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La maldición - por Bego Asomadaalalocura

Web: http://www.asomadaalalocurarelatosyreflexiones.com

Había escuchado mil historias sobre maldiciones y leído cuentos, en cada película de Disney que había visto se hablaba de ellas, pero nadie piensa nunca que va a verse bajo su influjo; nadie… Es más, ¿quién iba a pensar, siquiera, en su existencia?
Cuando Esmeralda fue, como cada mañana, a despertarla ella ya estaba levantada, sentada frente al espejo de su tocador:
– Feliz cumpleaños, niña.- Dijo con cariño mientras besaba la parte superior de su cabeza.
– Mira, ya ha empezado.
– ¿El qué niña?
– La vejez, Esme, la vejez.- Respondió, sin mirarla, estirándose la piel de los carrillos.- Mira, aquí, junto a mi boca, ¿lo ves? Es como un paréntesis…
– Que cosas tienes, niña.- Contestó Esmeralda quitándole importancia, mientras salía de la habitación con la ropa sucia que había recogido del suelo.
– Maldita vieja.- Seguía ella, pero esta vez hablándole al recuerdo.
Hacía una semana que había estado con su amiga Cecilia de compras por el centro cuando se toparon con aquella mujer, tenía el pelo lleno de canas y estaba muy sucia, se acercó a ellas con la mano estirada, suplicando por unas monedas, llevaba los guantes cortados por los dedos y las uñas llenas de mugre. “Lárgate vieja” dijeron, la miraron con desprecio y siguieron su camino, pero ella pudo leerla los labios antes de marcharse “que una vejez prematura te pille de sorpresa”. Cecilia no se tomó en serio sus palabras pero ahí estaba ella, el día de su 20 cumpleaños, contando arrugas.
– Tonterías.- Se dijo y se marchó a la universidad.
Pero no desapareció de su mente, cada vez que pasaba ante una cristalera, frente a un espejo, al llegar el día, siempre repetía la misma operación. Y cuando Esmeralda iba a despertarla, como cada mañana, allí estaba ella, frente al tocador.
– Mira Esme, ¿la ves? Aquí en la frente.- Se señalaba.
Y cuando no era el entrecejo, eran las patas de gallo y si no el deterioro de la piel de sus manos… Pero los días pasaban y Esmeralda fue dándose cuenta del endurecimiento de la facciones de su rostro, incluso cómo una mañana, mientras enredaba su pelo en una de esas trenzas de raíz que, tanto le gustaban, pudo encontrar alguna que otra cana que procuraba enterrar en su negra mata de pelo.
– Sabes, he leído en internet que existe una maldición, que incluso hubo una condesa hace ya varios siglos a la que condenaron con ella, la condesa sangrienta la llamaban…
– Pero ¿Qué dices niña? Anda, anda no digas majaderías.- Intentaba consolarla.
– Si, si, majaderías…
Se fue dando cuenta también, al limpiar su habitación, cómo sobre el tocador el número de cremas anti-arrugas fue ascendiendo; con colágeno hidratante y regenerador, con células madre, de baba de caracol… Y cada vez que se anunciaba una nueva fórmula a los pocos días aparecía sobre la mesa. “Esta niña no está bien” se repetía para sí misma Esmeralda.
El otro día la sorprendió tiñéndose el pelo. “¿ves esto?” le había dicho el día de antes “Es una cana, Esme, ¡una cana!” Era una locura, todo aquello era una locura, tenía que serlo pero ¿acaso no era cierto lo que veían sus ojos?
Había empezado a faltar a clase y últimamente se le había agriado el carácter, huía de la claridad, hasta le gritaba cada vez que intentaba subir la persiana, y se pasaba las horas metida en internet buscando remedios.
– Esme, sabes qué Erzsebet Bathory, la condesa, en su guerra contra el envejecimiento se bañaba en sangre de chicas jóvenes.- le dijo una mañana mientras barría la habitación.
– Jesús, niña, que cosas tienes.
– ¿es que no me ves? – gritó, mirándola desde el espejo.
Esmeralda huyó de la habitación santiguándose. Claro que lo veía, pero ¿un baño de sangre? no quería ni pensarlo. Y se santiguó de nuevo.
– Organizaré una fiesta.- La oyó decir desde el pasillo.- Invitaré a las chicas de la uni, incluso a las que me caen mal, eso es… sobre todo a ellas. Y ¡tú me ayudarás!- Gritó de nuevo.
Pero Esmeralda no pudo con la presión y habló con sus padres, a los pocos días la ingresaron en un psiquiátrico “trastorno delirante con personalidad paranoide”, no quiso recibir visitas pero cuentan las malas lenguas que nada queda ya de la joven que cruzó un día esas puertas. Dicen, que a los pocos meses de estar allí ya parecía que superaba la treintena.

