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CUANDO LOS TAMBORES COMENZARON A SONAR - por ALEF-BET
CUANDO LOS TAMBORES COMENZARON A SONAR
Todo está oscuro.Oscuro y frío.Un frío gélido.El frío de la Muerte.
Ha perdido la noción del tiempo.Inmovilizado.Encadenado de pies y manos.En silencio.Un silencio apenas quebrado por la visita del carcelero que le trae la comida.Una comida apestosa.El fétido hedor de la Muerte.
Se acerca la escudilla a la boca, pero a duras penas puede sorber su viscoso contenido.El carcelero le insulta y le golpea hasta hacerle sangrar.Vomita, el matarife se ríe,le obliga a beber su sangre mezclada con sus vómitos aún calientes y abandona la celda.
Tendido en el suelo,la puerta aún entreabierta, oye unos gemidos sordos y escalofriantes que le desgarran el alma.
Ha perdido la noción del tiempo,pero aún recuerda el día en que, abatido su avión cerca de una pequeña aldea,fue capturado por los insurrectos;el día en que, maniatado,bajo un sol ardiente e implacable que le quemaba la piel y le fundía los sentimientos,fue obligado a recorrer el largo y pedregoso camino que conducía a la prisión donde estaba confinado.
Todo está oscuro.Pero ya no tiene frío.Su cuerpo ya no existe. Ya nada importa.Su suerte está echada.
Piensa en el joven corresponsal de guerra que quería luchar por un mundo mejor,por un futuro en libertad,por la justicia y la solidaridad.
Piensa en cómo todo empezó a raíz de aquella absurda guerra entre grupos mediáticos y en como fueron instrumentalizados en defensa de sus intereses.
Piensa en sí mismo,brillante e irreverente, en sus demoledores escritos y su sangrientas críticas, y en como de orgulloso se sentía de ser una de las personas más admiradas y,a la vez, más odiadas del país.
Piensa en todos aquellos escritores convertidos en radicales infames,atrapados en la invisible red de sus ideas,ofuscados en su particular guerra al servicio de proyectos espurios,y en cómo,casi sin darse cuenta,convirtieron a sus lectores en fanáticos enfrentados.
Piensa,y se pregunta,en qué momento las palabras perdieron su sentido y sólo quedaron los signos.Estos signos invisibles de una violencia institucionalizada que,como la carcoma,lenta pero inexorablemente,destruyó lo mejor de todos ellos,su condición humana,su fe en la civilización,y que finalmente propició la aparición de grupos organizados dispuestos a arrancar de cuajo toda la suciedad esparcida.
Cae la noche.Todo está oscuro.Oscuro y frío. Un frío gélido. El frío de la Muerte.
Y,en la soledad,piensa en la épica de una muerte que sea recordada,una muerte escrita con su propia sangre en los libros de historia,inmortal en el imaginario de sus seres queridos, plasmada y admirada para siempre en los lienzos de consagrados pintores.
Por un momento,un póstumo halo de vanidad se apodera de él y, suspirando para que esta épica trascienda a su breve paso por este mundo,evoca escenas gloriosas, pelotones de fusilamiento, brillantes guerreras rojas,charreteras doradas y redobles de tambores.
Ensimismado,absorto en sus pensamientos, el orgullo herido,la mirada altiva y desafiante,los ojos resplandecientes,da un paso al frente:pero su cuerpo, debilitado,permanece inmóvil mientras,desazonado, en un postrer arrebato nihilista musita – ¿Para qué?.
Se abre la puerta de la celda.El carcelero escupe en su cara, le golpea brutalmente,le libera sus ataduras y le arrastra sin contemplaciones hasta el patio de la cárcel
Lentamente,recorre su último trayecto y se acerca al cadalso mientras la cabeza del último ejecutado rueda a sus pies.
Su cara le resulta familiar.
Inclina la cabeza.Un chasquido seco y cortante rasga el manto de la noche.
Abre los ojos.Ve como su cuerpo cae y su propia sangre le salpica la cara.
En un último gesto,los ojos vidriosos,mira al Cielo,evoca escenas gloriosas,pelotones de fusilamiento,brillantes guerreras rojas y charreteras doradas y se emociona al saber que su nueva vida empezó un día no muy lejano, cuando los tambores comenzaron a sonar.
