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La maldición - por Troya

Cuando su empresa anunció que el puesto de Jefe de Ventas estaba libre y podían optar a él, Fermín no tardó un segundo en ponerse en marcha. Pronto se dio cuenta que no tenía nada que hacer, pues su compañera, Sandra, estaba a punto de cerrar un trato con un cliente que reportaría a la empresa grandes beneficios y a ella el ascenso.
Poco tiempo después, se le presentó una oportunidad que no desperdició. Sandra se fue de vacaciones dejando pendiente ese trato para cuando regresara y Fermín no se resistió, se le adelantó. Así se libraría de la persona que le hacía sombra, con la que se disputaba el puesto, por la que, en el fondo, sentía algo. Pero esto último no le importó, se olvidó de ese sentimiento y de ella cuando mintió a sus superiores diciendo que el cliente estaba inseguro y que si esperaban a Sandra, se arrepentiría. Y cerró el acuerdo. Después, intentó negociar con su compañera por lo que había hecho, pero ni siquiera le escuchó.
Y por fin llegó el día, dirían quién ocuparía el puesto. El esfuerzo que había hecho por llegar hasta donde se encontraba, había valido la pena, pisotear a los demás y a quien se interpusiese en su camino, “¡claro qué había merecido la pena!” -eso es lo que se decía-. Aunque en ese largo camino de obstáculos había conseguido el desprecio y antipatía de la mayoría de sus compañeros, pero, había dejado de ser un don nadie, esa etiqueta que le perseguía desde pequeño.
– ¿Y ahora qué?, si me vieran, ahora sí que no se reirían de mí- masculló mientras conducía camino del trabajo.

Ya en la oficina, el gerente llamó a los tres candidatos a su despacho.
– Buenos días- dijo el gerente, y contestaron al unísono.- Bien, ya saben por qué están aquí. La dirección ha estudiado a fondo vuestra labor en la empresa, y de antemano os damos las gracias por todo lo que hacéis por ella.- asintieron.
– Gracias a ustedes por darnos la oportunidad- contestó Fermín con su palabrería habitual que fue recibida con miradas de soslayo de sus rivales.
– Sigamos… No le vamos a dar más vuelta al asunto. El elegido es ¡Fermín!- concluyó el gerente dirigiendo la mirada hacia él.- ¡Enhorabuena!
– ¡GRACIAS!. No se arrepentirán- se volvió a sus compañeros y les dio la mano, éstos le correspondieron y balbucearon una felicitación de la mejor manera que su cara de decepción les permitió.
– A los demás, gracias de nuevo. Y si quieren hacerme alguna consulta, aquí estoy- y salieron del despacho.

El resto del día Fermín se lo pasó organizándose para ocupar cuanto antes su nuevo sitio y delegando su trabajo pendiente a los que iban a formar su equipo, entre los que estaban sus dos rivales. Fueron unas horas de caras largas para la mayoría, pero para Fermín y sus pocos simpatizantes, casi todos nuevas incorporaciones que intentaban hacerse un hueco en la empresa arrimándose a él, fue un día exultante.

Al terminar la jornada se encontró con Sandra en los aparcamientos, se acercó, pero ella no le miró.
– ¡Enhorabuena! ¡Gracias por quitarme el puesto y las ilusiones!
– Yo también quería ese trabajo. Además… te hice una propuesta que no tenías que haber rechazado y me hubiera retirado. Aunque todavía la mantengo… si te apetece… claro que ya sólo sería por placer.
– ¡Tendrás cara!- dijo, ya mirándolo, con los ojos inyectados de sangre- ¡Jamás! Grábatelo en la cabeza, ¡jamás me acostaré contigo!, por nada. Pero esto no se quedará así, ese puesto es mío y lo sabes, seguiré luchando por él, al final los jefes se darán cuenta de cómo eres… miserable alimaña- cerró de un portazo el coche y le profirió una serie de improperios que Fermín en ese momento no hizo caso.

Se fue a casa contento con su nuevo trabajo, pidió comida china para celebrarlo y se dio un baño relajante.
De madrugada, algo le hizo desvelarse. Abrió los ojos y miró alrededor con problemas, quiso rascárselos pero era incapaz de alzar las manos. No podía moverse bien y se cayó de la cama. Deslizándose por el suelo, de una manera rara, llegó al baño, suplicando que fuera una pesadilla. Como pudo se incorporó apoyándose en el lavabo y frente al espejo confirmó sus sospechas. Entonces recordó las palabras de ella dentro del coche: “Ojalá te conviertas en gusano para que sientas lo rastrero que eres”.

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20 comentarios

  1. 1. Carla dice:

    Un final tan inesperado que hasta me has arrancado una carcajada. ¡Pobre Fermín!
    Carla

    Escrito el 28 abril 2015 a las 16:09
  2. 2. Troya dice:

    Gracias Carla por tu comentario. Lo siento por Fermín, pero es un capullo y tenía que castigarlo, Jeje!
    Ahora mismo te comento el tuyo, que lo he leído varias veces ya, y tengo un hueco.
    Gracias también a mi comentaristas, solo dos :(, pero ¡bienvenidos son!