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19 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Menos mal que no creo en lo de las maldiciones!! Se le pone a una el pelo de punta.
    El relato está bien,lo único que te diría es que repasaras los tiempos verbales para mantener más concordancia entre ellos.
    Saludos

    Escrito el 28 abril 2015 a las 16:16
  2. 2. Aldo Brov dice:

    Hola Bego, gracias por pasar por mi relato, no se si nos conocemos de antes pero soy de los que comentan mucho… siempre intentando que sean positivos!

    Se me genero cierta confusión con los personajes, pues comienzas hablando de “ella” haciendo referencia a la protagonista y luego nos presentas a Esmeralda en la escena, quien llama al personaje protagonista “Niña”, en ese momento pensé que Esmeralda era su madre o su abuela. Pero luego nos dices que “Hacia una semana que habia estado con su amiga Cecilia”, si mal no entendi aquí el sujeto de la oracion, es decir “ELLA” es ESMERALDA, y Cecilia es la protagonista, que al principio es nombrada como Niña.

    Los principales problemas que detecto y que se podria mejorar, es la falta de claridad en algunas oraciones que terminan generando confusión, el ejemplo de los personajes es uno:

    Hay algunas oraciones que se pueden mejorar al ordenar los elementos que la componen mas prolijamente. Ej:
    “Habia escuchado mil historias sobre maldiciones y leído cuentos” (Dos oraciones, que no dejan 100% claro tu idea, yo podria preguntarme ¿cuentos leidos eran de maldiciones también o de amor?
    “Habia escuchado y leído miles de historia sobre maldiciones” (Una única oración, que expone la idea clara y sencillamente)

    Hay toda una explicación porque conviene que se escriba asi, que no quiero ponerme a exponerla, pero si la lees comparada con la original veras que suena mucho mejor.

    Una falta de unidad en la estructura, comenzando a contar algo y terminando en otra cosa diferente:

    1) Presentas a los personajes, de forma algo confusa
    2) Nos muestras la escena donde la maldicen introduciendo la trama 1 y sugiriendo que la protagonista se llama cecilia
    3) Nos dices que va a la universidad, y ahí deduzco que son compañeras de cuarto
    4) El personaje explica indirectamente a los lectores de que se trata la maldición. (Esta es la trama principal)
    5) Nos muestras una escena digna de una propaganda de cosméticos (Te enfocas en cosas que no son tan importantes para la trama)
    6) Se introduce a la historia una trama 2, la posibilidad de que la chica se vuelva loca como la condesa, y quiera bañarse en sangre.
    7) Repentinamente la chica se vuelve loca y la meten al manicomio.
    8) El narrador cierra la historia con especie de voz en off, dando cierre a la trama 2, pero olvidándose de la trama 1.

    recomendaria enfocarse solo en una escena, ejemplo: La chica despertando y viendose vieja, afectada por la maldicion. Mostrar su reaccion, desesperacion y finalmente dejando que se vuelva loca si quieres, pero asociado a esa primera idea. Tampoco le daria tanto protagonismo a Esmeralda.

    Espero que no te moleste mis comentarios.
    Saludos

    Escrito el 28 abril 2015 a las 16:39
  3. Hola Bego. Como siempre entre tú y yo que prime la sinceridad. Admito que no es de mis favoritos entre tus relatos, pero aún así no pierdes esa manera tuya tan personal de narrar. Me gustan los diálogos entre los personajes, parecen sacados de novelas como Entre visillos. Ese es tu estilo, no lo pierdas.

