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La maldición - por Pikadili

Corrían los primeros días de verano del dos mil uno. Acababa de iniciarme como corresponsal para una publicación especializada en sucesos paranormales: “Lo Increíble”; no era mi mayor ilusión, pero empezaba en el mundillo y no pagaban mal. Fue en esas condiciones, que llegó a mis oídos una lúgubre leyenda acaecida en los vergeles de la Vega Baja, muy cerca de la provincia de Murcia. Un lugar de limones, naranjos y pinos; un lugar de campo, bañado por el río Segura. Allí, me dijeron, vivía recluida una anciana, aislada del mundo por decisión propia. Según mi informador, aquella mujer había sufrido un pasado desdichado que la marcó de por vida. Y yo, que siempre he pensado que el arrojo es la mejor cualidad de la que debe hacer gala un joven ambicioso, decidí desplazarme a aquella localidad, para comprobar si el suceso era digno de una crónica en “Lo Increíble”.

La comarca del Bajo Segura era un lugar árido y verde. Llegué a casa de la señora después de conducir en círculos por numerosos campos y acequias, con el caluroso sol cegando mis ojos; era lúgubre y desoladora. Se alzaba en medio de la nada; vieja, con la fachada blanca casi desconchada. Dos higueras defendían el umbral, concediendo algo de sombra. Llamé a la finca con decisión, sin saber que ocurriría luego. La anciana me recibió desconfiada, y acabé dándole mil explicaciones sobre el porqué de mi presencia. “No puedo dejarle pasar”, decía ella sin parar. Era una vieja horrenda y encorvada, de nariz prolongada y enormes ojeras. Sobre su boca lucía una enorme y peluda verruga que no podía dejar de mirar. Al final, la mujer accedió a la demanda cuando mencioné mi publicación.
Era palpable que aquella señora llevaba muchos años sin relacionarse con un ser humano. Sus modales eran los de una niña, y su vocabulario pobre y campechano. Me condujo a la cocina, dónde me sirvió un café frío que, como mínimo, llevaba hecho varias horas. Habían enredos en cada esquina de la casa; era obvio que sufría síndrome de Diógenes. Nos acomodamos en una enorme mesa de roble, y le expuse mis deseos de conocer su vida e infancia:

– Sólo lo que mejor recuerde -dije con mi voz más cándida-. Hay una leyenda al rededor de su persona y la razón de su reclusión, ¿sabe?.
– Las personas hablan demasiao' -reflexionó; su voz era ronca y desagradable-. Supongo que vendrás por lo que pasó cuando yo era una cría.
– Sí. Me dijeron que ha sufrido mucho… -respondí comprensivo, procurando no fijarme en su horrible verruga.
– “Sucedió hace ocho décadas por lo menos; yo era jovencica, una niña. Eran buenos años… -Su cabeza pareció viajar a un lugar lejano-. Cerca de mi vieja casa, aislá' del pueblo, había una chabola en la que, según muchos vecinos, vivía una bruja cíngara muy anciana. Una de verdad, ¿comprende?. Incluso se rumoreaba que había fornicado con el diablo en más de un aquelarre -Carraspeó-. Ocurrió que una mañana, iba yo en mi bici y pasé al lao' de su caserón. Ya se veía humo desde lejos. Pero, por azar, sólo yo me acerqué… cuando llegué, la casa de la bruja ardía; el fuego consumía cada rincón. La pobre mujer, que buscaba una forma de salir de aquel infierno, reparó en mí enseguida. Me pidió ayuda desesperada, pero yo no la hice caso… y me marché, pedaleé lo más rápido que pude. Cuando le dí la espalda, la anciana chilló algo: una maldición. Nunca lo olvidaré… Al llegar a casa, mis padres habían desaparecido; nunca se supo nada más de ellos. Días después, lo mismo ocurrió con mis amigos y familiares más próximos. Y lo comprendí… era mi pena por no haber ayudado a la vieja…”
– Por eso vive sola… -concluí anonadado-. Quien se le acerca, desaparece… ¿Me equivoco?.

Me despedí de la señora y volví a casa con una sensación rara en el cuerpo. ¿De verdad era posible?. Escribía en “Lo Increíble”, así que se suponía que creía en la brujería y esas cosas; pero… ¿podía ser real?. Aún dudo.

Acabo la crónica pensando que hay algo que se me escapa; algo en lo que no he reparado. Esa sensación me acompaña desde aquel día: la sensación de que las cosas van mal. Espero, acobardado, a que ocurra: desaparecer sin más, sin que quede nada de mí. Quizás sea un crédulo y solo sean manías mías. O quizás… quizás debería esconderme lejos unos meses…

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20 comentarios

  1. 1. ILLARGUIA dice:

    Me parece un buen relato aunque le falta pulirlo como a un diamante, por ejemplo no puedes llamar a la puerTa, por lo tanto “golpeas una aldaba” en lugar de llamar a la finca. Los personajes creo que ganarían credibilidad si les pusieras nombre, me dirigí al caserón de la vieja. o la bruja de la Vega Baja, le llamaban la Romana, por ejemplo. Estas maldiciones, modelo The Ring, de desapariciones encadenadas son realmente preocupantes… Creo que poco después desapareció el periodista, y la publicación.
    Saludos.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 19:58
  2. 2. Cesar A. Martin dice:

