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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La Maldición - por SBMontero

Web: http://www.sbmontero.es

Subió la calle resoplando hasta mitad de cuesta, no tardó en parar y apoyarse contra la pared. Sacó un pañuelo crema para enjugarse el sudor de la calva, detrás de las orejas, el cuello, bajo el mentón y el bigote. Observó lo que le quedaba.
No era joven, bueno, sí, pero no en ese mundo en el que te pasas el día detrás del volante dando conversación a idiotas que se quejan de lo cara que es la carrera, para, con suerte, volver a casa llevando tres cochinas perras en el bolsillo. Cincuenta y seis años y taxista, sí, veintiocho años comiendo y durmiendo mal, engordando, aguantando dolores de espalda, el embotamiento de las piernas… miró hacia lo alto de la cuesta, quedaba poco.
El número ciento treinta y tres no se diferenciaba del resto de los edificios hechos en ristra, iguales, las mismas paredes de cartón y puertas de papel, las mismas ventanas de aluminio. Volvió a pasarse el pañuelo por el cuello mientras miraba el portero automático. Ocho botones, todos con número y letra, a excepción de uno escrito a rotulador, “Madame Yaniqua”. Tocó.
—¿Sí? —contestó una voz chillona.
—Ma… ¿Madame Yaniqua?
—¿Sí? —repitió.
—Tengo… hora con Madame Yani…
—Adelante —la puerta se abrió con un zumbido —, es el tercer piso.
El vestíbulo olía a desinfectante y los buzones estaban desvencijados y viejos, el ascensor brillaba por su ausencia y la escalera, estrecha y con una inclinación que vulneraba cualquier tipo de normativa municipal posterior al siglo XIX, estaba hecha para matar de un infarto a los inquilinos. Se agarró con fuerza a la barandilla mientras subía.
La puerta del piso estaba entreabierta, sólo veía penumbra, así que tocó con timidez.
—Pase y cierre la puerta, por favor.
Había un oscuro pasillo con puertas cerradas a los lados, al fondo se vislumbraba un poco de luz que venía de la calle. El piso olía como casi todas esas casas en que viven personas mayores, a galletas María y linimentos que no sirven para nada excepto darse friegas. En el salón una señora con una estrambótica peluca rubia de un amarillo irreal lo miraba mientras mezclaba una baraja del tarot y sonreía con unos dientes blancos igual de irreales.
—Buenas tardes, señor… perdone, no recuerdo…
—Esparraguera, Javier Esparraguera.
—Señor Esparraguera. Espero que no le haya costado encontrar mi consulta —lo de “consulta” le hizo gracia.
—No, tranquila.
—Por favor, tome asiento —dijo. Se puso seria —Espero que no le moleste, señor Esparraguera, pero tengo que recordarle que cobro cien euros por…
—Oh, por supuesto —dijo dándole dos billetes. En cuanto cogió el dinero aquellos dientes irreales volvieron a sonreír.
—¿No ha cambiado de opinión, señor Esparraguera? —la miró torvo.
—¿Es usted una profesional, Madame Yaniqua? —le devolvió una mirada igual de torva.
—¿Qué maldición quería exactamente?
—Una que arruine la vida a alguien, pero poco a poco, a lo largo de años y que haga lo que haga no pueda quitarse… a no ser… bueno, ya sabe, qué le voy a decir sobre maldiciones —ella ni pestañeó.
—Sé qué maldición es.
—Entonces… lo ha hecho antes…
—Por favor, la duda ofende —dijo meneando la cabeza.
—¿Muchas veces? —preguntó.
—Unas cuantas.
—Bien, es la profesional que busco.
—Oh, me gusta que… —no dijo más, recibió un tremendo golpe con una porra extensible en la sien izquierda.
Javier Esparraguera no perdió el tiempo. La tumbó en el suelo cruzándole las manos sobre el pecho, echó sal a su alrededor, sacó un papel bastante manoseado y, mientras la empapaba en gasolina, leyó aquella letanía, dos veces, para asegurarse, antes de clavarle un punzón para hielo en el corazón, la parte que menos le gustaba, pero era necesario. Después encendió un pequeño puro y dejó caer la colilla sobre el vestido estampado de Madame Yaniqua. Ardió despacio, pero en cuanto el fuego comenzó a avivarse Javier Esparraguera cogió el dinero de la mesa y desapareció.
Madame Yaniqua jamás supo que buscaba una adivina errante que lo maldijo cuando tenía veinte años por llamarla y reírse de ella. Después su vida fue cuesta abajo, hasta que leyó un viejo artículo sobre brujería en la revista Más Allá. Solución, matar la bruja, ¿Pero cómo? Había pasado tanto tiempo, así que se convirtió en taxista, de ciudad en ciudad, buscando, encontrando y eliminando.
A veces, cuando llegaba a casa, le asaltaba la duda de si ya la habría encontrado sin siquiera darse cuenta…