    Un gran saludo.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 20:21
  4. 4. Juana Medina dice:

    Creo que la idea de Aldo Brov sobre un envejecimiento repentino sería más efectiva. El lento envejecimiento no da par a una actual maldición. Envejecemos todos y el castigo hay que ir a buscarlo a la última escena del Paraíso terrenal.
    El estilo es encantador y cómo se va hilando la decadencia del personaje con la incredulidad o semi-indiferencia ajena, está muy bien.Buen trabajo. Un saludo

    Escrito el 29 abril 2015 a las 21:52
  5. 5. Adella Brac dice:

    La idea me gusta, sin embargo, el resultado sí parece un poco confuso. Faltan algunas comas, repasando eso y la estructura de las frases lograrías más claridad en el mensaje. Aldo te ha hecho una gran análisis, poco más puedo aportar yo.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 30 abril 2015 a las 10:39
  6. 6. J.Sfield dice:

    Hola Bego,

    sí, se hace un poco confuso el saber si la que sufre la maldición es Cecilia o no. Tampoco queda clara la relación con Esme (abuela, madre, tutora, niñera…), aunque no creo que afecte a la historia. Por lo demás, corrigiendo los pequeños fallos que ya te han comentado, me ha gustado la historia y tu forma de contarla.

    Un saludo.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 12:11
  7. 7. Margarita Graña dice:

    Querida Bego
    tu cuento es muy bueno, me hizo acordar a la escritura de Alice Munro! con eso te digo todo. Estoy de acuerdo en que no es sencillo de leer, jamás por ejemplo das el nombre de la protagonista. Pero no significa que sea confuso. Estoy en la cruzada por lectores menos perezosos!! Además no creo que la dificultad de lectura venga por el lado de la puntuación.
    Si quieres pásate por el mío que también es muy confuso
    Saludos!

    Escrito el 30 abril 2015 a las 16:02
  8. 8. Demetrio Vert dice:

    Hola Begoña. Es mi segundo més por aquí y la primera que comento un texto tuyo. Yo soy como Aldo, a quién no conozco. De mucho comentar porque lo hago con cariño y devoción. Muchas de las cosas que te quería comentar ya te las ha dicho Aldo. Lo ha hecho muy bién. De tu manera de escribir me gusta el que pasas a a la acción. En tu relato suceden cosas, muchas. No te pierdes en descripciones inútiles, salvo por lo de las cremas. la historia tiene presentación, nudo y desenlace. Pero confusos. Aldo te lo ha explicado muy bién. Cambias los tiempos narrativos, lo que produce confusión. No se trata de lectores perezosos, sino de claridad. Ejemplo: “El otro día la sorprendió tiñéndose el pelo. “¿ves esto?” le había dicho el día de antes “Es una cana, Esme, ¡una cana!””(Hasta aquí habla un narrador omnisciente, sin embargo, el que sigue, es un narrador-testigo en primera persona) “Era una locura, todo aquello era una locura, tenía que serlo pero ¿acaso no era cierto lo que veían sus ojos?”. Un narrador omnisciente hubiera dicho: “A esmeralda aquello le parecía una locura… pensaba que tenía que serlo… y dudaba de si misma. ‘¿Acaso no era cierto lo que veían sus ojos?’.” O Algo parecido. (El signo ” lo utilizo para encuadrar tús palabras).
    En cuanto a los signos de puntuación hay que cuidarlos. En la RAE puedes encontrar todo sobre estos; puntos, comas, guiones, rayas, minúsculas y mayúsculas precedentes y siguientes.

    Sinceramente creo que puedes y me gusta mucho tu forma de relatar. Yo tengo el mismo gusto. Si te pasas por el 181 lo verás y yo agradeceré tu lectura y comentario.

    Dicho todo lo anterior con el mejor cariño.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 19:21
  9. Hola a todos, gracias por pasar por aquí y por dejarme vuestros comentarios. En este texto he querido experimentar con otro tipo de narrador al que estoy acostumbrada y creo que, sobre todo en la parte final, me he liado un poco. Por lo demás estoy contenta, a pesar de los fallos, porque gracias a literautas me estoy animando a salir de mi “rutina literaria” (por llamarlo de alguna manera).
    Un saludo a todos y nos vemos en la escena 26!! 🙂

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 07:58
  10. 10. Peter Walley dice:

    Hola Bego,

    Me ha gustado mucho la idea, aunque quizás hubiese funcionado mejor si hubieses tirado por uno de estos caminos: el que te dice Aldo (envejece de un día para otro) u otro en el que no quede claro si verdaderamente esté envejeciendo o si se ha vuelto paranoica con la maldición. En cualquier caso es una buena historia, sigue por este camino.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 18:33
  11. 11. David Rubio dice:

    Hola Bego. Desde luego las películas de Disney no serán lo mismo, jeje. La historia me gusta. Esa joven de veinte años, que vive obsesionada con envejecer, que llega a perder la cabeza hasta plantearse semejante atrocidad. En cuanto a los problemas del texto coincido con Aldo. Sobre todo, la presentación de personajes. Te propondría un narrador en primera persona. Creo que es el que mejor se adapta a este tipo de personaje. Con esa voz, podrías llegar hasta a convencernos de la necesidad de ese baño de sangre.
    Un gustazo leerte, querida Bego.

