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La maldición - por Job Peró
No sabes cuánto me duele no poder tocarte como necesito hacerlo, cuánto me cuesta contenerme. Me acerco a ti con una amplia sonrisa, llena de sentimientos furtivos. Nos damos dos besos en las mejillas. Las mías, ardiendo, esclavas de un corazón desbocado. Las tuyas, suaves, empapadas en tu fragancia. Cada simple beso en la mejilla es un pequeño instante que intento preservar para siempre. Me lleno de ti y aguanto la respiración. Siento tu esencia dentro de mí y quiero ahogarme con ella, que no se me escape. Pongo la mano en tu pecho para sentir tu corazón. La confianza que nos tenemos me lo permite. Nuestra amistad, eterna, infinita, me sirve de excusa, y con el primer latido que siento, todo mi cuerpo reacciona, sacudido, conmocionado, al borde del temblor incontrolado, como cada vez que me tocas, aunque sólo me roces. Alargo el momento algo más de lo necesario antes de separarme, volver a respirar y llenarme con tu inmensa sonrisa.
¿No lo notas? ¿No te das cuenta? ¿De verdad ser amigos te aleja tanto de mí?
Y después, ella. Se me acerca feliz, radiante, con los brazos en alto para recibir a su gran amiga. ¿Por qué permití que se acercara a ti? Se me revuelve el estómago cada vez que lo pienso.
Sois mis amigos. Debería alegrarme por vuestra felicidad, por la armonía que desprendéis, por la familia que habéis creado, por la dulzura en vuestros besos, por cómo os acariciáis las manos inconscientemente cuando estáis cerca, por cómo os miráis, por cómo os amáis. Pero no puedo. No hay absolutamente nada en mí que me deje sentir felicidad por vosotros. El dolor es demasiado grande.
Cada vez que os veo, esbozo una triste sonrisa. La sonrisa es para vosotros, la tristeza es toda mía. Te amo y os odio por todo lo que no tengo, por todo lo que no soy.
Como siempre, intento evitaros, no veros, pero mi corazón quiere una y otra vez estar seguro de que nada ha cambiado. Me sorprendes a menudo mirándote y yo te devuelvo mis tristes sonrisas, porque nunca nada cambia.
Al despedirnos, te beso de nuevo en cada mejilla, tratando de robar, otra vez, una fragancia que sé que no me pertenece, que nunca me va a pertenecer. Esta vez pongo mis dos manos en tu pecho y lucho desesperadamente por contener las lágrimas. Tu mujer, ella, mi amiga, me sonríe con dulzura, me arranca de tu lado y me abraza para no mirarme a los ojos.
“Ha sido divertido, ¿verdad?” me dice, sonriendo. “Olvídale”, pienso yo. “¡Déjale en paz, déjanos en paz, lárgate lejos, fuera de aquí, desaparece, devuélveme mi vida!”. No paro de gritar en silencio mientras le devuelvo su maldita dulce sonrisa y le contesto que sí, que ha sido genial. Su vida es genial. La mía es una mierda.
Se da la vuelta y desaparece contigo. Ninguno de los dos os dais la vuelta al iros, felices, radiantes, casi como si trotarais al son de una inexistente y alegre música celestial entonada por querubines sonrosados. Es todo tan perfecto entre vosotros. No te imaginas cuánto la odio por tenerte. No te imaginas cuánto me duele veros así.
No encuentro ningún consuelo en tu felicidad, porque no soy yo quien te la da. Mi corazón jamás podrá fingir que se siente bien por tu dicha. Nunca aceptaré que alguien me diga que me sienta feliz por ti. Nunca. No se puede. Cuando el amor es tan grande, la amistad es una maldición.
El próximo fin de semana volveremos a vernos, como cada fin de semana. Volveré a desearte con toda mi alma, a aspirar tu esencia y atesorarla hasta ahogarme, a poner mis manos sobre tu pecho y temblar, a mirarte a escondidas y dejar que me sonrías cuando me sorprendes, a brindarte mis mejores tristes sonrisas, a ser de nuevo, como siempre, tu amiga, tu eterna amiga.