… pero es que le gustaba tanto fumarse aquel purito.

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25 comentarios

  1. 1. Claudia dice:

    Muy buen relato, me encanto super entretenidoooo, pobre hombre ir por ahi matando brujas por si las dudas, ajaja, muy buen relato.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 12:46
  2. 2. Diego Manresa Bilbao dice:

    Excelente SB!!!
    Una historia interesantisima, bien contada, tratada, con sorpresa final… Eres el Numero 1 por meritos propios… Enhorabuena!!!

    Escrito el 28 abril 2015 a las 13:53
  3. 3. Julieta Ortiz dice:

    Que ingenioso, no me esperaba ese giro en la historia ya que comienza muy tranquila y de repente das un porrazo y acabas con una bruja más. Me gustó, excelente historia

    Escrito el 28 abril 2015 a las 15:27
  4. 4. PAULATREIDES dice:

    Muy bien relatada y giro final inesperado. Impecable.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 16:34
  5. 5. T.Arévalo dice:

    Me han encantado las descripciones, muy detalladas. El giro final muy sorpresivo, Felicidades. Un buen relato que te deja una sonrisa en la boca.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 17:37
  6. 6. Pikadili dice:

    Genial! Mucho humor con una historia realmente perturbadora, es muy bueno. Quizas debiste ir dando pistas acerca de la explicacion final en lugar de narrarla, es lo unico que me ha chirriado, porque la idea es muy buena. Pero deja demasiado a la vista que te ha faltado espacio. Esta genialmente escrito, se disfruta de verdad. Intenta integrar mas esa explicacion en la historia y quedara de 10.
    Felicidades y buen trabajo!

    Escrito el 28 abril 2015 a las 18:40
  7. 7. Demetrio Vert dice:

    Buena historia. Un giro muy inesperado. En mi opinió quedaría mejor algo pulida, con descripciones más cortas y certeras, sobretodo en la presentación. El nudo muy ágil y el desenlace sorpresivo. La explicación del porqué del taxista apaga el desenlace. Tal vez se podrían haber dado indicios sutiles antes, y que el final les diera sentido.
    Pero, bueno, repito; buena historia con presentación, nudo y desenlace. Y un buen núcleo.
    Felicidades.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 18:53
  8. 8. A.E. Pole dice:

    Hola.
    Una historia sin duda muy lograda. Un final inesperado, me ha encantado. Y que el tormento al que le condujo la maldición condicionara hasta ese punto su vida, sobrecogedor.
    Enhorabuena!

    Escrito el 28 abril 2015 a las 19:12
  9. 9. Karen Katina dice:

    Muy buena historia, el giro inesperado, atrapa desde el comienzo.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 19:35
  10. 10. ome tecpatl dice:

    Coincido con los demás. Es una historia muy entretenida y con un final inesperado. Felicidades!

    Escrito el 28 abril 2015 a las 20:14
  11. 11. SBMontero dice:

    A ver, acabo de llegar a casa, he abierto el correo, me he encontrado las críticas y he pensado “Mira que es maja la gente esta de Literautas”, pero es que he entrado ahora y me encuentro con esto.

