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La Maldición - por Janna30

Web: https://chicaredactorainspirada.wordpress.com/

Con pasos acelerados caminaba Marisol Bonnet hacia la puerta de entrada del avión. Llevaba puesto tacones negros, short de jean por encima de los muslos, camisa holgada blanca de mangas largas y lentes de sol. Su larga cabellera rubia se movía armoniosamente al ritmo de su caminar.

La aeromoza le señaló su asiento hacia la cola del avión. Caminó por el pasillo y las miradas de disgusto de los pasajeros se le clavaban por todo el cuerpo, claramente por el retraso que les había hecho pasar. «Me importa poco» pensó altivamente.

Llego a su fila y se sentó en la ventanilla. Al instante escuchó al piloto dar la autorización para el cierre de la puerta del avión y su discurso de bienvenida a los pasajeros. Mientras ella se colocaba el cinturón.

Comenzaron a moverse lentamente por la pista. Minutos después sonaron las turbinas y se inició el despegue. Observó cómo ascendían sobre la pista dejando atrás el aeropuerto y pronto los vehículos, los edificios y las carreteras no eran más que diminutas figuras.

Recordó que dos días antes el abogado de la familia había leído el Testamento de su madre, fallecida hacia 3 meses. Como último deseo de su madre Marisol debía conocer a sus parientes que vivían en una ciudad costera al otro lado del país llamada Puerto Escondido; además de quedarse con ellos 4 semanas, sin tarjetas de crédito, ni lujos. Marisol refuto indignada pero su padre la amenazó con desheredarla sino cumplía el deseo de su madre cuanto antes.

«Mi madre me dejó una maldición de despedida»

Imaginarse privada de sus lujos y vida pudiente no le hacía nada de gracia. Estar en un pueblucho desconocido con personas que olían a pobreza, por mucho que fueran sus parientes no lo soportaba.

Llegó a la conclusión de que su madre solo quería castigarla por ser tan vanidosa y con ínfulas de diosa.

Las fuertes sacudidas del avión sacaron a Marisol de sus pensamientos. Se oscureció el avión a pesar de que era pleno mediodía, las señales de advertencia se encendieron después de un pitido, y por los altavoces se oyó una voz femenina diciendo con toda serenidad:

— Señores pasajeros por favor permanezcan en sus asientos. Hasta que las luces de emergencia se apaguen.

Marisol volteó y a la mujer a su lado le corría sudor por la cara. Amplio su visión hacia los asientos del otro lado y una pareja se abrazada, el hombre intentaba apaciguar el llantén de su mujer.

«No temas Marisol. Esto no es nada. No temas» dijo animándose.

Miró por la ventanilla y solo había nubes de un denso gris oscuro.

Con sus manos apretó eufóricamente los apoyabrazos y gesticuló sin que le saliera la voz «Dios, si es que existes sácame de esto por favor» era la primera vez que pedía algo a Dios en sus 20 años de vida.

Algunas maletas caían sobre el pasillo desde las gavetas superiores que se habían abierto. El avión comenzó a descender repentinamente.

Una mujer chillo — Vamos a morir.
Y otra berreaba — Nos estrellaremos.

Marisol no quería escuchar el alboroto pesimista de los pasajeros. Su cuerpo se tensó por completo, su único pensamiento era que quizás moriría sin dejar la más mínima huella importante y que seguro nadie la iba a recordar, porque había más gente que la despreciaba que la que la amaba.

«Si sobrevivo, haré las cosas bien» prometió.

En una maniobra del piloto para alejarse de la tormenta tomo otra dirección para aterrizar de emergencia en el aeropuerto de una ciudad cercana al destino. Nuevamente la voz femenina hablaba por alta voz informando que debido a las condiciones climáticas aterrizarían en el aeropuerto de Santa Lucia y de allí la aerolínea trasladaría a todos los pasajeros vía terrestre hasta Puerto Escondido.

Gritos y aplausos de alegría inundaron el avión, el cual por fin estaba estable y se había iluminado con los rayos del sol. Marisol se dio cuenta que tenía una nueva oportunidad y cumpliría su promesa.

Después de desembarcar del avión, ya en el autobús camino a Puerto Escondido, estaba llena de frenesí, dibujando en sus pensamientos las nuevas decisiones que tomaría para corregir la vida llena de engreimiento y petulancia que había llevado.

Lo que creyó ser la maldición más monstruosa del mundo resulto ser el método de enseñanza más acertado que había podido usar Dios, entonces musito en silencio con una sonrisa que le partía la cara en dos:

«Las sacudidas del avión me sacudieron el alma».

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5 comentarios

  1. 1. Fabián dice:

    Si yo fuese en ese avión estaría encerrado en el baño vomitando hasta purificar mi alma : D (solo viajé una vez en avión y no fue muy agradable que digamos, y después de este inciso tan idiota vamos al relato)

    •Forma

    Nada que una revisión no pueda solucionar. Hay algunas palabras que les falta su acento, hay otras que se repiten un poco, como por ejemplo el verbo “caminar” nada mas empezar. Intenta buscar sinónimos como “andar”, o que su pelo se mueva al ritmo de sus pasos o sus caderas,etc.

    Por lo demás está bien, se lee muy rápido y no hay errores graves que entorpezcan el ritmo.

    •Contenido

    Me estaba gustando el relato, aunque eso si peca un pelin de previsible el final, pero hay una parte justo antes del final que me echó un poco para atrás, luego te lo comento.