Me quito el sombrero, con qué sensibilidad has hecho que una historia en apariencia sencilla se convierta en especial. Me gusta la atención que has prestado a los detalles, parece que no sobra ni falta una línea. Enhorabuena.
Muchísimas gracias, Peter. Y muchas gracias también a los que habéis comentado mi relato. Vuestras aportaciones, aunque consideréis que no son demasiado significativas, lo son para mí. Me ayudarán a mejorar.
Para seros sincero, quería escribir algo poniéndome en la piel de una mujer y que no se note que soy un hombre. Espero haberlo conseguido!
Me gusto mucho la intención de romanticismo que le pones al texto, se siente de verdad. Muy bien logrado. Además desde la perspectiva de una mujer te ha quedado bien.
Felicidades y nos seguimos leyendo.
Hola job. Tienes toda la razón, en cuanto el texto tiene una protagonista femenina te hace pensar inmediatamente que lo ha escrito una mujer. En mi opinión has logrado muy bien la sensibilidad de la situación. Tu narrativa es impecable y para nada aburrida. Se te lee con facilidad.
Sobre mi texto. Gracias por comentarlo. No me parece para nada mal tu puntualización, el linde podría ser mejor definición para el borde del bosque.
Un saludo.
Saludos Job. Muy buen relato, una confesión en primera persona que de otra manera no causaría ese impacto.
Que honda pena me da la amiga, casi como si fuera mi amiga contandome sus tristezas. Muy bien logrado. Sobre todo porque con palabras engalanadas no podemos sino sentir la misería que ella vive. Pobrecilla.
Te felicito por esta puesta en escena. La leí de corrido y no me quedé pensando, “Oh falta una tílde, esa coma…” así que con esto, si los hubiera, aunque lo dudo, tienes una narrativa grandiosa.
Me alegra haber empezado desde el último de la lista hacia el primero, sino hubiera llegado al tuyo como en el mes de junio…
Nos leemos.
Hermosa tu historia. Sencilla, sensible, triste. Lográs que el lector perciba los sentimientos de esa amiga locamente enamorada y que debe esconder su amor y mostrar solo amistad.
Tienes un vocabulario extenso, buen lenguaje, la lectura se hace fluida y ágil, manteniendo al lector “enganchado” hasta el final.
¡Muy buen trabajo!!!!! ¡Te felicito!!!!
Te invito a comentar 106
Que bueno! Escribir desde la piel dei una mujer a veces no es tan fácil para un hombre y ud. job lo logra.
El nivel de sentimiento contenido se percibe en cada línea. Se desarrolla muy bien el personaje porque es totalmente su perspectiva y e válido que los otros esten en un segundo plano.
Hay algunas frases geniales me encantó, entre otras: “cuando el amor es tan grande, la amistad es una maldición”
Felicidades Job
Me parece que has logrado el efecto que buscabas. Logras un alto nivel de sensibilidad. Te felicito por ello por que no es facil escribir algo metiendose en la piel de una mujer. Lo hice en el taller 22, el de la jaula, y termine con dolor de cabeza. Son complicadas.
Felicidades nuevamente y saludos.
¡Qué bonito….qué bonito, Job! qué bien te has metido en la piel de esa mujer atormentada por un amor imposible. Lo escribes con un lenguaje claro y tan apropiado para lo que narras que parece “sincero”. No es fácil penetrar en los sentimientos de las personas, y menos si el que lo escribe es hombre, como en tu caso, o viceversa.
Me ha gustado mucho leerte.
Un saludo
Mis felicitaciones las resumiré así: tuve que verificar dos veces tu nombre para asegurarme que no hay un país hispanoparlante en el que sea de mujer. Bien logrado el efecto.