    Escrito el 29 abril 2015 a las 11:43
  3. 3. Kenoa Gessle dice:

    Bien merecido ese final. Buena historia y mejor final. Saludos

    Escrito el 29 abril 2015 a las 16:48
  4. 4. KMarce dice:

    Saludos Troya. Muchas gracias por leer y comentar mi relato. 🙂
    Ay las rivalidades de oficina. Honestamente no siento pena de Fermín, ha recibido solo lo que ha cosechado.
    Me pareció un relato de fácil lectura, rápido y ameno. Lograste que me cayera “gordo” el protagonista, pero quizá mi entrecejó se junto más con el jefe que le ha seleccionado, ¡Qué descaro, restregarle a los otros dos que le ha elegido! Pena que no se le dió tiempo de demostrar su incompetencia que seguro el puesto le queda grande, pero ese final como “Twilight Zone” me ha gustado mucho.
    Como observación, recuerda que todo lo que va entre ¡!¿? siempre inicia con mayúscula, y un consejo que yo misma he recibido, es usar frases cortas y largas. Evita cortar frase con una coma innecesaria, a veces obviarla le da muy flujo de más impacto.
    Por lo demás, me parece acertado. Y para los demás compañeros en esa oficina… No se metan con Sandra.

    Nos leemos.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 22:49
  5. Buenas Troya, gracias por leer y comentar mi relato.

    Tu relato me ha resultado muy entretenido, un tema muy interesante y novedoso y un uso del tema de la maldición bastante sorprendente.
    El final es bastante chocante y es un buen ejemplo del Karma.

    Buen trabajo!

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 10:23
  6. 6. Demetrio Vert dice:

    Hola Troya. Bienvenida, aunque yo también soy nuevo. Un par de veces aquí. Me gusta comentar largo, pero siempre con cariño y devoción.

    Un relato interesante. Algunas cosillas a considerar.

    1) No utilizas bien los guiones que acotan diálogos. Busca en la RAE: guiones, rayas, comillas, etc.

    2) Para mi hay demasiadas “y” y demasiados “que”. Ejem: “…para cuando regresara y Fermín no se resistió…,” ¿Que tal suena, “…para cuando regresara. Fermín no se resistió…,”. Otro: “…contestó Fermín con su palabrería habitual que fue recibida con miradas de soslayo de sus rivales”. A ver esto: “contestó Fermín con su palabrería habitual. Sus rivales le miraron de soslayo”. Otro: “…el coche y le profirió una serie de improperios que Fermín en ese momento no hizo caso”. ¿Y así?: “…el coche y profirió una serie de improperios. Fermín, en ese momento, no hizo caso”. (Esta claro que los improperios son para Fermín, pues no hay otro personaje en escena).

    3) La presentación la veo demasida larga y descriptiva.

    4) En el relato observo palabras sobrantes, que no aportan nada a la esencia del mismo. Ejem: “El resto del día Fermín se lo pasó organizándose para ocupar cuanto antes su nuevo sitio y delegando su trabajo pendiente a los que iban a formar su equipo, entre los que estaban sus dos rivales. Fueron unas horas de caras largas para la mayoría, pero para Fermín y sus pocos simpatizantes, casi todos nuevas incorporaciones que intentaban hacerse un hueco en la empresa arrimándose a él, fue un día exultante”. Todo lo anterior para decir que Fermín estaba contento y tuvo un día exultante, y sus rivales amargados. Un poco largo ¿no?

    Pero la historia de envidias, celos, lucha implacable de poderes, lameculos y demás servidumbres está muy bién. Ahora, yo me pregunto. En el tiempo del relato (el actual) ¿funcionan las maldiciones? ¿No sería más verosímil que a Fermín le suceda algo porque se obsesione? En una maldición hay siempre algo de sobrenatural, de mágico. O de fatalidad paranóica.
    De todas formas, Fermín lo tiene merecido.

    Un saludo.

    Mi texto esta al “laito” del tuyo. El 181.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 17:34
  7. 7. Leonardo Ossa dice:

    Hola Troya, me entretuve con tu historia, aunque esperaba un final más creíble. Los comentarios que te hace acá Demetrio son muy acertados.
    Mi participación en Literautas es también reciente, y lo hago, con el fin de aprender. (Creo que algo he ido asimilando).
    Hasta pronto.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 20:37
  8. 8. Ricar dice:

    Holaq tal, Troya.
    Te agradeco mucho que me hayas comentado. Tomaré muy en cuenta tus consejos.
    Me acabo de leer tu relato y está muy bien, me ha gustado porque me ha mantenido durante todo el relato queriendo saber más sobre la historia y tambien como algunos de los que te han comentado me ha encantado el final, inesperado. Enhorabuena.
    Procura poner la raya de los diálogos adecuada como te han dicho por ahí. Yo creo que todo lo que te iba a decir ya te lo han aportado los compañeros. Enhorabuena por tu trabajo.