    Hola Pikadili, buen relato y el reto de la t lo has salvado con ingenio. Me quedo con la presentación, planteas muy bien la historia y nos incitas a seguir al protagonista en su reportaje.
    Un saludo.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 21:47
  3. 3. Diego Manresa Bilbao dice:

    Buena historia Pikadili, aunque hay algun fallito a mi pesar, como lo de “caluroso sol” que queda repetitivo, “un lugar arido y verde” no pega, “alrededor” va todo junto…
    Por lo demas, una historia que en su simpleza tiene su potencia…
    Sigue asi!!!

    Escrito el 28 abril 2015 a las 23:47
  4. 4. KMarce dice:

    Saluo´s Pikadili, gracias por pasar por mi relato y tus comentarios.
    Te diré que me gustan mucho los misterios, sobre todo esos que nunca sabes si son o no realidad, sino hasta que pasan.
    Me ha gustado la curiosidad del personaje del reportero y que la pobre anciana después de tanto, quisera tener una compañía y hablar. Quién sabe, por compartir una taza de un café vencido, sacrificar a alguien vale la pena.
    Me agrada que la decisión sea nuestra, si se cumple o no el decreto.
    La forma me parece muy bien llevada, empieza con una interrogante y concluye con otra.
    En materia gramatical, ya te han dado algunos detallitos, que también noté. Recuerda que todo lo que va entre ¿?¡! siempre inician con mayúsculas.
    Te felicito por evitar las “t”, alguna penosamente la leería en mi mente con la palabra con T, como pensamiento, puerta y mente, pero ya manía mía. Yo traté de pasarla sin las Ts pero se le colaron algunas 🙁
    Como verás son detalles mínimos, tu historia me ha parecido “Muy Interesante” 😀
    Nos leemos.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 02:46
  5. 5. Paola dice:

    A mi también me ha gustado. Creo que si al final lo hicieras desaparecer de algún modo que él no lo notara pero los lectores sí, sería estupendo

    Escrito el 29 abril 2015 a las 18:32
  6. 6. Juana Medina dice:

    Ya te han avisado sobre los deslices que habrá que corregir. Me gusta lo que ya te han dicho: ” que la decisión sea nuestra”, por otra parte la sugerencia de Paola me parece excelente.
    Resumen: Creo que es una idea interesante que sin la presión del tiempo y de las T, bien vale la pena trabajar.

    Un abrazo

    Escrito el 29 abril 2015 a las 19:41
  7. 7. grace05 dice:

    Hola Pikadili: Gracias por tus comentarios en mi relato.
    El tuyo me pareció muy bueno. Ausencia de “T” con estilo. Una historia atrapante y un final con interrogación, “… quizás debería esconderme lejos unos meses…” , También es una forma de desaparecer.
    ¡Te felicito!!!!

    Escrito el 30 abril 2015 a las 00:19
  8. 8. Quique Crespo dice:

    Interesante historia, original. En un momento, cuando el suspense parece decaer al conocerse la causa de los males de la anciana, das un golpe de timón y trasladás esos males a quien se acerque a ella, o sea al narrador protagonista. Con esto lográs un buen efecto.
    Me gustó. Lectura ágil y amena.
    Lo único criticable: en el diálogo, la 2da intervención de la anciana es demasiado extensa, quizás hubiera sido conveniente que el corresponsal la interrumpiera en algún momento, con alguna pregunta o acotación, de manera de dar algo de dinamismo a la charla.
    Felicitaciones!

    Escrito el 30 abril 2015 a las 04:21
  9. Concuerdo en todo con los compañeros. Tienes una interesante historia con una maldicion escalofriante y con un reto cumplido. Solo tengo una pregunta: Desaparecen a otra dimension o como si nunca hubiesen existido? Puede haber cont.
    Tremendo relato.
    Felicitaciones y saludos.
    Por cierto, gracias por comentar mi relato.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 13:49
  10. 10. Adella Brac dice:

    He visto algunos pequeños fallos, pero ya te los han comentado (“árido y verde”, por ejemplo), por lo demás, la historia me gusta :)Atreverse sin la “t” es un gran logro en sí mismo 🙂
    ¡Buen trabajo!
    Un saludo.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 14:09
  11. 11. Chiripa dice:

    Hola Pikadili
    Primeramente, agradezco tu comentario a mi maldición y te felicito por haber cumplido el reto de este mes.
    La presentación inicial y el final me han parecido estelares y el planteamiento de la historia está bueno.
    Aqui hay algo que hace ruido: ….”Llegué a casa de la señora después de conducir en círculos por numerosos campos y acequias, con el caluroso sol cegando mis ojos; era lúgubre y desoladora. Se alzaba en medio de la nada; vieja, con la fachada blanca casi desconchada. ..”