    Muchísimas gracias, no sólo por molestaros en leer el texto, si no también por comentarlo. Es no puedo decir otra cosa, creo que hasta me he “añurgao” y todo que decimos por estos lares.

    Un saludo.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 22:28
  12. 12. Pensamiento dice:

    Muy buen texto, te felicito. He leído varios al azar y por el momento es el que más me ha gustado. El lenguaje es sencillo, sin florituras, la descripción; la justa y muy acertada. La estructura engancha desde el principio y el giro del final, totalmente inesperado, me ha encantado. Quizá, comparto con algunos de los otros comentarios se ve que en el final está un poco comprimido. Otro aspecto, me suena un poco raro lo de adivina errante (el que erraba buscándola era él). Pero en resumen un texto genial.
    ¡Felicidades!

    Escrito el 28 abril 2015 a las 22:36
  13. 13. Mariajo Triguero Miranda dice:

    Una historia buenísima. Excelente argumento y un fantástico humor negro. Coincido con alguien en que habría que pulir un poco la expresión:’buscaba a una adivina’ matar a la bruja

    Escrito el 29 abril 2015 a las 02:11
  14. 14. Mariajo Triguero Miranda dice:

    …pero fenomenal. Enhorabuena.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 02:13
  15. 15. mondregas dice:

    Muy bien relatada, así como las descripciones. Un final inesperado con un sutil toque de humor negro

    Escrito el 29 abril 2015 a las 07:32
  16. 16. R. Andrés Navarro dice:

    Genial relato, el mejor de los 30 que llevo leídos con diferencia. Y, como no podía ser de otra manera, el final lo mejor
    Sigue escribiendo!

    Escrito el 29 abril 2015 a las 08:28
  17. 17. AitorMB dice:

    Al principio no entendía bien por donde iba a ir la historia pero me ha gustado mucho el final y la idea de la venganza.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 09:04
  18. Me ha parecido muy buen relato, y el final totalmente inesperado. Casi me ha sobresaltado con el batacazo que le ha dado a la adivina y toda la trama resuelta de cómo aliviar maldiciones, muy buena la sorpresa no la esperas para nada y esa es la gracia.
    Felicidades

    Escrito el 29 abril 2015 a las 19:59
  19. 19. beba dice:

    Hola:
    Un excelente relato, bien pensado y bien realizado; no tiene por dónde criticarlo. Resalto, sobre todo, el giro de la historia que transforma al depresivo taxista en un vengador decidido y audaz.
    Felicitaciones.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 20:54
  20. 20. grace05 dice:

    Hola: qué más puedo decirte que no hayan expresado los compañeros.
    Tu relato me fascinó, me atrapó, muy bien escrito. El lector se enreda en la tensión del relato en la búsqueda del final y ¡ qué final!!!
    ¡Te felicito!!!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 30 abril 2015 a las 00:40
  21. 21. Dante dice:

    Adhiero a las opiniones de mis compañeros. Muy buen relato, excelente.
    Me gustó, al igual que a todos, el giro final y en lo personal, creo que el relato ofrece una interpretación que podría justificar con creces que se cuente el por qué del taxista: ¿el taxista fue maldecido por una bruja, o su maldición es justamente ser taxista y vivir como nómade de ciudad en ciudad? ¿No es él mismo la maldición, por elección propia? ¿Las brujas, productoras de maldiciones por excelencia, no son quienes están malditas y Javier Esparraguera es su maldición, o, por lo menos, el agente de ella que la hace cumplir inexorablemente? Son preguntas interesantes que creo que el propio relato podría contener implícitamente y eventualmente, responder de modo afirmativo.
    Y si es así, o si se lo lee en su literalidad, o según las interpretaciones de los demás compañeros, en todos los casos se llega a un resultado más que satisfactorio: el lector disfruta de una buena historia muy bien escrita.
    Saludos.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 01:38
  22. 22. Hugo Muñoz dice:

