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La maldición - por Quique Crespo

Había sido un pueblo muy tranquilo, pequeño, poco más grande que una aldea. Cualquier sospecha acerca de las causas de su destrucción a manos de sus propios pobladores era inconcebible.
Cuando el investigador Nelager Antman y su asistente llegaron, los únicos testimonios vivos de lo ocurrido fueron los restos aún humeantes de unas pocas casas. Los cadáveres humanos ya habían sido retirados; los de perros, vacas y ovejas eran festín de las aves carroñeras.

−Imad, busca un lugar donde instalarnos –ordenó a su ayudante.

Se quedó varios minutos oteando el paisaje de escombros. Curtido por su experiencia en catástrofes no se sintió perturbado ni por el olor nauseabundo ni por la desolación.

−Jefe, no hay una sola casa que no esté derrumbada o incendiada, lo único que queda en pié e intacto es la iglesia –le informó su colaborador después de revisar los alrededores.
−Bien, entonces haremos base allí, lleva el equipaje y adecua el lugar.

Salió a hacer una breve recorrida previa. Se adentró en unas viviendas que no se habían derrumbado por completo. Volvió con una leve satisfacción, tenía ya un posible punto de partida, que aunque poco, era algo.

−Imad, deberás salir a revisar entre los escombros. Este pueblo se ha destruido a sí mismo, debemos encontrar las motivaciones que han llevado a su gente a semejante determinación. Comienza por aquellas casas que estén menos dañadas, busca en sus interiores vestigios acerca de la vida y las costumbres de sus moradores.
−Muy bien, Jefe. ¿Debo buscar algo en especial?
−No lo sé, quizás … Recién eché un vistazo en unas viviendas de las más cercanas y me encontré con algo que me llamó la atención: crucifijos, velas, estampas de Jesús y de la Virgen, fueron los elementos más comunes que hallé. Esta gente era muy religiosa, aquí hay algo que no me cierra.
−Okey. ¿Qué hará usted?
−A unos kilómetros al sur se divisa una casa. Iré a investigar.

———- ooooo ———-

Un solitario anciano lo recibió con cordialidad.

−El culpable fue el cura. Ese pueblo estuvo siglos sin sacerdote. Ni bien llegó el nuevo, apenas después de las primeras misas, la gente empezó a cambiar –dijo el viejo a poco de iniciada la charla.
−¿Cómo, de qué manera cambió la gente?
−Estallaron en odio, se pusieron violentos. Primero arremetieron contra los bienes, el ganado, las casas; después se mataron entre ellos. Jamás hubiera podido imaginar algo así.
−¿Y qué tuvo que ver el cura?
−No sé qué hizo, pero estoy seguro que ha sido él el responsable. La gente salía de las ceremonias transformada en su ánimo, al rato estaban insultándose y peleándose entre sí. Fue como si cada bendición que pronunciaba se transfomara en lo opuesto, en maldición. Al cabo de tres misas no quedó nadie vivo ni nada en pié. Fue algo terrible, diabólico.

———-ooooo———-

−¿Has encontrado algo interesante, Imad?
−Muy poco. Sólo puedo confirmarle que éste fue un pueblo muy devoto de su religión. Como usted, lo que más hallé fueron símbolos religiosos, en mucha cantidad.
−¿Algo más?
−Sí Jefe, una frase en un idioma extraño que encontré en todas las imágenes, siempre la misma, nunca otra. Vea en esta estampita que recogí.

“soiD noc dI” se leía al dorso de un retrato de Jesucristo.

−Quizás sea latín –supuso el asistente.
−No, no es latín, es español. Mira el papel a contraluz y lee al revés.
−¡Vaya, qué extraño!
−Sí, aquí hubo algo muy raro. Conecta el generador antes de que oscurezca y luego cenemos.

Antes de irse a dormir decidieron revisar el interior de la capilla. Al fondo de un pasillo oscuro vieron salir luz por las hendijas de una puerta. Abrieron. Un hombre de edad incierta y extrañamente vestido los recibió sin sorprenderse.

−Buenas noches, soy … −se apuró Nelager a presentarse.
−Sé quien eres –lo interrumpió el desconocido.
−¿Quién es usted?

No hubo respuesta, sino una sonrisa sutilmente burlona.