Hola Job! Excelente relato. Antes que nada, quiero felicitarte porque lograste algo dificilísimo: pudiste escribir en primera persona desde el punto de vista de alguien del sexo opuesto. Es verdad que el narrador protagonista no es el escritor, pero poder “pensar”, “sentir” y “hacerle pensar, sentir y decir” a un personaje del sexo opuesto requiere un trabajo extraordinario del escritor, puesto que hay que estar atento a otra sensibilidad, a otro modo de ver la vida y las cosas, a otro modo de reaccionar, y sobre todo, hay que conocer ese mundo del sexo opuesto, sumergirse en él y hacer arte desde él. Te impusiste un reto distinto al opcional (y mucho más difícil por cierto) y lo cumpliste con creces.
Adhiero a los comentarios de los compañeros y creo que ha sido un gran acierto recurrir a la primera persona. Eso dota al relato de una potencia narrativa extraordinaria y traduce adecuadamente una fina sensibilidad. Más aún, creo que tu relato oscila entre el narrador protagonista, la confesión y el monólogo interno y ese delicado equilibrio lo hace más verosímil y atrayente.
Ya que lo he introducido en el párrafo anterior, ahora me detengo en ese concepto: la verosimilitud. Este es otro punto altísimo de tu relato. Como ya lo he hecho al comentar otros relatos en los que el/la autor/a había logrado crear un “mundo” verosímil, destaco que la verosimilitud es el gran objetivo que todo escritor debe perseguir, aún quien quiera escribir acerca de fantasía, ciencia ficción o algo irreal. El mundo literario, los personajes, las acciones, el “clima” deben ser verosímiles. Creíbles y con coherencia interna. Por más disparatado que sea ese mundo, debe tener una coherencia, unas reglas propias y hacernos creer que es verdadero o por lo menos, que es “como si” fuera verdad.
En tu caso, los sentimientos, emociones y pensamientos del personaje son muy vivos y verosímiles, y así se hace verosímil el clima emocional, la atmósfera que creaste. Concita la atención del lector de principio a fin, y es posible sufrir con la protagonista. Y en cierto modo, permite elaborar una hipótesis: ¿qué pasaría si el amigo amado se diera cuenta de todo lo que ocurre en ese “mundo interior”? ¿Cómo se sentiría? También se puede sufrir con él, pese a que nada se dice en el relato, porque es posible imaginar una interesante mezcla de sentimientos que pondrían en jaque a su libertad y que tendrían origen en ese mundo tan bien narrado.
En cuanto a la forma del relato, debo decir que la encuentro muy correcta. Sobre todo lo relativo a la puntuación, que es muy adecuada y coherente con el ritmo que le imprimiste a la trama.
Y con respecto al contenido, la verdad es impecable: tan cotidiano como único, atravesado por la sensibilidad femenina y por los dos sentimientos más puros y elevados: el amor y la amistad, los que desgraciadamente a veces entran en conflicto y permiten concluir junto con la protagonista: “Cuando el amor es tan grande, la amistad es una maldición”.
Te felicito nuevamente y espero seguir leyendo relatos de tu autoría.
Saludos
Muchas gracias a todos/as. Si no se me ha escapado nadie, creo que he tenido tiempo de pasarme por vuestros relatos!
Recibir críticas como las vuestras son el mejor estímulo de todos!
Job Peró, su relato me parece muy poético. Esa descripción de los sentimientos hace que uno los involucre como propios. Me ha gustado leerle. Espero que muchos otros compañeros de Literautas pasen por acá a disfrutar de tan emotiva historia.
Saludos.
leonardo_ossa@hotmail.com
Job, gracias por pasar por mi relato. Estoy muy agradecido con tu nota.
Saludos.
Hola, Job:
Adhiero de todo corazón a los comentarios anteriores. Un aplauso por tu habilidad narrativa y tu buen manejo del lenguaje.
Felicitaciones.