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 12:39
  9. 9. Troya dice:

    Gracias a todos por vuestros comentarios y recomendaciones, tendré en cuenta los consejos. Lo estoy leyendo otra vez y veo cómo puedo redactarlo para que quede mejor.
    En cuanto al final, lo siento por los que prefieren uno creíble, Jeje! Pero no…lo dejo asi, que es como me gusta y además me da la oportunidad de seguir con la historia si quiero.

    Gracias de nuevo a todos y saludos.

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 15:36
  10. 10. grace05 dice:

    Me gusto tu historia. Buena idea. El final “kafkiano” no creíble pero atemorizante. Adhiero a los comentarios de los compañaeros.

    Buen trabajo!!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 2 mayo 2015 a las 19:50
  11. 11. Lucas 193 dice:

    Buen relato, la competitividad por quedar bien con los jefes y ascender, es real como la vida misma en la mayoría de los trabajos. Por otro lado Sandra es un poco inocente, no te puedes ir dejando a medias esa operación tan buena, si en ello te va un ascenso. En el trabajo no hay piedad. Pasa todos los días en todos los trabajos, menos lo de convertirse en oruga, que estaría bien que los rastreros se convertieran en orugas. El miserable, aunque al principio engañe, después no lo hace, o eso me gusta pensar.

    La propuesta de Fermín, es graciosa, le quita el puesto y además le hace propociones indecentes. Vaya con Fermín. Y allí juntos trabajando, quizás muchos años, viéndole la cara a la oruga Fermín.

    Me ha gustado el tema de los oficinistas trepas, que hacen cualquier cosa para asecender en el trabajo. Ya nos educan así en la escuela, no es su culpa. Es una sociedad muy competitiva. Un saludo.

    Escrito el 3 mayo 2015 a las 08:11
  12. 12. Zelfus dice:

    Si alguien por casualidad, lee mis comentarios, dirá que soy imposible de complacer. Casi siempre pido un final que me sorprenda y, cuando llega este, te lo voy a criticar. El relato me pareció interesante, me parece conocer al tal Fermín ese, y logras que desarrollemos ese sentimiento de fastidio e injusticia que es útil para crear vínculos con el lector. Sin embargo, la maldición sale y funciona de la nada. Creo que si al menos oímos a Sandra decirlo antes de que sucediera, si al menos tuviera un retorcijón de barriga o unas insaciables ansias de comer hojas, cerraría mejor. Qué piensas tú?

    Estoy comentando los 10 siguientes a mi relato. Este es el número 6.

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 02:22
  13. 13. Adella Brac dice:

    La idea está bien pero el resultado creo que podría mejorarse. Ya te han dado buenos consejos, ¡sigue trabajando!
    Un saludo 🙂

    Escrito el 4 mayo 2015 a las 14:55
  14. 14. Troya dice:

    De nuevo, gracias a todos por los comentarios y aportaciones para mejorar. He aprendido mucho y estoy revisando la historia con las recomendaciones que me habéis hecho.

    Saludos

    Escrito el 5 mayo 2015 a las 14:07
  15. 15. Leonardo Ossa dice:

    Troya pasaba de nuevo por acá para agradecer tus palabras junto a mi versión de “La maldición” Has sido muy amable.
    Espero también volverte a leer.
    Un saludo.
    leonardo_ossa@hotmail.com

    Escrito el 7 mayo 2015 a las 15:43
  16. 16. beba dice:

    Me pareció un buen cuento. Trabajaste muy bien las emociones en el duelo de poder.
    Coincido con los comentarios de Demetrio acerca de buscar simplicidad en las entradas del narrador.
    Buen vocabulario y buen manejo gramatical del mismo. Solo te marco las mayúsculas después de “¿” y “¡”
    Saludos.

    Escrito el 12 mayo 2015 a las 00:20
  17. 17. Demetrio Vert dice:

    A Troya y beba. Cuidado con las mayúsculas detrás de los signos ? y!. No siempre van. Recomiendo la RAE.

    http://lema.rae.es/dpd/?key=signos

    Escrito el 13 mayo 2015 a las 12:13
  18. 18. KMarce dice:

    Tomo nota yo también Demetrio, ya que en algún lado he leído que “siempre” iban en mayúscula lo que va entre ¿?¡!, sin recordarme que se obvia cuando se entiende que va una coma antes, se tomará está como el “signo de puntuación dominante”, Me he leído el link que gentilmente has colocado y me corrijo a mi misma, por la errata de dar “correcciones no correctas” 😛
    Pido disculpas.

    Nos leemos.

    Escrito el 14 mayo 2015 a las 22:13
  19. 19. Demetrio Vert dice:

    Hola KMarce. Lo que cuenta es el ánimo que tenemos de aprender y la ventaja que sacamos a la generosidad de los compañeros.

    Yo estpoy aquí para eso, para aprender, y también para divertirme, claro.

    Un saludo.

    Escrito el 15 mayo 2015 a las 08:38
  20. 20. Troya dice:

    Hola de nuevo! Gracias por las aportaciones. Gracias Beba por tu opinión.
    Echaré un vistazo a todo y lo pondré en práctica, aunque este mes no podrá ser no he podido participar.:(

    Escrito el 15 mayo 2015 a las 21:32

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