−¿Sabe algo sobre lo ocurrido? –insistió el investigador.
−Sí. Yo he sido el causante.
−¿Es usted el cura?
−No, yo fui su jefe –fue la contestación, con gesto siempre burlón, sosteniendo un largo silencio posterior.
−¿Qué hace usted aquí? ¿Desde cuándo está?
−Aquí resido, desde el inicio de los tiempos.
−Pobre loco –pensó Nelager, mientras el extraño se despedía envolviéndose en una amplia capa roja.

———-ooooo———-

Los cuerpos de los investigadores fueron devorados por los buitres en pocas horas.

−“soiD noc dI” –les había dicho el desconocido, la noche anterior, al despedirse.

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10 comentarios

  1. 1. Darío Lana dice:

    Me ha encantado, está muy bien escrito y aunque la historia no resulte demasiado original, la intriga esta muy bien llevada.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 28 abril 2015 a las 15:35
  2. 2. Ultramarinos dice:

    Felicidades Quique! Creo que es un relato que engancha desde el primer momento, aunque uno tiene sospechas de lo que pasó no alcanza a comprender hasta el final.

    La estructura muy buena y los diálogos muy bien construidos (cosa que, frecuentemente, se hace difícil de conseguir)
    Enhorabuena!!

    Escrito el 29 abril 2015 a las 09:31
  3. 3. mondregas dice:

    Se nota que te manejas bien en este arte, le has sabido sacar jugo a un tema muy trillado, con un nuevo enfoque y unos diálogos que le dan agilidad. Al ser un tema ya tan trabajado se ve venir el final a pesar de tu buen hacer

    Escrito el 29 abril 2015 a las 09:52
  4. 4. Pikadili dice:

    Muy bueno! Clasico, pero muy logrado y bien escrito. Me encanta como juegas con la dualidad y los dobles sentidos. El final es sensacional.
    Felicidades!

    Escrito el 29 abril 2015 a las 16:49
  5. Tal y como han dicho en otros comentarios, muy bien llevada la intriga. Me lo he leído de un tirón porque quería saber qué pasaría. Sigues al final sin saber qué pasa y qué hace el tipo, pero te dan escalofríos y quieres largarte de ahí. Muy bien descrito todo el relato.

    Me ha gustado.

    Quique fuiste uno de mis comentaristas, gracias por tus aportaciones, muy interesantes.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 19:24
  6. 6. grace05 dice:

    Excelente relato. Una historia que tiene al lector en tensión constante. Manejaste el suspenso y la intriga hasta las últimas oraciones. Tiene los elementos para que la lectura fluya y se agilice en la búsqueda del final. ¡ Te felicito!!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 30 abril 2015 a las 22:45
  7. 7. Leonardo Ossa dice:

    El relato es intrigante, eso hace que uno siempre este a la expectativa durante la lectura. Tus palabras logran crear el ambiente de tensión y desolación que produce la visita a un lugar como el descrito.
    Saludos.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 23:46
  8. 8. David Rubio dice:

    Es un texto agradable de leer. Has sabido incluir todos los elementos de este tipo de historias, dentro de una estructura bien presentada. Quizás faltaría un poco de profundidad al elemento fantástico, por qué salían violentos de misa… De acuerdo, era ese demonio, pero faltaría un motivo, o un tema más profundo. También habría que explicar quienes eran los investigadores y por qué fueron a investigar. Son detalles, sobre los que si le das más vueltas te permitirán darle más empaque y con los que se te ocurrirán nuevos giros.
    Los diálogos son naturales. Quizás demasiado explicativos, pero la historia y la falta de espacio obliga a ello.
    Un gusto leerte

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 00:51
  9. 9. Lena dice:

    Historia intrigante, me has mantenido atenta durante todo el relato a ver que ocurría… Has sabido mantener la intriga hasta el final. Te felicito!

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 18:20
  10. 10. Leonardo Ossa dice:

    Hola Quique he pasado de nuevo por tu relato para agradecer el comentario que hiciste en mi narración. Tienes razón en el uso ostentoso que hice de las diferentes palabras, se debió en parte a la maniobra literaria con la que omití la letra “te”.
    Estoy muy agradecido.
    Saludos.
    leonardo_ossa@hotmail.com

    Escrito el 7 mayo 2015 a las 15:31

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