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Nuestra canción - por Aradlith

Web: http://tierrasdeerethia.blogspot.com

— Cariño, tenemos que hablar. No, no pongas esa cara. Esa misma, esa que pones cada vez que digo esto. Esa cara de que tu nunca has roto un plato y yo soy una neurótica. Mira, empiezo a sentirme atrapada en esta relación. Apenas salimos, pasamos todo el día encerrados en la misma habitación, compartiendo cada segundo de nuestras 24 horas.

Amelia parecía realmente enfadada. Su coqueto maquillaje resaltaba la estricta línea de sus labios, y sus ojos fulguraban bajo la sombra de sus oscuras pestañas. Es una mujer actual, joven y orgullosa, y necesita hacerse valer ante su marido.

— Empieza a hartarme la situación. Entiendo que quieras hacer cosas juntos, es algo que tenemos que hacer al ser una pareja, pero… siento que no tengo intimidad— Suspiró—. Me siento vigilada todo el rato. Sé que no es así, pero sí que me siento condicionada en qué hago, qué dejo de hacer, qué miro y qué dejo de mirar. Preguntas, preguntas, y lo entiendo, es curiosidad, pero… joder. Basta ya. Estamos en un espacio demasiado pequeño. Sí, sí, sé que no es tu culpa. Que me quieres y que quieres estar conmigo. La solución es hacer cosas nuevas. Aún somos jóvenes, no tenemos por qué encerrarnos como viejos. Por eso te traje aquí. ¿Ves qué monada de decoración? es una tetería de inspiración rococó. Hablaron de ella ayer en la radio, le hicieron un reportaje, ¿sabes? ¡fíjate, si hasta ponen manteles! Aquí viene todo el pedigrí de la ciudad, créeme.

La cafetería era un espacio muy concurrido. A Amelia le costó divisar un sitio libre, y, a pesar de la poca movilidad que le daban la falda de tubo y los tacones, consiguió correr hacia la mesa y llegar antes que nadie.

— ¡Anda, mira! Ahí viene el camarero. A mí póngame un té negro con canela, por favor. ¿Tú qué quieres, cariño? ¿cómo un café, si estamos en una tetería? ¡eres de lo que no hay, siempre dejándome en ridículo! ¡Aiiins! garzón, póngale a este mendrugo un café con leche.

Mientras el camarero servía las bebidas, se hizo un silencio incómodo en la mesa. Amelia se masajeaba las sienes.

— No entiendo qué te pasa, de verdad. ¿Cómo puedes tener tan poca clase? ¡Aún encima me vienes con eso! No, no te rías, como pidas una cerveza te mato. ¡Cómo te gusta avergonzarme! Mi madre tenía razón, me merezco mucho más. ¡Ay, si hubiese pescado un hombre rico, y con clase!…
Amelia apoyó la cabeza sobre las manos, evitando mirar al frente. Tras unos minutos, rompió el silencio:
—¿Escuchas? ¡Es nuestra canción! ¿Te acuerdas de aquella noche, en el baile del pueblo? ¡Qué jóvenes éramos! Tú me sacaste a bailar, ¡Y qué buen mozo eras!… ¡Ay pero qué zalamero! — Amelia se ocultó tímidamente la cara entre las manos — ¿Que si quiero bailar? ¿Y qué pensarán el resto, viéndonos bailar con una canción de la radio? — Dijo mientras se levantaba con elegancia de la silla.

La señora Amelia se levantó de la silla. La falda, larga y negra, rozó suavemente el suelo, dejando ver con el movimiento unos tobillos hinchados y unas piernas con varices. Pero ella no lo notaba. La gente de la mesa de al lado la miraba mientras ella, orgullosa, sonreía con una cara maltratada por la edad y una barra de labios mal puesta. Se colocó en el centro de la sala, y sus pies se movieron siguiendo el vals.

En la mesa, el enfermero recogió una taza vacía y un café frío.

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8 comentarios

  1. 1. lunaclara dice:

    Hola! Creo francamente que tu relato es genial. Yo habría alargado un poco más la última frase, la de ese gran giro final, por decirte algo, pero así tal cual está fantástico y la señora es divertidisima.

    Siempre es un placer leerte. Felicidades!!!

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 21:47
  2. 2. beba dice:

    Yo concuerdo con lunaclara en valorar la calidad de tu relato.Mantiene un suspenso raro, porque está haciéndonos creer que es un “problema de pareja”como otros tantos.Bien narrado. Claro. Y de pronto, el viraje a la viejita sola y el enfermero, es impactante…
    Felicitaciones

    Escrito el 28 marzo 2015 a las 23:42
  3. 3. Aradlith dice:

    Lunaclara: con la discusión quise reflejar la típica pelea de enamorados que matan así su tiempo, pero que tampoco discuten por hacerse daño. Desde dentro estas discusiones pueden parecer serias, pero desde fuera… jajaja me alegra haber transmitido correctamente lo que quería ^^.

