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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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ADELA - por DavidRubio

Web: http://elreinorobado.blogspot.com

—¡Adela!, ¡Adela! —vociferó Don Pedro al irrumpir entre las tiras de la cortina de boliches de la puerta.
La mujer, de rodillas sobre las baldosas, escurrió el trapo húmedo en el cubo. Cualquier otra de aquel pueblo almeriense hubiera renegado al Santísimo por ser importunada mientras escuchaba “La intrusa” en ese nuevo ingenio que llamaban radio. Pero ella no. Nadie la vio jamás fruncir el ceño. Y eso que Dios parecía obsesionado en probar su fe, pues había enterrado a tres hijos y a su marido, quedándole una hija afectada de una extraña enfermedad que la postraba en la cama.
—Don Pedro, ¿qué son esas urgencias?
—¡Mira a quién traigo conmigo! —exclamó el anciano médico del pueblo.
Tras él, apareció un hombre más joven, de atavío elegante, que se quitó respetuosamente el sombrero. La anciana dejó caer el trapo dentro del cubo, y secó sus manos en el delantal.
—Es el Doctor Méndez. Ejerce las artes de Galeno en la ciudad. ¡Una eminencia! Le conté lo de Pilar y quiere reconocerla.
—Bendito sea nuestro Señor, que lo ha enviado.
La habitación de Pilar permanecía en penumbra. Todo en ella era verde: paredes, mobiliario y hasta las sábanas. Un verde esmeralda, brillante, del que solo se libraba el crucifijo que presidía la cama y la tez pálida de su hija, que dormitaba encogida.
Un fuerte olor agrio provocó un picor en la nariz de los médicos que, al unísono, se sonaron en sus pañuelos.
—Pinté hace poco —se excusó Adela con apuro—. A Pilar siempre le gustó pasear por los prados y como ya no puede…
—¡Lo ve doctor! ¡Un ejemplo de madre!
El Doctor Méndez se acercó a la cama y sacó un estetoscopio de su maletín.
—Con su permiso —dijo mientras descubría el pecho de la joven.
—Ya verá como él sabrá descubrir su mal.
—Dios le oiga, Don Pedro.
De fondo, seguía el serial radiofónico. La hija del difunto terrateniente decía a su madre que marchaba a la ciudad, pero solo unos meses.
—Pobre mujer, esa niña no respeta ni el luto —comentó Adela que guardaba un oído para la retransmisión.
Tras la exploración, el médico de la capital buscó una jeringuilla.
—¿Qué va a hacer? —preguntó, alarmada, Adela.
—Solo tomaré un poco de sangre.
—Ay, eso no, que por una sangría murió mi abuelo.
—Ya no se hacen esas carnicerías —la tranquilizó Don Pedro—. Ahora se puede analizar la sangre. ¡El progreso, querida mía!
Tras aplicar un poco de alcohol, penetró la aguja en la vena del brazo.
—Ya he terminado —concluyó el Doctor Méndez cerrando su maletín—. Le enviaré los resultados —dijo a Don Pedro.

Un mes después, Don Pedro se presentó en casa de Adela, que se encontraba sacando el polvo a los muebles, mientras escuchaba como la viuda del terrateniente leía una carta de su hija diciéndole que no volvería al pueblo.
—¡Ya tengo los análisis! ¡Sé qué consume a tu Pilar!
—¿Será eso posible?
—¡Arsénico! —dijo el médico mostrando el informe—. Ese es el veneno que la tiene mala.
—¡Virgen santísima! ¿Cómo pudo…? —Adela se llevó la mano a la boca—. Por nuestro Señor, le juro que yo…
—¿Qué tonterías dices? ¿Cómo va a ser culpa tuya? Anda, acompáñame a su dormitorio.
Entraron en aquella habitación toda pintada de verde. Pilar levantó débilmente el brazo. Don Pedro, estornudó.
—Todavía huele —dijo mientras tocaba la pared—. ¿Y de dónde sacas esta pintura?
—El hijo del Arremangao. Trabaja en el puerto y la consigue barata. Me dice que este verde es el que luce en las casas de los nobles.
—¿Guardas los botes?
Bajaron al sótano. Una vez allí, el doctor se caló un monóculo y leyó la etiqueta de una de las latas.
—¡Pintura del diablo! ¡Contiene arsénico!
—¡Ay, Señor! ¡Yo he sido la causa de su mal!
—¿Qué ibas a saber tú, alma de Dios? Vamos a sacarla de esa habitación.
Tras acomodar a Pilar en el dormitorio de Adela, Don Pedro consoló a la madre que lloraba desconsolada.
—¡Ánimo, Adela! Pronto sanará y todavía está en edad de casarse. ¡Eso es lo importante!
El médico marchó. Adela cerró la puerta tras él y se apoyó contra ella.
—¿Es vedad eso, madre? ¿Me pondré buena? —oyó decir a su hija—. ¡Podré ir a la ciudad como todos!
La anciana calló.
Pensó que le había parecido ver ratas en el sótano.
Y en azufre.
Y en que una buena cantidad bajo su cama, las alejaría de Pilar.

