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La maldición - por Daniela López

Por enésima vez, me reproché por haberle hecho caso a Dina. Era mi amiga, lo sé. Pero llevarme como cordero al matadero…me ponía de muy mal humor.
Analizaba yo mi posición, cuando me di cuenta de que Dina le sonreía al «indicado». Me mordí el labio inferior: a pesar de mis escrúpulos, tenía que intentarlo.
Discúlpenme, aún no les comenté quien soy. Los nervios. Me llamo Lucía y tengo dieciocho años. A diferencia de muchas chicas, no me gusta seducir e implicarme en una relación. Soy fría, orgullosa y demasiado calculadora. No hay palabra o posición ajena que yo no analice. La observación es un hobbie y me gusta practicarlo con hombre primero que nada. Algo más. Lo que me diferencia por demás (y es lo que Dina odia de mí) es que no comprendo el hecho de que alguien se pueda enamorar de mí. Socializar con un chico es bueno. Pero… ¿y si quiere algo más? No, no. Es mejor eliminar esa epidemia, esa maldición, de raíz. Como cuando el personaje de de Saint-Exúpery eliminaba los baobabs para que no se apoderaran de su mundo.
El chico no me había divisado y fue de nuevo con sus amigos, para seguir con la charla y los cucuruchos. Dina volvió a su silla y me pasó el helado. Me hablaba de la amabilidad del «indicado» y de lo genial que me iba a llevar yo con él. Aunque, dijo, era un poquito egocéntrico. Pero, por lo demás, era un genio.
Sonreí. A mi amiga le agradaba aquel muchacho. Cuando lo eliminara lo iba a hacer forma más dulce, pensé.
—Haz un esfuerzo, Luci. Sólo síguele la corriente y dale a ese orgullo que posees unas lindas vacaciones. Algún día me lo vas a agradecer.
Apuré el helado. Dina descuidó el suyo, que cayó al suelo.
Exclamé algo en voz baja, ella rió sin más. Nuestro pequeño show fue captado por el «indicado» que se acercó a ayudar. Allí me reconoció.
—¡Luci!
Me saludó con un beso y me encerró en un medio abrazo. El poco helado que había en mi cucurucho fue a dar en su camisa negra. Vaya, pensé, Dina no falló: el chico era un narciso de primera.
Fingí afigirme, no fue difícil. Y ya, lo despaché sin más.

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2 comentarios

  1. 1. grace05 dice:

    Excelente tu relato. Fluido, con un poquito de humor. Muy bien escrito, lenguaje sencillo que permite una lectura amena y ágil. Una idea muy actual “compromiso” igual maldición… pensamiento de la realidad joven. Me gustó el giro final, buena forma de dar por finalizado lo que no empezó.
    ¡Te felicito!
    Te invito a leer 106

    Escrito el 28 abril 2015 a las 19:40
  2. 2. Nieves dice:

    Muy bueno. Se lee de carrerilla.

    Escrito el 8 mayo 2015 a las 15:28

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