    Beba: como le dije a Lunaclara más que como un problema de pareja lo que quise reflejar era una discusión cotidiana de enamorados, algo menos serio y más entrañable, haciendo de Spilberg: apelar a los sentimientos.

    ¡Gracias por vuestras opiniones, chicas!

    Escrito el 29 marzo 2015 a las 10:23
  4. 4. Fabián dice:

    Muy buenas Aradlith

    Relato muy ingenioso que pilla por sorpresa.

    •Forma

    Aún solo conociendo una parte de la conversación se entiende el diálogo completamente gracias a las respuestas de Amelia.
    No he encontrado problemas de puntuación que me hiciesen tropezar ni nada por el estilo, la lectura es muy fluida y rápida.

    •Contenido

    Siempre disfruto cuando los personajes hablan con naturalidad, con expresiones que se las podrías oír a una persona real y no sacadas de películas. Considero que es lo que le da personalidad a los personajes, y Amelia desborda personalidad.

    No creo que haya que ampliar el final esa frase corta lo dice todo, extenderse sería innecesario y no creo que aporte mas fuerza a la sorpresa.

    Buen trabajo compañera

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 11:41
  5. 5. Diego Manresa Bilbao dice:

    Me ha gustado Aradlith.
    Me parece que la protagonista habla de manera muy natural y esta muy fluido, pero, no se por que, me imaginaba, lo que iba a pasar, no me ha sorprendido el final…
    Sigue asi!!!
    Nos leemos!

    Escrito el 31 marzo 2015 a las 22:42
  6. 6. Aradlith dice:

    Fabián: gracias por tu comentario tan trabajado, justo este mes he recibido solo dos, el tuyo podría contar como el tercero, jajaja
    Diego: no está mal que te lo hayas imaginado, intenté dejar pistas a lo largo del relato, tu las seguiste y ya te oliste el pastel 🙂
    Me alegro que os haya gustado, chicos, gracias por vuestros comentarios!

    Escrito el 2 abril 2015 a las 08:27
  7. 7. Anoide dice:

    Ay… Estuve todo el rato pensando que algo raro había, que no podía ser tan sencillo todo. Y aun así, el final me sorprendió. No era lo que yo esperaba, y me ha encantado. Solo que me da un poco de pena Amelia, tan poderosa en su imaginación, y tan frágil en la realidad. Pero quizás ella sea feliz viviendo en otra época, discutiendo con su pareja y solucionándolo luego con un baile. Es entrañable.

    Aparte de eso, me ha parecido ágil, de fácil lectura y muy divertido. Me encanta el lenguaje tan natural que usas porque hace a Amelia una persona mucho más cercana y real. Todo un acierto.

    Felicidades 🙂

    Escrito el 2 abril 2015 a las 17:11
  8. 8. KMarce dice:

    Saludos Araldith, ¡Ay la demencia senil! Doy gracias que en mi familia pese a ser longevos no han llegado a ese punto, apelaré a esperar tener los mismos genes.
    Me uno a las felicitaciones, porque es un relato tierno, pese a la tristeza de esa realidad para muchos ancianos, ella vive en su mundo en donde ella lo gobierna a su manera, así que podemos decir que ha escogido ser feliz.
    Simpleza en el lenguaje, fácil lectura. Muy acertada en muchos sentidos.
    A mejorar, detallitos que pueden hacerlo relucir, porque la creatividad es innata, pero la gramática tiene reglas.
    *Los números siempre se escriben en letras, únicamente cuando un número es insustituible por palabras, es una dirección, o es un número demasiado largo, se escribirá siempre a letra.
    *Evita la repetición de la “Y”, si la frase se entiende sin ella, mejor elimínala.
    *Todo lo que va entre ¿? ¡! iniciará siempre con mayúscula.
    *Alguna puntuación, sobre todo con el uso de las comas, sobre todo en la frase: “…divisar un sitio libre, y, a pesar de la poca ..”, aquí sobra una coma, o definitivo eliminar una coma y la y.
    *La oración de “el camarero servía las bebidas”, es una frase del narrador omnisciente, por ende “sabe” que no es un camararero, porque no es Amelia quien narra, sino un enfermero, para mantener el “suspenso” se puede sustituir por la palabra: joven.

    Son detallitos que pueden pulir muchisímo tu lindo relato.
    Nos leemos.

    Escrito el 13 abril 2015 a las 23:37

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