    SBMontero, he leido tu cuento y al igual que todos me parece bueno, sin embargo, que te diga lo excelente del cuento no te va a ayudar a mejorar, así que ahí te va mi crítica:
    Veamos pues, el tipo, pegándole a los sesenta (realmente ya no es joven), es un taxista (28 años de taxista) que está maldito, y por la forma en que la narradora presenta el oficio de taxista pareciera que eso, el ser taxista, es parte de la maldición o la maldición en sí (tal vez por esa razón sube caminando la pendiente, porque ha decidido terminar con la maldición, pero eso no queda explicado), si es así, habría que recalcar un poco más lo maldito del oficio, así pues, el maldito está buscando, más que venganza, deshacer la maldición, y la forma de lograrlo es matando a la hechicera que lo maldijo 36 años atrás y eso queda claro con la frase no terminada “…y que haga lo que haga no pueda quitarse… a no ser… bueno, ya sabe, qué le voy a decir sobre maldiciones…” ahora bien, llega a lo alto de la colina y se encuentra con el número 133 (en el tarot, el 1 es el mago y el 2 la sacerdotisa, el 3 es la emperatriz y el 13 es la muerte, tal vez para el caso el número 113 (mago muerto) o 213 (sacerdotisa muerta) vaya mejor al caso ), toca y le dicen que suba al tercer piso (La emperatriz, suena bien para como pintan a la madame, tal vez se pueda caracterizar un poco como la imagen de la carta), lo recibe Madame Yaniqua, paga 100 euros por adelantado, se asegura que Madame conozca el hechizo (ella se muestra soberbia: Emperatiz) y que lo haya realizado en alguna ocasión, de alguna forma (no explicada) está seguro de que la ha encontrado y tómala Felipe le mete un cachiporrazo (que quién sabe de dónde se saca la cachiporra, tal vez serviría hacer una referencia del molesto bulto que le roza la pierna cuando camina cuesta arriba) que la deja fuera de combate, la prepara para la contra maldición y la lleva a cabo, en cuanto el fuego aviva, el taxista toma el dinero y desaparece. Por último viene la segunda historia explicando (léase echando para abajo) el final del cuento y riajale, desengaña al lector: el hizo una llamada de burla 36 años atrás, ella le aplica la maldición arruinadora, él se viene abajo (no se explica a qué se refiere eso, venirse a pique), 8 años después encuentra un artículo en la revista Más Allá que le dice que tiene que matar a la bruja, entonces se convierte en taxista para viajar de ciudad en ciudad buscando y matando brujas al azar y 28 años después mata a esta que, al parecer, es una más (lo que hace preguntar al lector, ¿por qué la narradora decide contarme específicamente este hecho, cuando es, a luces, una más de las atrocidades que ha hecho y hará en el futuro el taxista?), y todo porque ya se ha hecho aficionado al purito.
    Me parece que la primera parte del cuento es muy buena, sin embargo, esa parte explicativa, demasiado explicativa diría yo, echa todo a bajo por dos cosas, primero porque la narradora da señales al principio que al final destroza y porque el final es demasiado explicativo. Lo que el cuento 1 cuenta en 7 párrafos y 2 diálogos, el cuento dos lo deshace en tan sólo medio párrafo, y en ese medio párrafo te cuenta además una historia que trata, inicialmente, de justificar la primera parte, y luego se va por ahí contándonos que además el taxista es un psicópata que lleva años haciendo lo mismo porque le gusta eso del purito (la piromanía tal vez).
    En fin, yo me quedaría con el primer cuento, y explicaría muy poco al final, lo esencial, sin la historia de la llamada y la psicosis del taxista, le daría fuerza a la maldición “oficio taxista” y usar el diálogo (u otro recurso) para dar luz a cómo sabe él que ella es la indicada, incluso el nombre de él podría llegarle poco a poco a la memoria a la bruja, hasta tenerlo claro con el último Oh antes de cachiporrazo.

    Escrito el 22 mayo 2015 a las 06:26
  23. 23. KMarce dice:

    Saludos SB, estoy tratando de retornar a mi lectura de relatos de La Maldición, este mes he empezado por el último subiendo hasta el primero… Gusto me daría haberlos leído ya todos, pero hoy he hecho una pausa y he tomado el inicio para la lectura.

