí.
Saludos
Creo, como la mayoría o todos mejor dicho, que tienes una buena historia. El relato no me parece mal. Meterse en la piel de una persona del sexo opuesto si que es difícil (lo hice en el taller 22) pero te quedó bien. El final es lo que se va por las ramas, diría yo. La pistola como que no le va. Pero de que tienes una buena historia, la tienes. También creo que es genial la forma como manejas el vocabulario, muy adecuado.
Saludos y gracias por tu comentario en mi relato. Nos leeremos!
Hola Margarita! Yo quiero felicitarte. Siempre me gusta lo que escribís. Y este hombre… ¡pobre tipo! Lo van a enloquecer. Las dos mujeres por separado serán una ricura para Gastón, pero juntas… mejor ni arrimarse.
El final es impactante, en el sentido de que es inesperado, pero creo que no siempre es necesario cambiar tanto de rumbo para sorprender. Fundamentalmente en este caso, al igual que Ryan, no me gusta lo de la pistola, y tengo una razón: me metí tanto en la piel del personaje, en su locura, que ya creía conocerlo, y cuando sacó la pistola dije “ufa, creo que no lo conocía tanto”.
Pero vuelvo a felicitarte una y mil veces. Siempre me gustan tus historias.
Y muchas gracias por pasar por mi relato!!
Hola, Margarita:
Comparto todos los comentarios anteriores acerca de la pistola; pero, ¿será para tanto?
Es un relato divertidísimo y ocurrente; y muy bien escrito, como todos los que te he leído. Me encantó.
al principio pensaba que me iba a divertir y luego has dado un giro repentino que no se muy bien que te ha pasado.
bueno es interesante la historia, ¿puedes mejorarla? saludos.
Muy buenas Margarita
No voy a repetir lo que ya te dijeron, estoy de acuerdo con que el final no pega. Es como estar viendo un capitulo de “Friends” y que acabe como “La matanza de Texas”, simplemente no encaja.
Pero es que tampoco hay que decírtelo por que tu misma te diste cuenta de que algo no te acababa de convencer, cuando eres la primera persona a la que debe gustarle el relato, luego llegan las opiniones de los demás para revisarlo y que te guste mas aún.
Pero bueno, para eso está el taller también, si no acababa de identificar por donde flojeaba el relato tampoco fue mala idea enviarlo para recibir opiniones.
Está muy muy muy bien escrito y es muy divertido todo lo anterior al final, lo único que cambiaría sería que la brasileña hablase una mezcla de portugués y español para entenderla mejor.
He leído algunas de las críticas que te dejaron y la verdad…difiero con la mayoría. Después de todo, sacando lo conceptual del texto, ¿la literatura es subjetiva, no?
Voy entonces a empezar con mi punto de vista:
En dos palabras, me encantó! Me hipnotizó desde que entendí que el problemita era algo de faldas y por los idiotas prejuiciosos de sus amigos. Y a pesar de que todos te hayan dicho que el final NO PEGA, yo me VOLVI LOCA. Me encantan los giros dramáticos y las historias en dónde corre sangre (perdón, puedo sonar un tanto sádica), pero es que me puede. ¿Y qué si no está demasiado en sintonía con el resto del relato?
Qué se yo, además aclaro “creo que estoy perdiendo un poco la razón”… y si llevar un revolver al trabajo o al bar para tomar venganza no es estar un poco salido de sus casillas no sé… Quizás tendrías que haber dejado ver que estaba ‘un poco loco’ más al principio del texto, pero a quien le importa… las palabras que usaste para describir varias situaciones me encantaron, me gusta tu vocabulario…
Conclusión: a mi sí me gusto.
PD: sin fines de lucro, jaja, pasarías por mi relato? “El piloto”, claro, sin compromiso alguno.
Que tengas buenos días, tardes o noches!!!!!
Margarita querida!!
Tengo buenas noticias para vos: tu relato tiene muchas más virtudes que defectos, y de ninguna manera es un “relato terrible” como llegás a convencerte. Has desatado varias y dispares lecturas, lo que como escritora es también un logro. En cuanto al contenido, estás jugando con el riesgo y eso es lo que admiro: el acoso sexual femenino, fuera de alguna peli con Michael Douglas y Demmi Moore, todavía es una veta sin terminar de explotar, y ahí el primer mérito. El segundo: el doble efecto cómico de que el tipo, en lugar de pensar en rajarles un tiro a ellas, lo piense hacer con ellos: doble triunfo para las damas, el lograr que encima se maten entre ellos! A mí en resumen, no me molestó la pistola del final, y si es exagerado a lo “Relatos Salvajes”, pues que así sea. Yo más bien lo ajustaría por el lado de alargar un poco más el final, porque es un poco abrupto para el ritmo de todo lo anterior. Fuera de eso, si querés ajustar otras clavijas, adelante, pero creo que ni siquiera la pistola final quiebra el registro tragicómico dde todo el relato. Bravo!
El tono inicial del relato es perfecto y me encanta. La pega es que cambia de forma muy brusca al final, eso es lo que hemos visto todos. La idea en sí no me parece que esté mal, pero necesitaría más espacio para poder marcar una evolución en el estado del personaje.
Yo creo que tienes dos opciones para mejorar el relato: reescribirlo sin límite de caracteres o mantener el tono inicial y acabar la historia de otra manera.
De todas formas, este detalle no desmerece el gran trabajo que has hecho. ¡Enhorabuena! 😉
¡Un saludo!
Por todos los dioses, Margarita, qué buen rato me has hecho pasar. Muy bien trabajada la idea, con unas descripciones que nos meten en la situación del pobre Gastón. No encuentro otra palabra para definirlo que: REDONDO.
Suelo fijarme en pequeñas cosillas a corregir, por eso de que estamos en un taller y los comentarios nos deben ayudar a mejorar, pero te prometo que en el tuyo no he encontrado nada, salvo el disfrute (ahora me siento mal) con la triste historia de este pobre diablo.
Felicidades, Margarita.