Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

LA MALDICIÓN - por Féli Eguizábal

Web: http://felieguizabal.blogspot.com.es/

LA MALDICIÓN

— «Pájaro seas y en mano de niño vivas» -dijo la mujer calé
Era adolescente cuando escuchó esas palabras. De la boca de una cíngara salieron con mala saña, con la que fue capaz de pronunciarlas, por negarle un pedazo de pan que él guardaba celosamente para comérselo con su hermano.
Las ignoró, no pensó ni un segundo en ellas. Siguió su camino y al llegar a casa, a la vera de la descascarillada mesa, los dos hermanos engulleron el pan duro que le habían dado al pasar por el viejo bar donde a menudo había ido a buscar a su padre.
Creció, y desarrolló su vida según sus cualidades y las congruencias que halló en el camino. No fueron pocos los problemas por los que pasó. Moldearon su personalidad y modo de ser, como pasados por el mejor crisol.
Se consideraba amado por su familia, por la que igual que por su hermano, daba su corazón sin reservas. Luchó duro pasando por diversos oficios y desiguales empresas. Mejoró su hogar más allá de lo que habían hecho sus padres. Sus hijos aprendieron y se formaron de forma precisa “para que no paséis por donde yo he pasado” -decía.
Ya en la madurez comenzó a realizar uno de sus mayores sueños. ¡Viajar! Y sin prisa pero sin pausa comenzó a conocer su país y los países de Europa más cercanos, “aquellos a donde pudiera ir andando” –indicaba.
Así, llegó a Sevilla. En la plaza principal, una sorpresa le aguardaba. Allí halló a una gitana que se ganaba la vida leyendo las manos de los viajeros, (echando la buena ventura). Nada más verla, la conoció. La había olvidado, nunca pensó en ella, pero, aquellos ojos avispados y llenos de vida se le habían clavado en su memoria. Se cruzaros sus miradas y volvió a recordar sus palabras. — «Pájaro seas y en mano de niño vivas»
¿Se acordaría ella de la imprecación con la que le maldijo años ha? No. Demasiada gente y muchas manos habían pasado por las suyas, y no era posible que se acordara. Pero él, -a pesar de no haberla ni siquiera considerado- le llegó a su memoria como una ráfaga de aire fresco. Le pareció su figura, vivaracha, menuda y alegre. Ya no parecía paupérrima y famélica. Ni mucho menos desesperada. Reflejaba una armonía duradera en la profundidad de sus oscuros ojos. Al escuchar como hablaba a sus parroquianos, comprobó que no los maldecía, sino que les predecía buenos augurios. Daba felicidad a las masas que la escuchaban a cambio de unas monedas.
Y, ahora, pensando en su pasado, comprendió que, de alguna manera, se habían realizado los deseos exasperados de aquella mujer. De forma inesperada, se consideró perseguido por sus ideologías, y recordó los sucesos por los que había pasado a lo largo de su vida. Si, recordó los años de dura faena, de cambios de empresas y dispares oficios que llegó a emprender, sufriendo a los ambiciosos empresarios que oprimían a los obreros, a cambio de míseros salarios. Si, ella lo adivinó, y por primera vez se afligió como un pajarillo en manos de un caprichoso chiquillo. Oprimido y moribundo.

—¿A dónde vas, foráneo? –escuchó su voz melodiosa.
— Acabo de percibir que su maldición hizo mella en mi y quiero cambiarla
— Nada impide que salgas del pozo de la sumisión. Ahora posees un periodo sosegado, después de las penurias sufridas. La esposa descansa en paz, los hijos han volado a sus nidos. ¿qué frena que avances hacia un lugar mejor?
— Me falla el coraje para reiniciar algo nuevo. No sé cómo hacerlo.
— Solo, ¡desealo!, y lo conseguirás, igual que ocurrió en el pasado.
— ¿Cómo lo sabes?
— Soy adivina, y muy buena. Deseas mi paz y yo no puedo proveerla, solo uno mismo puede conseguirla. Sigue el camino guiado por las emociones y deseos propios, nunca por los ajenos. Llegarás al final de los días inmerso en una aureola de felicidad como no lo imaginas.
— No poseo un mendrugo de pan pero puedo ofrecerle…
— No me des nada. Debo que agradecer que hace años no me lo dieras. Aquella hambre quejosa me condujo al hado de mi riqueza.
Conmocionado, creyó en sus palabras y marchó buscando un nuevo espacio que imaginó era del color del arco iris y se confirió de lleno a su ocaso.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