Buena historia, una narración seca y dura a la que no le hubiese sobrado el +18 😉 La puntuación algo desajustada desluce un poco un texto que, por lo demás, me parece estupendo. Muchas de las cavilaciones del protagonista son francamente interesantes (“…en qué momento las palabras perdieron su sentido y sólo quedaron los signos”). Creo que lo perfilas muy bien y consigues que el lector empatice con esa necesidad, más acentuada cuanto más cerca se está del final, de trascender, de dejar un rastro de épica en una existencia esencialmente irrelevante.
Pura poesía Alef-Bet, desgarrador y bello, qué más se puede pedir. “Un chasquido seco y cortante rasga el manto de la noche”…(pelos de punta). Literatura, poesía, filosofía, todo está en tu pluma. Felicidades porque escribes de maravilla. ¡Un abrazo!
Aquí estoy tratando de devolverte la gentileza de tu análisis y comentarios a mi cuento, y agradeciéndote por haber sido tan buen crítico.
Sobre tu obra: ¡Estupenda! Conseguiste estupendamente hacerme poner bajo la piel del protagonista.
Destaco el lenguaje. Directo, crudo, fuerte, hasta diría brutal por momentos; y sin embargo, pleno de romanticismo. Genial!
En cuanto a la estructuración formal está más que correcta. Lo único que menciono como negativo son las faltas de espacio luego de los puntos o las comas; quizás por ciertas tendencias obsesivas mías, ésto me resultó algo molesto, me sacó por momentos de la lectura.
Comentario al margen: ¡Ay con los medios de comunicación! También en esto empaticé con el corresponsal. Qué tema tan doloroso, cómo el Periodismo ha perdido la escencia de su razón de ser.
Felicitaciones, un muy bello cuento. Hasta la próxima.
Hola Alef-Bef:
Muchas gracias por tu comentario. Este segundo me ha gustado mucho (el primero fue el anónimo), pues dándote a conocer tengo que decir que es genial. No te quepa la menor duda de que gracias a estos es como podemos aprender a escribir, que es lo que nos gusta. Respecto a tu texto te comento:
Me ha gustado mucho. La reiteración o repetición de palabras te hace que te enganche. Usas la tercera persona, observador omnisciente, que lo sabe todo pero lo ve desde la distancia. Una nota , para mi gusto: separa un poco mas las frases, aun sin perder rapidez, algunas agobian un poco.
Eres un poeta.
¡Felicidades! y un cordial saludo
Saludos Alef,
Creo que es la primera vez que te leo, somos tantos que se escapan los nombres, aun sigo con las lecturas también del mes anterior.
Tu relato es muy crudo, muestra desde la perspectiva del narrador-testigo de lo que acontece a una persona que creo por su profesión es secuestrada y luego asesinada en manos de insurrectos: temas más actual imposible.
Siempre he pensado que en verdad escribir es comunicar lo que pasa en el mundo en la actualidad, relatos como el de Marazul, y Martha Mari y este tuyo que puedo aceptarlo como una denuncia.
Come te han mencionado, cuando utilices violencia gráfica no olvides el +18, no estoy segura si Literautas tendrá alguna manera que un menor no lo abra, o quedará a riesgo de quien lo quiera leer; pero no está de más dar aviso.
Lo que te han mencionado, no olvides esos espacios después de la puntuación. Le quitan la fluídez a la lectura, y creéme vale la pena leerla como debe ser, porque tienes un gran relato aquí.
No tengo más que aconsejarte, si hay algo que hacer notar lo dirá otro; yo me quedo con la impresión de este.
Enhorabuena,
¡Nos leemos!
Gracias a todos por vuestros comentarios y por coincidir en los puntos a mejorar.
Gracias a Ismael y Quique por sus magníficos relatos que me permitieron analizarlos de cabo a rabo.
KMarce, Aner,espero comentar vuestros trabajos como se merecen.
Un abrazo
Y por supuesto también a Tinta Negra. Tu seudónimo es toda una declaración de intenciones.
Un abrazo