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29 comentarios

  1. De los primeros que leo porque nunca me defraudas. Me gusta la irrupción inicial y cómo vas desgranando la historia con esos modos que te caracterizan, aunque con un tono totalmente distinto. Está muy bien enlazada la historia real con la ficticia de la radio y con ello, le das cierto protagonismo al elemento propuesto. Bravo!!
    Un placer leerte, David!

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 16:38
  2. 2. Kathleen dice:

    Una historia interesante. Las descripciones son muy buenas, te permiten entrar en la casa y compartirla con los personajes. También está bastante bien el papel que juega la radio en la historia, es original y está presente durante los cambios de ésta.
    El final sorprendente, no me lo esperaba.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 17:35
  3. 3. Paola dice:

    Muy bien contado y un giro de tuerca al final. Menudo bicho has creado! Enhorabuena

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 18:26
  4. 4. beba dice:

    Me gustó la historia; muy pintoresca y muy siglo 19.Bien narrada y estructurada. Tal vez porque no sé qué hace el azufre con las ratas no entiendo el desenlace; el comentario final de Paola me deja pensando si la buena Adela es tan buena en realidad.
    “¡Ánimo, Adela! Pronto sanará y todavía está en edad de casarse. ¡Eso es lo importante!” Muy conservador este concepto. Ja,ja,ja.

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 22:38
  5. 5. Miranda dice:

    En realidad me llamo Adela, así que el título me llamó a voces. Me ha encantado la forma en que has mezclado los hechos, la radio novela y la cantidad de información que das de la vida de la protagonista, un personaje muy trabajado. Buena, trabajadora y asesina por ignorancia y sobre protección. ¡ Casi nada!
    Si se pusiera nota este mes te daba un diez.
    Saluditos

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 23:12
  6. 6. Jose M Quintero dice:

    Hola David.
    Me gustó mucho tu historia, aunque al igual que Beba, no entiendo mucho el final, no sé si Adella en realidad no es muy buena o si en realidad no sabe que hace.
    Exceptuando esa parte, me gustó, ademas hace un muy buen uso de la radio.
    Excelente, felicitaciones 🙂

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 03:38
  7. 7. KMarce dice:

    David, saludos.
    Nos has montado un relato-radio novela mezclado. Pobre hija, pobre Adela y me pongo a pensar si pobres los difuntos… :S
    Me ha gustado la forma dinámica de sacar la historia, entremezclar la historia, que aunque no me conosco la novela “La intrusa” no sé si tendrá un poco en la toma de decisiones de Adela.
    En forma genuina, me ha gustado. Sobre todo por la simplicidad de sus personajes. Hasta los doctores son bastantes campechanos.

    En cuanto a estructura, me ha parecido muy fluída y fácil de leer. Engancha las líneas y diálogos sencillos, propios de sus protagonistas.
    Has tenido cuidado con la gramatica, pero algunos puntos se te han filtrado, creo que a veces pasa cuando usamos el copy/paste. A mi me ha pasado, y son los guiones narrativos, estan bien montados, pero utilizas el guión largo, que es solo para apertura de diálogo, los cortos son para lo narrativo. Si es un error de montaje, te pasará como yo que ya deberemos modificar antes de mandar a publicar.
    También, veo un desliz, (error de dedo) en usar minúscula entre ¿?, pero ocurre una sola vez. Y a mi criterio, al expresar “la radio” lo acontecido con la trama radial, en lugar de punto, usar dos puntos me parece apropiado, para diferenciarlo al ser una consecuencia de lo que la radio emite y no parte de la narrativa dentro de la escena.
    Como vez, es cuestión solo de montaje, detalles facilmente corregibles, porque todo lo demás me parece muy bien logrado.

    Te agradezco tu comentario en mi relato.
    ¡Felicidades a las Adela, que en los micros y los relatos son muy populares! (Yo tengo una Adelle en mi proyecto personal, “don´t worry”, ella es buena).
    Nos leemos.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 05:30
  8. Genial David, me ha encantado! El texto es muy fácil de leer, nos has trasladado a otra época sin dar ninguna fecha, la limpieza a mano, las consultas en casa, ese “todavía está en edad de casarse”. Bravo!
    Gracias por pasar por tu comentario!
    Un saludo.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 10:02
  9. 9. Pikadili dice:

    Muy bien escrito, esta genial. Has escrito una radio-novela, muy facil de leer, e incluso con misterio incluido. Me encanta el desenlace. Muy buenos dialogos.
    Quizas podrias haber utilizado mas el elemento radiofonico, pero al tener ese regusto a radio-novela queda bastante presente en todo el relato. Muy logrado.
    Felicidades! Nos leemos!

