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La Maldición - por Verónica Cervilla
Web: http://www.vcervilla.com/
—Este no es un lugar común, aunque está lleno de gente corriente —comenzó a decir aquel viejo extraño desde el improvisado y maltrecho escenario—. Os aconsejo mantener vuestra vista al frente y evitar tanto izquierda como derecha. Podríais encontraros con cualquiera aquí, desde el borracho de la taberna hasta el alcalde del pueblo, algún conocido, familiar… No nos hacemos responsables de las decepciones de nuestros clientes —soltó una carcajada que resonó en la oscura estancia—. Todos acaban pasando por aquí, aunque no conseguiréis que lo admitan en voz alta. Las paredes tienen oídos, ya sabéis. Los rumores han traído a algunos de vosotros, las recomendaciones de conocidos a otros y la curiosidad a la mayoría. Tranquilos, sabemos guardar un secreto —Su sonrisa se tornó aún más siniestra—. Supongo que estaréis impacientes por que comience la noche y, sin embargo, dentro de unas horas estaréis impacientes por que termine, pero antes dejadme situaros —Un foco lo iluminó sólo a él y a su cara pálida—. El primer caballero que cruzó las puertas fue Harald el cruel, el soldado más valiente del ejército del rey. Tenía orden de derribar estos viejos muros y apoderarse de estas tierras. Con esa idea en la cabeza, se adentró en sus habitaciones hasta que llegó a ésta en la que nos encontramos. Fue entonces cuando escuchó una melodía que provenía de la cortina que veis detrás de mí; el sonido lánguido de un violín. Gritó varias veces preguntando quién había ahí hasta que una melancólica voz femenina respondió, pidiéndole que se marchara antes de que fuera demasiado tarde. El soldado, empujado por su ego, instó a la mujer a que saliera, amenazándola con atroces torturas si no obedecía, a lo que ésta volvió a responder advirtiéndole de que el precio de su deseo era alto y que, una vez satisfecho, no estaba en sus manos deshacer las consecuencias. El soldado insistió con más ahínco si cabía, empuñando su espada en señal de advertencia. Lo prohibido tiene ese poder sobre nosotros, ¿verdad? —Se dirigió a los oyentes, de nuevo con una expresión perversa—. La puerta se abrió despacio y la mujer apareció de entre la gris oscuridad. El soldado jamás regresó a su puesto en el castillo. Nadie supo que había ocurrido, o al menos, nadie que haya sido capaz de contarlo. Quizás podamos salir de dudas esta noche ¬—Comenzó a oírse una música que produjo una exclamación de asombro entre los presentes—. Ahí está, el violín nos anuncia su llegada. Es el momento de que los de voluntad débil se marchen mientras los valientes permanecen. ¿O era al revés? ¡No lo recuerdo! —exclamó de nuevo con una sonrisa burlona. Nadie hizo el más mínimo gesto para abandonar la estancia—. Vaya, un público temerario esta noche. ¡Cerrad las puertas! —gritó—. Se me olvidó un pequeño detalle. Una vez cerradas, ya no se pueden abrir. Esta memoria mía cada vez está más rebelde. Preparaos para presenciar algo que muchos han visto y pocos han podido contar. —Tiró de la cuerda que colgaba para que se abriera la cortina y desapareció haciendo una reverencia a la vez que gritó—: Bienvenidos a La Maldición.
Hola 🙂
Es la primera vez que comento un cuento en esta página. El cuento está muy bien, solo me confundí al final. Es que dice que desapareció haciendo una reverencia y gritó. ¿Hizo todo al mismo tiempo? 🙁
¡Hola! Me ha gustado mucho tu relato. Consigues crear una atmósfera inquietante que va envolviendo al lector y lo atrapa. De alguna forma, está claro que lo que viene a continuación es una especie de espectáculo, pero la cuestión es para quién…
Tu escritura me ha recordado un poco a Stephen King, por cierto. Y eso me gusta.
Hola Elizabeth,
Quizas debi cambiar el orden de las acciones y decir “hizo una reverencia, grito y desparecio”. Quise dar a entender que es el maestro de ceremonias en la historia
Carla,
Muchas gracias! Eso de que te recordara a Stephen King me ha hecho mucha ilusion, pues es uno de mis escritores favoritos. Me alegro de que te gustara
Buenas ! Te encontré ! jaja, estás muy cerca del mío.
Me ha enganchado desde el primer momento este relato. Como te dice Carla, creas el ambiente y la expectación. Eso te quedó muy bien. Realmente no sabía que iba a pasar al final. Me gustó mucho el ambiente que va cogiendo como a terror o que sabes que algo va a ocurrir al final con esos pobres que están ahí.
He notado mejoría en tu descripción de ambiente en este relato, y eso es muy bueno.
Gracias! Ya leí el tuyo 😉
Me gusta saber que he logrado hacer que entréis en el ambiente siniestro que pretendía con el relato 🙂
Misterioso relato.¡Me encanta! Y me gustaría saber en qué consiste la maldición.
¡Te felicito!
Gracias!! Tengo pensado ampliar el relato, pero te doy una pista: es un cabaret. Nos leemos!
Hola!
Yo fui una de tus comentaristas. Me gustó mucho este relato! Pasate por el mio y dame tu opinión!
PIERINA
Una propuesta interesante para el reto del mes.
Déjame felicitarte por hacer uso correcto de los guiones largos, tanto de inicio como los narrativos, yo siempre tengo “pereza” de tener que escribir el Alt 0151 para los narrativos y uso el guión corto, pese a saber que es incorrecto. Después lo cambio, me digo.
Quizá siendo un monologo, lo he sentido un poco pesado de forma visual, porque al mismo tiempo, al continuar la narrativa al menos yo, tiendo a pensar que debe ir al inicio de una línea, (es decir, que los diálogos deben siempre iniciar al lado izquierdo), pero como explico es un monologo, y con este relato me ha dado una enorme curiosidad por saber cual será la forma correcta de escribirlo, porque su estructuración no la sé honestamente.
Sigue adelante. Nos leemos.
Muchas gracias!! No tenía claro si separar la narrativa o hacerlo continuo, y opté por esto último. Me apetecía probar algo nuevo para este reto. Un saludo 🙂