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La maldición - por Tim Galano

Asió la aldaba de su nueva casa y franqueó por fin el umbral. Respiró hondo, muy hondo, como asegurándose de que el aire de aquella casa era sólo para él, percibió una punzada en cada pulmón que le provocó una rápida necesidad de exhalar aquel aire ciego y caduco de la casa. La oscuridad era inmensa, la noche se reflejaba plena en el suelo y las paredes, y apenas un haz de luz de la calle se colaba con él por el umbral a su espalda, descubriendo el polvo y la herrumbre que se revelaba bajo sus pies. Empujó sus pasos reconociendo el suelo casi a palpas, escuchando a su espalda el chirrido agónico del madero del acceso al cerrarse. Oscuridad. Adivinó un pasadizo a su derecha que comunicaba con una pequeña sala, impropia de una mansión como aquélla, quizá la sala del servicio. La vio vacía pero conservaba los despojos de una decoración que quizá nadie osó sacar de allí, una lámpara de zinc con la bombilla hecha pedazos, una imagen familiar, que se dejaba ver por la luz que pasaba por un hueco de la persiana y por la expansión que en sus pupilas provocaban ya la oscuridad y el vino, los rasgo de un bebé que amarilleaban en su marco de madera carcomida.
Supo que allí al menos hallaría cobijo para pasar la noche y el vendaval, afuera el frío y la presencia de la lluvia podrían acabar de llevar la locura a su cabeza, si es que aquélla no se había adueñado de ella desde hacía ya muchos meses. Consiguió acomodarse, liberó sus pies del calzado roído por el paso de los días y la desgracia, se deshizo como pudo del abrigo hecho jirones, y se abandonó en el lado más alejado de la vidriera, apoyando el poco vino que le quedaba a sus pies y se abrigó haciendo de su sayo una improvisada sábana mojada y áspera.
La casa no le dio un respiro, recién ingerido el sorbo de vino, sonidos graves comenzaron a bajar por la escalera, las vidrieras golpeaban sus marcos abriéndose y cerrándose y a cada golpe caían sobre su cabeza esquirlas de cal de las paredes como una lluvia reflejo de las de afuera, los maderos de los escalones chirriaban como quejándose bajo unas pisadas invisibles, un aire frío heló la sala y después la casa, las redes hiladas por las arañas que plagaban las paredes se desenganchaban y se movían sin orden, empujadas, pensó, por el vendaval que crecía fuera y parecía haberse colado en la casa por el mismo paso por el que lo hizo él, el lloro de un bebe muy lejano, quizá el de la imagen amarilleada por el paso de los años. Se encogió sobre sí mismo, le sobrevino el miedo a morir de frío pero más miedo de morir loco. Si es que aun no había llegado a ser un loco. Si es que aun no había llegado a morir.
Se incorporó, se propuso de nuevo vencer al miedo y a su vida, recorrió la casa alargando la barbilla y afinando los ojos, como buscando claridad en los sonidos cuando de golpe una punzada se clavó en sus vísceras y le dejó un sabor a sangre en la boca, heladas las manos y la mirada perdida para siempre.
La policía, alarmada por el aguacero y una llamada anónima, apareció en los alrededores de la casa, el azul se coló por el hueco de la persiana, las demás se habían cerrado por sí mismas. La pareja revelaba el pudor propio de los demás al pasar por la fachada, la esquina de Holguín con calle Nueva, “non plus una”, “ninguno más”. Dieron un paso hacia el coche al ver la casa abrirse más allá de la cancela que daba paso al umbral, salió el vagabundo con espasmos que convulsionaban su cuerpo como un velero a la deriva, arrojando sangre por la boca, bañado en una mezcla hedionda de fluidos, caminando como podía, cediendo sus rodillas a cada paso, y al final un relámpago del chaparrón lo arrojó de manera brusca en el umbral de su nueva casa, los policías en lugar de avanzar recularon escuchando el bramido ahogado de la casa, se volvió a abrir y un segundo después un nuevo golpe al cerrarse la cancela acompasada con otro rayo arrancó de la fachada de la casa una placa grabada que cayó a los pies desparramados de aquel hombre, “non plus una”.

