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La Maldición - por Gladys Ruibal

LA MALDICION

Fue hace medio siglo y aún me parece ver como desaparecía ante mi asombro el edificio de la abadía. Con el paso de los años, las ruinas se han convertido en una curiosidad para los viajeros, pero para nuestra comunidad es un lugar maldito. Los vecinos del pueblo vieron de lejos las lenguas de fuego ascender ante sus ojos como animal enfurecido, mas nada pudieron hacer para socorrer a los que quedaron encerrados en el edificio.
Se cuentan muchas historias acerca de lo que sucedió, la mayoría son especulaciones, otras son producto de la imaginación de los lugareños. Por eso hoy siento la necesidad de revelar lo que vi aquel día y que he guardado en secreto tanto tiempo.
Aquel día, mis amigos y yo entramos en la abadía. Hacía tiempo que habíamos descubierto una abertura en el muro del lado sur que daba paso a los jardines del lugar. Movidos por la curiosidad, la misma que asesinó al gato, como suele decirse, nos arriesgamos a acercarnos a las ventanas de uno de los salones del edificio.
Al parecer se estaba llevando a cabo una reunión de sacerdotes. Discutían. Gritaban. Otros hacían sin cesar la señal de la cruz en su pecho. En el salón una enorme mesa mantenía en círculo a todo el grupo, pero en un lateral se encontraba de pie un joven que no llevaba sotana.
Sus manos estaban atadas a su espalda y su cabeza caía hacia adelante. Al principio no lo reconocí, pero bastó que hablara para que yo lo reconociera. Era el padre Andrés, lo conocíamos bien porque era uno de nuestros maestros y compañero de juegos en el recreo. Lo oímos pedir perdón y misericordia. Rogaba que lo liberaran y que le permitieran verla
De pronto se oyó un grito desgarrador, al parecer venia de la otra habitación. La puerta se abrió de golpe y apareció una mujer que con su voz quebrada por el llanto les dijo:
-No es necesario que sigan discutiendo, el niño ha muerto.
El padre Andrés cayó de rodillas y de su pecho brotó un llanto desgarrador. Nosotros permanecimos inmóviles ante la escena, por miedo a que nos descubrieran, pues aun sin saber que pasaba nos dimos cuenta de que era algo grave.
Otro de los sacerdotes se le acercó, desató sus manos y trató de ayudarlo a ponerse de pié. El joven sacerdote lo miro con desprecio e hizo un movimiento para que lo soltaran, entro en la habitación y cerró la puerta tras de sí.
Hoy pienso que hubiera sido mejor para nosotros, habernos alejado de ese lugar. Pero no, admito que fui yo quien quiso hurgar un poco más, quería saber que pasaba. Me subí hasta la otra ventana y vi al padre Andrés abrazar a la joven gitana.
De pronto recordé que hacía varios meses la madre de Giovanna, ese era el nombre de la joven, había denunciado su desaparición y todos se burlaban diciéndole que de seguro se habría escapado con algún viajero. La mujer revolvió cielo y tierra para encontrar a su hija. Fue cuando comprendí que nunca la hubiera encontrado porque estaba en la abadía, y los gitanos no frecuentan las iglesias.
Luego todo sucedió rápidamente. Mientras en el gran salón decidieron cremar el cuerpo del niño, pues estaba claro que como era un bastardo e hijo de una infiel no podían enterrarlo en el campo santo. No se dieron cuenta, hasta que fue tarde, de que ayudada por Andrés, Giovanna estaba parada en la puerta de la habitación escuchando la sentencia que estos hombres dictaron sobre la vida y muerte de su hijo.
-¡Ustedes se hacen llamar hombres de dios!
Y fue entonces que con su último aliento, maldijo a los monjes y al monasterio a arder en las mismas llamas en que ellos deseaban desechar el cuerpo de su niño.
Asustados salimos corriendo, ninguno dijo nada, solo nos alejamos lo más que pudimos.
Entrada la noche de ese mismo día, el cielo se vistió de rojo y todo el pueblo fue testigo del incendio que hizo desaparecer la abadía y a todos los que en ella habitaban.
Todo el pueblo trato de ayudar, pero fue inútil, no hubo sobrevivientes.
Pasado algún tiempo, algunas personas que visitaban las ruinas aseguraban haber visto fantasmas y hasta oían sus gritos. El lugar cobro fama de estar embrujado, yo sé que en realidad está maldito.

