Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La maldición - por tavi oyarce

La maldición

Galaz se empinó sobre los riscos y observó el océano esa madrugada. Sus ojos se veían lagañosos y las venas hinchadas, sabía que ese día no sería un día cualquiera. El viejo definía el curso de su vida según revelaran sus premoniciones y aquel amanecer no era la excepción. Acarició su barbilla, prendió un cigarro y sin olvidarse de sus miedos aspiró el humo como si buscara en él respuestas a sus recelos. Salazar, un perro mezcla de labrador y hembra callejera era el único aferrado a los caprichos del viejo.

El amanecer era calmo. Demasiado quizás para un viejo irreligioso como Galaz. Nubes moradas cruzaban el cielo. El viejo, urgido por aclarar sus dudas agudizaba la mirada en busca de un signo que despejara su confusión; pero, ni el graznido de las aves ni los senderos perdidos en los sembradíos, le daban alguna señal. Cuando una bandada de pájaros comenzó a dar vuelta sobre su cabeza no le cupo dudas: algo inusual sucedería aunque no imaginaba de qué modo. Supuso una enfermedad de Juana o de la pequeña Belén. Quiso hacer una llamada desde la cabina, luego, decidió abordar el microbús para prevenirla de sus malas predicciones; pero al final, permaneció observando la claridad que a esa hora encendía el cielo y el mar. Por lo demás, Juana y la niña llegarían de anochecida y ya habría espacio para sus aprehensiones.

El calor ardía en las copa de los álamos y el encrespado Pacifico ─qué ironía─, desplegaba sus brazos donde confluían las aguas del Chovellen. La playa, una larga lengua de arena se veía vacía. A las diez de la mañana sin embargo se llenó de parasoles, sombrillas, y carpas, una emisora local difundía a esa hora canciones de moda. Cuerpos dorados se complacían del sol febrero y hacia el sur, se apilaban casas humildes y grupos de chiquillos se fascinaban con el ir y venir de los nadadores. Desde los enrejados de madera: cubrecamas, ropa de baño y jergones colgaban como banderas desechables oreándose al sol.
─Vamonos, ─ordenó Galaz.
El perro adormecido cuan largo era sobre las rocas lanzó una boqueada, sacudió su modorra, y sin oponerse lo siguió husmeando sus roñosas sandalias.

El día avanzó sin novedad. Al ocaso el cielo se pobló de nubes. Como si un genio cuajara su habilidad en el espacio, las nubes mudaban de morado a rojo y de rojo a naranja en espera de la noche. Galaz reparó en su pequeñez y en la penosa lejanía de su hija. Hubiera querido expresar lo que apenaba su corazón; pero, las palabras enmudecían en sus labios y allí se quedaban. Esa noche quizás fuera la ocasión de reconciliarse, pensó; pero aquello no pasaba de ser un deseo, Juana y Belén no llegaron y el microbús que las conduciría a casa abandonó el caserío dejándole el amargo sabor de la espera.

La noche cayó pausada. Parecía organizar una comedia donde nada quedara al imperio del azar. El viejo suponía un maleficio, una calamidad que no lograba descifrar; desmoralizado arrojó su desaliento sobre el lecho y procuró dormir; pero sus ojos siguieron abiertos en la semioscuridad. Un azul profundo se emplazó en la claraboya y la luna asomó entre las candilejas del cielo. El cansancio poco a poco lo adormeció.

Un ruidoso remezón le hizo maldecir su ignorancia y el miedo le obligó a rezar. Por primera vez desde que Salazar apareciera en el umbral de su vivienda, acarició el áspero pelaje del animal. No supo si era el miedo perruno o sus propios miedos los que sacudían su cuerpo. Sobre ellos, la misma luna joven que seducía desde la claraboya era ahora una amenaza carmesí descolgada del cielo. El silencio se desplomó sobre el caserío, desde el mar llegó una calma pavorosa confirmando sus predicciones. Sabedor del peligro que se avecinaba, gruñó:
─¡Subamos la colina Salazar!

