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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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LA MALDICIÓN - por Miranda

– Buenos días Pepe
– Buenos días Sr. Sierra

Pepe saludo con una sonrisa picarona guiñando un ojo, según cobraba los periódicos que acababan de adquirir varios de los asiduos a su Kiosco.

–Creo que hoy será muy de su agrado lo que han publicado, en el periódico local –dijo dirigiendose en especial a Juan

Juan Sierra, se alejo con sus periódicos en la mano, la sonrisa burlona del Kiosquero le había dejado confuso.

Cada día, desde que se había separado de Alba, hacia lo mismo: al salir de casa recogía sus periódicos y se acercaba al local de su amigo Rodolfo para charlar con él y cambiar opiniones del día a día a la vez que desayunaba.

Los desayunos en casa, los había suprimido para no recordar de forma apasionada la sensación de felicidad que le embargaba cada mañana cuando convivían.

Llego al local, pero en vez de Rodolfo era Julio, su camarero, quien le saludo.

Pensó que era mejor, así podría buscar en el periódico, la publicación a la que se había referido Pepe, sin que nadie le diese sus opiniones previas y lo pillara por sorpresa.

Paso las hojas, con avidez, le sorprendió en la primera página no apareciera nada reseñable para él, pero como no sabía a que se refería la buena nueva, quizá solo fuera especial para unos pocos.

Al pasar la hoja 22 lo vio, su maldición se había cumplido, claro que él había colaborado mucho para que fuera así.

La empresa que regulaba los lugares donde aparcar en su ciudad, había conseguido la concesión de forma ilegal y además abusaba en la recaudación.

Hacia cinco años que el había empezado una cruzada hacia ellos, informes, redes sociales, juzgados…..

Por fin había una buena nueva “Se declaraba ilegal la concesión, además pagarían una indemnización millonaria”, aún quedaban muchas guerrillas que ganar, recurrirían y usarían los recovecos legales, pero aún así era un premio a sus desvelos.

Recordó aquel día en que se había enfadado, jurado y maldecido.

Llevaba desde primera hora de la mañana cumpliendo y poniendo la O.R.A, salía a cambiarla cada dos horas y cuando al final del día su jefe le llamó para que incluyera en su informe de los viernes unas aclaraciones, y le hizo demorarse un poco, se encontró con la sanción.

Cuando se acercaba a su vehiculo vislumbro al hombrecillo del chaleco amarillo fluor, maquina en mano. Se acerco para implorarle, pero el hombrecillo malhumorado no solo no le hizo caso, sino que en el fragor de la discusión, le dijo de forma chulesca, que a él para eso le pagaban. Se encorajino y no pudo hacer más que maldecirlo deseaba que dejaran de pagarle por eso.

“Espero que algún día quedes en el paro”. Una maldición que en época de crisis, era cruel y solo se le podia desear a un verdadero enemigo.

Ahora, alguien había podido parar a los hombrecillos del chaleco fluor. Un juez.

Al menos habría unas semanas, quizás meses, o con el azar a su favor, años de sosiego, para su bolsillo y de fragor para su lucha legal.

Alzo la mirada, Rodolfo llegaba con una sonrisa que le hizo saber que ya lo había leído.

–¿Qué? ¿Lo celebramos?. –Saludo Rodolfo
– Sí, mañana, que es Sábado.

Al salir, saludo risueño al barrendero, usaba el chaleco fluor pero no era del grupo de los hombrecillos fluor que le caían mal. Por eso se alegro de que esos se hubieran salvado de su maldición.

Había afinado mucho, la maldición había sido muy eficaz.

Consideró que se le daba bien maldecir.

Y empezó a pensar que quizá debería probar sus poderes para que volviera Alba.

Iria a ver a alguna bruja.

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11 comentarios

  1. Me ha gustado el relato compañera.

    Si se le da bien maldecir, ya sabemos el próximo destino del protagonista: El congreso.

    Saludos.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 18:12
  2. 2. José Torma dice:

    Que tal Miranda?

    Creo que tardas un poco en llegar a la carnita del asunto, pero una vez ahi, el relato se convierte en universal.

