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La maldición - por Robert D. Walt

Web: http://pineapplegame.blogspot.com.es/

-Encerrados.

-Lo sé, John.

-Hay demasiada nieve no podremos salir.

-Lo sabemos, John.

-Moriremos congelados si nadie viene.

-Calla, John – Dijo Laura, observando la pared blanca que cubría el refugio – en vez de pensar así de mal deberías ayudar a los demás a hacer un fuego, ¿no es mejor?

John arqueó una ceja.

-¿Para qué?

Laura se giró y fue a explorar el piso de arriba del refugio para buscar algo con qué abrigarse. Eran quince personas aisladas en una casa en medio de una avalancha.

Subía por las escaleras en silencio, sola, como guía era responsable de la vida de esas personas. Llegó al pasillo de arriba. Solo había oscuridad, deseó que hubiese un poco de luz.

En el piso de abajo los gemelos consiguieron encender el fuego y la sala se iluminó, con un aire hogareño, muy acogedora. Era raro, pues hacía un poco, el refugio parecía abandonado y sucio. Pero eso ya daba igual, las personas se relajaban, dejando de lado el miedo a no salir de allí.

-¡Comida! – Exclamó un hombre desde la despensa – ¡Hay comida! ¡Y mucha!

Cinco segundos después volvió con las manos llenas de conservas y varias provisiones más. Se hizo un corro alrededor de aquella comida, como si la alabaran.

-Hay mucha más, nos llegaría para sobrevivir aquí días, incluso un mes si la racionamos bien –Explicó el hombre. Suspiraron aliviados al oír aquellas palabras.

-¿Qué os hace pensar que vendrán en menos de un mes? – Dijo John a la vez que encendía uno de sus cigarrillos en la chimenea.

Se quedaron en silencio y le miraron con desprecio, culpándole de robarles la esperanza y aguarles la felicidad. Nadie pudo decir nada, pues en ese segundo llegó Laura.

– ¡Algo para abrigarnos! – Dijo alegre, aunque en su voz había un deje de nerviosismo – He bajado una capa para cada uno, pesan mucho, espero que lleguen.

Cada uno cogió su capa agradecido, Laura se acercó a John para dársela, pero con esa excusa lo alejó un poco de los demás.

– No he bajado una para cada uno…

– ¿Qué quieres decir Laura? Si a alguien quiere puedo ceder la mía – Dijo John confuso – Espera, ¿Pero no hay más? ¿Es porque pesan? Puedo ayudar a…

– No, no, no… no es eso – Dijo Laura perdiendo la paciencia, negando con la cabeza – Bajé una para cada uno porque había quince. Solo quince.

– ¿A ver, y que quieres decir con eso?

– Que es muy raro, además, el piso de arriba se divide en seis, en cada espacio hay el número de camas necesario para cada grupo de personas. Familiar, pareja, individual…
Miraron a su alrededor. Una pareja joven, una de ancianos, una pareja con dos hijos gemelos, y una madre con dos niños pequeños, se dividían las provisiones y charlaban alegres, como si no hubiera nada de lo que preocuparse. Incluyéndose a ellos mismos eran seis divisiones.

-Vale, no crees que sea una coincidencia – dijo John despacio como asimilando la información.

-Eso es –Laura bajó aún más la voz- muchas personas se han perdido por aquí, es difícil sobrevivir con la nieve, por eso se relaciona que mueran con los problemas hallados por el camino hacia aquí, pero… ¿y si no es el camino?

-¿Insinúas que es la casa? – dijo John incrédulo- imposible… no, perdona, es de locos.

Se alejó de Laura riendo a carcajadas para ir a coger su ración de comida. Laura se puso furiosa. Ella sabía lo que había arriba, la organización del lugar como pensada para ellos… Y lo peor, había luz. Arriba, la oscuridad le impidió ver y la bombilla se encendió. Sin más.

No pudo consigo misma, debía sacar a las personas de allí aunque se arriesgase a morir de frío fuera. En un arranque de ansiedad quiso irse, pero se dio de lleno con una pared de nieve.

-¿Qué haces? Cierra ahí, Laura- dijo el padre de los gemelos.

-Sí, hace frío – añadió un niño.

-Debemos irnos – replicó Laura haciendo caso omiso – ¡No podemos quedarnos aquí, moriremos!

-¿Por qué? No queremos – dijo la madre de los niños.

-¡Eso! –La corearon.

-Aquí hay comida y fuego –explicó el anciano- es un lugar de ensueño para resguardarnos.

La miraban con los ojos apagados, sin saber que habían caído presas de la maldición del lugar. Se oía la risa de John, más lejana cada vez… Laura recordó que nunca le había conocido fuera de aquel lugar.

Se había acabado el juego.

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13 comentarios

  1. Hola Robert.
    Fuí una de tus comentaristas y como ya te comenté, me encantó!
    Felicidades!
    Un saludo.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 12:38
  2. 2. Carla dice:

    Hola Robert,
    me ha gustado tu relato, su atmósfera inquietante. ¡Están atrapados pero todavía no lo saben! ¿Qué ocurrirá cuando se acaben las provisiones? ¿Aparecerán más? ¿Tiene la casa pensado jugar con ellos a las muñecas o va a cargárselos uno a uno??