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 11:30
  10. 10. Chiripa dice:

    Primeramente, david, gracias por pasarte por “Pruena de Admisión” y comentarlo.

    Me ha gustado mucho tu relato por la forma en que has mezclado los hechos, con la novela.
    Has trabajado maravilosamente a Adela y pensar en la siguiente arremetida con azufre me pone los pelos de punta. Sospecho que la pobre Paola ni se casará, ni saldrá bien parada de esa casa.
    Es un relato De estructura correcta, con muy buenos diálogos y muy bien narrado
    Enhorabuena!!

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 17:19
  11. 11. Leonardo Ossa dice:

    David, la historia de Adela me la he imaginado mientras la leía, como una historia de radionovela transmitida en una tarde lluviosa. Sé que la historia de la radio hace referencia a la hija del terrateniente, pero cobra mayor importancia la historia de Adela, que de alguna manera has logrado que yo la imagine como otra historia digna de la radiodifusión.
    Saludos.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 17:56
  12. 12. Silvyt dice:

    Hola David!
    Poco me queda por decir mas que el azufre es Tóxico, Venenoso y Maligno para cualquier criatura en este planeta… Y que mi “mente escritora-envenenadora”, queda enamorada por siempre jamás de este personaje.

    Me quito el sombrero, chico!

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 19:45
  13. 13. Cesar A. Martin dice:

    Hola David, como siempre excelente escena. Un espléndido fresco de post-guerra, con pequeños detalles que, a parte de demostrar trabajo y conocimientos, dotan de vida a la historia. El lenguaje y el vocabulario son perfectos y la trama está hábilmente hilvanada.
    Otro mes más mi enhorabuena y un saludo.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 20:11
  14. 14. marazul dice:

    Hola David has construido tan bien la historia que me he llegado a creer que Adela era una santa. Me has engañado porque solo al final me he dado cuenta de que estaba muy mal de la azotea….pero que muy mal.! Ay madre…¡ Se cargo ella a sus tres hijos y al marido?. Excelente el relato y la forma en que lo cuentas con una descripción de los personajes perfecta. Enhorabuena David. Saludos

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 21:14
  15. Que vieja hija de su madre! David, tremendo relato has creado. Me has hecho odiar a esa personaje. Me cogió de pen drive. No pensaba que ella era la mala…bueno si lo es y si he entendido bien. Rayos, que relato. Ese final fue perfecto, inesperado pero perfecto, ja ja. Rayos…
    Felicitaciones y saludos.
    P.D.:Gracias por tu comentario en mi relato.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 22:03
  16. 16. Denise dice:

    No sé si lo comenté en tu blog, pero es un excelente relato. No tengo mucho más que agregar a lo que ya te estuvieron diciendo, pero estoy tentada de decir que esto es un buen ejemplo de lo siniestro; al llegar al final y volver para atrás se me puso un poco la piel de gallina.

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 23:41
  17. 17. José Torma dice:

    Maestro David! me pongo de pie y como dice Miranda, si se pudiera te pondria un 10.

    Tu relato es limpio y directo. A mi no me confundio en ningun momento. Creo que eres un buenazo en este asunto de juntar palabras.

    Pedazo de madre nos has descrito.

    Saludos y felicidades.

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 01:26
  18. 18. Roger/NHICAP dice:

    Hola David.
    Excelente David. Forma y contenido muy buenos. Me gusta mucho tu forma de describir situaciones y definir a los personajes. La combinación de la historia con la novela radiofónica es estupenda, y marca el desenlace. Para remate esa pizca se humor que rezuma a lo,largo de la narración. Felicidades.
    Un abrazo

    Escrito el 30 marzo 2015 a las 20:05
  19. 19. lunaclara dice:

    Hola David! Qué gran relato! Me encanta como suena esa radio de fondo y cuya historia parece llevar cierto hilo ¿conductor?, parecido al del relato principal.
    Mantienes muy bien la tensión y la madre es tremenda. Muy buen uso del lenguaje, y de esas descripciones q ayudan a ambientar.
    Felicidades!!

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 00:26
  20. 20. Marcelo Kisi dice:

    David hola!

    Gracias por tu comentario a mi relatito del mes, me alegro que lo hayas disfrutado!!

