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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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LA MALDICIÓN - por PABLO YEBES

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-Gracias a ti, José Manuel, por invitarme a tu programa, y buenas noches a todas las personas que nos escuchan.

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-Encantado, pero si me lo permites empezaré desde bastante atrás.

-…

-Pues mira, toda mi familia tiene una estatura normal, de hecho mis padres son bajitos, pero yo al nacer ya medía más de sesenta centímetros. En el colegio mi altura me diferenciaba de los demás y empezaron a llamarme “el patas”. Me sentía distinto y a veces marginado. Entonces el único deporte que practicábamos los chavales era el fútbol y yo era muy malo, no controlaba las piernas y era incapaz de regatear o dar un buen pase. Llegué a acomplejarme y mantenía una postura encorvada para destacar menos.
Al acabar sexto de bachillerato fui con mi clase a hacer las pruebas de reválida al Instituto Ramiro de Maeztu. Allí pasamos todo el día entre exámenes y momentos de espera. En uno de los descansos nos pusimos a jugar al fútbol en una pista de básquet. Un hombre vestido con chándal nos llamó la atención y nos dijo que si queríamos estar ahí debíamos jugar a baloncesto. Para muchos era la primera vez que pisábamos una cancha. Empezamos a hacer el tonto con el balón, pases, tiros al aro,… No se me daba mal. El mismo señor de antes nos dejó una bola reglamentaria, y nos enseñó la forma de agarrarla y botarla y algunas jugadas.
Por la tarde, cuando nos reunimos para volver a nuestro barrio, el hombre del chándal estaba con los profesores. Don Antonio me llamó y me dijo que ese señor pensaba que yo tenía aptitud para el baloncesto y me pidió el teléfono para hablar con mis padres. Ahí empezó todo.
-…

-Sí, es verdad, es un poco como la historia del patito feo.

-…

-Hice preuniversitario en el Ramiro y empecé a jugar en los juveniles. Después pasé al primer equipo a la vez que estudiaba Psicología. La temporada 80-81 fue tan buena que muchos fuimos fichados por equipos de mayor capacidad económica.

-…

-Pero fíjate, todos esos títulos, los podios y las medallas que acabas de mencionar, cuando termina tu vida deportiva, no son lo más importante. Mientras estás en activo crees que sí. Yo durante unos años tuve expuestos en el salón de mi casa todos los trofeos que iba ganando; pero, un día los guarde todos y ahora lo único que tengo, sobre un mueble, es una fotografía que nos hicieron a Emiliano Rodríguez a Pau Gasol y a mí, sin que nos diéramos cuenta. Parecemos un padre y un hijo que se ríen de una ocurrencia del abuelo.

-…

-Claro que sigo viendo a mis compañeros. Una de las mejores cosas que tienen los deportes de equipo es que haces un montón de amigos y que la competición no interfiere en esa amistad. De vez en cuando organizamos comidas, cada vez más comidas que cenas, en las que alguien ajeno se aburriría muchísimo porque siempre hablamos de lo mismo: baloncesto. Nos hemos prohibido comentar achaques y enfermedades.

-…

-Sí. Acabe la carrera y me he dedicado a la psicología desde que dejé el baloncesto profesional. Me especialicé en terapia para adolescentes. No te puedes imaginar el daño que se puede hacer a una persona que se está formando si se le inculca que ser distinto es sinónimo de ser inferior.

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-Yo tuve suerte. Me salvó el deporte, pero durante mucho tiempo pensé que mi cuerpo era una maldición.

-…

-Muchas gracias a vosotros, buenas noches y enhorabuena por el programa.

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2 comentarios

  1. 1. Leonardo Ossa dice:

    Pablo, el relato transmite un mensaje positivo que podría ajustarse a diferentes situaciones en la vida de una persona. El uso de párrafos tan separados es visualmente extraño, pero cumple con el cometido de marcar una diferencia.
    Un saludo.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 02:54
  2. 2. Job Peró dice:

    Si me he parado a leer tu relato ha sido precisamente por lo curioso de cómo has planteado su exposición. Las preguntas del entrevistador no son relevantes, siempre vienen implícitas en las respuestas, y si no es un protagonista, no vale la pena ni que aparezca lo que dice. Muy acertado, sobre todo cuando tenemos una extensión de relato limitada. Lo siento, no soy demasiado aficionado al Baloncesto, pero sí sé que los dos nombres que mencionas son de jugadores de verdad. ¿El protagonista quién es?

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 23:46

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