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11 comentarios

  1. 1. grace05 dice:

    Hola Tim: Me gustó mucho tu relato, te diría que todavía estoy temblando.. Lográs la tensión y suspenso de un relato de misterio y terror. Bien escrito y a pesar de la ausencia de “nuestra amiga la T” tu relato no se enreda en palabras que dificulten la lectura.
    ¡Excelente historia!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 28 abril 2015 a las 23:53
  2. 2. Paola dice:

    Hola, Tim, El relato me ha gustado, tiene todos los ingredientes de un relato de terror. No mencionas la maldición pero salta a la vista.
    Mantienes la tensión hasta el final.
    Mi sensación es que conseguirías crear más ansiedad si hicieras oraciones más cortas. Usar el punto da importancia a lo que estás diciendo. Más de treinta palabras en una oración son difíciles de leer y por tanto de asimilar, te pierdes algo seguro.Es como si el punto grabara esa idea en la mente del lector.
    Nos leemos. Saludos

    Escrito el 29 abril 2015 a las 10:17
  3. 3. Cesar A. Martin dice:

    Hola Tim, un relato aterrador y resuelves la falta de t con mucho acierto. Es la primera vez que te leo y no se si buscas algún efecto con la adjetivación o es tu estilo. Yo es que soy de poco modificadores. Seguiré tus próximas escenas para matar esa duda.
    Un saludo

    Escrito el 29 abril 2015 a las 12:48
  4. 4. Dante dice:

    Hola Tim. Excelente tu relato. Me gustó mucho el modo en que creaste ese clima sombrío y terrorífico.

    Vaya paradoja además: un soberbio relato de “T”error sin la “T”!!! Felicitaciones por haber cumplido tanto la consigna global como el reto opcional.

    Coincido en general con las opiniones de los compañeros que me precedieron. Como dice Grace, has logrado la tensión y el suspenso de un relato de misterio y terror y yo agregaría que lo has logrado de un modo interesante y destacable. Si estos elementos no se logran yo diría que no estaríamos ante un buen relato de terror, o peor aún, no habría relato de terror. Esa tensión, ese suspenso, ese clima y esas adecuadas descripciones (que permiten imaginar esa terrible lluvia, la situación psicológica del vagabundo y el estado de abandono de la casa,entre muchas otras cosas) concitan la atención del lector y le impiden abandonar el relato. Sobre esas bases tan sólidas la trama está muy bien construida y el ritmo del relato es el adecuado: ágil pero no excesivamente rápido ni muy vertiginoso. Las oraciones largas que has empleado en muchas oportunidades le imprimieron una interesante pausa que contribuyó a crear la tensión que garantiza que el relato pertenezca al género de terror (si así pudiera llamarse a dicho estilo).

    Sin embargo, con respecto a las oraciones largas creo que es atendible lo que sugiere Paola en cuanto a que éstas podrían confundir a veces. Yo creo, y esto es una opinión personal, que por un lado podrías usar algunas oraciones más cortas sin necesidad de eliminar las largas y sin que éstas dejen de ser mayoría en el desarrollo de la historia. Pueden alternarse, según convenga para imprimirle uno u otro ritmo o para reflejar mejor las ideas según las has imaginado. Lo que ayudaría a esa alternancia creo que serían los signos de puntuación. Tal vez sería convenientes que algunas de esas oraciones largas se descompusieran en dos, colocando algún punto seguido o punto y coma en vez de tantas comas. Remarco que este es un simple aspecto formal, bastante subjetivo y opinable (sin perjuicio de algunas reglas gramaticales más o menos objetivas) y que, en definitiva, dependerá del examen que hagas como autor. Y destaco también que esta observación en nada desmerece a este excelente relato. Al contrario, creo que podría contribuir a hacerlo brillar más todavía. En efecto, en algunos casos suele suceder como dice Paola: el punto puede grabar cierta idea en la mente del lector.

    Por otra parte, es interesante lo que apunta Cesar A. Martin en relación a la adjetivación y del modo en que lo plantea. En esto me acerco bastante a tu situación, ya que el tema de la adjetivación me ha sido marcado por algunos de mis comentaristas y me han hecho reflexionar. No sé si cambiaría ese aspecto totalmente en el relato, si lo haría parcialmente o si no lo cambiaría. A raíz de esa reflexión esbocé una idea que creo que podría servirme de guía: tal vez los adjetivos no sean en sí ni muchos ni pocos en cantidad, sino que su cantidad y uso dependerá del tipo de historia que queramos contar, del clima que queramos crear, de qué imágenes nos interesaría despertar en el lector y cuáles imágenes quisiéramos transmitir lo más fielmente posible a lo que imaginamos, de que esos adjetivos sean conducentes para el desarrollo de la historia y, sobre todo, que guarden relación con la psicología, el carácter, la personalidad y la “historia personal” del personaje (esto último en general sólo lo conoce el escritor y nunca se encontrará plasmada totalmente en ninguna narración). Partiendo de esa base, y sin dejar de reconocer que la cuestión de la adjetivación es una materia muy subjetiva y opinable y que a veces depende también del gusto personal o del estilo del autor, me parece que el uso que has hecho de los adjetivos es absolutamente pertinente y han creado múltiples efectos: han ayudado a construir el clima, la atmósfera emocional y a imaginarnos muy bien el lugar y el modo en que la acción transcurre. En este último punto quiero remarcar que los adjetivos no reemplazan a la acción (lo que sería “imperdonable” puesto que sin acción no habría historia) ni la ocultan ni la relativizan ni la pasan a un “segundo plano”, sino que realzan tanto a la acción como a los personajes (y más que a ninguno al vagabundo, el protagonista).