El can lanzó un gemido e inició el ascenso. Un poco más arriba el viejo carraspeó y una compulsión asfixió sus pulmones: ─Sigue, Salazar, ─suplicó al animal que seguía inmóvil; el viejo al ver su desidia refunfuñó furioso─: ¡no me escuchas!, ¡carajo! El perro ideó unas cabriolas y no obedeció. Sumiso se echó a sus pies agudizando sus ojos medrosos. Galaz, que nunca dedicó un segundo a la miseria de Salazar se arrojó a su lado. Aspiró el ácido olor de la maleza. Observó signos en el cielo evolucionando como girasoles y no le cupo dudas: la maldición llegaría en cualquier segundo…

Texto sin “T”

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

15 comentarios

  1. 1. Ángel Gabriel dice:

    La descripción del paisaje me parece bella, se entiende y se imagina toda la escena, solos el perro y el viejo, él con sus miedos, el perro quizás más confiado, él hombre sabedor de la proximidad de un desastre, cual sería no lo sabe, un terremoto, una tormenta, eso es lo bello que deja a la imaginación del lector.
    En cuanto a tu acotación que fue escrito sin “T”, perdona pero me permito señalarte algunas frases con esa letra.
    Como si buscara en el “RESPUESTAS”
    Comenzó a dar “VUELTA”
    Pero sus ojos siguieron “ABIERTOS”
    Y la luna asomó “ENTRE”.
    Pero si se ve que hiciste tu mejor esfuerzo en eliminar las “T”
    ¡¡¡¡¡POR ELLO TE FELICITO!!!!!!!!!
    LEE EL MIO ES EL 84

    Escrito el 29 abril 2015 a las 02:45
  2. 2. tavi oyarce dice:

    Bueno, por más que intenté, las “T” Supieron escurrirse. Igual valió la pena. Leeré tu cuento y lo comentaré.

    Gracias por tu comentario. Todo ayuda

    Escrito el 30 abril 2015 a las 13:43
  3. 3. tavi oyarce dice:

    Gracias a mis comentaristas incógnitos.
    Para el que no entendió el cuento quiero decirle que hizo darme cuenta que no todos los países son sísmicos, por lo que no tienen porqué saber que después de un terremoto en las costas se producen los tsunamis. También influyó en ello mi intento ( aunque no lo logré) de no usar la letra “T”.
    Si hubiera escrito, Temblor, terremoto, o movimiento telúrico habría ayudado en algo. El personaje sabe lo que viene después de la pavorosa calma del mar y ya que no puede reconciliarse con su familia lo hace con el que está a su lado. Las olas de 20 metro de altura son inevitables.
    Resultó un cuento localista.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 14:45
  4. Como dice Angel, describes de forma excelente y haces que uno se imagine la escena con todo lujo de detalles. Me gusto ese inicio pausado en un principio para al final ir mas veloz y con mas fuerza. Excelente relato. Te seguire leyendo.
    Felicidades y saludos.
    Y gracias por tu comentario en mi relato.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 17:04
  5. 5. Paola dice:

    Hola, Tavi, lo he leído dos veces porque había algo en él que me atrapaba y no sabía que era.
    Al final creo que ha sido la sensación de que el protagonista es un hombre al que ya no le importa nada,( al final no avisó a su hija, ya le diría a la noche…)y que sabe que de todas formas lo que hagas será inútil.
    Me gusta como describes lo que siente el hombre, los cambios que sufre, su interior.
    Para mí no es fácil hacer eso, hay algo que me impide franquear esa barrera. Mis relatos son narrativos pero no sé ponerles ese sentimiento que le pones tú, no sé entrar dentro del personaje y describir sus entrañas como en este relato.
    Tengo que aprender, en el próximo reto voy a enfrentarme a mis fantasmas…y todo por haber leído tu relato.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 19:16
  6. 6. lunaclara dice:

    Hola tavi:coincido con los anteriores, describes muy bien y haces q nos metamos en las escenas.
    Felicidades.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 20:57
  7. 7. Leosinpirsa dice:

    Texto con una descripción excelente. No dudo nos sorprenderás en próximos relatos.. Un saludo.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 10:09
  8. 8. Pikadili dice:

    Como han dicho mis compañeros, las descripciones son geniales. Me gusta, además, ver el interior de los personajes, y eso lo has mostrado muy bien. Quizás se me hizo algo largo, no sé si por el vocabulario o el propio planteamiento, algo minimalista. En cualquier caso, tan solo haciendo del perro un personaje más me has ganado, eso me gustó mucho. Buen trabajo.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 12:47
  9. 9. Fabián dice:

    Que habilidad para describir escenas, compañero.
    El relato se me hizo algo largo, algo que tiene su parte buena y su parte mala. La buena, que logras meter paisajes inmensos y muy detallados en 750 palabras; lo malo, que algunos párrafos dan sensación de relleno.