3 comentarios

  1. Para principiar la primera frase, si usas el sistema de guión largo no debes encerrarla entre comillas, estas se usan solo cuando el narrador esta haciendo una cita textual, de otra persona, o si vas a usar ese sistema que es inglés para señalar los diálogos no uses el guión largo que es el sistema Español. Hay algunas expresiones propias de tu región que están bien empleadas pero que no entiendo, porque soy de Guatemala, por ejemplo “Dijo la mujer calé” “cingara”; lo que te quiero explicar es que a la hora de escribir debes pensar a que publico quieres llegar si es solo al de tu región usa esos términos, pero si es a un público universal o no los usas, los suprimes por otros más comunes, o encierras entre paréntesis la explicación o significado de ese término, para que la gente lo entienda y no se tenga que tomar la molestia de acudir a un diccionario para buscar el significado, porque mucha gente dejará de leer tu obra antes de terminarla.
    Hay muchos años contados en el texto sin que ocurriera nada extraordinario por las palabras pronunciadas por aquella gitana, dice que al final de la vida se da cuenta de la maldición, pero yo como lector no se dónde esta la maldición porque su vida así como esta contada transcurre como muchas vidas, de manera normal; con penas y alegrías.
    Al final él se marcha a buscar otros horizontes, como cualquier persona que ya en la tercera edad esta sólo, pero yo como lector termine de leer y no vi en qué consistía la maldición.
    De todos modos lo importante es que participaste, que aceptaste el reto. Y que me gustaría leer algo más de ti en los siguientes talleres.
    ¡¡¡¡¡¡¡¡FELICITACIONES !!!!!!!
    LEE EL MIO ES EL 84

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 00:03
  2. 2. Leosinpirsa dice:

    Hola Féli, no dudo has iniciado el camino de la escritura y como nos pasa a todos, hay alguna cosa que me gustaria comentar de tu texto.

    (echando la buena ventura), esta encerrado entre paréntesis y yo creo no era necesario. No por ello le estas dando más fuerza a esa frase que si estuviera sin ellas. Además, los paréntesis tiene una función aclaratoria, que por el oficio de la gitana que mencionas, ya se le supone.

    Y por otra parte, es como te dice el compañero Angel Gabriel, la maldición de esa persona consiste en haber vivido una vida como las de las demás personas, con sus penas y alegrias, y solo el peso de lo que cree una maldición, le impide mejorar en lo que sería un nuevo comienzo.

    No puedo por menos felicitarte también por participar y no dudo en un futuro, leamos interesantes textos por tu parte. Fondo no te falta, así que deja brotar tu imaginación y dale rienda suelta.

    Un saludo.

    Escrito el 5 mayo 2015 a las 11:13
  3. 3. Féli Eguizábal dice:

    Saludos cariñosos para Ángel Gabriel y Leosinpirsa.
    Mis dos primeros comentaristas, en este magnífico taller de escritura.
    Lo primero que tengo que hacer es, pediros disculpas por tardar tanto tiempo en contestar. Es muy, muy cierto que no os había visto hasta hace unos días que entré a leer más relatos. Mi tiempo es limitado y tengo que hacerlo poco a poco, aunque esto no es excusa.
    Ángel, tienes razón con el comienzo. No debí poner el guión largo puesto que se trata de una cita de otra persona. Las expresiones y palabras regionales las utilicé como sinónimos intentando evitar la T (requisito del ejercicio) seguro que me podía haber esforzado más y encontrar otras más apropiadas y conocidas por todo el mundo. Y veo que también le falta algo al relato que marque más la maldición (tema principal). Te agradezco que me hayas hecho ver las carencias que contiene. Por supuesto que leeré tu relato.
    También te lo agradezco a ti, Leosinpirsa. Sois realmente amables y me siento acompañada en el inicio de este camino tan difícil como gratificante. Seguiré participando y espero leer todos vuestros trabajos y los del resto de los compañeros.
    Nos leemos.

    Escrito el 4 junio 2015 a las 11:57

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.