    Una pequeña observación en el párrafo que empieza por: “Recordó que dos días antes “.
    El motivo de su viaje es cumplir con el último deseo de su madre, está ahí exactamente por eso, e incluso llega tarde al aeropuerto.
    Decir “recordó” es como que se acaba de acordar de por qué está ahí cuando es algo que seguramente llevaría en su cabeza desde días atrás: “tengo que hacer ese viaje, uff que pereza, pero si no me desheredaran ufff, va venga que son solo unas semanas”.
    Creo que quedaría mejor empezar ese párrafo directamente contando el motivo por el cual va a viajar, o sea empezar con: “Dos días atrás blablabla”

    Ahora una tontería de nada.
    “se sentó en la ventanilla”
    Es una obviedad y se entiende que se sentó al lado de la ventanilla, pero igualmente en relatos y cualquier forma de literatura es mejor “hablar bien” (escribir en este caso), y decir que se sentó del lado de la ventanilla, o delante de la ventanilla, etc.

    Ahora lo que te decía antes que no me acabó de convencer.
    La escena esta muy bien,el momento de tensión dentro de la tormenta también, pero me ha sacado del relato esta frase:
    ”Lo que creyó ser la maldición más monstruosa del mundo resulto ser el método de enseñanza más acertado que había podido usar Dios, entonces musito en silencio con una sonrisa que le partía la cara en dos: “

    Es como que al final el narrador me hace un favor y me hace un resumen, explicándome lo que acabo de leer. El relato no necesita esta explicación final y en caso de que necesitase una explicación es por que no se ha contado bien, y ese no es el caso. Lo has hecho muy bien y ha quedado todo muy claro, esa explicación final sobra.

    Buen trabajo

    Escrito el 28 abril 2015 a las 15:44
  2. 2. beba dice:

    Hola,Janna30:
    El argumento de tu relato es muy sencillo y profundamente humano; la vida nos da lecciones y oportunidades; muertos, nadie nos recordará si no es por ser buena persona.
    Muy buena la descripción de tu personaje y de las instancias del vuelo.
    Empleas bien la gramática.
    Creo que tu relato ganará en elegancia cuando revises algunos pequeños detalles en la construcción; por ejemplo:cuando el avión sale del peligro, el párrafo resulta demasiado largo, para mi gusto. Podría fraccionarse, para mantener la tensión y, aún, aumentarla.
    Adelante.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 21:27
  3. 3. janna30 dice:

    Hola Fabian:
    Primero que nada muchas gracias tu tiempo y las correciones. Las tendre muy en cuenta, estoy de acuerdo totalmente, esos detalles se me “chispotearon” XD . Y el mal uso de la palabra: “recordó” es verdad, muchas gracias.
    Me rei mucho con tu primer parrafo XD si supieras que ayer mismo estaba volando de la capital a mi ciudad, y pase un susto jajaja recorde mi relato en pleno vuelo. Y por cierto yo trabajo en un aeropuerto 😀

    Hola beba:
    Muchas gracias tambien por tu tiempo, trate de transmitir un mensaje de reflexion 🙂 y si, creo que puedo mejorarlo mucho, sobretodo en la construccion, gracias amiga!

    Escrito el 29 abril 2015 a las 16:56
  4. 4. Dante dice:

    Perdón por olvidarme de señalar algo muy importante: qué acertada la elección de los nombres de los personajes, que encajan perfectamente con el contexto de la historia y con la época en la que transcurre.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 02:41
  5. 5. Dante dice:

    Janna:

    En primer lugar quería pedirte disculpas porque el comentario 4. pertenece a otro relato (se me cerró la ventana involuntariamente, y sin querer lo envié aquí y no se puede borrar).

    Sin embargo, el tema del nombre del personaje sí puedo tratarlo aquí. Me parece un nombre apropiado el que le has puesto al personaje y daría la sensación de encajar con la caracterización que hiciste de él.

    Me gustó el relato. Es ágil, de fácil lectura y en general, y esto no es menor, muy verosímil.

    Es bastante verosímil en la descripción de las turbulencias, los sucesos del avión y las maniobras del piloto, pero lo es mucho en las reacciones de los personajes (especialmente) ante una situación límite que los fuerzan a cambiar o hacer lo que nunca hubieran imaginado o incluso a cuestionarse la existencia de Dios y responder afirmativamente. No sé si con intención o no, creo que has tocado cierta profundidad psicológica de los personajes en relación con el instinto de conservación. (Esto último, si se quisiera resumir en una simple frase de uso cotidiano esta sería “la esperanza es lo último que se pierde).

    Considerando que se trata de un relato breve y que hay un límite de palabras, creo que has contado bien la historia, creando un clima de tensión emocional y de “puesta en juego” de la psiquis de los personajes ante una situación límite con su correspondiente reacción interna (oración casi mental) o externa (ejemplo: agarrar el asiento de la manera en que lo describís).

    En cuanto a los aspectos formales, coincido con los compañeros que me precedieron y no vale la pena extenderse sobre el tema. Creo que en lo formal el relato está bien y que, como bien lo dijo Fabián, no hay nada que una revisión no pueda solucionar.

    En cuanto al verbo “recordó”, tal vez podrías dejarlo con un pequeño aditamento. Por ejemplo: “Por enésima vez en esos días/en ese día recordó el momento cuando el abogado leyó el testamento…”. O algo así, o bien, se podría seguir alguna sugerencia de los compañeros. En todo caso, yo siempre supongo que ante las opciones para reelaborar alguna parte siempre el/la autor/a es quien va a elegir la opción más pertinente.

    Por último, y esto es una opinión meramente personal, sugiero que revises la formulación del final que en sí no es malo ni me disgusta ni carece de coherencia respecto del resto del texto, pero se torna innecesariamente explicativo como bien apuntó Fabián.

    Dado que es la primera vez que participo en el taller, te invito a leer mi relato: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-25/3230.

    Te felicito nuevamente y espero poder leer otros relatos de tu autoría.

    Saludos.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 03:00

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