    •Forma

    Tu sintaxis es muy buena, tanto a la hora de crear imágenes,como metáforas, tono y ambiente. Perfecto.
    La puntuación si que necesita una revisión, hay algunas comas que cortan frases, y otras que deberían de acabar en punto y aparte.

    Pequeños deslices:
    “una larga lengua de arena se veía vacía“ Falta un “que”.
    “del sol febrero“ Falta un “de”

    “encrespado Pacifico ─qué ironía─ “ Para mi gusto aquí sobra el inciso “que ironía”, ya que el contraste que creaste con “encrespado Pacifico” es irónico, y es algo que, yo como lector, ya lo pensé hacia mis adentros, no hace falta que el narrador lo diga.

    En el último párrafo: “El can lanzó un gemido e inició el ascenso. Un poco más arriba el viejo carraspeó y una compulsión asfixió sus pulmones: ─Sigue, Salazar “. Después de “pulmones” debería de ir punto y aparte, ya que quien habla es el personaje.

    Son cosillas menores como puedes ver, igualmente tu habilidad con las palabras y describiendo las escenas brilla muy por encima de estos deslices, no desmerecen el relato ni mucho menos.

    •Contenido

    Insisto, describes imágenes y escenas muy claras, creo que eres uno de los mejores en eso de todos los que he leído hasta ahora.

    Pero creo que en algunos momentos te sumerges tanto en la descripción que al final no le das un cometido a ese escenario y acaba siendo relleno.
    Por ejemplo el tercer párrafo donde se describe la playa, genial la descripción, pero allí no ocurre nada interesante. Nada mas acabar la descripción el protagonista dice “vamonos”, y yo como lector pienso “y para que me trajo?”, no se si me explico.

    Son momentos así los que hacen que el relato bajen el ritmo y arrastren peso muerto, momentos que pueden llegar incluso a aburrir.

    Por lo demás genial, muy elegante tu manera de escribir.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 19:49
  10. 10. José Torma dice:

    Hola Tavi.

    Que se le va a hacer con las benditas T’s, al menos lo intentaste y eso es de alabarse.

    A mi me gusto no entender que fuera un sismo con su consecuente tsunami. Me llevo a imaginar escenarios de todo tipo.

    Como ya te han dicho, es un relato que describe muy bien el entorno y los sentimientos del prota.

    Muchas felicidades y sigues en mi lista.

    Saludos y gracias por pasarte por mi cuento.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 23:31
  11. 11. Antonio Carro dice:

    Estupendo relato, y además, con el reto de la “t” conseguido.
    Solo he visto la falta de algunos signos de puntuación, como en: “El viejo, urgido por aclarar sus dudas agudizaba la mirada […]. Después de duda, en mi opinión, creo que vendría bien una coma.
    También en: “Sigue, Salazar,”. Yo hubiera puesto, en mi opinión, ¡Sigue Salazar!
    Muy bien narrado y una buena historia.
    Felicidades

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 00:25
  12. 12. Netogonzo dice:

    Que tal Tavi,

    Gracias por tus comentarios anónimos. Me encanta la riqueza descriptiva de tu texto, has logrado que yo como lector me metiera hasta las entrañas del protagonista, de sus pensamientos, miedos y sensaciones. Muy bien logrado.

    Saludos y nos estamos leyendo.

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 04:26
  13. 13. Leonardo Ossa dice:

    Hola. Me ha gustado la forma en que describes la escena. Las sugerencias que te hacen algunos compañeros, las encuentro acertadas y tomo nota de ellas, para aplicarlas a mis narraciones.
    Mientras leía tu texto pensé en un tsunami. En alguna época de mi vida tuve residencia a orillas del mar Pacifico, y recuerdo muy bien las alertas recibidas en aquellas ocasiones.
    Un saludo.

    Escrito el 11 mayo 2015 a las 17:28
  14. 14. Leonardo Ossa dice:

    Tavi Oyarce, muchas gracias por tu nota en mi narración. Falta poco para volvernos a leer con la historia de tambores.
    Un saludo.

    Escrito el 19 mayo 2015 a las 15:45
  15. 15. Gota dice:

    Hola!
    Muchas gracias por pasar por mi relato!
    Me gustaron mucho las imàgenes que transmite tu cuento. Tuve que reponer la informaciòn del tsunami de un comentario, sin embargo el cuento me atrapò por su estilo.
    Hasta la pròxima lectura! Cariños!

    Escrito el 24 mayo 2015 a las 20:16

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.