    Y por supuesto no me iba a perder el tuyo. Bien pensado y ejecutado, de principio a fin. El final está bien, me quedó la duda de si no habría que alargarlo un pelín, por una cuestión de ritmo, está como demasiado telegráfico para lo que se venía dando, pero es un tema técnico nomás, fijate.

    Por lo demás, macabro, como a mí me gustan, y filmable en una de esas series de televisión, me hiciste acordar específicamente de una que se llamó “Mujeres asesinas”.

    Felicitaciones y abrazos!!

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 07:40
  21. 21. Wolfdux dice:

    Gran relato David. ¡Nos leemos!

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 10:56
  22. 22. Peter Walley dice:

    Hola David,

    Me ha sorprendido el final, aunque sí que es bastante coherente con el resto de la historia. Y es de los pocos relatos en los que la longitud es perfecta, no creo que necesite ni más ni menos.

    Lo de las ratas y el azufre no lo conocía (bueno, y lo de la pintura con arsénico tampoco, yo soy así), pero le da mucho juego a la historia.

    Muchas gracias por pasarte por mi texto.

    Un saludo,
    Peter

    Escrito el 1 abril 2015 a las 07:28
  23. 23. Iracunda Smith dice:

    Iba a preguntar cómo era eso de que la pintura la había puesto enferma si la madre dice que pintó por que su hija no podía salir a los prados… pero el final me lo aclara.
    ¡Gran golpe de efecto!

    Escrito el 1 abril 2015 a las 14:05
  24. Que narración tan especial has utilizado para este relato. Un buen experimento que además te ha salido de fabula.
    Me ha recordado por instantes cuando leía “el coronel no tiene quien le escriba”. La verdad es que de momento, el tema que tocas lo bordas.

    Los diálogos estupendos, con ese lenguaje particular. Seguro que te lo has pasado muy bien caracterizando a estos personajes. Felicidades.

    Este mes no he llegado a entregar mi relato a tiempo. Si quieres leerlo lo he colgado en mi blog. Un gran saludo.

    http://universosenblanco.com/2015/04/01/seguiremos-informando/

    Escrito el 1 abril 2015 a las 18:37
  25. 25. Adella Brac dice:

    Me temo que el hecho de que Adela haya enterrado a tres hijos y un marido tiene poco que ver con una prueba de fe 😀
    ¡Un relato maravilloso! Me gusta como has ambientado la historia, el juego con la telenovela y esa sorpresa final. Tus relatos tienen profundidad y nunca defraudan, ¡no dejes de escribir! 🙂
    ¡Un saludo!

    Escrito el 2 abril 2015 a las 21:16
  26. 26. A.Losa dice:

    ¡Coño con el alma cándida de la madre! ¡Menudo bicho! Porque no me creo, ni de lejos, que lo del azufre también sea accidental.
    Me ha gustado especialmente cómo nos metes en situación, como pintas de costumbrismo una escena que acaba por envolvernos. A priori puede parecer un relato simple, pero no lo es en absoluto, de hecho yo aprovecharía esto para algo un poquito más extenso, como una especie de serie de personajes de ese pueblecito con sus alegrías y dramas cotidianos.
    Muy buen trabajo, David.

    Escrito el 3 abril 2015 a las 11:10
  27. 27. Anoide dice:

    Una pensando: “pobrecilla, ¡la que ha liado sin quererlo!”, y resulta que ni es tan santa, ni tan inocente como parecía. Qué bueno el final, hace que la relectura adquiera una visión totalmente distinta.

    No me quiero repetir demasiado porque ya te lo han comentado, pero la ambientación y la definición de los personajes son excelentes. Leerte es siempre un placer 🙂

    Escrito el 4 abril 2015 a las 15:11
  28. 28. Demetrio Vert dice:

    Estupenda historia. No le falta nada, presentación, nudo y desenlace. Tiene bastantes núcleos que aceleran el climáx, y cuando todo parece decaer al imaginar al arsénico como causa del mal de la hija, vuelve a subir el climáx con un desenlace inesperado, el azufre. Al final, la puerta abierta a la imaginación ¿es la anciana consciente de que está reteniendo a su hija a costa de sus salud? ¿Le influye la radionovela en esa acción?
    ¡Fantástica relato!

    Escrito el 5 abril 2015 a las 13:19
  29. 29. Pato Menudencio dice:

    Recreaste muy bien a los personajes del relato, uno de inmediato los imagina en su vida cotidiana y como el aislamiento con la ciudad los marca en sus actos.
    Es una historia que podría ocurrir en cualquier país, por lo que cualquiera se puede identificar.

    Saludos.

    Escrito el 8 abril 2015 a las 22:27

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