    Escrito el 28 abril 2015 a las 16:54
  3. 3. PAULATREIDES dice:

    Muy buena la recreación del ambiente. Me quedo atrapado con el grupo y pienso como van a morir. Porque seguro que mueren…
    Fantástico el relato.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 17:08
  4. 4. ome tecpatl dice:

    La idea es muy buena como para convertirla en novela. Felicidades!

    Escrito el 28 abril 2015 a las 20:38
  5. 5. Julieta Ortiz dice:

    Excelente historia, me agrada ese ambiente de incertidumbre cómoda, con la calidez de seguridad la casa o el mismo John los atrapó. Noté que tomaste el reto de la “t”, felicidades, conseguiste redactarlo bien. Buen trabajo, nos leemos.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 21:31
  6. 6. Julia dice:

    Hola.
    En gusto mucho tu relato. Se siente la incertidumbre y esa intriga del lugar. Muy bien logrado. Felicidades y nos seguimos leyendo. Saludos.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 06:52
  7. 7. mondregas dice:

    Buena historia y bien recreada. la tensión entre la certidumbre de la mayoría ignorante y el desasosiego de quien descubre lo que pasa. Me gusta mucho

    Escrito el 29 abril 2015 a las 08:48
  8. 8. Helena Sauras dice:

    Me ha atrapado la atmósfera del relato. Muy bien recreada. Intriga, suspense y al final… ese final que te deja en un punto álgido. Excelente en mi opinión. ¡Felicidades!

    Escrito el 29 abril 2015 a las 15:31
  9. Me ha gustado la historia, muy intrigante y sin ninguna T. El reto opcional superado y era francamente difícil hacerlo.
    La historia se va desarrollando perfectamente hasta que te notas atrapado, casi como los protagonistas y el final me encantó.
    Felicidades.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 18:13
  10. 10. marazul dice:

    Hola Robert
    He empezado a leer tu relato y me ha atrapado, como a tus protagonistas. Transmites esa sensación de angustia con una buena narración. Una situación de catástrofe de las que enganchan.
    ¡Enhorabuena! porque has conseguido intrigarnos con el final……¿continuará?
    Un saludo

    Escrito el 29 abril 2015 a las 22:33
  11. 11. grace05 dice:

    Buenisssimo tu relato. Me quedé como “embobada” leyendo. Me atrapó desde el comienzo. El giro final me pareció alucinante. “el miedoso de John el hacedor de la maldición”. Intriga y suspenso , una combinación preferida para mis lecturas.
    ¡Te felicito!!!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 30 abril 2015 a las 00:55
  12. 12. Dante dice:

    Hola Robert! Coincido con la opinión de todos mis compañeros. Es un excelente relato, muy bien escrito. Tiene un ritmo en general ágil y con gran manejo de los diálogos. A pesar de que no hay (en términos globales) muchas descripciones ni detalladas en exceso, has creado muy bien la atmósfera y el lector puede imaginar, “ver” esa casa y las circunstancias relatadas.
    Me parece muy interesante la opinión de ome tecpatl, y quisiera sumarme a esa opinión/sugerencia: si te interesa y te animás, este relato podría convertirse en una interesante novela.
    Por lo demás, me gustaría realizar un pequeño aporte personal, dirigido a resaltar el contenido del relato. Creo que éste podría ser leído como una “metáfora” en sí mismo o bien, se le podría dar un tinte filosófico, sociológico, psicológico o incluso político. La casa, podría significar una realidad (o la realidad), la nieve, un límite externo, y cada personaje podría jugar el papel de una corriente o modo de pensamiento. Muchos serán conformistas, o pensarán que no hay otra realidad que esa. Otro (John) aparentemente, desafía al límite y es un crítico de esa realidad en la que no quiere quedar atrapado. Pero sin embargo si no es el causante del estado de cosas, con sus aparentes “críticas” sólo consolida el statu quo. Y Laura es quien partiendo de esa realidad es la que indaga acerca de los límites, de las posibilidades (o imposibilidades) de salida y las consecuencias de esa realidad. Y es la única que se pone en lugar de los demás.
    En resumen, me ha gustado mucho y creo que es un relato que se disfruta como tal, que puede si el autor quiere convertirse en novela y que hasta podría ser objeto de un análisis desde la filosofía o de otras ciencias permitiendo interesantes interpretaciones.
    Felicitaciones, y espero seguir leyendo tus relatos.
    Saludos.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 01:51
  13. 13. A.E. Pole dice:

    Hola.
    Estoy de acuerdo en que es un muy buen relato, engancha desde el principio y el final algo incierto, si es John, si es la casa y John lo sabe, o simplemente no cree a Laura, te deja pensando.
    Si me permites, te diré algunos “fallos”, en mi humilde opinión.
    La frase: “pues hacía un poco,” lo cambiaría por: ” pues hacía poco”.
    No me queda claro si la bombilla estaba apagada o encendida.
    Y por último, ” No pudo consigo misma”, me suena mal, aunque imagino que suprimiendo “t”, era complicado.
    Por cierto, alabo que te unieras al desafío de las “t”, ha sido productivo, al menos para mí.
    Felicidades por tu relato y tu ingenio.
    Nos leemos.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 16:04

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