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La maldicón - por panda azul

— ¡Abel!—se escuchó un rugido pavoroso rompiendo en ecos al silencio.
Quien lo oyó en desespero corrió para socorrerlo, en el origen del sonido se hallaba Caín rodeado de ovejas que comían su siembra. El enojo hacia ver lo gruesa que era la vena de su cuello.
— ¿Cómo es que no cuidas el rebaño?—señaló con cuchillo en mano—. Mira lo que me han causado.
— ¡Perdón!—lloraba sin cruzar mirada.
—Ve mis manos—las pegaba a la cara de Abel—. ¿Crees poseer las lágrimas necesarias para reverdecer mi campo?—vociferaba.
— ¡Perdón!—su voz se quebraba.
—Aleja esas alimañas de mi campo, ahora mismo—lo veía con ira.
Abel dejaba un camino de lágrimas conforme ovejas arreaba, después que él las sacó, Caín se dispuso a resembrar su viña.

Llegó Caín cansado y mal humorado a casa.
— ¡Eva!.. Él—señaló a Abel con el dedo—. Dejó correr por mi campo a sus animales y ellos arruinaron mi siembra.
— ¡Hijo!—la suavidad en su voz desarmó a Caín—. La pasión con que riegas y aras el suelo es pulcra—llevó a Caín a su regazo—. Por ello el campo que cuidas es capaz de sobrellevar la peor de las plagas. El jardín que has sembrado sanará—besó su mejilla—. Eso lo veras mañana.
— ¿Y no dirás nada Abel?—preguntó Caín un poco más calmado.
— ¡Perdón!
Caín deseó correr y circular con sus manos el cuello de su hermano, pero la calidez con la cual su madre le abrazó y el sonido armonioso de su corazón hicieron desaparecer ese salvaje impulso.

La mañana llegó y los hermanos se fueron a sus labores. De la empuñadora del cuchillo de Abel y del arado de Caín una luz cegadora se desprendía, cuando la claridad fue normal en ellos se leía «hijo mío, ven a la sima». Abel fue a su corral seleccionó su mejor cría e hizo con ella un elegante platillo.
La mirada de Caín se clavó en la blancura de su campo, su siembra luchó contra la salinidad que quería asesinarla, algunas verduras se abrieron paso entre los gruesos diamantes blancos. Caín con la mirada en desespero corrió a salvó sus verduras y las acomodó en una bandeja, se puso en marcha.

En la sima y en presencia de ÉL los hermanos ofrecieron sus ofrendas. ÉL agarró primero de la bandeja de Abel y ÉL agradeció por aquella carne fina que degustaba, al coger de la bandeja de Caín no hubo reacción alguna. Ambos bajaron a casa, Abel hablaba, hablaba pero Caín solo lloraba. Caín ingresó primero y sin saludar a Eva se fue a esconder bajo la sabana.
— ¡Desgraciado sea mi hermano!—ahogaba su euforia en su almohada—. Quien con sus lágrimas saladas arruinó mi cosecha—hecho mar de lágrimas quedó dormido.

Al amanecer Abel con un poco de desespero buscó su cuchillo y no logró hallarlo, salió de casa explorando su memoria con la esperanza de saber dónde lo había dejado. Abel dormía bajo la sombra de un árbol, cuando el crujir de una rama al quebrarse le hizo abrir sus ojos de golpe. Sobre el cuerpo de él Caín con cuchillo en mano, observándolo con ojos de desquiciado, Abel le sonreía como enamorado, hipnotizado, aterrado.
—Hermano te doy mi corazón, confió en ti—. Caín brincaba de alegría cuando lo escuchó de sus labios.

Colocó ambas manos Abel sobre las manos de Caín y el cuchillo por ambos fue empujado, el pecho de Abel lloraba carmesí el cual corrió hasta el campo de sal de Caín y ahí su sangre se acumuló por los siglos de los siglos. Abierto el pecho de su hermano arrancó su corazón. El cielo despejado centró un haz de luz sobre aquellos hermanos y de éste descendió Él.
— El corazón en tu mano no puede ser desperdiciado—decía ÉL sollozando, cuando lo comía.

Adán corrió a la espalda de Caín y en ella clavó su lanza, la ingresaba, la sacaba siete veces en la espalda, pero Caín no sentía nada.

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3 comentarios

  1. 1. grace05 dice:

    Una historia bíblica de envidia, odio y venganzas entre hermanos. Fortísima. Cumpliste con el reto, pero no le falta fluidez y agilidad a la lectura. Esta bien estructurada y mantiene la tensión del lector hasta el final. Muy buena idea.
    ¡Te felicito!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 20:01
  2. 2. beba dice:

    Hola, Panda Azul:
    En lo argumental, has creado una excelente adaptación de la historia bíblica; me gustaron los detalles conque has interpretado la puja ancestral entre los hermanos.
    te aconsejo revisar todo el tema gramatical: la construcción de las oraciones;la puntuación. Estos factores dificultan el placer de leer una buena historia.
    Adelante.

    Escrito el 10 mayo 2015 a las 00:06
  3. 3. beba dice:

    Uuy, perdón; se me escapó la minúscula cuando acababa de poner el punto. Léase:Te aconsejo…
    Saludos.

    Escrito el 10 mayo 2015 a las 00:08

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