    Coincido con mis compañeros, es un relato ameno de leer, con un buen ritmo que te orilla a seguir la lectura con atención.
    En cuanto a la trama, no le pondré quejas ha sido el recurso que has elegido para presentarnos el tema del mes; para mí es más que obvio que el “ser taxista” solo es la excusa que él tiene para recorrer las ciudades y la maldición que carga debe ser mayor a la profesión que por voluntad o necesidad ha escogido.
    También he leído con atención el comentario de Hugo, y que diré me he perdido con lo el tarot porque no sé nada de esas cuestiones, ya que todo lo que es esotérico no me gusta y por eso desconozco el significado, así que esa aclaratoria me ha causado gracia ya que parece que has investigado el tema o fue una casualidad inverosímil 😛

    Voy a decirte que el relato en general lo veo bueno, me ha gustado y por eso terminé de leer y quise comentarlo; he notado que tienes un apego por el uso de las comas, yo también por lo que estoy luchando quitarme el hábito.
    Recurre a usar frases cortas y frases largas, usar los puntos separados, puntos seguidos y las amadas ; de beba también pudieron colarse en tus párrafos narrativos.
    Mayor a esto, no he encontrado falla, has manejado bien la ortografía, la narrativa se comprende, quizá un poco de mejora en la redacción para no sentir el final en bombazo; como la porra que mencionó Hugo, a mi se me vino a la mente que llevaba un bastón no porque verdaderamente lo necesitara para caminar…

    Te felicito por tu acierto.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 23 mayo 2015 a las 21:55
  24. 24. SBMontero dice:

    Hugo Muñoz, no mata a cualquier bruja, sólo a aquellas que saben hacer cierto conjuro -por dinero lo saben hacer todas, claro-.
    Un consejo, si vas a matar a alguien, hombre, no vayas con tu taxi hasta la puerta de la víctima, que igual resulta que alguien se acuerda de el y te ves en el brete de huir de la ciudad sin necesidad, no, mejor dejas el taxi a una distancia prudencial y te acercas a pie.
    Una porra extensible se puede comprar en cualquier ferretería, cuando no está extendida tiene el tamaño de la palma de la mano y, normalmente, se lleva en el bolsillo, se usa en defensa personal y también sale mucho en la serie Elementary -Lucy Liu la usa de miedo-.

    Muchos habéis coincidido con que el final es muy compacto, vamos, que parece metido a presión, y tenéis razón, personalmente yo le habría dado trescientas palabritas más, pero es que no le cabían. A ver, que uno hace lo que puede con lo que tiene y, como dijo aquel, el espacio es el que es y no hay sitio para más.

    Doña KMarce, le agradezco el comentario -creo que la he pillado en WattPad, aunque todavía no he tenido tiempo de leerla mucho-. En general los escritores de este lado del atlántico tenemos ciertos problemas para acomodarnos a un uso más moderado de la coma cuando la idea aún se está desarrollando en la frase -sintiéndolo mucho mi respeto por el (;) es poquito, lo uso, pero con los máximos escrúpulos hacia la norma.

    Muchas gracias a ambos por los comentarios.

    Escrito el 23 mayo 2015 a las 22:40
  25. 25. KMarce dice:

    Saludos SB,

    Gracias por sus aclaratoria con el taxi, que tampoco le ví problema que llegara caminando. Quizá inconscientemente he pensado lo mismo, no vas a dejarlo frente a la puerta de tu victima. 😛

    Te confieso que si tengo WhattPad, pero está completamente vacío. Solo lo he abierto para “reservarme” el nombre por si acaso un día y se ocurra escribir por ahí. No me gustaría tener que cambiar mi nombre a cada rato porque otra persona ya lo ha usado antes que mí.
    De leernos por ahora, será únicamente por este medio.
    Buen dia 😀

    Escrito el 25 mayo 2015 a las 18:56

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