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LA MALDICIÓN - por Margarita del Brezo
Dije “buenos días” aún con la resaca de esa pesadilla nocturna que se venía repitiendo noche tras noche durante la última semana y no me dejaba descansar. Despertaba de repente, angustiado y con el pelo apelmazado por el sudor, intentando controlar el corazón desbocado que me obligaba a jadear para seguir su ritmo. No conseguía recordar el sueño, solo sentía un extraño olor a azahar en la habitación que desaparecía enseguida.
Mis padres habían salido ya; en la cocina solo quedaba mi hermana pequeña mareando una tostada fría sobre un plato que estaba a punto de caer de la mesa llena de restos de un desayuno anterior. Estaba embebida con un programa de televisión que emitían los sábados por la mañana y apenas me miró.
El café se mantenía caliente en el termo. “Mi madre es adorable” –pensé mientras llenaba la taza hasta el borde y me sentaba al lado de mi hermana.
–¿Pero qué te ha pasado? —gritó horrorizada cuando me miró–, ¡tienes un aspecto horrible!
–Nada, no he dormido bien. Estoy cansado, eso es todo.
No tenía ganas de darle explicaciones, así que agradecí que volviera a enfrascarse con esos músicos adolescentes que sonaban en la tele enamorando a las jovencitas más por sus flequillos que por sus voces desafinadas. Uno de ellos, el líder del grupo supongo, estaba respondiendo a las preguntas de una entrevistadora que parecía tan emocionada como mi hermana.
El café no me había espabilado lo suficiente cuando me metí en la ducha debajo del agua fría. Necesitaba estar despejado para estudiar el examen del lunes, aún me quedaban varios temas por mirar y ese profesor era un hueso; había un montón de repetidores en la clase que se encargaban de dejarnos bien claro a los novatos lo difícil que era aprobar con él.
A las diez y media ya estaba sentado en mi escritorio, con los apuntes delante, los rotuladores fluorescentes a un lado y un folio y un bolígrafo para tomar notas al otro.
Oí que sonaba el timbre y a continuación los pasos de mi hermana que se dirigía a abrir la puerta. Un minuto después oí un portazo. Me asomé al pasillo y le pregunté quién había llamado.
–Nadie –respondió distraída mientras cambiaba de canal—, una chica que me contaba una historia muy rara. Decía que se había caído de un sueño y no sé qué rollos más. Le he dado con la puerta en las narices. ¡Es que mira que hay gente flipada!
–Tú sí que estás flipada –le contesté sonriendo y simulando con un dedo en mi cabeza que le faltaba un tornillo–. Y deja ya la televisión y a esos pseudocantantes peludos y ponte a estudiar –intenté continuar con un tono más serio, de hermano mayor, mientras regresaba a la habitación– o te las verás con…
No pude terminar la frase. El olor a azahar impregnaba todo mi cuarto.
Como te dije en los comentarios creo que deberías nombrar a tus personajes, así lograrás que sean más vulnerables, más fuertes y más humanos. El nombre prefigura al personaje, recuerdas a Flauvert buscando nombre para su querida Madame Bovary, cuando se tropezó con Emma ya tenía media novela resuelta.
Aunque no cumples con la dichosa -T, y tampoco persigue ninguna maldición al hermano mayor, es un relato de pedadilla, cíclica, con el azahar engarzado en un bello lenguaje, sencillo.
Saludos.
Barajas una idea interesante, pero creo que no la has ejecutado del todo bien, se le puede sacar mucho mas jugo.
•Forma
Un vocabulario agradable de leer, sin complicaciones ni simplezas; la puntuación se puede mejorar un poquito, me falta alguna coma en frases demasiado largas, pero vamos nada que no se pueda corregir en 10 minutos.
•Contenido
Me da la sensación de que el narrador se va mucho por las ramas, creando un ritmo lento y haciendo que el relato sea aburrido por momentos.
¿Como solucionarlo? Menos descripciones y mas “chicha”.
Fíjate en el principio, el relato empieza con el “buenos días” del protagonista, al que no sabemos a quien o quienes va dirigido, ya que mete cuatro lineas explicando como paso la noche. Es recién ahí, cuando acaba ese inciso, que describe un poco la escena, la hermana desayunando y tal, pero vuelve a recrearse por las ramas describiendo la mesa.
Podrías haber ahorrado la explicación de la mala noche que pasó el protagonista, y trasladarla a cuando ella le ve la mala cara que lleva, en vez de negarse a explicarle nada. Te lo pusiste en bandeja tu mismo con la pregunta de la hermana, aprovéchalo.
La descripción del programa de TV es demasiado extensa y no aporta nada realmente a la trama en sí, creo que acortándola un poco ya se da a entender que la niña esta enganchada a alguna boyband de moda. Ganas ritmo, ganas palabras, y te llevas al lector a donde realmente comienza lo interesante, la persona que llama a la puerta.
Pero claro, es justo ahí donde acaba el relato, cuando empezaba lo realmente interesante.
Habría que desarrollar un poco mas el tema de la pesadilla, el tema de la chica que llama a la puerta, etc, para tener un final mas redondo y no tan precipitado. Introducción, nudo y desenlace.
Como decía, tienes una idea interesante, intenta ir mas al grano y a lo que realmente atrape al lector, intriga, misterio, acción, conflicto, etc.
Hola Mar. Mira por donde me pongo a leer los relatos del taller y me encuentro contigo (soy @desdichasalmon) con razón me parecía que me sonaba tu nombre.
A mi el texto me ha gustado, pero se me ha quedado corto. Estoy segura de que hay mucho que contar sobre el sueño del protagonista y de dónde ha salido la chica que se cae del sueño. Aquí hay material para más que 750 palabras. Pero me encanta cómo nos introduces en una situación aparentemente cotidiana para dejar el final abierto a algo más sobrenatural. Me encantaría leer la segunda parte o la versión extendida.
Un abrazo.
Os agradezco enormente vuestros comentarios. Totalmente de acuerdo con vosotros.
No voy a justificarme, sólo explicar que conocí esta página justo el día en que terminaba el plazo para enviar el texto y me lancé a escribir algo. Ando un poco desorientada en cuanto a su funcionamiento, así que os pido disculpas a todos. Rubia me ha hablado muy bien de esta web, así que intentaré conocerla cuanto antes y, si me gusta, ajustarme a su dinámica y corresponderos con lo poco que sé.
Saludos y gracias de nuevo.
Hola, Margarita:
Como ya te han comentado, creo que estamos ante un buen relato que espera ser desarrollado. Hasta aquí tenemos una introducción que puede ser podada de muchos datos superfluos; ya te los señalaron; culminaría en el episodio de la chica que se cae del sueño. Desde ahí arrancaría un “cuentón”.
Seguramente la continuación será exitosa. Espero poder leerla.
El germen que has presentado está muy bien escrito,; haces buen uso de la gramática, y tu vocabulario es claro y sencillo.
Enhorabuena por el premio de los martes #megustaescribir
Un placer contar contigo.
Hola Margarita.
Bienvenida, me dara gusto seguirte aqui al igual que en el tuiter. @josetorma
Un beso y te sigo leyendo.
p.d. del relato ya te lo dijeron todo asi que a darle pa’lante.