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 00:49
  12. 12. grace05 dice:

    Me gustó mucho tu historia. Mantiene el suspenso y la tensión, El personaje viéndose de a poco cada vez más vieja, es el hilo conductor para que el lector “entre” en la trama y busque el final.
    Adhiero a los comentarios de los compañeros. Igual resulta ser una muy buena historia que me atrapó desde principio.
    ¡Muy buen trabajo!!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 20:02
  13. 13. José M Quintero dice:

    Hola Bego.
    Ya te han dicho varias cosas sobre tu historia, realmente me gusto la idea principal, tan preocupada por su imagen que termina poniendose paranoica y pensando atrocidades.
    Creo que para la revisión deberias definir mejor los personajes y los tiempos.
    Es una buena historia solo debes pulirlo más.
    P.D: Te invito a comentar el 58.

    Escrito el 3 mayo 2015 a las 04:07
  14. Poco puedo aportar ya pero solo dire que me parecia una buena historia, bien narrada. Hay algunas cositas que puedes mejorar pero son detalles. Admito que tambien me confundi con la cuestion de los personajes. Me lie un poco pero en general esta bueno el relato.
    Felicidades y saludos.

    Escrito el 3 mayo 2015 a las 14:39
  15. Correccion: es me parece no me parecia. Tienes una buena historia.
    Mala mia.

    Escrito el 3 mayo 2015 a las 14:40
  16. 16. Iracunda Smith dice:

    ¡Hola Bego!
    Es una historia muy interesante, aunque me hubiese gustado que se desarrollase más el final. Creo que sería más terrorífica si la protagonista hubiese desangrado a alguien… ya sabes que lo mio es la sangre!! jajaja
    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 14:05
  17. 17. beba dice:

    Hola, Bego:
    Me gustó muchísimo tu relato; no has hecho descripciones explícitas, pero los detalles sembrados durante el relato (edad, color del cabello, ocupación, nivel social, gastos que realiza) permiten que el lector imagine a la protagonista y a su aya, Esmeralda.
    Me gustó el ritmo del relato, y cómo se fue acomodando a la creciente locura; cómo alternaste agresividad y pasividad.
    En cuanto a la forma, coincido en que algunos episodios parecen necesitar más precisión, como la sub-historia de la condesa.Pero, al fin, es el pretexto para pensar en matar a sus jóvenes compañeras.
    También me pregunto si la lista de productos de belleza también está reflejando cómo crece la enfermedad de la chica.
    En resumen: coma menos, acento más, es un excelente relato.
    Felicitaciones.

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 20:31
  18. 18. Zelfus dice:

    Aparte de unirme a las voces de: 1. Me gustó el relato y 2. Podrías mejorarlo con algo de profundidad en las razones del personaje para enloquecer, creo que lo que más te servirá de mi parte es informarte que tu clasificación psiquiátrica dista mucho de la realidad. Yo hubiera dicho “Trastorno dismórfico corporal”, por ejemplo. Recuerda que tienes todo tipo de lectores y para ser verosímil necesitas saber más que el lector promedio del tema que estás tratando.

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 22:48
  19. 19. José Torma dice:

    Que tal Bego. Lo malo de llegar tarde es que ya poco puede uno aportar sin sonar a eco eco eco.

    A mi me gusto el tema, todos vivimos obsesionados por la vejez, lo admitamos o no jaja

    Lo de la confusion de personajes ya te lo mencionaron y lo del narrador tambien, asi que creo que somos afortunados de tener compañeros aqui que nos hacen concienzudo analisis y eso nos permite mejorar y poco a poco evitar este tipo de detalles.

    Felicidades

    Escrito el 5 mayo 2015 a las 23:14

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