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10 comentarios

  1. 1. Darío Lana dice:

    ¡Qué intenso! Me ha gustado mucho. Has sabido “dibujar” muy bien las escenas del incendio y la abadia. Además consigues mantener muy bien la atención. Como mejora, quizá deberías separar en parrafos para que la lectura sea mas fluida.
    Un saludo

    Escrito el 28 abril 2015 a las 15:13
  2. 2. SBMontero dice:

    Aunque a cada línea se hace más evidente lo que va a pasar es tremendamente inquietante. Me ha gustado, tal vez revisaría un poco la expresión, acortaría un poco las frases y cuidaría más el uso de los pronombres, pero el conjunto llega a ser agobiante, frenético y muy, muy conseguido.

    Mis felicitaciones al chef.

    Escrito el 28 abril 2015 a las 23:25
  3. 3. mondregas dice:

    Una historia muy interesante y bien relatada. Me gusta

    Escrito el 29 abril 2015 a las 08:45
  4. 4. PAULATREIDES dice:

    Inquietante e intrigante. Algunas frases algo largas. Pero bien en conjunto.
    Un saludo.

    Escrito el 29 abril 2015 a las 10:36
  5. 5. Helena Sauras dice:

    Coincido con las otras opiniones, recorta algunas frases para dar más ritmo y que la lectura resulte fluida.
    Por lo demás, el contenido me parece acertado y el punto de vista del protagonista también. ¡Buen relato!

    Escrito el 29 abril 2015 a las 15:40
  6. Al principio me ha costado un poquito, quizás el primer párrafo es excesivamente largo, después has entrado en la trama y se ha desarrollado con muy buen ritmo y manteniendo el interés.
    Me ha gustado.

    Saludos

    Escrito el 29 abril 2015 a las 18:25
  7. 7. Dante dice:

    Me gustó muchísimo el relato. Me costaría mucho realizar alguna crítica desde el punto de vista formal. Sólo podría indicar que tal vez, para que el relato brille más, se podrían revisar algunos signos de puntuación. Lo que no quita que después de un examen pueda concluirse que la mejor opción es la que has elegido.

    En cuanto al contenido, adhiero totalmente a las opiniones de los compañeros. Coincido totalmente con Darío Lana en su calificación, que resume perfectamente al relato: qué intenso.

    Creo que se encuentra muy bien escrito, que la idea es muy buena, que la trama se encuentra muy bien estructurada y “fluye” de manera natural.

    Realmente he podido visualizar la abadía y he imaginado a los personajes.

    Se trata de un muy buen relato que disfruté leyéndolo, aunque si se me permite, creo que esta historia que has creado tiene mucho potencial y tranquilamente podría inspirar una novela y quizás, hasta una película (con sólo imaginar las escenas de los sacerdotes dentro de la abadía y de los momentos más álgidos del nudo, creo que pagaría gustoso la entrada para ir a verla!).

    Felicitaciones por tu relato y espero poder seguir leyendo otros de tu autoría.

    Saludos.

    Escrito el 30 abril 2015 a las 02:06
  8. 8. grace05 dice:

    Muy buena historia. Me gustó mucho. Bien lograda. La ambientación y la buena descripción de la sensaciones pone al lector en el centro de la historia como observador del relato. Excelente ¡ Te felicito!!!!
    Te invito a comentar 106

    Escrito el 30 abril 2015 a las 21:46
  9. 9. beba dice:

    Hola, Gladys:
    Me gustó tu relato. Manejaste muy bien la tensión del relato. Es un cuento doloroso, cruel, y tus palabras lo han relatado perfectamente.
    Buen vocabulario.Bien, la gramática. Sólo noté la expresión “todo el pueblo”, en la escena del incendio, repetida dos veces a muy corta distancia.
    Felicitaciones.

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 21:14
  10. 10. Tavi Oyarce dice:

    Gladys:

    Coincido con mis compañeros en todo lo que dicen en cuanto al contenido.Excelente. Es en la forma que solo deseo hacerte uno alcances.
    Hay palabras que permiten dar agilidad al relato y hacerlo más breve un ejemplo: cuando tu dices “Otros hacían sin cesar la señal de la cruz”, puedes escribir: ” Otros se santiguaban sin cesar”. 9 palabras las reemplazas por 4 y dices lo mismo y mas breve.

    Cuida de no usar dos veces un verbo en una misma oración, ejemplo: “Al principio no lo reconocí, pero bastó que hablara para que yo lo reconociera. Me refiero al verbo reconocer.

    La palabra ” desgarrador” está 2 veces muy seguidas y se nota.

    En la frase “Otro de los sacerdotes se le acercó”, el “le” afea el lenguaje. ” Otro sacerdote se acercó”

    Por último la letra “e” que te marco puedes sustituirla por una coma y quedará mas literaria “pues estaba claro que como era un bastardo “e”hijo de una infiel.

    Gladys Espero ser un aporte

    Saludos

    Escrito el 1 mayo 2015 a las 22:47

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