    La voz grave que adopta el narrador es perfectamente coherente con este estilo de historia y me parece muy acertada la elección de un narrador omnisciente.

    Nuevamente te felicito por tu relato y espero seguir leyendo otros de tu autoría.

    Saludos.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 00:22
  5. 5. Ariadna dice:

    Hola Tim! Me ha gustado mucho tu relato y eso que no soy muy fan del terror. Creo que llevas muy bien el tema, el desarrollo y la conclusión (sobretodo esta última que me encanta) y más teniendo en cuenta lo de la “t” (no se a ti pero a mi me costó bastante). Lo único malo que podría decir es la puntuación. Sobretodo a mitad del relato se hace muy arduo. Será que soy fiel defensora de las frases cortas y más para este tipo de relatos pero es que hay una parte en la que realmente se necesitan puntos. Como han comentado ayudarían a agilizar la lectura y le darían mucho más ritmo. Aun así creo que está genial y me gusta mucho la temática y, sobretodo, esa frase final. Creo que es el mejor cierre que se le puede dar.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 11:27
  6. 6. Mirando al sur dice:

    Lo que más me ha gustado es que en ningún momento he notado la ausencia de las “t”, has conseguido hilar una historia sin la necesidad de que el vocabulario quede forzado. Muy bien la intriga y el suspense, hay tensión desde el principio hasta el final.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 20:06
  7. 7. Leosinpirsa dice:

    Hola Tim, es una de esas historias de terror que me encantan y las que me gusta leer, de principio a fin. No obstante, tal como comentan otros compañeros, tus frases tan largas, carentes de alguna coma o punto, que nos den un respiro, para mi opinión, empañan un poco el producto final, que no es para nada malo y un alarde de imaginación, pero ganaria mucho más con esos pequeños parentesis.

    Enhorabuena por cumplir el reto de la “t” y hacerlo con un notable éxito. Un saludo.

    Escrito el 5 mayo 2015 a las 11:38
  8. 8. Tim Galano dice:

    Gracias a todos por comentar el relato!! Es la primera vez que participo en el taller y motivan bastante los comentarios.
    Además tengo que deciros que tenéis razón, incluso en lecturas mías posteriores al envío ya me di cuenta de los errores de puntuación, así que solo daros las gracias y tendré en cuenta vuestros consejos.
    Saludos a todos!

    Escrito el 5 mayo 2015 a las 17:47
  9. 9. beba dice:

    Hola, Tim.
    Me gustó tu relato. Adhiero a los comentarios anteriores y a los consejos que te han brindado.
    Un detalle: no entendí esta frase: La pareja revelaba el pudor propio de los demás al pasar por la fachada, la esquina de Holguín con calle Nueva, “non plus una”, “ninguno más”.Además me quedé desconcertada con el “non plus una”. ¿No será “non plus ultra”?
    Adelante. Saludos.

    Escrito el 11 mayo 2015 a las 20:29
  10. 10. Tim Galano dice:

    Hola Beba, gracias por comentar el relato.
    En la frase que dices, “la pareja” es la de policías (que siempre van de dos en dos) y “el pudor propio de los demás al pasar por la fachada” intentaba mostrar que el miedo o el respeto que transmite la casa es común y conocido por todos.
    Por otro lado, la locución “non plus una” es esa y no “non plus ultra”, esta última significa no mas allá o nada mas allá que además es lema de España y claramente no cabe en el texto. Además en él está traducida “non plus una”, “ninguno más” y representa el lema de la maldición.

    Escrito el 12 mayo 2015 a las 07:47
  11. 11. ILLARGUIA dice:

    Gracias a los comentarios sobre Sttorybox he encontrado tu escrito, creo que es la 1ª vez que te leo. Enhorabuena por el relato. El “non plus una”, gran hallazgo, recuerda un poco al “never more” del cuervo de Poe.
    Te seguiré leyendo al ritmo de los tambores.

    Escrito el 17 mayo 2015 a las 12:11

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