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12 - por Carla

Web: http://unahabitacion.wordpress.com

Los doce componentes de la banda se situaron orgullosos detrás de otro grupo. Una vez en sus puestos, se miraron entre sí y sonrieron. Estaban allí de nuevo. Otro mes de agosto, otro año más. Contra todo pronóstico.

Se les veía todavía perfectos, inmaculados con sus trajes blancos y sus pañoletas color naranja pálido. No tardarían en dejar de estarlo, sin embargo, pues en cuanto se iniciase el ascenso empezaría a correr el vino tinto, manchándolo todo con sus múltiples tonalidades rojas.

Estaban todos quietos, los doce. Impacientes pero tranquilos. Con esa serenidad que da haber sufrido ya más de lo que uno creería soportable, especialmente cuando no se tienen más de 20 años. Pero la enfermedad no distingue, y la capacidad de aguante es más elástica de lo que pensamos. Al menos así me lo demostraron ellos a diario.

Aún puedo verlos. A todos y cada uno. La última vez que subieron juntos al monte. La última vez que esperaron juntos el grito de guerra marcando el inicio de la subida hacia la cima de Santa Trega. El comienzo de la fiesta.

Alguien pidió silencio y varías voces difundieron la señal. Entonces los miembros de las más de treinta bandas, todas ellas perfectamente ordenadas en una hilera que parecía interminable, miraron al frente. Con un movimiento perfectamente coordinado, levantaron al mismo tiempo una de las baquetas y la mantuvieron unos segundos en el aire. Luego, con un gesto rápido la hicieron descender sobre las membranas de los instrumentos, que vibraron al contacto. Igual que las cajas torácicas de todos los que estábamos allí de pie, esperando emocionados ese instante mágico en el que los tambores comenzaron a sonar.

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7 comentarios

  1. 1. Wolfdux dice:

    Muy buen relato Carla. No conozco esta festividad pero me ha gustado como las has plasmado en tu escrito. Felicidades. Un abrazo.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 14:29
  2. 2. tavi oyarce dice:

    Hola Carla.
    Muy bien redactado tu relato, solo me habría gustado saber más de donde se centraba la escena, o tal vez el motivo de la celebración.
    Manejas muy bien el lenguaje.
    Saludos

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 21:03
  3. 3. A María dice:

    La historia me desazona, pero está bien escrita y bien descrito el ambiente los personajes.Lo que más me ha gustado el comienzo de la tamborrada.
    Y la metáfora del vino (sangre) que manchará las blancas vestiduras del los tamborileros.
    Saludos

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 18:27
  4. 4. Darkristal dice:

    Me falta contexto, pero he de decir que esta bien trabajado.
    La forma en la que transcurre la historia es delicada pero oculta algo que no logro captar todavía, tal vez, por lo que dije, me falta contexto.
    Bueno, sigue desarrollando tu técnica, que por buen camino vas.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 21:39
  5. 5. beba dice:

    Hola, Carla:
    Hermoso relato. Buen ritmo y tensión. excelente inclusión de los tambores.
    Creo que podrías haber incluido algunas precisiones sobre esta… ¿celebración?
    ¿Por qué estas palabras:”la enfermedad no distingue, y la capacidad de aguante es más elástica de lo que pensamos”?
    Saludos. Si quieres leerlo, el mío es el 135.

    Escrito el 6 junio 2015 a las 23:06
  6. 6. ILLARGUIA dice:

    Tambores de maxia. Santa Trega salva a los ayunadores de la sequía, y los marineros juran que volverán al año siguiente a subir al Monte y tocar sus tambores. 12 tamborileros, como los meses, 30 grupos como los días, esto es una fiesta ancestral. Habrá que ir a visitarla.
    Aplausos.

    Escrito el 8 junio 2015 a las 22:43
  7. 7. Carla dice:

    Hola a los seis y muchas gracias por vuestros comentarios. Creo que me servirán para revisar el texto y hacerlo mejor. Siento haber estado desaparecida y no haberme pasado antes a leer vuestros textos, pero intentaré hacerlo pronto.
    ¡Gracias de nuevo!
    Carla

    Escrito el 2 julio 2015 a las 07:58

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