    Quien no le ha mentado la madre a un parquero (asi les decimos en México a los seres que pululan por las calles y te ofrecen ponerle al medidor a cambio de una propina y el subsequente coraje de tener que ir a pagar la multa para recuperar tu placa).

    El asunto de la ex esposa me salio un poco de mas, creo que no lo requerias.

    Me gusto que aun que estaba contento porque su maldicion habia tenido exito, se congratula de que no a todos los uniformados les llego.

    La forma tiene frases raras pero es por la ausencia de la T.

    No se si de forma voluntaria, pero a mi me parece un relato de comedia involuntaria donde la situacion se torna un poco bizarra y chistosa a la vez.

    Felicidades por lograr el reto.

    Torbellino Power

    Escrito el 29 abril 2015 a las 19:47
  3. 3. grace05 dice:

    Lindo relato. De lectura ágil y fluida. Una idea basada en una realidad cotidiana, muchas son las maldiciones que deseamos cuando la gente nos contesta con soberbia y falta de educación. Por el contrario al protagonista no creo que se me haya cumplido ninguna… jajaja.
    Muy buen relato!!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 29 abril 2015 a las 21:02
  4. 4. Diego Manresa Bilbao dice:

    Muy bien Miranda!!!! Un relato muy fluido, con una historia muy humana, en la que no pasa nada pero pasa de todo…
    Muy bueno, costumbrista…

    Escrito el 29 abril 2015 a las 23:05
  5. 5. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Miranda, te felicito. Un tema muy recurrente en nuestra forma de vida. todo tipo de poder conduce al ultraje y al abuso pero tambienresaltas otra perspectiva: Cuando se triunfa sobre el poder por conceción, ese poder se adhiere al vencedor y procura utilizarlo para sus propios fines.Enhorabuena.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 23:27
  6. 6. Servio Flores dice:

    Me ha gustado, muy fluido, se lee de tirón y con expectación.
    Solo un par de acentos y nada más.
    Como dijo Pato, este va de diputado!
    Felicidades

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 02:21
  7. 7. marazul dice:

    Hola Miranda, si que fastidian esas sanciones por el pequeño descuido de un día y además mientras se está trabajando. Entiendo que te ha pasado más de una vez y te has querido vengar con este relato jeje…..
    No se si decirte que te faltan algunas tildes……me has dado miedo: ¡no me vayas a maldecir!
    Lo que si es verdad es que te has atrevido con el reto y lo has logrado. ¡Enhorabuena ni una sola T!

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 19:54
  8. 8. Adella Brac dice:

    Hay algunas faltas de ortografía que llaman mucho la atención, pero la historia me gusta.
    Algunas frases suenan raras, pero está claro que ha sido por culpa de huir de la letra “t”. Por cierto, ¡qué rabia!, se te ha escapado una: “se encontró con la sanción”.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 09:57
  9. 9. Thelma López Lara dice:

    Hola Miranda,

    Gracias por leer mi relato y por tus palabras.
    Te comento que en cuanto a forma, vi algunas palabras sin tildar. Eso es corregible.
    El contenido me gustó, porque son situaciones se dan a diario. Hay muchos abusos y nadie regula esos atropellos.

    Saludos

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 16:34
  10. 10. Roger/NHICAP dice:

    Hola Miranda,
    Llego tarde pero aquí me tienes. Considera cumplido el reto, una T no es nada en 750 palabras.
    Me ha gustado porque es una narración sencilla, de enorme frescura sobre un tema que todos sufrimos.
    Quizás un final más fuerte le hubiese venido bien, ej: agarrar una borrachera en el bar con el juez que no todos son abstemios
    Buen relato Miranda.
    Un abrazo

    Escrito el 6 mayo 2015 a las 13:00
  11. 11. Iracunda Smith dice:

    Buen relato. Estoy segura de que muchos han maldecido de igual o peor forma a los del O.R.A. sin resultados, que este sea un desquiete para todos.

    Un abrazo, ¡nos leemos!

    Escrito el 7 mayo 2015 a las 20:46

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