    ¿Qué tal un pequeño enroque ? Como por ejemplo: …Se alzaba en medio de la nada, lúgubre, desoladora y vieja, con la fachada blanca casi desconchada.

    Te invito a revisar el texto y eliminar una que otra redundancia y falta de ortografía.
    Enhorabuena Pikadili

    Escrito el 30 abril 2015 a las 16:00
  12. 12. tavi oyarce dice:

    Un interesante relato que según mi punto de vista podría mejorar.
    Te hago llegar algunos de mis alcances:
    La expresión “Era una vieja horrenda “, podría eliminarse, porque a continuación hay una descripción y es el lector que debería imaginarla horrenda.

    La expresión ” como mínimo, llevaba hecho varias horas” no tiene importancia en el cuento, así si lo eliminas, la trama no sufrirá ningún cambio.

    El autor dice ” Cuando le dí la espalda, la anciana chilló algo: una maldición”.
    Aquí hay una incongruencia o escucha algo o escucha una maldición. Yo eliminaría la palabra algo y el asunto queda arreglado.
    Para el final adhiero a lo que recomienda Paola.

    Lo demás mantiene un buen ritmo y un tono adecuado. Dale un vistazo a la raya y el guion.
    Saludos

    Escrito el 30 abril 2015 a las 20:00
  13. Buenas Pikadili

    Muchas gracias por tus comentarios en mi relato. Tu relato me ha gustado mucho, sobre todo el principio, donde logras creas esa atmósfear de misterio y das ganas de seguir leyendo para ver que pasa.

    También pienso que esta historia podría haber quedado mejor de ser más extensa, pero bueno, ya se sabe que el tope de 750 palabras limita mucho.

    Hay una duda que me quedó, ¿por qué huye la anciana en bici y no ayuda a la bruja?, no hay reacción por su parte que explique el porqué, simplemente la ve y se va.

    Una cosa, el punto y final después del interrogante no hace falta, ya lo lleva la interrogación.

    Saludos

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 09:56
  14. 14. Margarita Graña dice:

    Me gusta la historia y la descripción de la bruja y el entorno. Coincido con los comentarios anteriores, salvo que hayas querido usar un oximoron, lo que a mi me gusta mucho, cuando dices árido y verde. Lo de caluroso sol o lúgubre y desoladora, por ejemplo, me recuerda al consejo que dice si una palabra describe algo, no uses dos.
    Respecto al final, la sugerencia de Paola es seductora, aunque previsible, tal vez una vueltita más y quedaría perfecto.
    saludos

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 10:30
  15. 15. J.Sfield dice:

    Hola Pikadili,

    una historia con mucho potencial, me gusta. Sólo queda pulir alguna cosilla, como ya te han comentado. Vigila también la puntuación en los diálogos.

    Saludos.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 15:07
  16. 16. beba dice:

    Hola, Pikadilli:
    Felicidades por cumplir el reto.

    Genial el argumento.Supongo que la chica huye en su bicicleta porque le da miedo la vieja y su situación; aunque no parece temerosa cuando se acerca al incendio. Se me ocurrió que, volviendo, el periodista vea por el espejo que le está saliendo una verruga… Ja, ja, ja.
    Comparto las sugerencias que te han hecho acerca de puntuación, ortografía y detalles complementarios de información.
    Felicidades.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 17:05
  17. 17. Lena dice:

    Estupenda historia. Tema muy acertado para el tema propuesto. Considero que consigues acercar la historia mucho al lector situándola en un punto concreto, describiendo la zona y expresando en el lenguaje de la mujer el habla típica. Buen ritmo de lectura y escrito con mucho estilo.

    Te felicito, saludo y nos leemos!

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 18:36
  18. 18. Beranga dice:

    Gracias por tus comentarios a mi escrito.

    Me gustó tu historia. Llama la atención cómo en tan pocas palabras haces tan buenas descripciones, me sentía en la casa con la vieja.

    Saludos,

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 18:51
  19. 19. José M Quintero dice:

    Hola Pikadili.
    Me gusto tu historia.
    Durante el relato planteas interrogativas que te incita a seguir leyendo, me gusto el final abierto, porque es uno mismo el que decide si la maldición funciona o no.Las descripciones de los personajes esta bien.
    Creos que debes revisarlo y seguir los concejos que te han dado para pulirlo.
    Aun así es muy buena historia.
    Saludos.
    Te invito a comentar el 58.

    Escrito el 3 mayo 2015 a las 06:48
  20. 20. Leosinpirsa dice:

    Hola Pikadilli.

    He de reconocer que estaba esperando al final, ver al personaje gritando desconsolado mientras veía desaparecer su cuerpo y su propia consciencia. Y me quede un poco decepcionado al no verlo arrebatado de desesperación, jaja :), esto es broma. Pero no hubiera quedado mal.

    Por el resto, una interesante obra que se lee con entretenimiento. Un saludo e interesante que hayas intentado el reto de las dichosa “t” con bastante soltura.

    Escrito el 5 mayo 2015 a las 11:24

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