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La Maldición - por Almudena

Los corazones están muertos. Lo dicen las noticias, lo oyes en la radio y lo ves todos los días por la calle. Es raro oír una buena acción de una persona y más aun desinteresadamente, sin esperar que le desgrave el fisco. Y si no eres de esos que busca algo a cambio, es que eres tonto. Así sin más.
Luis lo piensa a diario. Trabaja en un pequeño comedor social de Villaverde y lo compagina con sus estudios en la UCM de relaciones laborales, por supuesto becado. Y dale gracias, con lo mal que están ahora las cosas.
Antes el comedor era una mezcla de inmigrantes y algún que otro toxicómano. Pero en los últimos tiempos, la estampa ha cambiado notablemente. Madres con sus hijos, padres de familia avergonzados de su situación. “Como si fuera una vergüenza”, piensa Luis, “Avergonzados deberían de estar los que permiten que pasen estas cosas”.
Mira a su alrededor y ve en la cola a Paco, un habitual.
Paco lleva yendo muchos años por allí, a veces piensa Luis que por costumbre, incluso se ha hecho a la idea de que no tiene familia y por eso se pasa por allí todos los días, por tener alguien con quién charlar. En su día, fue albañil o eso dice, ahora vive en la calle y a pesar de ello, no tiene muy mal aspecto. Luis le tiene un enorme cariño a este hombre, siempre le cuenta alguna historia, para él, Paco, es un hombre de mundo.
-Buenas noches señoras, cada día están más guapas.- Esa es la entrada de Paco, las cocineras están encantadas con él, sobre todo porque son dos obesas y grasientas hermanas, que les va ni que al pelo ser cocineras- Hoy la comida tiene una pinta de muerte Rosalía.
Rosalía se sonroja, Luis cree que en el fondo le gusta Paco, pero Rosalía seguramente aspire a un camionero que asegure su bienestar, no a un hombre que vive en la calle. Luis, también se avergüenza de esto, quererte por cuanto tienes no por cuanto vales.
-Luisito, pásate luego por mi mesa. Tengo una historia nueva que contarte.
-Vale Paco, cuando acabe me siento contigo.
Luis ayuda a las cocineras a recoger las bandejas y limpiar la cocina. Cuando termina se dirige a la mesa de Paco:
-Cuéntame Paco, ¿te ha gustado la cena?- Luis admira a este hombre, que a pesar de haberlo perdido todo, no pierde ni por instante el buen humor.
-Ha sido como comerme un cordero en Botín. – Luis no ha estado en Botín, pero tiene fama de hacer buen cordero, así que supone estará bueno- Ayer me contaron una historia que podría valer para explicar todo este mal tiempo que estamos teniendo en el mundo y quería que tú me dijeras si le darías crédito o no, ya que eres un chaval que va a la universidad y todo eso.
-Te escucho.- Luis se interesó mucho, era la primera vez que Paco le hablaba como alguien a quién consultar, no como alguien a quién enseñar.
-Dice así: “Hace años nos maldijimos, nos quitamos el corazón. La vida se volvió algo con lo que traficar, la vida se malinterpretó, y ya no había que vivirla, había que amasar bienes, dinero, poder, porque así nuestra vida tendría más valor.
Nos volvimos envidiosos. Creamos clases, así podíamos separarnos y encuadrar a cada uno en su lugar. No queríamos que eso cambiara, la gente de la clase inferior tendría el único anhelo de subir a la superior y con eso cerraríamos el círculo.
Acallamos las voces de los que querían un mundo mejor, un mundo guiado por el intelecto, la cultura, el amor…..Y lo vendimos por billetes impresos, callamos sus voces con guerras, matanzas… y mucho sufrimiento.
Ni tú ni yo sabemos que es realmente lo que queremos. Solo nos han dicho lo que tenemos que querer.
Y ahora que el temporal ha pasado y se ven los destrozos, unos pocos nos damos cuenta de que el corazón está en gente como tú, que yo también lo tengo, a pesar de que fui uno de ellos. Y queremos cambiar las cosas, que todo debería de tener más significado que el dinero y el poder, pero ahora, ¿Qué cojones hacemos?

Su mirada me pedía una respuesta, pero yo no la tenía.
En el fondo yo también aspiraba a tener dinero y poder subir de clase. Y sentí vergüenza de mí mismo.

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3 comentarios

  1. 1. Eva dice:

    Es un relato hermoso pero me ha parecido inacabado, como el capítulo de una novela. Tal vez una historia a continuar? Un abrazo

    Escrito el 28 abril 2015 a las 21:30
  2. 2. grace05 dice:

    Muy buen relato, me gustó mucho. Tiene un trasfondo muy profundo que tiene que ver con la realidad que cada día se vive , sin conciencia. Tu historia invita a la reflexión y con ella a la pregunta ¿ está mal aspirar a algo mejor? . En mi país existe una novela que se llama “M’hijo el dotor”, y tiene que ver con los esfuerzos de aquellos padres inmigrantes que trabajaban de sol a sol para darle estudio a sus hijos para que escalaran en la clase social. Y así fue por muchos años. Creo que esto está bien lo que está mal es “los deseos desmedidos”.
    Basta de ´chachara” mis felicitaciones por tu relato.
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 29 abril 2015 a las 00:12
  3. 3. Tavi Oyarce dice:

    Hola Almudena:
    Soy tu comentarista incognito. Solo te escribo para volver a felicitarte.

    Saludos

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 22:02

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